05- Tú me gustas
EMMA
La presencia de esa chica aquí me molesta mucho, no la conozco, pero puedo ver que Noah está interesado en ella y eso me desagrada.
Intenté deslizar algunos comentarios sobre que él la invitó solo por lástima pero que de todas formas no iba a encajar aquí. Sé que suena mal, lo admito, me comporté como una perra con esa chica, acepto la condena señor juez, pero ella está aquí por él, y él es mi Noah.
¿No era que no te interesaba? Qué rápido cambias de opinión.
Se me revolvió el estómago cuando lo escuché decirle "te ves bonita cuando te sonrojas"... No sé por qué, pero esa frase sacada de las peores telenovelas de la tarde me llenó de ira.
Él estuvo a punto de besarme anoche, y ahora trae a esta chica para coquetear con ella frente a mis ojos. No lo besé porque no era el momento, él se veía vulnerable por lo que pasó con Dante y yo no iba a aprovecharme de eso.
¿Qué hubiera pasado si no retrocedía? Él iba a besarme, estaba a nada de hacerlo.
Mi mejor amigo, Lucas, recién ha llegado. Es el único amigo hombre con el que nunca he tenido sexo, ha sido mi amigo desde los catorce años, cuando me defendió de una chica que se enojó conmigo porque besé a su novio.
Suena mal también, lo sé, pero en mi defensa diré que yo no sabía que él tenía novia.
Lo dejo en la piscina y vuelvo a mi habitación a cambiarme el traje de baño. Si él quiere jugar este juego yo voy a ponérselo difícil, y duro. Cambio el enterizo que había elegido por uno más pequeño y de dos piezas. Me pongo un vestido encima y salgo decidida a provocarlo tanto como sea posible.
Sin pensarlo demasiado me acerco hasta donde se encuentra en la piscina, está hablando con dos chicos con los que lo había visto en la fiesta, camino hacia ellos y me quito el vestido fingiendo naturalidad.
Lo miro de reojo con una sonrisa, él está viéndome como un baboso, me fuerzo a quitar mis ojos de él rápidamente, definitivamente luce sexy con el agua corriendo por su cuerpo.
Me lanzo al agua y me propongo ignorarlo por el resto de la tarde.
—¿Cuál es el chico? —cuestiona Lucas en cuanto estoy a su lado.
—¿Qué chico, Lu? No sé de qué hablas.
Sonríe elevando sus cejas con gesto descreído.
—El chico por el que fuiste a cambiarte el traje de baño y por el que acabas de montar la escenita de hace un momento.
Él me conoce lo suficiente como para saber cuándo cambio mi actitud así que no voy a gastar energías en mentirle.
—Es Noah, el chico que está allá —señalo disimuladamente.
—¿Qué pasa con él? Tú no te enamoras.
Esa es mi frase de cabecera, por eso él la utiliza para dejar en claro que obviamente tiene que haber otra explicación.
—Es Noah —repito porque al parecer no le quedó claro.
Sus ojos se abren sorprendidos.
—¿Noah? ¿Tu Noah?
—No es mío, además es un gruñón insoportable.
—¿Entonces?
—Entonces él me gusta, y yo sé que le gusto, pero me lo está poniendo algo difícil.
Lucas sonríe en complicidad, no necesitamos muchas palabras para entendernos.
—¿Es un desafío? ¡Hubieras empezado por ahí! —Se sumerge en el agua y pasa su cabeza por entre mis piernas levantándome en sus hombros.— Vamos a poner al chico celoso.
Amo a Lucas, creo que uno de los motivos por los que no dormí con él es que todo entre nosotros funciona perfectamente. Yo lo ayudo con las chicas, él me ayuda con los chicos y nos conocemos como nadie.
Y además es el único chico que nunca me ha juzgado por dormir con quién yo quiero.
Matteo levanta a Sam en sus hombros y comenzamos una pequeña lucha, ya saben, juegos de piscina.
Después de divertirnos un rato pienso detenidamente cuál va a ser mi próximo movimiento. Parezco una psicópata, lo sé, pero en realidad me divierte mucho hacer estas cosas que se salen un poco a lo común, la ética no es lo mío, no hace falta que lo diga, y molestar a Noah podría ser mi nuevo hobby.
Luego de pensarlo decido acercarme a ellos a conversar casualmente. Voy hasta su rincón en la piscina, está algo profunda, pero sé nadar bastante bien.
—¡Ey! ¡Lucas! Necesito tu ayuda aquí —le grito a mi amigo que no demora en llegar a mí.
Me toma por la cintura y me ayuda a salir sentándome junto al otro chico lindo que no sé ni cómo se llama.
Noah ya parece molesto por ese simple gesto, esto es demasiado fácil, deberíamos subirle un poquito a la dificultad.
—No hacía falta que lo llames, yo podía ayudarte.
—Oh, no lo noté. Es la costumbre, él me levanta con mucha facilidad.
Su rostro luce casi inexpresivo, pero no puede mentir con sus ojos, está celoso.
—Soy Emma —me presento ante los chicos desconocidos, entre los que se encuentra la hermosa chica que estaba con Noah en la fiesta.
—Hola Emma, soy Liam, ella es Emily y ella es Eva —dice el chico lindo, que ahora sé que se llama Liam, señalando a sus amigas.
—Hola Emily, hola Liam.
Sí, lo sé, soy mala, pero no pienso saludar a la intrusa. No debería involucrarla en esto, ni siquiera la conozco y no me ha hecho nada malo, y no sé por qué estoy siendo tan impulsiva, de verdad me molesta la forma en que lo mira, como si se lo fuera a comer.
La chica ahora identificada como Emily aguanta la risa y me da una sonrisa.
Instantáneamente me cae bien.
—Hola Emma ¿Está linda el agua? Creo que voy a entrar.
Eva luce bastante incómoda con mi presencia, lo que significa que no voy a irme.
—Sí, está increíble —respondo y la chica se saca los shorts para luego lanzarse al agua, Liam la sigue y se alejan un poco.
El aire podría cortarse con una tijera, la tensión que se siente es realmente incómoda. O al menos para ellos, yo estoy bien.
—Noah, cuando toda esta gente se vaya y estemos solos necesito hablar contigo. —Me acerco bastante a él y digo en voz más baja, pero asegurándome de que ella lo escuche—: Es sobre nosotros, y lo que pasó anoche en la cocina.
¿Estoy marcando el territorio? Sonó a que sí, tal vez, bueno... ¿qué pasa conmigo?
Los dos lucen tremendamente incómodos, y yo estoy confundida por mi propia actitud así que vuelvo a entrar al agua. Mi impulso al bajar me deja de pie frente a él, a escasos centímetros de su rostro. Sujeto su mentón y le dejo un tierno beso en la mejilla antes de volver con mis amigas.
Katia se ríe primero y luego me regaña.
—Mira que eres perra, la chica no te ha hecho nada, no hay razón para tratarla así.
—Solo me divierto, no seas dramática, ellos no son novios ni nada, creo que recién se conocen —me defiendo, aunque sé que tiene razón.
Eva no es mala y yo nunca ataco a otras chicas si ellas no atacan primero, no soy así. No sé por qué me enfurece tanto la idea de que pase algo entre ellos dos.
NOAH
¿Qué demonios fue todo eso? ¿Ella vino a marcar su territorio conmigo?
Repentinamente me siento incómodo.
—No pasa nada entre ella y yo —me veo obligado a aclarar después de esta escena de culebrón.
Eva luce entre molesta e incómoda también.
—Eso no es lo que parece, ella vino a mostrarme que eres suyo.
Al parecer entendió lo mismo que yo, si nada más le faltó hacerme pipí encima, pero no voy a permitir que se salga con la suya, solo hace esto para molestarme.
En un solo movimiento salgo del agua y me siento a su lado.
—Lo que ella quiera no importa, a mí no me gusta.
—Oh, igual lo entiendo. Es bonita y...
Mis palabras salen de mi boca sin medir mucho las consecuencias.
—Tú eres bonita, ella no me interesa.
Siento la imperiosa necesidad de mostrarle que digo la verdad, así que la beso. Fue un beso corto y algo torpe, pero igual fue agradable.
Luego de eso sus ojos me miran con incredulidad, esperando que yo diga algo al respecto.
Me arrepiento de ese beso unos segundos después, definitivamente no pensé en las consecuencias.
Eva no parece una chica con la que puedo tener sexo y ya. Es dulce y tímida, seguro ya puso sus ilusiones en mí y ahora voy a tener que romperle el corazón. Todo esto es culpa de Emma, solo besé a Eva para provocarla y ahora estoy metido en un gran lío.
Vuelvo a la piscina y pongo mi mano en mi espalda con los dedos cruzados, es la señal que utilizo con mis amigos para que me rescaten de una situación incómoda, por lo general relacionada con chicas.
Ellos acuden al rescate en menos de diez segundos, pero de todas formas no se corta la incomodidad.
—Yo... Creo que voy a irme —dice Eva con los ojos fijos en algún lugar en el agua.
Probablemente ella espera que le pida que no se vaya, pero no puedo hacerlo. Yo me iría si no estuviera en mi casa.
—Uhm... Okay, te acompaño a la puerta.
