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Capítulo 13


Música alta, multitud de personas y peste a alcohol por doquier. Dejé atrás a mis amigos y clavé mis codos en la barra esperando ver a SeHun.

— ¡NamJoon! — Me llamó entre el bullicio y vi como se acercaba a mí tras la barra.

— Has venido. — Chocamos nuestras manos.

— Dije que lo haría.

SeHun era uno de los barman de este pub y como era privado, gracias a él podíamos entrar gratis y sin esperar cola, pero sólo cuando su jefe no estaba en el establecimiento. Días como estos era lo que necesitaba, salir de la escuela, beber hasta no poder mantenerme en pie y tirarme a quien sea.

Jin me estaba dando mucho dolor de cabeza últimamente y mis ganas de partirle la cara aumentaban cada día, pero no podía hacerlo. ¿Por qué no entienden que no necesito a un niñero que me controle?

— Dame de lo más fuerte que tengas. — Le pedí a SeHun.

— ¡Wow!, empezamos fuerte. — Rio a la vez que se alejaba de mí y preparaba mi bebida.

Giré mi cuerpo y vi a HoSeok, Jimin y YoonGi saludando a un par de chicos, por otro lado estaba TaeHyung que hablaba con una chica y Jin y JungKook juntos charlando entre ellos. Justo como predije.

— Aquí tienes. — Me dio el vaso y le di dos tragos.

YoonGi llegó en ese momento y también saludó a SeHun, estuvieron hablando por unos minutos mientras que servía más bebidas para el resto de los chicos. Cuando las hubo servido todas, se excusó para ir a atender a otras personas.

YoonGi y yo volvimos con los demás, repartiendo las bebidas que pedimos.

— JungKook, te pedí un refresco. Aunque no sabía cual querías, espero haber acertado. — YoonGi le extendió el refresco y el pelinegro le agradeció.

Hoy su rostro era algo... diferente. Siempre suele estar callado y apenas sonríe, pero hoy lo estaba más de lo normal. En fin, era un chico un tanto extraño.

— ¡Wohoo!, ¡bebamos! — Comenzó a gritar TaeHyung mientras hacía un baile extraño.

— Sí, pero no te pases. — HoSeok le dio un pequeño golpe en la cabeza. — La última vez, en la habitación de NamJoon, estuve como dos horas metido en el baño contigo mientras tú vomitabas todo.

TaeHyung le sonrió exageradamente mostrando todos sus dientes. — ¡Lo siento! — Le dijo con tono burlón.

Después de un rato apareció la novia de Jimin, él me avisó que también vendría, pero que lo haría por su propio pie. Nos saludó a todos y se apartó un poco de nosotros junto con Jimin.

— Nam. — "Oh no, él no por favor"

— Jin, hoy no, ¿vale? — Alcé una mano, deteniendo que siguiera hablando. — Hoy no quiero verte en toda la noche, como si no existieras.

— Un poco difícil, ¿no? — Se cruzó de brazos. — Primero porque estás hablando conmigo y segundo porque hemos venido juntos.

— Entonces desaparece. — Le di la espalda y me fui de nuevo a la barra para pedir una segunda ronda.


[Jimin]

En un principio no sabía si invitarla o no, pero al final lo hice y como una arrastrada vino hasta el sitio que le indiqué. Me había contado que tenía examen mañana y aquí estaba. No se podía ser más tonta que ella, a veces pensaba si tenía un cacahuete por cerebro.

El tiempo que llevaba con ella nunca la escuché quejarse, ni dar su propia opinión de algo, sólo me seguía a todas partes y hacía todo lo que yo quería, lo que llegaba a aburrirme demasiado. Podría dejarla y buscarme a otra pero, ¿para qué quería otra cuando ésta obedecía todo cuanto le pedía?, aburrido sí, pero no daba problemas.

— ¿Vamos a arriba? — Le señalé hacia arriba con el dedo.

— ¿Arriba? — Asentí.

— Este local tiene una planta arriba de descanso para el dueño y los trabajadores. SeHun suele dejarnos subir. — SeolHyun entendió y sonrió pícara mientras agarraba mi brazo.

Me dirigí hacia los chicos que estaban ya liándola. TaeHyung y NamJoon se habían puesto a bailar como subnormales, haciendo movimientos más extraños aún y los demás se reían.

— Chicos, voy con SeolHyun arriba. — Todos gritaron un "oh" a la vez que reían.

Me fui alejando de ellos con SeolHyun y cuando llegué hasta la barra, le pedí las llaves a SeHun. Subimos y ella echó a correr hasta un gran sofá que había, desabotonó algunos botones de su camisa y me señaló con un dedo para que me acercara.

En realidad no tenía ganas de estar con ella, ni siquiera de estar aquí y mucho menos de tirármela. Sólo quería estar lejos del mocoso, no podía apartar la mirada de él y ver como ni se dignó en mirarme desde ayer.

— ¿Jimin?

— SeolHyun, sólo subimos porque me duele la cabeza del ruido que hay abajo. — Me senté en un sillón junto al sofá que ella estaba.

— ¿Qué?, ¿no vamos a...?

— No. — Eché mi cabeza hacia atrás, descansándola.

Escuché como bufó y después de eso, silencio, glorioso silencio. Estuvimos así una hora, ella chateaba con a saber quién en su móvil y yo me hundía en mis pensamientos. Reviviendo cada minuto de anoche una y otra vez.


Flashback.

— Jimin, tú y yo, ¿qué somos?

Me quedé observando sus enormes ojos fijos en mí y de nuevo la sensación de arrepentimiento volvió. No supe que contestarle, de hecho ni me imaginé que llegara a hacerme una pregunta así. Ya no podía jugar más con él, no me había dado cuenta que todo esto que pasó entre nosotros significó algo importante para él.

— JungKook... — Susurré su nombre y acaricié su mejilla.

¿Qué debía decirle ahora?, no podía estar con él. Esto nunca fue nada serio, sólo nos dejamos llevar y JungKook debería de saberlo.

"Aunque debo tener en cuenta que para JungKook todo es nuevo" "Quizás está confundido" "No debería de preocuparme"

— JungKook, sé que puede ser todo muy confuso, pero...

— No, Jimin. — Me interrumpió. — Llevo mucho pensándolo, sé que nunca he sentido un sentimiento fuerte por alguien, pero es por eso que estoy más que seguro de este sentimiento... porque nunca lo he llegado a sentir, hasta ahora. — Bajó su mirada. — Y sé que no estoy confundido.

Mi pulso se aceleró después de escuchar tales palabras y una parte de mí me pedía que lo correspondiera, pero la otra me hacía ver la realidad. Realidad a la que JungKook no podía meter.

"Simplemente no puedo"

— Veras JungKook, yo no puedo...

— ¡Está bien!, no sigas. — De nuevo me interrumpió. — Ya entendí.

Se soltó de mi camisa, que aún agarraba, y dejó caer sus brazos. Permaneció con la cabezada gacha y se retiró un par de pasos.

— ¿Seguro qué estás bien? — Se que fue una pregunta estúpida, pero no sabía que más decir.

Él asintió y vi como se alejaba de mí y se metía en el baño.

"Lo siento"

Fin del flashback.


Nunca debí acercarme a ese mocoso, por su culpa no podía quitármelo de la cabeza y más ahora que lo había conocido mejor, llegué a acostumbrarme a tenerlo en la habitación e incluso, aunque me quejara de él delante de los chicos, dentro de mí sabía que me gustaba estar cerca suyo. Pasé del asco que le tenía a... ¿a qué?, ¿a qué pasé?

"A tenerle cariño", me auto contesté. Aunque, "no, no sólo era cariño"

Tenía que hacer algo, debía quitármelo de la cabeza, ya le dejé claro que no podíamos tener nada o al menos eso quise creer que entendió. Ahora yo tenía que mentalizarme, nada de besos, ni caricias, ni juegos de cama, ni siquiera acercamientos. No, eso último me era imposible, compartíamos la misma habitación y TaeHyung lo traía a cada sitio que íbamos.

"Maldición, ¿qué me ha pasado?, para mí siempre fue fácil el deshacerme de las personas"

Me levanté haciendo sobresaltar a SeolHyun.

— ¿Qué te pasa? — Me preguntó una vez se incorporó.

Sin decirle nada me acerqué a ella y la tumbé de nuevo, ataqué sus labios con desesperación. Tenía que olvidarme de JungKook, concentrarme en otra cosa que no fuera él.

— ¡Au! — Se quejó cuando mordí fuerte su labio. — Más suave, Jimin.

— Cállate, joder.

Haciendo caso omiso a sus palabras seguí devorándole los labios, pero estos no sabían igual que los del mocoso, los suyos se sentían muy diferentes... Y de nuevo ocupando mi mente.

Llevé mis manos a sus senos y los agarré fuertes, escuchando como SeolHyun se quejaba y soltaba palabras sueltas que ignoré por completo. Quité su camiseta y ahora mis labios se situaban en su cuello.

— J-Jimin, más despacio.

No se había quejado nunca, ¿y ahora lo iba a hacer?

— Quítate el pantalón. — Le ordené mientras yo sacaba mi chaqueta y camiseta.

Y cuando fue hacerlo la puerta se abrió de un portazo y ambos nos giramos para ver a... ¿JungKook?

"¿Qué hace él aquí?"

— Ups, no quishe moleshtar. — ¿Estaba bebido?

— ¿JungKook? — Me aparté de SeolHyun.

— Lo shiento contigo no me hablo. — Se dirigió hasta SeolHyun. — Esh con ella con quien quiero hablar.

— JiMin, dile que se vaya. — Dijo SeolHyun que se había tapado el pecho con su camiseta que segundos antes le quité.

— ¡Me iré! — Gritó. — Pero antesh debesh shaber la verdah. ¡Tu novio she acoshtó conmigo!

— JungKook, creo que ya está bien. — Le cogí del brazo y me lo llevé hasta la puerta.

— ¡No, espera!, ¿qué es lo que has dicho? — Se levantó del sofá y se acercó a nosotros.

— Está borracho SeolHyun... — Le intenté tranquilizar, su cara se había desencajado completamente.

— Con más razón, los borrachos no mienten. — Cogió el otro brazo de JungKook. — Vuelve a repetir lo que has dicho.

— ¿Qué Jimin she ha acoshtado conmigo? — Empezó a reírse y gracias a que lo teníamos sujeto no llegó a caerse.

SeolHyun me miró con los labios apretados y sus mejillas coloradas, pero no por timidez, sino por ira.

— ¿Es verdad, Jimin? — Sus ojos empezaban a ponerse algo rojos.

— Sí. — Contesté y le aparté la mirada, pude ver como antes de hacerlo una lágrima corría por su mejilla.

Sin decir nada más soltó el brazo de JungKook y éste se tambaleó un poco, tuve que agarrarlo mejor para que no cayera. Después todo ocurrió rápido. Sentí una mano impactar en mi mejilla y luego ver a SeolHyun salir corriendo.

Me quedé ahí de pie, pensando en como me las apañaba siempre para hacerle daño a personas que no se lo merecían.

"Soy horrible"

— ¿Hishe algo malo? — La voz ebria de JungKook me volvió en si.

Tenía los ojos rojos, se tambaleaba e incluso teniéndolo agarrado. ¿Pero cuánto debió de beber?, ¿y por qué le dejaron hacerlo?

— ¿Quién te dio la bebida? — Le pregunté.

Se quedó pensativo un rato. — SheHun o algo ashí. — Suspiré y el pelinegro volvió a abrir la boca. — Oí a NamJoon deshir que la bebida te hashe olvidar. — Se frotó la cara con la palma de su mano. — ¡Pero esh mentira!, todavía shigues en mi cabeza. — Bajó su rostro y pude ver como sus labios formaban un adorable puchero.

Levanté su rostro y varias lágrimas, ya formadas, desbordaron por sus ojos. Era la viva imagen de un niño de 8 años dolido porque su mamá le regañó.

No pude evitar atraerlo hacia mí, rodearlo con mis brazos y acariciar su espalda para calmarlo. Él se agarró con fuerza a mí, clavando sus uñas en mi espalda y apoyando su cabeza en mi hombro, mientras lloraba en él.

— Lo siento, lo siento mucho. — Le susurré cerca de su oído.


— Mamá, mira que te traje. — Acerqué un pequeño ramo de flores hacia mi madre.

— ¡Son preciosas, cariño! — Las cogió, pero cuando me miró más detenidamente su sonrisa se borró. — Cariño, ¿qué te ha pasado en la cara?

— Nada, unos idiotas. — Dije cruzado de brazos y haciendo morros.

— ¿De nuevo te has peleado? — Golpeó la cama en la que estaba acostada y me senté en ella. — Ya hablamos sobre ello... Si sigues así nadie te querrá y te quedarás solo para siempre.

— ¡Eso no pasará!, tengo a HoSeok y también a ti. — Acarició mi pelo y sonrió al instante.

— JiMmn, tu amigo HoSeok no estará por siempre contigo. Él también tiene su vida y aunque ahora esté contigo, llegará el momento en el que deba seguir su camino.

— ¿HoSeok me va a abandonar? — Mi madre comenzó a reír.

— No cariño, él es tu amigo y no te dejará, estoy segura, pero no podrá estar contigo tanto como lo está ahora, ¿entiendes?

— No. — Negué con la cabeza.

— Está bien, no tienes por qué entenderlo aún, eres muy pequeño, pero prométeme que dejarás de hacer daño a las personas.

— ¡Lo prometo!. — Levanté mi meñique mientras sonreía y luego la abracé. — Tengo que irme mamá, pero mañana volveré a visitarte.


Me desperté de golpe, sintiendo un peso en mi cuerpo. Miré hacia abajo y vi la cabellera de JungKook recostada en mi pecho. Dejé caer mi cabeza de nuevo y empecé a recordar que después de que SeolHyun se fuera corriendo, abracé a JungKook, quién no paraba de llorar hasta que se quedó dormido en mis brazos.

"Fue un sueño"

"Menudo hijo tenías..., ni promesas puedo cumplir"

"Mal hijo"

"Mal amigo"

"Mal amante"

"¿Acaso sé hacer algo bien?"

"Sí, meterme en líos"

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