Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 61


Una fila de autobuses nos esperaban a las puertas de la escuela. Una gran cola de alumnos se había formado para marchar al evento. Por supuesto no todos los alumnos iban, sólo los universitarios y los compañeros de estos. Muchos chicos de mi dormitorio, que reconocía de cruzármelos, estaban muy emocionados y nerviosos, pero felices por salir y vivir una experiencia diferente.

Yo estaba junto a mis amigos, que gracias a Jin iríamos todos en el mismo autobús, lo que no podíamos elegir era donde sentarnos, ya que esta mañana temprano nos enteramos que las parejas se sentarían juntas, por lo que me tocaba con NamJoon.

Poco a poco la cola iba desapareciendo, llegando nuestro turno para subir. No nos quedamos muy separados los unos de los otros y eso fue genial. Todo el camino nos lo pasamos hablando entre nosotros, deshaciéndonos de nuestros nervios, bueno, yo más que nadie, ya que era mi primera vez.

Una hora y media de camino nos tomó llegar al hotel que daba cerca de un teatro, dónde se darían nuestras actuaciones. Bajamos todos, estirando nuestros cuerpos y bostezando los que se habían quedado dormidos, entre ellos, yo.

— Las habitaciones están asignadas por las mismas parejas. — Nos informó el profesor YoungBae, que era uno de los tutores que habían venido al evento. — En la recepción debéis pedir la llave, tan sólo tenéis que darle el número de referencia que se os dio ayer. — Todos gritaron un sonoro "sí".

— Iré llamando grupos de seis en seis para que vayamos a recepción en un orden. — Dijo otro profesor, en este caso JiYong.

Cuando NamJoon y yo fuimos nombrados, nos reunimos con el grupo asignado hasta recepción, dónde nos dieron la llave de nuestra habitación. Me despedí de Jimin desde lejos y éste hizo lo mismo. Subimos al ascensor, pulsando el número ocho, que era nuestra planta y una vez en dicha planta buscamos nuestra habitación, la 278.

— ¡¡Wow!! — Grité cuando vi el interior de la habitación. No era nada del otro mundo, simplemente una habitación corriente con dos cama, una cómoda, un pequeño baño y al fondo un balcón, pero estaba tan emocionado que para mí fue como una habitación de cinco estrellas. — ¡Me pido esta cama! — Me tiré a la cama que daba cerca del balcón.

— Bien, así si entra un ladrón el primero en pillar será a ti. — Lo miré asustado, volviendo mi cabeza hasta el balcón y de nuevo hasta él. — Era broma, JungKook. — Rio. — Dejemos nuestras cosas aquí y bajemos a desayunar, me muero de hambre.

— ¡Yo también! — Me levanté y todo lo que llevaba en una mochila lo deposité en uno de los cajones de la cómoda. NamJoon hizo lo mismo y cerramos la puerta para volver a bajar.

Pudimos localizar el restaurante del hotel, allí echamos un rápido vistazo y vimos a YoonGi en compañía de HanBin.

— Que rápidos habéis sido para subir, dejar vuestras cosas, bajar y tener ya vuestros desayunos servidos. — Dijo NamJoon que nada más sentarse y ver el delicioso desayuno que les habían servido, robó un poco.

— A nosotros nos llamaron antes. — Contestó YoonGi.

Jin y TaeHyung llegaron minutos después sentándose con nosotros. Nuestros desayunos llegaron y comenzamos a comer. En mitad de nuestro desayuno un chico bastante bajito y con la cara aniñada llegó a nuestra mesa.

— Buenos días, ¿os puedo robar a HanBin?

— Oh JinHwan, ¿ya terminaste? — Le preguntó HanBin y éste asintió, luego nos miró a nosotros. — ¿Os importa que me vaya con él?

— Ve, no te preocupes. Luego nos vemos en la habitación. — Le dijo YoonGi y el chico se levantó para marcharse con el otro.

— ¡¡Ya estamos aquí!! — HoSeok llegó corriendo y gritando hasta nuestra mesa. Hizo levantar a Jin que estaba sentado junto a Tae y se sentó él. Jin medio quejándose se sentó al otro lado, pero su enfado duró poco cuando le tocó junto a NamJoon. Jimin vino detrás del pelinegro que al verme rodeado por NamJoon y YoonGi bufó y se sentó donde pudo, quedando un poco alejado de mí.