Soy un maldito, lo sé. Mi amiga me envía una mirada regañona, que yo ignoro por completo.
Una vez que Eva se ha ido vuelvo a la piscina con mis amigos y Emily me recibe con un golpe en el brazo.
—¿Qué estás haciendo con esa chica, Noah?
—No lo sé, solo quería molestar a Emma y no me di cuenta de lo que estaba haciendo.
Suena estúpido, pero es la verdad.
—Amigo, va a ser mejor que te acuestes con ella de una vez —aconseja Liam.
—No voy a hacerlo con ella, no me gusta.
A esta altura sueno como un idiota diciendo esto, lo tengo claro.
—Noah —la voz de mi amiga suena preocupada—, tú nunca has sido de esta manera, nunca juegas con los sentimientos de otras personas. Ella te está cambiando.
—No seas dramática, Em, solo fue un beso.
—Un beso a una chica que ahora espera algo más de ti.
Apesta que ella tenga la razón.
—Sácate las ganas, después de eso todo será sencillo —insiste Liam.
De todos modos mantengo mi postura, no sé si quiero convencerlo a él o a mí mismo.
—¡No voy a tener sexo con una chica a la que luego tengo que ver todos los días!
—¿Están hablando de mí? —escucho su voz a mis espaldas.
Emily sonríe brevemente.
—Emmm... Vamos por algo de beber.
Le jala el brazo a Liam y ambos desaparecen en un segundo, son increíblemente hábiles para abandonarme en momentos incómodos.
—No estábamos hablando de ti, no eres la única chica a la que veo todos los días —miento, aunque obviamente ella lo sabe.
—Mientes, Noah, estás buscando excusas para que no tengamos sexo y cada vez se vuelven más estúpidas. —Está demasiado cerca, mis ideas no funcionan bien—. La verdadera pregunta es: ¿Por qué?
Porque tal vez luego necesite más, y no estoy listo para eso.
—Fuiste mala con Eva, ella no tiene la culpa de nada —digo en un intento de evadir el tema, ella sonríe y lo deja pasar.
—Lo sé, no estuve bien. Me puse estúpidamente celosa, lo asumo.
Me quedo perplejo por su sinceridad, ahora veo por qué ella es diferente a todas las chicas que he conocido.
Cualquiera diría que es una zorra, una puta o una loca. Yo diría que ella es libre, solo va por lo que quiere sin cuestionarse, solo hace lo que tiene ganas de hacer y nunca se preocupa por lo que otros piensen de ella.
La admiro por eso, ojalá pudiera ser así.
Di algo, Noah, lo que sea.
Nada, mis labios permanecen sellados ante su repentina sinceridad.
—Ella no te gusta de todas formas —suelta mientras da otro paso hacia mí, estamos a solo unos centímetros.
—Tú no puedes saber eso, yo... —intento inventar una excusa, pero mi mente está ocupada observando sus ojos, lucen hermosos a la luz del sol y sus pestañas oscuras y húmedas le dan un toque sensacional.
No despega sus ojos de los míos, comienza a intimidarme.
—Solo la besaste para molestarme, pero luego notaste que ella esperaba más de ti y le diste la señal a tus amigos para que vengan a rescatarte.
Wow, es más inteligente de lo que pensaba, y muy observadora.
—¿Cómo, por todos los cielos, supiste lo de la señal?
Me doy cuenta un poco tarde de que acabo de confirmar su parte de la historia, ella me hizo pisar el palito.
Soy un idiota.
—También tengo una señal con mis amigas, no eres el único en el mundo.
—No estoy diciendo que tengas razón, pero tuviste que mirarme mucho para notar tantos detalles —espero descolocarla con mi acotación, pero logro todo lo contrario.
—Tú me gustas, Noah ¿Por qué no te miraría?
Oh, de pronto siento que mis piernas son de gelatina. Si no estuviera dentro del agua creo que caería al suelo.
Ella dijo que le gusto, así con tanta soltura como si no dijera nada importante.
—Emma tu...
—Sí, no te gusto, eso ya lo dijiste. —Rueda sus ojos como si realmente ese no fuera un detalle importante.
No puedo seguir haciéndome el tonto, así que digo la verdad.
—No, tú si me gustas y me gustas demasiado. Pero nada va a pasar entre nosotros, lo siento.
Ella cierra el espacio que quedaba entre nuestros cuerpos, siento su pecho chocar contra el mío y rezo para que mi amigo de abajo no decida despertar en este momento.
Piensa en cosas desagradables, no sexuales, uhm... ¿Por qué no se me ocurre nada?
Recuesta absolutamente todo su cuerpo contra el mío y no puedo pensar en otra cosa que no sea estar dentro de ella en todas las formas posibles.
