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💛🌻Capítulo 18🌻💛

Narra IU🌻

Un alarido se me escapó cuando me agarró del cabello con fuerza y alcé las manos para tratar de zafarlas pero me resultó una misión fallida.

Por...por favor déjame.-la nariz se me congestionó y el picor en los ojos comenzaba a empañar mi visión con lágrimas.

-Sabes? Yo sufrí bastante también. Infringirte el dolor que yo pasé no me es problema. Deberías saberlo maldita perra!!!-bramó y me encogí por inercia ante su voz.

-No...No...No!!!-comencé a temblar cuando la vi sacar un objeto punzante. El aire comenzaba a faltarme y la garganta estaba agarrotada por la falta del mismo.

Esto no podía estarme pasando. ¿Mi vida iba a terminar aquí mismo? ¿En el baño de chicas?

Debía respirar. Respirar. Uno...dos...vamos...uno dos...
No podía caer presa del pánico o sería peor.

-Sabes que lo...lo siento. -no pude evitar el gemido que se me escapó al terminar la frase. Me dolía lo que hacía.

Mi Dios!!! Lo que tenía en las manos era una tijera. No...no...no.

¿Sabes qué haré con estas?-preguntó pegada a mi oído mientras aún me mantenía aprisionada entre su cuerpo y la pared. Con la mano libre sujetaba mi cabello haciéndome mirar hacia arriba.

P...Por fa..favor!!! No me hagas esto!-supliqué.

Jajajajja! Es gracioso porque yo hice lo mismo una vez y nadie hizo nada por mí.-su risa para nada me resultaba graciosa. Era algo más como una risa enfermiza.

-Oh! Mira quien está aquí. La bebita de la familia. ¿Quieres unirte al festín?-esa sonrisa maquiavélica vino a mi mente y mi ritmo cardiaco se acelero más, si es que eso era posible.

No te he dicho que haré con estas amiguitas.-se sonrió cínicamente la castaña frente a mí.

- Con ellas te haré un bonito corte y luego...luego te las puedo enterrar por donde quiera. -reía mientras la pasaba con delicadeza por mi cuello. El contacto frío de aquel metal me hacía temblar de pies a cabeza.

-Déjame!! Déjame!!! -grité esta vez más alto. Todos estaban en sus aulas pero tenía la esperanza de que, al menos, alguien hubiera llegado retrasado a clases y me ayudara.

Cortó el primer mechón y lo vi caer frente a mis ojos.

Eres una traidora. Eras mi mejor amiga y mira como me terminaste pagando.-otra vez el sonido de corte y unas lágrimas brotaron de sus ojos.

¡Yo tú no seguiría haciendo eso!-me deslicé por la pared nada más me soltó del cabello y centró su atención en la persona que había entrado.

Narra Jungkook🤠

Abuela! No tienes que empacar tanto almuerzo. Es solo mi primer día de escuela aquí en Seúl.-protesté.

Oh! Sí que debo!-continuó llenando mi mochila. Estoy seguro que en ella había más comida que libretas.

-Abuelaaa.~~~hice un pequeño berrinche.

-No jovencito. Nada de protestas. Debes alimentarte bien para que esas neuronas trabajen de forma eficaz.-rodé los ojos.

Los abuelos y su constante obsesión de engordar a sus nietos.

No me quedó de otra que resignarme y terminar de comer mi desayuno.

-Ya pronto tendremos esta casa y la cafetería llena de chicas buscándole. Nuestro querido Kookie es muy apuesto. ¿No es cierto querida que se parece mucho a mí de joven?

-Estoy segura de que mi pequeñín no es un mujeriego como lo eras tú.-le lanzó una mirada filosa. Aquello me sacó una sonrisa.

-Jungkook prometeme que no te pondrás tan panzón como él.-me reí a carcajada limpia y el abuelo arrugó la cara a todo lo que daba.

Cuando controlé mi risa hablé.

-Ya he terminado. Abuela. No olvides de tomar el té que Rosé te envió.-les corté antes de que empezaran una pelea.

-No lo olvidaré. Llamaré a mi niña para agradecerle el gesto. Es mi favorito.-sonrió alegre y cerró la cremallera de mi mochila.

Ya estaba listo. Mi uniforme puesto. Resulta ser que los abuelos ya lo habían comprado unos días antes de que yo regresara. Tomé la mochila y me la colgué al hombro.

-Como es tu primer día te llevaré en el auto. Así lo estreno.-habló el abuelo y colocó sus manos en sus caderas sonriente.

-Oh! No es necesario.-traté de negarme. Pero conociéndoles, me era imposible porque insistirían a más no poder hasta que aceptara. Miré al reloj de pared. Estaba tarde. Rayos!

-Claro que es necesario.-dijo firme el abuelo. Como esperaba.

-De acuerdo. Pero solo por esta vez porque voy tarde. Puedo tomar el bus.-

No pareció agradarle la idea pero se dio vuelta y abrió la puerta del interior que daba acceso al garaje.

-Ya me marcho.-le sonreí a la abuela y besé sus dos mejillas.

-Cuidate mijito.-besó mi frente y salí.

🤠🤠🤠

Vaya edificación!

Solté un chiflido por lo bajo al observar el lugar.

La verdad no me esperaba que fuera tan elegante. Algo me decía que Jimin hyung tenía que ver en la selección del colegio al que mi madre me hizo la transferencia.

-Es uno de los más prestigiosos en Seúl. Da lo mejor de ti y no decepciones a tu hermano y a nosotros que hemos confiado ciegamente en ti. Bueno...¿Qué digo? Sé que eres el mejor y no dudo de tu talento.-dijo mirándome desde la ventanilla bajada con tono seremonioso, por lo que no pude evitar reír.

-Daré lo mejor de mí.-alcé la mano en un puño haciendo la seña de "fighting".

Despedí al abuelo y me aplisé un poco el pantalón para eliminar los pliegues causados por estar sentado. Coloqué mis manos en los bolsillos delanteros, solté el aire contenido y me armé de valor para entrar.

Tuve que embaucar un poco al guardia de seguridad para que me dejara pasar, pero lo logré. No fue tan difícil. Solo una bolsa de galletas de las que hace mi abuela y listo. Al señor sí que se le salía lo de glotón por todos lados y me aproveché de eso.

La pequeña plazoleta estaba vacía, señal de que era seguro que las clases ya hubieran iniciado.

-Obvio! ¿Por qué crees que el guardia no te dejaba pasar?

-Sí, sí. Claro.

Caminaba tranquilamente hacia la oficina del conserje silvando la melodía de una canción que había escuchado en el auto minutos antes.

-¡Que la dejes dije!-sentí la voz de un chico provenir del baño de chicas.

¿Pero qué rayos estaba pasando aquí?

Apresuré mis pasos y lo que observé no me gustó para nada. Un pelinegro se encontraba forcejeando con una chica que parecía haber perdido los cabales y estaba a punto de enterrarle unas tijeras en el hombro a él.

Por favor déjalo. ¡No le hagas nada! -la voz de otra chica. Había una tercera persona aquí además de mí. Al bajar la vista al suelo observé a... ¿JiEun? ¿También estudiaba aquí? ¡Vaya jugarreta del destino!

Su estado me preocupaba , se veía aterrorizada, al borde del colapso nervioso. Miraba sus manos, las cuales tenían algunos mechones de cabello y lloraba a mares.

Un quejido por parte del chico me hizo reaccionar. La tijera estaba haciendo ciertos estragos.

Me desplacé con rapidez aprovechando que ella se encontraba concentrada en el chico y la agarré con fuerza de la muñeca para lograr separar el objeto del trigueño. Tenía más ventajas ya que era más alto y la había agarrado por detrás. Llevé sus manos a su espalda y por la presión que estaba ejerciéndole se vio obligada a soltarlas.

¡Suéltame maldito! ¡¡¡Esta perra no merece que la ayuden!!!-vociferó sin dejar de forcejear.

-¿Lo que me resulta curioso es por qué te haces la víctima si claramente eres la atacante? No solo de una persona. Sino también de dos.-me acerqué a su oído.

-¿A caso has perdido los estribos?-susurré apretando la mandíbula recordando que, a pesar de todo, era una chica y mis principios no me permitían dañarle de ninguna manera.

Observé al chico correr hacia JiEun para ayudarla a ponerse en pie. Su hombro sangraba haciendo que la tela de la camisa del uniforme adoptara un color rojo vino, pero no parecía prestarle demasiada importancia.

-¡Suéltame ya imbécil. ¡¡¡No sabes nada!!! ¡¡Nada!! Si hay alguien aquí que finge ser víctima es esa de ahí.-la señaló con la cabeza y, la mirada que le dirigió, parecía querer despedazarla ahí mismo.

¿Cuál era la causa de agredir a una chica que no rompe un plato, y que tiene un miedo horrible a las ranas?

Sentí un fuerte golpe en mi nariz que me tomó desprevenido. Sí. Me había dado con la cabeza para zafarse y lograr huir. Me tambaleé un poco hacia atrás algo desconcertado y llevé mis manos de manera autómata a la zona afectada.

-¿Estás bien?-preguntó el amigo de JiEun. Parecían serlo.

