Capítulo 50
— ¿Hobi...?
— T-Tae... — Antes de que diera otro paso hacia atrás lo agarré de la muñeca, mirando sus ojos y rezando porque confiara en mí. — Te presentaré a alguien. — Le dije, entrelazando mis dedos con los suyos. La chica se percató de nuestras manos y su alegre rostro cambió a uno de incertidumbre. — Liu, te presento a TaeHyung.
— Encantada. — Dijo con un tono apagado.
— Ella es Liu una am...
— Su novia. — Me interrumpió.
— ¿Eh? — Tae soltó mi mano, lanzándome una mirada que mostraba los desconcertado y dolido que estaba.
Sabía que esperaba una respuesta, que desmintiera las palabras de Liu, pero lo cierto es que no lo hice, no pude. El castaño bajó su cabeza y se separó de mí unos pasos.
— ¡Comamos fuera, tengo muchas cosas que contarte! — Liu atrapó mi brazo entre los suyos e ignoró a Tae por completo.
— C-claro. — Le sonreí falsamente. — Tae..., hablamos luego, ¿sí? — Él sólo asintió y girando sobre sus pies se marchó a los dormitorios.
"Esto no puede estar pasando..."
[TaeHyung]
Cuchillos, navajas, puñales, machetes, todos los objetos punzantes del mundo es lo que sentí en mi espalda. ¿Había oído bien?, ¿seguro no fue una imaginación mía?, dijo "novia"..., ¿desde cuándo Hobi tenía novia?
Le di una patada a una papelera que se cruzó en mi camino y volví al dormitorio de JungKook, donde aún seguían con la guerra.
— ¿Hasta dónde habéis llegado?, no le habrás arrebatado su virginidad, ¿no?, ¡mira que sólo es un crío! — Interrogó Jin a Jimin, teniéndolo acorralado en una pared para que éste no huyera.
"Cuando el lado materno de Jin sale, da miedo"
"Por suerte conmigo no tuvo que sacarlo"
"..."
"Hobi..."
Dejé caer mi cuerpo en la cama, quedándome sentado y con la vista fija al suelo, pensando e intentando descifrar que significó la mirada de Hobi. Algo en mi interior me dijo que confíe en él, que quizás estaba sacando conclusiones precipitadas, pero..., ¿por qué esa chica dijo que era su novia?
"¡Argh!"
Revolví mi pelo molesto y JungKook quien notó mi cambio de humor se acercó, quedando sentado junto a mí y pasando su mano por mi espalda.
— ¿Te ocurre algo?
— No estoy seguro.
— ¿Es por HoSeok hyung?
— ¿Cómo sabes? — Lo miré.
— Antes de verlo salir del cuarto tenía una cara... algo pálida y desencajada. Me pareció extraño. — Solté un suspiro y apoyé mi cabeza en su hombro.
— Acabo de ver a su novia...
— ¡¿Qué?! — Gritó y todos los presentes en la habitación voltearon a mirarnos. — No es nada. — Intentó quitar importancia. — Vamos a tu habitación. — Sostuvo mi brazo y me levantó.
— ¡¿Habéis usado protección?! — Continuó Jin con su interrogatorio.
— Pero..., ¿por quién me tomas?..., claro que no.
— ¡Jimin!
— ¡Qué no tengo nada malo, ni ninguna enfermedad que pueda pasarle, Jin!
— Mi niño... desflorado..., santo cielo... — Jin se llevó las manos a la cabeza, exagerándolo todo, o al menos así lo vi yo.
Dejé de escuchar la conversación tan rara que tenían cuando salimos y cerramos la puerta. Llegamos a mi habitación y nuevamente sentados agarró mis manos, dándome tranquilidad, y esperó a que siguiera hablando.
— Seguí a Hobi afuera, porque me pareció raro que saliera sin decirme nada y cuando llegué una chica súper flacucha lo estaba abrazando...
— ¿Hobi y una chica?
— Esa fue mi expresión cuando los vi. Luego me presentó a la chica y ella misma saltó diciendo que era su novia..., ¿puedes creértelo?, ¡su novia!
— Quizás ella mintiera.
— Si fuera así, ¿por qué él no lo desmintió? — Me levanté nervioso, de nuevo volviendo a mí los tantos pensamientos horribles que se me venían. — ¡¿Y si me ha puesto los cuernos?! — Mordí mi labio aguantando las lágrimas que amenazaban con salir.