—No voy a darme por vencida ¿Lo sabes? —murmura tan cerca que hace que mi piel se erice—. De hecho, podría besarte ahora, y tú me dejarías hacerlo porque estás caliente.
Pequeño traidor, pagarás por esto.
—Pero no voy a besarte, no hoy.
—Ni tú sabes lo que quieres, eres bien cobarde —murmuro llevando las manos a mi espalda para contenerme y no ponerlas sobre ella.
—No lo soy, no voy a besarte porque acabas de besarla a ella, este es tu castigo.
Me da un beso en la mejilla que no es nada tierno, de hecho, nunca pensé que un simple beso en la mejilla podía ser tan sexual; y luego me deja solo para volver con ese chico que me cae condenadamente mal.
¿Por qué me cae mal? Bien tóxico de mi parte, no estoy en condiciones de criticarla a ella por sentirse igual con Eva, la diferencia es que yo no le hice ni le dije nada al tonto ese.
Es que me molesta cómo la toca con tanta libertad, no es fácil de explicar, pero esa es la verdad.
—Amigo, creo que necesitarás una ducha de agua fría después de eso —se burla Liam en cuanto vuelven.
—Voy a necesitar más que una ducha si es que me entiendes —espero el golpe de Emily por mi comentario grosero, pero no llega.
Ella no nos pone atención, sus ojos están fijos en otra persona dentro de la piscina, y me sorprende que al seguir la dirección de su mirada me encuentro a Matteo.
Ella lo mira diferente, no es casual.
—¿Te gusta mi hermano? —pregunto directamente, estoy demasiado sorprendido como para tener algo de tacto.
Ella voltea a verme.
—¿Eh? No, no, no, claro que no. Bueno sí.
Liam y yo nos reímos ruidosamente por esa extraña declaración.
—Digo, él es lindo. Pero es muy pequeño para mí.
Me está mintiendo, la conozco tanto como para no tener ni una duda.
—Solo son dos años, tampoco es tan grave —comenta Liam despreocupado.
—Em, él no es para ti... —comienzo a decir y ella me interrumpe.
—Ya lo sé, es solo que... Aunque lo intento no puedo evitarlo.
—Es más que solo algo físico... —murmuro comprendiendo la realidad de la situación.
Mi mejor amiga está enamorada de mi hermano, y yo que estaba seguro de que le gustaba Liam. Mi intuición de verdad apesta.
Me siento muy molesto por algún motivo.
—Mi hermano es diferente, Emily, él no siente nada por ninguna chica. Él alardea con sus amigos sobre las chicas con las que duerme y después desecha, disfruta del hecho de que se enamoren de él, pero nunca pone sus sentimientos en juego.
Nunca hablo mal de alguno de mis hermanos, pero lamentablemente ninguna de las cosas que estoy diciendo es mentira.
Sus ojos lucen tristes mientras evita mi mirada.
—Yo lo sé, Noah, sé todas esas cosas, pero aun así no puedo evitarlo. Sé por lo que ha pasado, entiendo por qué se comporta así. Y es todo lo que yo debería odiar, es machista, insensible, egoísta y déspota. Pero a veces me pregunto si...
—Él no va a cambiar, ni siquiera pienses en eso. Fuiste tú la que me dijo que nunca esté con alguien esperando cambiarlo, el amor no cambia a nadie, eso solo ocurre en las películas.
—No seas tan cruel —interviene Liam—, Matteo no le haría daño a alguien que te importa, tú lo sabes bien.
—No, no lo sé, y no quiero averiguarlo, ella es la única que va a salir herida aquí y yo voy a tener que patearle el culo a mi hermano.
Emily suelta un suspiro, abatida.
—No voy a intentar nada con él.
—No es suficiente, promételo Emily —exijo y ella ladea su rostro mientras lo evalúa.
Ella sabe perfectamente el peso que tienen esas palabras para mí.
—Te lo prometo —dice por fin.
Liam bufa mirando a Emily con pena.
—De todos los chicos en el mundo tienes que enamorarte de el único que no sería capaz de amarte.
Me sorprende un poco ese comentario.
¿A él le gusta Emily? Ahora estoy confundido, sin dudas esto no es lo mío. Que arreglen como puedan sus líos amorosos, demasiado tengo con mi desastrosa vida.
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Hola Pollitos🐣
Extrañaba mucho a Emma, he creado decenas de personajes en estos dos años, pero sinceramente ninguna como ella ♥
Siempre será una controversia quienes la aman y quienes la odian, pero quienes acompañaron todos sus procesos saben bien que ella no tiene comparación.
Los quiero, y síganme en Instagram que voy a estar publicando Mini escenas extra de todas las historias♥
Besos, mil besitos💋
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