
Capítulo 20
Corríamos por la calle para llegar a donde había aparcado el coche. Tal y como predije llovió, para nuestra suerte la lluvia no era tan fuerte así que apenas nos mojamos. Llegamos al coche y el fuerte olor a pino me hizo sentir algo de nostalgia. Como cuando me monté por primera vez en él y estuve quejándome por el olor hasta que me bajé.
Es extraño como cambiaban las cosas, y por lo que antes me quejaba ahora me gustaba, quizás por que me recordaba a él.
"¿Pero qué dices Jin?"
"Vuelve en si"
— ¡Jin!
— ¿Qué pasa?
— Llevo hablándote un rato y no me echabas cuenta.
— Oh, lo siento. — Cepillé mi pelo con mis dedos algo nervioso.
— ¿Pasa algo? — Me preguntó de lo más normal, pero para mí que NamJoon me preguntara algo que demostrara preocupación no era para tomármelo con normalidad.
— N-no, sólo estoy preocupado por Jimin. — Sin decir nada cogió las llaves y arrancó el motor. — ¿Qué me decías? — Terminé por preguntar yo, ya que él no estaba por la labor de repetirse.
— Te preguntaba si te dejaba en la escuela o en otra parte.
— Escuela. — Asintió volviendo su vista al frente.
Estar a solas con él me hacía sentirme incómodo, no podía estar a gusto. Igual era normal, me tenía un odio que ni me podía ver y sin haberle hecho nada. Bueno quizás sí, pero no era mi culpa, cosa que nunca había terminado por entender, supongo que a nadie le gusta que le estén espiando y siguiendo a cada momento y a donde vayas.
"Supongo que su actitud hacia mí es comprensible"
Suspiré, recostando mi cabeza en el sillón, mientras miraba la lluvia caer a través de la ventanilla.
Al llegar a los dormitorios me detuve en mi puerta viendo como él seguía adelante sin volverse, "ni un hasta luego, ni siquiera adiós o un nos vemos... nada"
— ¡Eh! — Lo llamé, haciéndole girar. — No te preocupes, todo se arreglará, — "Menudas palabras tan clichés", sí, en realidad no sabía que decirle. Sin decir nada se quedó observándome sin ningún tipo de expresión. — Ya sabes. — Hice un gesto con el dedo en mi pecho que al parecer entendió, pero su facción no cambió.
No dijo nada y sin más volvió a girarse para meterse en su habitación. Empecé a preguntarme por que hice eso, ambos sabíamos que era un odio mutuo, ni el me aguantaba ni yo lo soportaba.
"Necesito urgentemente dormir"
No eran ni las 21:00 pero ya quería sumergirme en mi cama y dormir hasta mañana.
Al entrar me vi a BaekHyun, mi compañero de habitación, sentado en el suelo comiendo ramen mientras miraba una película en el portátil, en compañía de Kai y KyungSoo.
— Hola chicos, no sabía que estaríais aquí. — Dije quitando mi chaquetón. — Espero no molestar.
— Por supuesto que no. — Habló mi compañero.
— ¿Te apuntas? — Preguntó KyungSoo que tenía su cuerpo apoyado en el de Kai.
— Sí, ¿por qué no? — Al principio me lo pensé, pero ya que no podía dormir no tenía otra cosa mejor que hacer.
Tuve suerte que la película llevara poco tiempo, sino no me habría enterado ni de la mitad. Al acabar las dos horas de película estiré mi cuerpo entumecido, tanto tiempo en la misma posición se me quedó agarrotado. Eran las 22:49 y Kai, que tuvo que coger a KyungSoo en su espalda por haberse dormido en mitad de la película, se despidió de nosotros y se fue con él.
— ¿No te parecen lindos esos dos?
— ¿A qué te refieres? — Pregunté llevándome una galleta de chocolate a la boca.
— A Kai y KyungSoo.
— Esos tienen algo seguro. — Reí, pero mi sonrisa se borró cuando me arrebató la mitad de la galleta y se la comió. — Cuando compre galletas no te daré ni una. — Soltó una carcajada que terminó por contagiarme y seguirle.
[...]
A la mañana siguiente después de las clases quedé con TaeHyung, íbamos a practicar una obra de teatro que habíamos elegido para el evento, pero cuando llegué al aula me encontré con más personas, exactamente todos nuestros amigos.
— Al fin llegas, Jin. — Me dijo algo nervioso, pero no supe por qué. — Tranquilo, sé que al igual que los demás no entiendes por qué os he... bueno, os hemos reunido.
— ¿Hemos? — Preguntó YoonGi.
— Sí. — Jugaba con sus manos para distraer el nerviosismo que cargaba, pero un brazo por sus hombros le hizo sentirse más ¿seguro? — Hobi, dilo tú. — Le dijo haciendo puchero.
— Claro que sí, no te preocupes. — Dijo el dueño del brazo. — Bueno, simplemente que Tae y yo estamos saliendo.
— ¡¿Qué?! — Se escucharon las voces de NamJoon y Jimin a la par.
— ¿Es una de tus bromas? — Se acercó Jimin a HoSeok.
— No Jimin.
— La hostia puta. — Soltó YoonGi que se había quedado con la boca casi pisando el suelo.
— ¡Qué buena noticia! — Me acerqué a ellos emocionado y los abracé.
— Y tú, ¿por qué no te sorprendes? — Dijo Jimin, dirigiéndose al más pequeño de todos.
— Yo ya lo sabía. — Rio, mostrando esas enormes paletas. Jimin se había vuelto acercar a él y le susurró algo al oído que evidentemente no pude oír.
HoSeok y TaeHyung, siempre me parecieron que esos dos pegaban juntos, ambos son tal para cual. Una vez todos se fueron y HoSeok se despidió de TaeHyung con un beso; beso que me pareció de lo más tierno, empezamos a practicar.
TaeHyung era bueno actuando, pero no más que yo. Sinceridad ante todo. Un par de horas después nos sentamos en unas sillas y saqué algo que había traído conmigo.
— ¡Wow!, la cocina de mamá Jin. — Exclamó TaeHyung emocionado.
— Tae, es comprado. — No pude evitar reír cuando su rostro cambió a uno decepcionado. — La próxima vez que vayamos a casa de Nam cocinaré algo.
— Entonces te perdono. — Volvió a sonreír dispuesto a atacar toda la comida que le permitía atrapar con sus palillos. — ¿Has vuelto a hablar con tu profesor?
— ¿Te refieres a SeungHyun? — Asintió con sus mofletes hinchados de comida. — No.
— ¿Por qué?, ¿ya no te gusta?
— No es eso.
— ¿Entonces?, no me mientas, antes no parabas de hablar de lo magnífico y guapo que es.
— Y lo sigue siendo. — Sonreí. — Pero, supongo que últimamente tengo la cabeza en otra parte.
— Yo pienso que deberías declararte, el señor Choi es una buena persona y seguro que lo cautivas con tus encantos. — Movió sus cejas de arriba a abajo.
— Es un profesor.
— Sí, pero dentro de un año ya no serás alumno.
Tenía razón, sólo me quedaba un año aquí y sería libre. Podría trabajar de lo que quisiera, comprar una casa, un coche y vivir una buena vida. Pero por una razón que desconozco no me sentía bien, no era feliz al pensarlo. Algo en mí echaría de menos este lugar y a mis amigos, sabía que lo seguirían siendo fuera, pero igual no todos...
[HoSeok]
— Jimin, sé que hago mal en pedirte esto, pero necesito tu ayuda.
Después de dar la noticia y salir, fui el centro de atención de preguntas por parte de todos mis compañeros, bueno exceptuando al pequeñajo. Contesté lo que pude y lo que quise, porque habían unas preguntas que... confianza o no, es mi vida privada, y la de Tae, claro. Cuando se les acabaron las preguntas y se aburrieron del cotilleo, llamé a Jimin para que se quedara a hablar conmigo, mientras que los demás se fueron.
— ¿Ha pasado algo malo?
— La verdad sí, no te voy a mentir. Es sobre Tae, pero no debes decírselo a nadie. — Una mueca de preocupación se dibujó en el rostro de Jimin. — A nadie. — Recalqué.
— Que sí, HoSeok, pero cuéntamelo ya.
El pasillo de la escuela no era el lugar más indicado, así que terminamos por entrar a un aula que estaba completamente vacía. Hice sentar a Jimin, aunque me costó, más que nada por que ya me imaginaba la reacción que iba a tener y si lo tranquilizaba un poco antes quizás no terminaría rompiendo algo.
Le conté absolutamente todo, tanto lo que yo pude ver como todo lo que llegó a contarme Tae, y tal como predije se levantó eufórico agarrando la silla y estampándola contra el suelo con fuerza.
— Joder, no hagas ruido. — Agarré su brazo para detenerle, estaba a punto de pegarle una patada a la pobre silla.
— Voy a matar a ese tío.
— ¿Y dejarlo como el profesor de JungKook?, ¿para qué luego te metas en más problemas? — Permaneció callado.
— ¿Se te ocurre algo mejor? — Volvió a sentarse en una nueva silla.
— Necesito dinero para pagar la casa de Tae, sólo así dejará que se vaya y su familia pueda vivir tranquila.
— ¿Me estás pidiendo dinero? — Enarcó una ceja. — Bien sabes que siempre estoy a dos velas.
— No iba a pedírtelo a ti. — Hubo un silencio en mitad de nuestro cruce de miradas.
— Ni hablar, ya sé lo que piensas hacer.
— No te meteré en esto, te lo prometo.
— Sabes que no es eso lo que me preocupa. Sé muy bien que quieres que te cite con Zico para que te dé el dinero, pero ni muerto dejaré que te acerques a él. — Suspiré, despeinando mi pelo. — ¿Ya no te acuerdas de lo que te pasó la última vez?
— No me importa si a cambio consigo sacar a Tae de ese augurio. — Hice una pausa. — Le queda demasiado por pagar, Jimin. — No dijimos nada por varios minutos, minutos parecieron horas, ninguno decía nada, sólo nos mirábamos.
— Lo haré yo.
— ¡Ni hablar! — Ésta era una de las razones por las que tardé tanto en pedírselo. Lo conocía muy bien y sabía que me daría esa respuesta tarde o temprano. — Este asunto lo llevaré yo.
— Hope, sabes muy bien que si entras no vas a salir. Deberías saberlo mejor que nadie. — Jimin sabía donde dar. Usando el nombre que me había puesto de pequeño, seguro para dejarme afligido ante mi propuesta, pero no lo iba a conseguir.
— Jimin, escúchame, no me llevé tanto tiempo detrás tuyo para sacarte de ahí como para que ahora vuelvas a lo mismo.
— ¡No, escúchame tú a mí! — Se levantó y agarró el cuello de mi camisa. — ¡Nunca salí, sólo conseguiste que dejara de hacer ciertas cosas, pero nunca salí, y dudo que llegue a hacerlo! — Sus nudillos estaban blancos por la fuerza que ejercía.
— Tranquilo, Jimin... — Fue aminorando el agarre una vez se calmó un poco.
— Yo lo haré. — Cabezota era poco. Iba a volver a quejarme pero una sacudida me lo impidió.
Terminó por soltarme y caí sentado en la silla. Luego sólo soltó un bufido quedando sentado al igual que yo, con sus manos sosteniendo su cabeza.
— Lo siento. — Musitó. — A veces no me puedo controlar.
— La culpa es mía, no debí pedirte nada. — Me levanté y posé una mano en su cabeza.
— Tienes razón, es tu culpa. — Elevó su cabeza y me sonrió.
Así éramos, en un momento estábamos tensos y apunto de pegarnos una paliza y al segundo disculpándonos y sonriendo como un par de críos.
Después de esto, dijera lo que le dijera no serviría de nada, terminaría haciendo lo que le diera la gana, como siempre había hecho, eso era algo que nunca pude cambiar de él. Y conociéndolo mejor que nadie metí la pata. Aunque no tenía a quien más acudir, mi familia a pesar de tener una cafetería no le sacábamos rentabilidad, sólo el dinero justo para vivir de una forma sencilla. Éramos una familia común, que sobrevive ganándose el dinero con esfuerzo. Jamás podría juntar tanto dinero como el que debe Tae, sólo podía acudir a Jimin, pero no fue mi intención meterle en otro problema.
"¡Joder!"
"Debo hacer algo antes de que él mismo lo haga"
"Pero, ¿el qué?, no conozco a ninguno de sus contactos, la última vez fue gracias a que Jimin se fue de la lengua y fui yo en su lugar"
"Quizás en su habitación haya algo, un contacto, una dirección, algo"
Tenía que hacerlo cuanto antes, pues ya habían llamado a Tae para que se presentara ante un cliente dentro de dos días.
"Dos días... tendré que pedirle algo de ayuda a JungKook"
----------------------------------------
N/A:
Byun BaekHyun - EXO
Kai (Kim JongIn) - EXO
Do KyungSoo (D.O.) - EXO
Choi SeungHyun (T.O.P) - BIGBANG
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro