Jimin se recostó sobre mi pecho y empecé a acariciar su pelo.

—Escuchó los latidos de tú corazón, late con prisa.—dice sonriendo.

—Así late cada vez que estoy a tu lado, Jimin.—respondo enredando mi dedo en su cabellera.

—Me encantas mucho, Jungkook.—cierra sus ojitos.—Y no tienes idea de cuánto.

—Me dejas sin palabras.

—Si quieres también te dejo sin aliento.—responde picaramente.

—Cochino.—digo sonriendo.—Eatabamos hablando cosas bien bonitas.

—Yo quería jugar un rato.—responde haciendo caricias en mis claviculas.

—Cariño, no quiero jugar, solo quiero estar contigo de esta manera por hoy.—beso su frente.

Enredó mis piernas con las suyas y lo abrazó, Jimin posiciona sus manos en mi pecho y besa mi mentón.

—Y yo encantado de querer estar contigo así, me gusta sentir tu cuerpo contra el mío, brindándome calidez y protección.—acaricia mi pecho y sonrió por ello.

Mis manos acarician su cabellera, su rostro y su cuello. Sintiendome tranquilo y feliz al tenerlo a mi lado, brindandome la paz que necesitó, el es mi complemento y la satisfacción de tenerlo a mi lado es lo mejor que he sentido alguna vez.

La calidez que siento a su lado no tiene comparación y el solo hecho de pensar que cada día me enamoró de él, no me aterra como solía hacerlo..a su lado estaré bien y se que cuidara de mi y yo de él.

Enamorarme no estaba entre mis planes ni mucho menos el quererlo como lo hago, no fue algo que buscaba, simplemente paso y ahora solo se que lo quiero a mi lado.

—¿En qué tanto piensas?.—pregunta.

—En lo mucho que te quiero.—suelto sin pensarlo.

Jimin se queda en silencio y volteó a mirarlo, nuestras miradas se cruzan y siento los latidos de mi corazón latiendo con prisa al ver aquellos ojos que me enloquecen.

—Me pones tan nervioso.—besa mis labios y se esconde en mi pecho.

—Eos te digo yo a ti, Park Jimin. No sé que haces conmigo pero me tienes mal, cariño.

—Me encanta que seas así conmigo, después de tanto.

—Y tu me encantas a mi, nene.—tomó su mentón entre mis dedos y lo beso.

Jimin se deja llevar y siento su cuerpo relajarse contra el mío, los segundos pasan y sus labios siguen contra los míos, moviéndose en sincronía.

Mi celular empieza a sonar, Jimin se aleja y junta su frente contra la mía, suspiró algo molestó y tomó mi celular revisando de quien proviene la llamada, un mensaje llega en ese momento y lo revisó.

—¿Quién es?.—pregunta.

—No interesa, me tengo que ir.—beso su mejilla.

—¿Es alguna mujer?.—pregunta seriamente.

—No empecemos, Jimin. Sólo confía en mí como yo confío en ti.—respondo y acarició su cabello.

Mi ex estaba llamando, seguía insistiendo en hablar conmigo, no quería saber de ella y tendría que hacérselo saber en persona.

—Está bien, confío en ti. No me falles.—responde.

No lo haré, no te fallare.

Lo miró una última vez y salgo de aquella habitación.