La comida estuvo deliciosa, me había hartado de comer, tanto que repetí desayuno. Eché mi cabeza hacia atrás, con mi espalda en el respaldo y froté mi barriga, la cual sentía hinchada. Jimin hizo lo mismo, pero no por el atracón de comida que se había metido, ese fui yo, sino para verme, y al yo verlo extendió su mano y yo la mía para poder agarrarla a espalda de los demás.

— Dejad de hacer manitas por detrás. — Dijo Jin, el único que se percató.

— Deberíamos irnos. Vayamos al teatro y veamos cómo es, ¿qué os parece? — Propuso NamJoon y todos estuvimos de acuerdo.

El teatro era impresionante, me lo hube imaginado más pequeño y cutre, pero que equivocado estaba, era bastante grande, quizás no muy lujoso, pero lo suficientemente increíble. Ya podía imaginarme sobre el escenario y aunque al principio me emocionó luego al volver a pensar en ver todos estos asientos llenos, un dolor de barriga me pegó fuerte, y no por la comida que había ingerido.

El día de hoy nos lo pasamos ensayando, las parejas iban subiendo poco a poco al escenario y daban su actuación. Solo tuvimos dos ensayos por parejas y si nos equivocábamos el error corría de nuestra cuenta si lo volvíamos a cometer mañana. Por suerte, ni NamJoon ni yo cometimos ningún error.

La noche cayó rápidamente, Jin y TaeHyung se fueron primero, Tae estaba que se moría del sueño y con Jin llevándolo en su espalda se fueron. Yo me despedí de Jimin y de los demás y me fui adelantando a NamJoon, que seguía hablando con YoonGi.

Me tiré boca abajo en la cama y me relajé un poco. Luego recordé todo lo que había sudado y con el cuerpo pesado conseguí levantarme para darme una ducha rápida. Me coloqué uno de los albornoces que habían detrás de la puerta del baño, para el uso de los huéspedes, y salí. Ni siquiera me sequé el pelo y volví a tirarme sobre la cama.

La puerta se abrió creyendo que sería NamJoon, pero no fue él quien entró sino Jimin.

— ¿Jimin? ¿Qué haces aquí? — Me mostró una llave con el número de esta habitación, pero claramente no era suya.

— NamJoon me cambió la habitación.

— ¿Eh?, pero eso no se puede hacer.

— Nadie se va a enterar.

— Pero...

— ¿No te alegras?

— No es eso.

— ¿Entonces qué es? — Dejó las llaves sobre la cómoda y se acercó hasta mi cama, subiendo encima mío.

— N-no sé. — Él sonrió posando un beso en mi mejilla para luego volver a incorporarse y sacar su camiseta.

— Iré a darme una ducha.

"Pudiste sacarte la camiseta en el baño..."

"JungKook, lo hizo queriendo. ¿Por qué?, mira abajo y lo entenderás"

Debía prepararme para una noche movidita. Había tenido a Jimin tanto tiempo sin sexo que estaba desesperado. Ahora entendí por qué cambió de habitación con NamJoon, seguro le costó conseguirlo, ya que hablamos de NamJoon.

Poco después Jimin salió del baño con una toalla liada por su cintura. Su pelo mojado dejaba caer gotas que llegaban hasta su pecho, deslizándose por todo su abdomen, recorriendo esos abdominales marcados, y al llegar a la parte inferior, desaparecían bajo la toalla.

Mordí mi labio ante la imagen tan excitante que tenía frente a mí, él lo notó y trepó una vez más sobre mi cuerpo. Lo dejó aprisionado entre sus brazos apoyados en el colchón y lo único que pude hacer fue tumbar mi cuerpo por completo.

— Esta noche no te escapas. — Dijo con la voz más seductora que jamás había escuchado.

— No pensaba hacerlo. — Deslicé mi dedo índice por sus abdominales mojados.

Su sonrisa ensanchada fue desapareciendo, para dejar una más leve y seria. Acercó su rostro al mío, lo suficiente para sentir ya su aliento chocar en mis labios. Posó un simple beso, luego otro y otro más, sonreí ante sus gestos tan delicados y él hizo lo mismo.

Sin hacernos esperar más, nos besamos con un movimiento de labios compaginados. Yo abrí mi boca para que su lengua entrara y jugara con la mía deseosa de sentirla. El sonido mojado de nuestras lenguas y chasquidos que producían nuestros labios resonaban por toda la habitación, era una melodía excitante que hacían reaccionar a nuestros cuerpos.

Sus manos desataron mi albornoz y lo abrió dejando mi torso al descubierto. Dejó de besarme para mirarme, luego bajó su vista a mi cuerpo y decidió mojarlo un poco más con sus besos húmedos, ya que mi cuerpo estaba casi seco. Noté como había subido hasta uno de mis pezones y ahora lo lamía y besaba.

— ¡Ahh! — Un fuerte gemido se me escapó cuando sus dientes atraparon mi pezón y lo mordió. — Jimin, eso dolió. — Siseó para que me callara y lamió sobre la zona dolorida, ahora bastante rojiza.

— Es que me pones demasiado. — Dejó tranquilo mi pecho y decidió que era hora de marcar mi cuello, pues nada más sentir sus labios rozar mi piel, no tardó en succionar mi carne y dejarla con una enorme marca roja. Luego otra justo a su lado y otra más al otro lado del cuello. — Con esto será suficiente para que sepan que tienes dueño.

— ¿Acaso soy un perro?

— No, pero eres mío. — Rodé mis ojos y él sonrió orgulloso. — Tengo el novio más hermoso del mundo, si me descuido seguro querrán arrebatármelo.

— Que exagerado eres... ¡a-ahh! — Sentí su mano sobre la tela de mi bóxer.

— Lo digo en serio. Jamás te dejes tocar por nadie. — Ambos nos quedamos inmóviles, mirándonos, tanto él como yo nos dimos cuenta de lo que había detrás de esas palabras. Pude ver en sus ojos como se arrepintió de soltar aquella frase, pero también vi que no fue esa su intención.

— No dejaré que nadie me toque, sólo tú. — Le sonreí. No sabía si podría cumplir con mis palabras, pero desearía poder hacerlo, sólo quería sentir sus manos en mi cuerpo.

El recuerdo de la noche que mi padre me violó vino a mi mente, atormentándome una vez más. Sus manos tocándome, su boca y saliva sobre mi piel, su miembro... dentro de mí. Sentí un fuerte dolor en el pecho, el mismo dolor que sentí aquella noche, desgarrador e inaguantable.

— JungKook... — Abrí mis ojos, los cuales había cerrado y noté como una lágrima caía. — No quería que... — Suspiró y secó dicha lágrima. — Lo siento, me detendré aquí.

— No. — Agarré su brazo antes de que alejara su cuerpo. — Quiero seguir.

— Pero...

— Quiero sentirte a ti, sólo a ti. — Su rostro no lucía muy convencido. — Jimin. — Lo llamé, pero había desviado la mirada, por lo que tuve que posar mis manos en sus mejillas y hacer que volviera a mirarme. — Hazme el amor. — Sus ojos se abrieron sorprendidos. No quería que dejara de tocarme, sus manos, su cuerpo, todo de él era muy diferente a como mi padre lo hacía, no había comparación. Mi padre me violaba y Jimin me hacía sentir amado, como una persona importante para él, no un objeto.

Jimin sonrió levemente y unió nuestros labios de forma delicada, como si estos fueran del cristal más fino del mundo y con un simple movimiento brusco acabarían echo añicos. Entre besos y besos nuestros cuerpos volvieron a encenderse, yo me incorporé un poco para terminar de sacar el albornoz y él bajó mi bóxer. Luego se deshizo de su toalla y quedamos completamente desnudos.

Se apegó a mi cuerpo, creando fricción entre nuestros miembros. Gemidos se escapaban de nuestras bocas cuando a duras penas debíamos separarnos para respirar. Pasé mis manos por su espalda, aún mojada, borrando todas las gotas que mis manos iba deshaciendo a su paso. Clavé mis uñas en su piel, tantos roces estaba provocando que pronto me viniera, pero Jimin cuando lo notó se detuvo.

Abrió mis piernas y se colocó entre medio. Besó mis muslos, bajando poco a poco, dejando un camino de besos que terminaron muy cerca de mi miembro. Sonrió de medio lado y al darme cuenta de sus intenciones sonreí igualmente.

— No tengo lubricante.

— ¿Y cuándo lo hemos usado? — Pregunté lo evidente.

— Tienes razón.