-No. Claro que no lo estaba, pero eso era lo de menos. Traté de reincorporarme rápido para seguir a la demente, pero JiEun me detuvo y entre lágrimas e hipos me dijo que no con la cabeza repetidas veces.

-¿Pero por qué?-dije indignado.

-S...Solo...Déjalo así.-dijo apoyada a su compañero.

-JiEun...Si no llego yo, ahora no estarías viva para contarlo.-el peli-negro parecía tan atónito como yo.

-Ahora eso no importa. Estás herido y debes ir a enfermería.-la stalker lo miró.

-Sí que importa. Es tu vida, joder!-le refutó.

-Ahora estamos hablando de la tuya.-le dijo con una calma pasmosa. Ni siquiera parecía haber estado llorando hace unos minutos.

Bien claro ya me dejaba que su vida le importaba un bledo.

🤠🤠🤠

Bien. Estábamos en enfermería. La enfermera me había orientado alzar la cabeza para detener la hemorragia nasal.

-Wooyoung-ah...Hazme caso. No digas nada, por favor.-la escuché suplicarle. Intentaba hablar bajito, pero le resultaba imposible. Yo me encontraba sentado lejos de ellos mientras esperaban a que la enfermera regresara con las cosas necesarias para atender la herida del chico. Ya había terminado conmigo, así que debía ir con él.

-Si hago eso. Seguirá haciendo de las suyas. Lee JiEun. Hay algo que me estás ocultando y eso no me está gustando.-lo escuché regañarle.

-Si lo hago es por algo. Además, el que seas mi mejor amigo no significa que debas saber toda mi vida.-lo miró sin expresión. Bien. Esa faceta de ella daba miedo.

- Así que por favor desiste de decir la verdadera causa de esta herida.-

-Jaj! Me asombra el poco tacto que puedes llegar a tener!-el tono de su voz sonó risueño pero bastante afectado por lo que le había dicho su contraria.

-Young!-habló ella pero fue frenada por la voz de su interlocutor.

-Solo no digas más. Ya me quedó claro. Has lo que mejor te parezca. Al fin y al cabo es tu vida y, no tengo derecho a preocuparme por tu bienestar.-eso me sonaba a problemas de los grandes.

-Oye...No es eso. Sabes que te considero hasta parte de mi familia. Mi hermano.-

-Claro...Me consideras tu hermano cada vez que quieres huir de tu casa y no confías en mí. Me ocultas cosas. ¿No crees que hay una paradoja en todo esto? Se supone que los amigos se tienen confianza el uno al otro.-

Ella enmudeció. Y el silencio se instaló en el lugar. La tensión se podía cortar con un bisturí.

-Lo siento Woominola. Y gracias por ayudarme pero no te puedo decir. Es por el bien de todos a mi alrededor.-

Así que ese es el tal Woominola.

¿Y que es eso de por el bien de todos?

-Bien chico. Necesito que te desabotones la camisa para poder tratar esa herida.-habló la cuarta persona en la sala y eso fue lo que puso un punto final a aquella discusión.

Lee JiEun eres más compleja de lo que imaginé.

-¿Te encuentras bien Jeon?-la tenía ahora a mi lado, pero no podía mirarla debido a la posición de mi cabeza.

-Sí. No pasa nada. Esto es una bobería, créeme.-mi voz sonó más nasal porque tenía un trozo de papel higiénico taponeando cada hoyo de mi nariz.

-Oye...Sigo dudando el por qué aquella chica estaba en esas formas. ¿Le has hecho algo?-no pude evitar preguntar.

-Gracias por ayudar a mi amigo.-Como era de esperarse. Esquivó mi pregunta a la perfección.

-¿Que esperabas? ¿Que corriera a ti a quien conoce hace no menos de dos semanas y te contara todo cuando a su mejor amigo no le quiso decir ni una palabra? Jaj! Iluso!-

-No hay de que. -contesté.

Narra IU🌻

Yo tengo mis razones para hacer estas cosas. Y por ningún motivo dejaré que las personas que más aprecio se metan más en esto. No merecían que les llevara al borde del precipicio conmigo.

WooYoung se fue a casa con las recomendaciones de la doctora anotadas en un papel. No quiso ni mirarme luego y aquello me dolía inmensamente. Su hombro estaba herido por mi culpa y en lugar de agradecerle como era debido; solo le pedí que ocultara a la persona que se lo había hecho de la manera más fría posible.

Regresé al aula ya en el cambio de turno. Había perdido una asignatura.
Jungkook me había dicho que iría a la oficina del conserje a recoger las llaves de su casillero y el horario.

Joder! ¿Se tuvo que transferir justo a este instituto? ¿Ahora quién parecía el acosador?

Y sí. No solo estaba en el mismo instituto que yo. Ahora se encontraba también en la misma clase. Genial! Simplemente genial! ¿Notan el sarcasmo?

-Podrás verlo todo el tiempo.

-Claro y también tendrá moscas pegadas a él cada día. Al juzgar por los suspiros melodramáticos de mis compañeras de clase, esa es una de las cosas que tendré que aguantar de ahora en adelante. Sus chillidos de fangirl hacia él. Bueno...No las podía culpar del todo porque hasta a mí me parecía un modelo de esos de revista.

Que estupendo. Ahora me dedico hablar con mi cerebro. Ufff!! Que pasada!

🌻🌻🌻

La jornada de clases terminó al fin y salí desprendida por el pasillo. Mi padre me había mandado un mensaje de que ya había llegado al aeropuerto y que en unas horas estaría en casa. Para matar el tiempo iría a visitar a Wooyoung e intentar hacer las paces.

🌻🌻🌻

Woominola! Te traje hamburguesas y refrescos! Se que te encantan y tu madre me dijo que no habías querido comer.-sonreí agitando la caja con comida frente a él.

-Vaya! Ahora resulta que te preocupas por mí.-su tono borde me llegó tal cual si fueran navajas.

-Oh vamos! Deja de comportarte así! Sabes que yo me preocupo bastante por ti y por eso hice lo que hice. Lo siento si no fueron las formas.-le levanté la voz ya un poco mosqueada. Se supone que era una disculpa, pero terminó siendo un reclamo.

-JiEun...-palmeó el lado libre junto a él pidiéndome con la vista que me sentara, lo cual hice.

-Oye...No sabes el horror que sentí al ver a esa chica amenazándote así. Es obvio que yo quisiera buscar una respuesta a su manera de actuar contigo porque tenía una razón para decir aquellas cosas. Nadie actúa con tanta rabia solo para querer molestar a alguien.-dijo pausadamente y liberó el aire de sus pulmones en un resoplido.

-Sé que todos tenemos secretos. Pero...pero JiEun...Me has contado uno de los más fuertes...¿Acaso lo que sucede con ella es más fuerte que eso?-intentó averiguar.

-Woo por favor. No más preguntas.-le miré con ojos suplicantes.

-Bien. No preguntaré más nada. Solo trataré de cuidarte más y pegarme como una lapa a ti.-dijo muy normal.

-Yah! ¿Más de lo que ya estás?-bromeé.

-Exactamente. Hasta custodiaré el baño de chicas cuando tengas que ir.-

-Yah~!!-le pegué en el hombro.

-Aaaah!-se le escapó un quejido.

-Ay mierda! Lo siento. ¡No me acordaba!-me lamenté.

-Jajjaa! Supongo que lo que dicen por ahí es cierto. Cuando uno tiene un golpe en algún lugar, ahí es donde más recibe de cualquiera.-se rio.

-Tsh! Tonto!

-Me quieres, lo sé.-

-Pues claro bobo.-besé su mejilla. Y no pude evitar pensar en lo que hizo Jungkook cuando le dediqué un gesto tan sencillo como este. Woominola lo veía muy normal. ¿Por qué Kook no podía?

-Cha! Comamos!-la voz de mi amigo me sacó de mis pensamientos y reaccioné.

Narra Jungkook🤠

El día de hoy fue un poco loco y estresante. Pero he tenido peores.

Al llegar a casa noté una cabellera roja muy reconocible leyendo el cartel de las ofertas de la cafetería de los abuelos.

-Oh! J-Hope?!-lo llamé. Se volteó y ,en efectivo, era él.

-Jungkook! Bro! Te habías perdido. -sonrió y me saludó con los puños.

-Estaba en Busan.-

-Le estuve comentando de un chico que bailaba muy bien a Jimin y resultó que eras su hermano. Vaya que el mundo es un pañuelo.-rió mostrando su perfecta alineación de dientes.

-Él también me habló de ti.-

-Espero que no haya soltado ninguna bobada.-rió.

-No tranquilo.-le devolví el gesto.

-Vine a verte porque hoy hay una audición para una compañía y creí que podrías estar interesado.-

-Hoy? Pero ni siquiera he preparado nada.-dije impactado.

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Vaya! Actualicé más rápido de lo que creía. Gracias por sus constantes ánimos y comentarios bonitos de veras. Me alegra que este teniendo aceptación.
Muchos besitos y ánimos para ustedes también!

Y nunca olviden: la esperanza es lo último que se pierde.😉

🌻❤

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