27 - Vacío
Olivia
La curiosa chica me mira esperando que hable, de hecho solo le dije que se quedara porque las palabras de Liam llegaron a mi mente en cuanto entendí por qué me buscaba.
"¿Acaso tú te has relacionado alguna vez con la gente "no popular" de tu colegio? Seguro tienes más en común con la chica que lee libros en los recesos que con la gente popular como tú. Deja de preocuparte por mantener una imagen, serás más feliz"
Y aquí estoy, como una tonta, siguiendo sus consejos aunque me rompió el corazón en mil pedacitos.
— ¿Barbie plástica y sin sentimientos? Demasiados estereotipos para ser feminista.
— No lo digo porque seas bonita, te lo digo porque esa es la imagen que te has encargado de proyectar al mundo.
— Lo sé, pero tal vez deberías aprender a no juzgar sin conocer, porque la imagen que proyectamos al mundo pocas veces coincide con lo que somos realmente.
Deja su mirada perderse y piensa por un momento.
— Tienes razón, lo siento por eso. Además no dije que soy feminista, dije que tengo un lado feminista. No me gustan las etiquetas.
No sé que tiene esta chica, pero me cae muy bien. Y aunque mi experiencia me dice que no debería confiar demasiado en nadie, siento que esta es una buena oportunidad para hacer una nueva amiga.
— Okay, te propongo algo. Dame una oportunidad, conóceme de verdad y no solo la imagen que proyecto al mundo, si sigues pensando que soy una chica superficial podrás pedirme lo que quieras.
Alegra se ríe, su risa es contagiosa y escandalosa.
— No necesitas volverlo un desafío, y aunque juntarme contigo aumentará mi popularidad y eso es algo que odiaré con mi alma, te debo una oportunidad por prejuzgarte — se da la vuelta y baja los escalones de la entrada, para luego volver a voltearse a verme —. Te veo mañana en el colegio Olivia, espero que sí recuerdes mi nombre esta vez.
Ha pasado una semana, y Liam parece haber desaparecido de la faz de la tierra. Nadie sabe nada de él, su teléfono está apagado, hay cero actividad en sus redes sociales y no está en su casa. Todos comienzan a preocuparse bastante y nadie habla de otra cosa.
— Si sabes algo ya dilo Olivia, él nunca ha estado tanto tiempo sin ir al hogar, y mucho menos sin ver a Ámbar — Matteo me increpa porque no deja de decir que oculto algo.
— ¡Que no lo sé! Terminó conmigo cuando supo que Tom es Frank, le dijo a él que se alejaría un tiempo y ya no supimos más nada.
Emma pone la mano sobre el hombro de Matteo para que se calme y lo logra.
— Es que entiendo que se aleje de ti, pero ¿por qué de nosotros?
— ¿Ven? Por esto no quería que mis amigos se involucren con mis hermanos, no por celoso, porque luego todos estamos en medio de su mierda — Noah es el que está más preocupado, no ha dejado de buscarlo en todos lados esta semana, bueno, él y Frank.
— Tranquilo mi amor, ya vendrá, seguro tiene una buena explicación — Emma intenta calmar un poco las aguas, Emily se mantiene en silencio y yo sé exactamente por qué.
— Es que no lo entienden — Frank bufa con molestia —. Ustedes creen que él es perfecto, que siempre está bien, que nunca los necesita pero no es así. Yo sé lo que siente, porque cada vez que estamos tristes por algo llegamos a lugares muy oscuros de dolores que no hemos sanado, él no puede estar solo ahora, ni aunque eso sea lo que quiere.
La idea de que esté solo y triste en algún sitio me rompe el corazón por completo, mis ojos se llenan de lágrimas y me doy media vuelta para irme mientras los demás siguen discutiendo.
— Espera Oli — Frank me sigue por el pasillo y me da media vuelta para abrazarme —. Lo siento, yo generé todo esto y te prometo que lo arreglaré.
— No es tu culpa es que... necesito saber que está bien... solo eso.
— Lo sé, también yo — murmura dejando un beso en mi cabello.
— Ve, quiero estar sola — le pido conteniendo otra vez mis lágrimas.
Frank toma mi rostro en sus manos y deja un último beso en mi frente.
— Estaré con Dan en el jardín si me necesitas.
Le doy un asentimiento y me meto en la habitación de Dante buscando un poco de paz para dejar mis lágrimas correr.
¿Qué es lo que más me duele de todo esto? Su dolor.
No voy a mentir, sí me duele que me haya dejado, sí me duele tenerlo lejos, pero lo que más me duele es saber que fue en contra de sí mismo para hacer esto. Saber que de verdad me quiere, que de verdad lo ayudaba a respirar, que lo ayudaba a llevar su carga, y ahora no volveremos a estar juntos.
Mi vida ha sido un sube y baja de emociones, mi historia está llena de idas y vueltas, de secretos y de verdades, de cosas que parecen ser de una forma y luego terminan siendo de otra.
No puedo decir que nunca sentí un dolor tan profundo, porque perder a mi mamá con once años dejo marcas en mi interior con las que aun lucho, pero sí puedo decir que el vacío que Liam dejó dentro de mí es algo que nunca había experimentado.
Y duele.
Duele no haber tenido la oportunidad de hacerlo feliz, duele que se quiera tan poco, duele saber que aunque somos uno para el otro esta es la puta realidad.
Yo aquí, llorando donde nadie me ve, y él en algún sitio, convenciéndose de que hizo lo correcto.
Alguien toca la puerta, limpio mis lágrimas de inmediato porque no quiero que mis hermanos me vean llorar, no soportaría que lo odiaran por esto y ellos no entenderían.
Pero no es ninguno de ellos, es Emily.
Sus ojos brillan como si también estuviera conteniendo la necesidad de llorar.
— ¿Estás bien? — me pregunta y ya no me puedo contener.
Las lágrimas ruedan por mis mejillas mientras niego con la cabeza.
— Sé que sabes dónde está, y no te pido que me lo digas, solo que no... — mi voz se quiebra y no me deja seguir hablando, sorbo por mi nariz e intento recomponerme para seguir — que no lo dejes solo, que se hace el duro pero te necesita.
— Yo no sé dónde está...
Va a mentirme pero le ahorro la molestia.
— Ámbar me lo dijo, que vio a su padrino ayer.
— Ella no entiende de tiempo, dice ayer pero pudo ser en cualquier momento.
Sonrío limpiando mis mejillas y entrecierro mis ojos.
— También dijo "Mami dijo que no lo diga" — Emily cierra sus ojos y suelta un suspiro —. Es obvio que él no puede estar sin ella, no se lo diré a nadie, solo dile que ya sé la verdad y que lo entiendo... y que lo amo...
Mierda, apenas puedo hablar.
— Él ya sabe que lo sabes, y no dejo de decirle que es un idiota, pero no regresará pronto Liv, debes seguir adelante.
— ¿Por qué? Yo no quiero estar con Frank, ¿acaso no vale lo que yo quiero?
Emily me da una media sonrisa triste y acaricia mi mejilla.
— Él no te dejó para que estés con Frank, de hecho sabe que no lo harás. Él te dejó porque no puede ser feliz contigo sabiendo que eso daña a su hermano.
— ¡Es que Frank no me ama! Él cree que lo hace pero ¿cómo? Si apenas me conoce, solo me idealiza...
— Pues encárgate de que ya no lo haga Liv, tú no eres de las chicas que se quedan llorando. ¿Amas a Liam? Pues da pelea.
— ¿Yo? ¿No debería Liam dar pelea por mí?
Ella toma mi mano y ambas nos sentamos en la cama.
— Escucha Olivia, sé que hay muchas opiniones sobre cómo debe ser el amor. Yo te daré la mía. Lo ideal es que para que una pareja funcione ambos pongan el cincuenta por ciento, pero la mayoría del tiempo no será así, habrá veces en las que uno pondrá el noventa y otro el diez, y luego será al revés. Liam no tiene la fuerza para dar batalla ahora y tal vez te toca a ti poner tu noventa por ciento, pero si lo amas tendrás que saber que el orgullo no tiene lugar en el amor.
Me quedo pensando lo que dice por un momento, y aunque suena bonito no estoy convencida de eso. No estoy segura de tener la entereza emocional para hacer esto sola, y no quiero herir a Frank para alejarlo de mí tampoco.
— No sé lo que haré, solo dile que no sea un idiota y llame a mis hermanos. Que se invente una excusa si no quiere regresar, pero ninguno de ellos merece esto.
Suelta mi mano y se pone de pie, hago lo mismo y mi visión se nubla un poco, no he estado comiendo bien y soy consciente de eso, tengo el estómago cerrado por completo.
Emily no lo nota de todas formas.
— Lo hará, solo piensa bien antes de tomar decisiones.
Otra semana sin Liam ha pasado, al menos habló con los chicos, les invento tontas excusas sobre que está de viaje en Londres arreglando unos asuntos y había perdido su teléfono y no sé cuántas mentiras más. Empiezo a hacerme amiga de la idea de que pasara un buen tiempo hasta que vuelva a verlo, y eso me desespera bastante.
Obviamente la única forma que tengo de sobrevivir a esto es ocupar mi mente en otras cosas, y si mal no recuerdo hay una venganza que planificar, convoqué a reunión de chicas y dejé de por fuera a los éticos de la familia. Emma, Emily y yo estamos de acuerdo con que dolor solo se paga con dolor, así que agárrate Abby, porque no tienes forma de salir bien de esto.
— Quiero teñir mi cabello — me dejo caer en mi cama luego de haber trancado la puerta para que nadie nos interrumpa.
— ¿De rosa? — pregunta mi hermana mientras se come un gran pastelito.
— No, de un color más oscuro — tomo un mechón del largo cabello de Emily y lo pongo sobre mi cabeza —. Color café o negro.
— Creo que resaltaría mucho tus ojos — dice Emily poniendo aún más de su cabello sobre mi cabeza y tomando mi mentón para mirarme —. Sí, me gusta.
— Solo quieres teñirte porque a Liam le gusta mucho tu cabello claro — mi bella hermana y su crudeza.
— Tacto Emma ¿Te suena? — la regaña Em robando uno de sus pastelitos.
— Creo que vine al mundo sin ni una pizca de eso — responde arrebatándole el pastelito de la mano.
— Igual tienes razón... — murmuro dejándome caer en la cama y llevando mi mano a el pequeño bulto que es su abdomen.
— ¿Quieres? — me ofrece su pastelito mordido y niego con la cabeza fingiendo cara de asco — ¿Estás comiendo bien Olivia?
— Ya suenas como una mamá... — intento evadir el tema porque no, no lo estoy haciendo.
— No me cambies el tema, nunca comes con papá y conmigo...
— Solo tengo el estómago un poco cerrado, pero no tengo problemas con mi cuerpo ni nada parecido, no hagas dramas.
Emma mete un pedazo de pastelito en mi boca y pone otro en mi mano.
— ¿Pues sabes qué te ganaste? Una hermana super controladora, come.
Hago lo que me dice solo para que no fastidie. No es que no quiera comer, es que no me da hambre y lo olvido.
— ¿Para qué nos trajiste? — Emily quita mi mano del vientre de Emma para poner la suya.
Sonrío de lado y dejo la mitad del pastelito sobre el plato.
— Venganza.
— No haré nada contra Liam — se apresura a decir Emma volviendo a poner el pastelito en mi mano.
— Ni yo — la apoya Emily.
— No contra Liam, tontas. Obvio yo tampoco haría nada contra él. Hablo de Abby, ¿acaso ya lo olvidaron?
Emily rueda sus ojos y bufa.
— ¿Cómo olvidarlo? Si no deja de acosar a Matteo.
— Bien, tengo un plan algo loco, pero muy divertido. Las cuatro haremos nuestra parte, y luego todo será perfecto.
— ¿Las cuatro? — pregunta Emma.
— Sí, Alegra nos ayudará.
— ¿Alegra la chica loca que vino a decirte la verdad de Frank? — pregunta Emily justo cuando alguien golpea la puerta.
Me pongo de pie y abro la puerta para verla justo al otro lado.
— Ella es Emma, mi hermana. Y ella es Emily, mi cuñada — hago las presentaciones formales, aunque todas saben de la existencia de las demás nunca se habían visto — Y ella es Alegra, la chica loca que vino a decirme la verdad sobre Frank.
— ¿Confías en ella lo suficiente? — pregunta Emma entrecerrando sus ojos.
— Hola, también es un gusto conocerte, Emma — Alegra habla con ironía y Emily y yo reímos.
Sin dudas ambas tienen una personalidad muy fuerte, esto será divertido.
Emma rueda sus ojos e ignora la ironía.
— Pensé que tu lado feminista no te permitiría ir contra otra chica.
— El feminismo dice que hombres y mujeres deberíamos ser tratados de igual forma, si Abby fuera un chico me vengaría sin dudas, así que no veo el motivo de no hacerlo porque tenga vagina.
Emma aún desconfía.
— ¿Y que ganas con esto?
— Pues vengarme de esa idiota.
— Y ¿Por qué?
Alegra se queda en silencio así que yo hablo por ella.
— Abby les contó a todos en clase la historia de Alegra con sus padres de una forma bastante humillante, solo porque se negó a alejarse de un chico que a ella le gustaba.
Emma sonríe y eleva sus cejas.
— ¿Y te quedaste con el chico?
— Por supuesto — confirma con una sonrisa de suficiencia —. Estuve a punto de enviarle una foto chupando su pene, pero no quería darle el gusto de verlo desnudo.
Todas estallamos en risas, con eso se ganó el amor de mi hermana para siempre.
— Ya, ¿cuál es el plan?
Muerdo mi labio inferior conteniendo una sonrisa y me siento entre ambas.
— No el plan, los planes.
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Hola gente bella ❤️
Hoy solo diré dos cosas:
1- Extraño a Liam.
2- Alegra me agrada.
Los quiero ♥️
Besos, mil besitos 💋
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