Cogí su mano y metí tres de sus dedos en mi boca, ensalivándonos todo lo posible. Él se mordía el labio, le parecía una escena demasiado picante y excitante. Cuando me pareció que sus tres dedos estaban lo suficientemente mojados los saqué de mi boca y liberé su muñeca de mi agarre.

Entrecerré mis ojos esperando sentir su dedo, que ya comenzaba a introducirse dentro de mí. Lo metió hasta el fondo y pensé que no fue para tanto, al menos no de momento, lo sacó un poco y metió el segundo acompañando al primero, nuevamente los metió todo lo que pudo.

— ¡Ahh-aahh!, e-ese dolió...

— Pues aún me queda uno. — Rio y movió sus dos dedos un poco.

— ¡Ahh, no seas tan rápido!

— Kookie, sólo son dos dedos. — Seguía con sus movimientos de dedos, haciendo tijeras e introduciéndolos para luego sacarlos. — Meteré el tercero. — Y tal como dijo el tercero entró, con algo de dificultad, pero entró.

— ¡¡Ahh!! ¡Ay, ay, ay! ¡Sácalos! — Me quejé.

— Kookie, parece tu primera vez.

— Es que me duele. — Hice pucheros.

— Crees que te duela demasiado por... — Otra vez nos quedamos mirándonos fijamente, con nuestros rostros algo serios.

— ¡No! — No sabía si sería por eso o no, pero no iba a dejar que parara. — Pu-puede que sea por todo el tiempo que llevamos sin hacerlo. — Elevó una ceja. — Jimin, no es por eso, es imposible después del tiempo que ha pasado.

— Está bien, entonces dime cuando te sientas mejor. — Asentí, pero tuve que pedirle que aliviara mi dolor, por lo que besó mi cuello y poco a poco sentí que ese escozor iba desapareciendo.

— Jimin, métemelo ya. — Rio por mis palabras. Según él en mi boca sonaron demasiado sucias.

Agarró su miembro e introdujo la punta, mi cuerpo no reaccionó por lo que introdujo más, ahora reaccionando y encogiéndose un poco. Fue despacio, poco a poco, hasta notar su hombría al completo dentro de mí.

— Duele, duele, duele. — Dije en susurros, con mis ojos cerrados fuertemente y mis manos arrugando las sábanas.

No se movió, tan sólo para acercarse y besarme, con el objetivo de volver a aliviarme. Una vez más el dolor fue disminuyendo, acostumbrándome a tener ese pedazo de carne dentro, moví mi pelvis deseoso de sentir algo de movimiento allí abajo, Jimin lo notó e hizo lo mismo, con movimientos igual de lentos que los míos. Los besos y gemidos que me provocaba acortaba mi respiración, tanto que tuve que dejar de besarle para recuperar ese aire perdido. Él se entretuvo con mi cuello, moviendo su pelvis ahora más rápido. Sacó y metió su miembro reiteradas veces, llegando hasta lo más profundo de mí y tocando en un punto que me hacía gritar de placer.

— Más, más..., más fuerte..., ahí... — Se incorporó, tomando mi cintura con sus manos y elevando sus movimientos a una velocidad que hacia temblar todo mi cuerpo. Bajó una sola mano a mi miembro y lo masturbó al son de sus movimientos pélvicos.

— Ji-Jimin... ¡Ahh!, me..., me vengo.

— Y-yo también..., Kookie..., ahh... — Echó su cabeza hacia atrás cuando llegó al orgasmo, pero no se detuvo, esperó a que segundos después yo también me viniera. Manché todo mi abdomen y él que se había venido dentro de mí, su semen caía por mis nalgas y acababan sobre las sábanas.

Salió de mí y con el albornoz que me había quitado, me limpio y luego hizo lo mismo con él. Se recostó a mi lado y atrajo mi cuerpo hacia él, ya que no me podía mover ni un centímetro. Dejé caer mi cabeza entre el hueco de su cuello y posé allí un dulce beso. Él me rodeó entre sus brazos y besó mi frente para luego dejarla caer sobre la almohada.

— ¿Te gustó? — Me preguntó con la voz aún agitada.

— Que pregunta tan tonta, claro que sí.

— Kookie.

— ¿Hmm?

— Quiero contarte algo. — Elevé mi cabeza para poder verlo y vi su rostro algo serio.

"¿Por qué tan serio?"




----------------------------------------

N/A:

Kim JinHwan - iKON

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro