12 - Romper las reglas
Dante
— ¡Tom! — grito entre la música y volteo a hablar con mi nuevo amigo del que no conozco el nombre — Se me perdió Tom.
Me río, estoy borracho otra vez, sin dudas mezclar tequila y mezcal no fue una buena idea, y más teniendo en cuenta que nunca había tomado ninguna de las dos.
— ¿Cómo dices que se llama esta música?
— Banda, te lo he dicho como diez veces wey — mi nuevo amigo también está borracho, aunque no tanto como yo.
— Esta... canción — levanto mi brazo y lo muevo al son de la música, mi amigo se ríe — ¿Y cómo te llamas tú?
— Miguel, también te lo he dicho ya — se ríe de mí y vuelve a llenar mi pequeño vasito.
— Wey, me encanta como dices wey, wey — lo tomo por el hombro y nos movemos a los lados intentando cantar la canción que suena justo ahora.
La canción que me hace pensar en Álex, ¿Por qué todas las canciones me recuerdan a él?
— Te van a platicar de mi... y van a preguntar también... ¿Qué fue lo que pasó si se miraban tan felices? Y se mojarán tus ojos, tus ojitos hermosos... — cantamos a coro con mucha emoción, todos hacen eso aquí.
Bueno, yo canto lo que puedo, estoy borracho y no conozco la canción, aunque algo me la aprendí porque ya la pasaron tres veces.
— Los limones, ellos cantan esta canción — balbuceo obligando al alcohol a pasar por mi garganta otra vez.
Miguel se ríe a carcajadas golpeando la mesa.
— La arrolladora banda del limón — me corrige sin dejar de reír.
— La arrollada... limón — balbuceo y ni yo mismo me entiendo — ¡Toooom! Se me perdió Tom.
— Tu novio fue al baño, te lo dijo antes de ir.
Me rio mientras bebo un trago y eso hace que el alcohol se suba a mi nariz, eso es lo más horrible que he sentido en mi vida, quema, arde, pero pasa rápido.
— Él no es mi novio, de hecho lo traje aquí porque sale con mi hermana, y mi hermana estaba con otro y no quería que los viera.
Miguel vuelve a reír, me cae muy bien, aunque casi no lo he dejado hablar, me pongo muy hablador cuando bebo.
— ¡Toooom! — vuelvo a gritar y al voltear lo veo — Aquí estas.
Sus ojos se ven rojos, y una sonrisa se escapa de sus labios.
— Eres lindo — me dice haciendo un movimiento para evitar caer —. Pero no puedo, Álex me matará, yo por Olivia, él por ti, ese es el trato.
— El... trato — balbuceo intentando comprender —. Las reglas... yo tampoco puedo.
— Ven, vayamos fuera — me jala de la mano y me volteo a despedirme de mi amigo.
— Adiós Miguel, regresaré por los limones, lo prometo — saludo con mi mano efusivamente y el corresponde el saludo.
Tom me ve a los ojos y ambos reímos.
— Tienes problemas con el alcohol.
— No, tengo problemas con el amor — me recuesto en la pared, él está usando su teléfono.
— Álex te ama, aunque a veces... él y yo... — se detiene y da otro paso hacia mí — Me gusta tu hermana, pero a ella le gusta Liam, seguro está con él ahora y por eso estás aquí conmigo.
— No — ni en mi peor estado de ebriedad dejo de proteger a mi hermana —. Ella está con Emma y Emily, hicieron una pijamada.
— Hagamos una pijamada, tú y yo, podríamos invitar a Álex, sabes...ya me he imaginado eso.
Dios, no sé si estoy demasiado borracho o hay mucha doble intención en esa última frase.
— No quiero a Álex, no puedo verlo.
— Entonces tú y yo ¿Va?
— Va...
No entendí, pero de pronto este chico sexy me está besando, yo también quería, así que le correspondo el beso.
Esperaba algo más intenso y sexual, pero es un beso lento y tierno, casi que roza lo romántico. Sus manos toman mi rostro con cuidado, buscando un beso más profundo y personal. Lo dejo hacerlo, no debería, pero me gusta, me gusta la forma en que me besa, me gusta cómo me hace sentir, hace mucho tiempo un beso no se sentía así, tierno y dulce, y a la vez peligroso y prohibido.
En cuanto el beso se rompe todo se siente incómodo, ninguno de los dos sabe qué decir, vaya, es que yo ni siquiera sabía que le gustaban los chicos, bueno, sí lo intuía, pero nada más.
— ¿También te gustan los chicos?
— Oh... sí. Soy bisexual, no estoy en el closet ni nada de eso, solo que no vi la necesidad de mencionarlo.
— Lo entiendo.
— Oye, si le mencionas esto a Álex jamás me perdonará ¿sabes? Mejor olvidémoslo.
No es como si yo quisiera que alguien lo supiera tampoco, si acabo de romper una de las reglas que tengo con mi hermana, no me lo perdonaría nunca.
— ¿Olvidar qué? — digo haciéndome el tonto.
— Exacto —dice sonriendo, y finalmente los dos nos reímos.
— Álex viene hacia aquí — dice en medio de las risas.
Lo que dice me sorprende, doy un paso descoordinado hacia atrás y casi me caigo de culo, pero me sujeta por el brazo jalándome hacia él. Otra vez estamos a escasos centímetros, el alcohol parece haber borrado el filtro que hay entre mi cerebro y mi lengua.
— No vuelvas a besarme, o ya no podré aguantarme, el alcohol me pone caliente.
Tom me da una sonrisa de lado, pero somos interrumpidos.
Sí, interrumpidos por Álex.
— ¿Me perdí de algo? — pregunta en tono inquisitivo.
Tom y yo rompemos en risas y nos alejamos.
— Sí, tu chico casi se cae de culo cuando le dije que venías.
Bueno, prefiero que sepa eso que la verdad.
— Tú, te dije que te alejes pero sigues aquí, como un molesto grano en el culo — digo poniendo mi dedo sobre su pecho, pero me detengo allí al sentir lo firme que esta —. Oh, has estado yendo al gimnasio, me gustaría ver eso...
Álex menea su cabeza y me arrastra al auto.
— Ya Dante, no puedes beber hasta casi perder la conciencia, no está bien, es peligroso — me regaña mientras pasa el cinturón por mi hombro.
— Quería olvidarme de ti, pero no funcionó, porque estaba esa maldita canción...
— Hablaré con tu hermano si esto vuelve a suceder.
— Tssss, chismoso.
Se va, supongo que a meter a Álex en el asiento trasero.
Trasero, jijiji.
— Tienes un buen trasero, como un número tres. Extraño tener sexo contigo, podemos hacerlo y luego fingir que no pasó.
— Ya, Dante. Mañana te arrepentirás de decir esas cosas.
Mi río cubriendo mi boca, me gusta que me regañe, se me hace divertido.
— Para mí tan solo hay uno... Pero si te hace feliz... Saber que estuve con otro, vamos a decir que si... — balbuceo y canto a la vez y al instante vuelvo a reír.
Álex no parece feliz con eso, se ve un poco molesto y celoso.
— ¿Estuviste con algún chico esta noche?
— Si, pero no me acuerdo, no me acuerdo, y si no me acuerdo...
— ¡Ya deja de cantar! — murmura fastidiado — ¿Estuviste con otro chico?
— Si.
— ¿Con quién?
— Con... — no recuerdo de que estamos hablando, así que me río —. Miguel dijo que los limones son baratos en México, y que si los arrollas... No, espera, así no era.
— ¿Miguel? ¿Así se llamaba el chico?
— Si, él había terminado con su novia y cantamos, espera, era una canción sobre ti...
— Ya, Dante. Duerme un rato.
— Y no pierdas el tiempo tratando de olvidarme... Porque lo que vivimos no se olvida en una tarde... Y ya tarde será para recuperarme — canto a los gritos y Tom se asusta en el asiento trasero.
— Olivia es mala, ella está teniendo sexo con otro ahora, no podré con esto, esto no es tan fácil.
— Ya cállate y duerme Tom — le ordena Álex en tono amenazante.
— ¿Sabes Álex? — digo dejando que mis ojos se cierren lentamente — Nunca voy a perdonarte, aunque te ame, jamás regresaré contigo.
No sé si responde algo, ya no recuerdo más nada después de eso.
Vuelvo a despertar en una habitación que esta vez reconozco. Estoy en casa de Álex, la cabeza me duele de forma descomunal, y los hechos de la noche anterior están en una nebulosa.
Llegamos a la discoteca, Liam estaba allí, Olivia se fue con él, luego Tom me llevó a un bar mexicano, bebí tequila y mezcal con un agradable sujeto, y nada...
Me pongo de pie frotando mis sienes y mi estómago arde, ya no debería beber tanto, mi hígado me lo agradecerá.
Estoy vestido, así que al parecer no hice nada de lo que deba arrepentirme. ¿O sí?
Las imágenes van llegando a mi mente con lentitud, había una canción y Tom se veía gracioso... Algo sobre una pijamada...
Nos besamos.
Me besé con Tom.
Puta mierda.
La culpa llena mi cuerpo, rompí una de las reglas, de verdad lo hice.
¿Qué voy a hacer ahora? ¿Le diré? Volveremos a pelear por un chico y ni siquiera vale la pena, a ella no le importa Tom y a mí tampoco, ese beso no significó nada.
Tal vez guardar algunos secretos no sea tan malo después de todo, aunque eso rompería también la regla número uno: "no mentiras ni ocultamientos."
Ya, rompí una, romper dos no confiere tanta diferencia. Mejor que no lo sepa, tendríamos un problema por algo que ni siquiera importa. Estaba borracho, despechado y él me besó, no es como si fuera a pasar otra vez. Además, mientras Tom estaba conmigo ella estaba con Liam, no creo que la hiera esto.
Ella por fin está logrando tener algo con Liam después de tanto tiempo, y no quiero arruinar su momento de felicidad con una estupidez que cometí.
Abro la puerta y salgo al iluminado pasillo, la luz hace que mi cabeza duela el triple así que me llevo la mano a los ojos para cubrirlos.
— Lo siento — dice Álex desde la sala —. Sé que no quieres verme, pero aún no sé dónde vives, y Tom estaba igual de borracho que tú y me envío a un sitio que no era.
— ¿Qué hago aquí?
— Tom me llamó porque no podía conducir.
Imágenes de cuando veníamos en el auto se manifiestan en mi mente.
"Tienes un buen trasero, como un número tres. Extraño tener sexo contigo, podemos hacerlo y luego fingir que no pasó"
La mierda, que vergüenza.
— Sí, yo lo siento, gracias y ya me voy.
— ¿Quieres tomar un café conmigo?
Mierda, eso en mi familia tiene doble sentido, maldita Emma y sus analogías.
— Siento haber sido tan malo contigo, no estoy listo para esto. Ya no siento nada por ti, así que si no quieres que te siga haciendo daño solo toma distancia.
Álex rueda sus ojos azules y me da una mirada descreída.
— Así que vas de cabrón. Está bien Dante, tú sabes que te conozco de formas que nadie más lo hace, así que ya no te molestaré, cuando dejes de ser un idiota me buscas.
A la mierda, se dio vuelta el asunto. No voy a mostrar mi sorpresa, ni mucho menos que me molesta que diga eso.
— Pues espera sentado — le doy una sonrisa cargada de sarcasmo y camino a la puerta.
— Dante — dice y me volteo pensando que he ganado esta batalla, pero no, aún me ve con confianza.
Saca las llaves de mi auto de su bolsillo y las lanza hacia mí, que las atrapo de inmediato con ambas manos.
— Conduce con cuidado.
Ruedo mis ojos y me voy sin despedidas.
¿Recuerdan que dije que siempre soy sincero conmigo mismo? Bueno, lo que acaba de pasar me gustó. Lo que más me gustaba de Álex era que siempre era un desafío, nada era fácil entre él y yo, nada era simple. Y ahora, que él de vuelta las cosas y me desafíe me provoca mucho.
Manteniendo mi auto sinceridad, aún no me olvido de él, aún se me estruja el estómago cuando lo veo, aún pienso en él cuando las cosas no marchan bien, aún lo extraño, aún, después de tres años, cuando pienso en el futuro, solo lo veo con él.
Pero la verdad es que estoy asustado, no soy tan valiente como para regresar allí y decirle todo esto, no soy tan valiente como para poner mi corazón en juego otra vez, cada vez que pienso en hacerlo solo recuerdo aquel dolor, y cada vez que lo recuerdo lo siento con la misma intensidad.
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Buenos días gente bella ❤️
Les dejo un hermoso booktrailer de #Dalex del que estoy completamente enamorada. Lo hizo Lucesdevenus
Dejen todo su amor para mi hermosa consentida❤️
https://youtu.be/f5VyrwSeQck
Aquí actualizando por la mañana como en los viejos tiempos.
¿Qué opinan de esto?
¿Prefieren a Dante con Álex o con Tom?
Dante rompió las reglas, ¿Qué piensan que diga Olivia si se entera?
Síganme en Instagram, me gusta jugar con ustedes allí @ineskyblue
Los quiero ♥️
Besos, mil besitos 💋
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