— Tae, no te precipites, espera a que vuelva y hablas con él. Estoy seguro que HoSeok hyung jamás te haría daño. — Se levantó, quedando frente a mí y abrazándome después de regalarme una sonrisa llena de confianza, tal confianza que sentí.
"JungKookie tiene razón, debo esperar a hablar con él"
— Gracias, mi conejito.
— Que no me llames así. — Recibí un golpe en mi cabeza. — E-le-fan-ti-to. — Deletreó con retintín. Imité el sonido de un elefante y ambos reímos como tontos.
Que bien me sentía cuando hablaba con él, era como una dosis de energía, justo lo que necesitaba cuando me sentía mal y por si fuera poco, confianza, siempre me había mostrado y contagiado esa confianza suya.
A veces me preguntaba como teniendo esa vida de mierda podía seguir manteniendo valores que en cualquier persona ya habría perdido en su situación. Llámalo costumbre, por los años, o como quieras, pero el hecho de ser admirable nadie se lo quita.
— Oh, mi móvil. — Su móvil comenzó a sonar y lo sacó de su bolsillo mirando la pantalla por varios segundos.
— ¿No respondes?
— ¿Eh?, ah sí.
— ¿No será...?
— No, no. Ahora vuelvo. — Antes de descolgar se metió al baño, encerrándose.
"¿Era necesario encerrarse?"
Reservado, ese si que era su mayor defecto. Y bueno, no todo lo podía tener, algo en su contra tenía que tener, aunque hubiese preferido que fuese otra cosa. Las personas reservadas no suelen ser nada fáciles de llevar, lo sabía mejor que nadie, y por él mismo. Cuantos años me había costado enterarme de su problema con el asqueroso de su padre...
Pasaban los minutos y después de llevarse en el baño prácticamente unos veinte minutos, salió.
— Ya era hora.
— Lo siento. — Sonrió de medio lado, ocultando algo, mis instintos me lo confirmaban.
— ¿Quién era?
— Nana. — Mintió. Jamás había visto esa expresión suya después de hablar con su nana. Ama a esa mujer y su lado infantil y excitado salía cuando me contaba que había hablado con ella.
— ¿Y qué te dijo? — No respondió. — JungKook.
— ¿Eh? — Suspiré y aprovechando su despiste le arrebaté el móvil.
— ¿Q-qué haces? — Intentó cogerlo, pero le daba la espalda para que no pudiera hacerlo, alzándolo cuando intentaba agarrarlo. Busqué en las últimas llamadas. — ¡Dámelo!
— ¿B-Bomb? — Detuvo su lucha y me giré para verlo. — ¿Quién es B-Bomb?
— N-nadie. Devuélveme el móvil. — Extendió su mano, la cual ignoré.
— Estás ocultando algo, JungKookie.
— No oculto nada, ¿me lo devuelves?..., ¿por favor? — Estaba desesperado, podía verlo en sus ojos. Sin más le devolví el móvil, pero no por ello dejaría de indagar en el tema.
— Dime quién es, anda.
— No es nada, de verdad.
— No te metas en más líos, JungKook...
— No lo haré. — Bajó la cabeza, no podía mirarme, no si sabía que me estaba mintiendo. Sin nada más que decirle lo dejé estar.
"Luego le diré a Jimin para que lo vigile"
[...]
22:30 de la noche y aún no había señales de Hobi, había salido de mi habitación ya que Bobby quería dormir y mis paseos por el cuarto lo ponían nervioso, perturbando así su sueño. Hacía bastante frío aquí por eso me traje una pequeña mantita para taparme con ella mientras esperaba. Tenía la esperanza de que viniera a verme antes de irse a su dormitorio..., o eso creía.
00:50 de la madrugada y aún nada. Ni un llamada o mensaje, y mucho menos su presencia. Los mocos se me caían por el frío y aunque la mejor idea era esperarlo dentro y quietecito, no podía, mi nerviosismo aumentaba a cada minuto y no molestaría a un amigo por mis asuntos.
— Hobi..., vuelve. — Dije para mí mismo, dejándome deslizar por la pared y una vez sentado enterré mi rostro entre mis piernas y me escondí bajo la manta.
— ¿Tae? — Después de algunos largos minutos escuché una voz que me sacó de todo trance. Pues ya comenzaba a quedarme dormido.
— ¡Hobi!
— Shh, vas a despertar a todo el mundo.
— ¿Por qué tardaste tanto? — Me levanté con el cuerpo pesado.
— Tuve que esperar a que el guarda de la puerta fuera al baño para poder entrar. — Quise abrazarlo por la emoción de verlo después de tanto esperar, pero la imagen de aquella chica vino a mi mente y las ganas desaparecieron al instante.
— Ya... — Puso sus manos en mis mejillas.
— Estás congelado. ¿Por qué no esperaste dentro? — Me encogí de hombros, no era eso de lo que quería hablar.
Volví a sentarme en el suelo, tapándome bien con la manta y apoyando mi cabeza en la pared. Él se quedó algo pensativo y poco tardó en imitarme, quedando sentado junto a mí. Le hice un gesto con la manta, quizás tenía frío, pero negó con la cabeza y volví mi vista al frente.
— La chica..., Liu. — Comenzó a hablar, aunque algo nervioso por el tono de voz. — Es alguien que conocí cuando estuve viviendo en China. Y... no mintió. — Mordí mi labio, esperando que no dijera las palabras que ya me temía. — Es mi novia. — Suspiró y continuó. — Estuvimos saliendo casi dos años, es una buena chica, pero, jamás sentí algo más que amistad por ella.
Me sorprendió, eso era algo que no esperaba escuchar. — ¿Qué? — Giré mi rostro encontrándome con el suyo a pocos centímetros.
— Tiene una enfermedad terminal. Ella me dijo que estaba muy enamorada de mí y que fui su mayor apoyo, confianza y fuerza para seguir adelante.
— Le mentiste...
— Tae..., yo..., no pude decirle que no. Sabía que si la rechazaba se pondría peor y volvería a empeorar. No te imaginas cuanto mejoró cuando estuvo a mi lado... Su rostro siempre era apagado y triste hasta que nos conocimos y todo cambió para ella, incluso para mí. Me sentía feliz por ser causante de sus risas.
— Eso está mal, Hobi. — Cogió mi mano por debajo de la manta.
— Lo sé, me arrepiento... Es horrible lo que he hecho, he jugado con los sentimientos de una persona aún sabiendo que su salud no es para nada estable.
— ¿L-le dirás...? — Permaneció en silencio y no pude evitar tomármelo mal. — ¿Seguirás mintiéndole? ¡Le estás haciendo daño, aunque no lo parezca! — Me levanté cabreado ante su actitud.
— No sé que hacer..., ¿vale?
— Si me quisieras ni lo pensarías.
— Tae, no vayas por ahí, sabes muy bien lo que siento por ti.
— ¡Pues ahora no lo tengo claro!
— Tae, no grites. — Masajeó su sien con los dedos. — Es difícil.
— ¡Eres horrible! — Elevé aún más la voz y tropezándome con la manta llegué hasta la puerta, abriéndola y cerrando sin mirar atrás.
Difícil... ¡Difícil!, ¿Qué acaso no podía pensar un poquito en mí? Sí, la chica tenía un problema y no quería hacerle daño..., pero me lo estaba haciendo a mí...
"¡Idiota!"
"¡Insensible!"
"¡Tonto!"
"¡Cara de caballo!"
Sequé con el dorso de mi mano las tantas lágrimas que desbordaban por mis ojos. Los mocos se hacían más notables y tuve que ir por papel mientras sonaba mi nariz por el camino. Quité la manta de mis hombros y me metí en la cama. Sentí el móvil vibrar e ignorando su llamada, lo apagué.
[...]
[JungKook]
Desperté lo más pronto posible, antes de que Jimin despertara y me pillara saliendo a escondidas o me llenara con sus preguntas. Eran apenas las 05:36, demasiado temprano, pero la que tuve que liar para poder salir de la escuela fue bastante desastroso. Cogí un cubo de basura que había en la puerta trasera de la cocina del dormitorio y arrastrándolo lo dejé pegado al muro donde me subí con sumo cuidado y pude llegar a la parte superior. Luego bajar fue lo de menos, el como volvería a subir luego..., eso ya cambiaban las cosas, pero me encargaría una vez terminara aquí.
Más o menos una hora me quedaba para que llegara la persona que ayer me llamó y que solicitaba mi presencia con urgencia.
"Urgencia..., já"
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