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Capítulo 10


[JungKook]

Me pasé unos veinte minutos admirando a Jimin dormido y aunque era un tiempo considerable para sólo estar mirando, podía permanecer así por horas. Era gracioso lo estúpido que me había vuelto de la noche a la mañana y aunque mi cabeza era un auténtico caos volví a ver a Jimin como aquel ser divino que vi la primera vez que me topé con él y el ogro que fue, desapareció.

Después de lo de anoche mi mente se volvió una encarnizada guerra. Mis sentimientos protegidos por un fuerte muro estaban siendo invadidos por soldados Jimins que derrumbaban aquel muro que había forjado durante tantos años.

"Y yo que creí que era impenetrable..."

"Y después de esto... ¿qué?"

"¿Debo comportarme como si nada?"

"De eso nada, no puedo ocultar algo así"

"¿Fue importante para mí?"

"Supongo que sí... ¿no?, sino, no me habría dejado... aunque es difícil resistirse"

"¿Y eso no me hace...?"

"¡¡No soy gay!!... ¿verdad?"

"Claro que no, JungKook, aunque nunca llegó a gustarme ninguna chica"

"Normal nunca salía..."

"Pero eso no significa que sea gay"

"No soy gay... lo sé, lo noto en mi interior"

"Soy un macho, exacto"

— ¿Qué haces JungKook?

— ¡¡No soy gay!!

Jimin quién había despertado, no sé en que momento, estaba recargado en sus codos mirándome algo sorprendido por mis palabras.

— No me interesa tu condición sexual por si te lo preguntas. — Terminó por levantarse. Las sábanas que lo tapaban cayeron y su hombría quedó descubierta, encima el muy idiota no hizo nada para taparse, se quedó tal cual.

Tapé mis ojos avergonzado y él se dio cuenta, se acercó hasta mí, inclinándose hasta donde estaba sentado y me rodeó con sus brazos por detrás.

— Anoche te veías demasiado lindo. — Me susurró y me sobresalté al notar su respiración cerca de mi cuello.

Luego se separó riéndose por mi comportamiento y se metió al baño.

"Idiota, ¿cómo me haces esto?"

Se me iba a salir el corazón del pecho y tuve que calmarme o me daría un infarto.

Cuando salió con el uniforme puesto me metí rápidamente. Me estaba comportando como una chica enamorada pero, ¿qué podía hacer?, el sólo mirarle sentía mis mejillas arder y las pulsaciones a mil por hora. Tenía que acabar con esto, no llevábamos ni una hora así y ya no podía soportarlo.

"Creo que soy un poco exagerado, pero nunca había sentido esto"

"Es normal que chicos de mi edad ya hayan pasado por temas así, pero para mí era mi primera vez"

"Y a todo esto... ¿qué era "esto"?"

Salí del baño y ahí estaba él, preparando sus libros.

— Esto..., Jimin. — Le llamé mientras jugaba con mis dedos nervioso.

— ¿Sí? — No se giró, siguió a lo suyo.

— Cuando en tu cabeza empiezas a pronunciar sin parar la palabra "esto"... ¿qué significa? — Esta vez si se giró.

— ¿A qué te refieres con "esto"? — Enarcó una ceja confuso.

— No lo sé. — Me quedé pensativo, encontrando una respuesta, pero si pudiera sacarla yo no estaría preguntándole a él. — Sólo sé que no para de rondar en mi cabeza.

— ¿Puedes decirme que tipo de frases piensas cuando aparecen ese "esto". — ¡Ni hablar, no podía!, negué con mis manos. — Si no me lo dices no te puedo ayudar.

— Es que... — Se acercó a mí y puso una mano en mi cabeza.

— No te habrás enamorado de mí, ¿verdad?

Me quedé estático, ¿por qué sus palabras retumbaron en mi interior?, ¿enamorarme?, imposible.

"¿Verdad?"

Rio y despeinó mi cabello mojado, no podía moverme, mi cuerpo se había quedado entumecido por aquellas palabras y Jimin notó mi extraño comportamiento. Se le borró la sonrisa, quedándose simplemente mirándome.

— Debemos... irnos a clase. — Se alejó, se puso su chaqueta y cogió su cartera. — Date prisa.

— ¿Vamos a ir juntos? — Le pregunté en cuanto volví en si.

— Por supuesto... — Se rio tapando su boca para que no lo viera. — que no.

Y se marchó explotando de la risa después de cerrar la puerta. ¿Se creía que no lo había escuchado?

"Idiota"


[Jimin]

Quise con todas mis fuerzas contener mi risa, pero me estaba costando demasiado. Verlo ahí parado, con esa cara tan inocente preguntándome cosas extrañas que después intuí a que se refería con "esto", me pareció muy lindo. Me daba en la nariz que se había quedado colgado y para ser sincero eso era muy mala noticia. Simplemente no podía. Maldición.

"Debí tener más cuidado" "¿Qué voy a hacer ahora?"

Vi a lo lejos a mi amigo HoSeok, corrí hasta él y me subí a su espalda de un salto.

— ¡¿Pero qué cojones?! — Movía su cabeza de un lado a otro.

— ¿Tu madre no te enseñó a no decir palabrotas?

— ¿Y a ti no te enseñó modales? — Se soltó de mí y me dio un golpe en la cabeza.

— ¡Ouch!

— ¿Ya no te acuerdas de mi herida, idiota?— Dijo mientras masajeaba su costado.

— Claro que sí, pero se que eres fuerte como un roble. — Levanté mi pulgar y reí. Él sólo refunfuñó. — Por cierto, ¿estás mejor?

— A buenas horas preguntas y sí, gracias a TaeHyung que no se separó en toda la noche de mi lado, a pesar de que NamJoon y Jackson también estaban.

— TaeHyung es así. — Asintió y seguimos caminando. — Ah, HoSeok, debo contarte algo.

Me miró frunciendo el ceño. — ¿Qué has hecho ahora?

— Nada grave... creo.

— Cualquier cosa que haces debo tomarlo como algo grave, Jimin. — Reí. — Y no te rías es verdad.

— Lo siento. — Musité.

— Cuéntame.

— Se trata de JungKook, el amigo de TaeHyung. — Se quedó callado esperando a que siguiera contando. — Verás..., creo que hice algo que no debía.

— ¿Le has pegado?

— ¡No! — Hice una pausa. — Vale, podría haber sido una opción pero no le pegué, de verdad.

— Jimin, sólo es un crío, más te vale no haberle hecho daño.

— No me digas eso HoSeok... que me haces sentir peor. — Llevé mis manos a la cabeza. — ¿por qué se empeñan en verlo como si fuera un bebé?

— Porque aún es pequeño.

— Sólo es dos años menor que yo.

— Sí, pero la diferencia de edad se nota, y ahora dime de una vez que le hiciste.

— Me acosté con él. — Le dije y se detuvo, pero yo seguí caminando.

— ¡¿Qué te has acostado con él?! — Gritó y tuve que retroceder rápidamente y tapar su boca por las miradas que nos habíamos ganado de estudiantes que pasaban por allí.

— Cierra la boca, ¿quieres que se entere toda la escuela? — Apartó mis manos de su boca.

— Pues no estaría mal, te echarían a patadas, ¿sabes?

— No lo obligué, ¿vale?, él también quiso.

— No te creo Jimin.

— Pues no me creas. — Aligeré mi paso dejando a mi amigo detrás.

Al acabar las clases pasé por el pasillo que daba a la clase de JungKook, lo busqué por cada aula que me cruzaba hasta dar con ella y encontrándome con JungKook acompañado de su ¿tutor?, el cual tenía apoyado un brazo en el hombro del menor.

"Menuda confianza"

— ¡Eh! — Llamé la atención de ambos, aunque a mí sólo me interesaba la atención de JungKook. — ¿Puedes salir?

— ¿Acaso no ves que está ocupado? — Aquel hombre dejó de posar su brazo en él y se dirigió a mí. —¿De qué curso eres?

— Dos cursos más. — Respondí sin ninguna importancia. — Siento interrumpir pero es urgente. — Intenté suavizar la situación. No tenía ganas de problemas ahora.

— ¿Lo conoces? — Le preguntó ahora a JungKook y éste asintió. — Bueno, ya seguiremos hablando. — JungKook le hizo una reverencia y el profesor salió de la clase.

— Menudas confianzas se trae ese, ¿no? — El pelinegro soltó un suspiro.

— ¿Qué quieres Jimin?

— ¿Ya se te fue el buen humor? — Sonreí al ver su cara de "pocos amigos".

— Quizás por que alguien se estuvo riendo en mi cara.

"Hasta enfadado se ve tierno"

— Bueno como sea, debes venir conmigo.

Tiré de él, llevándolo fuera del centro, donde HoSeok me esperaba. Le solté y pasé un brazo por sus hombros.

— Vamos JungKook, dile que tú quisiste acostarte conmigo.

— ¡¿Qué?! — Me quitó el brazo y se separó de mí.

— Jimin... — HoSeok me lanzó una mirada desaprobatoria y luego se acercó a JungKook. — Tranquilo JungKook, no le eches cuenta, suele ser así.

— ¡Pero lo traje para que me creyeras! — Cogí la muñeca del menor y la sacudí. — Vamos díselo de una vez.

— Jimin, basta... — HoSeok deshizo el agarre.

— ¡Estás loco cabeza de mandarina! — JungKook retrocedió varios pasos y luego echó a correr.

— Mierda. — Chasqueé mi lengua. — Maldito niño, siempre huyendo.

— Te pasaste, Jimin.

Mi amigo estaba siendo demasiado molesto hoy. Sólo quería que viera que no mentía, que el crío se dejó hacer de todo y no se quejó ni una vez, pero claro aquí el de cara inocente era él no yo.


[JungKook]

Un ogro, eso es lo que era, un maldito ogro y no dejó de serlo ni un sólo momento. Fui estúpido al pensar que su forma de ser hacia mí había cambiado, pero no.

"Que te den Jimin, no volveré a dirigirte la palabra"

Encima por su culpa había suspendido un examen, justo el cual no me dejó estudiar. Mi tutor estaba dándome una charla, sin sentido por cierto, porque no fui el único que suspendió, sin embargo me vio a mí cara de tonto y tuve que tragarme todo su sermón. De verdad que ese profesor llegaba a ser raro.

— ¡JunKookie! — Me llamó una voz grave que podía reconocer a miles de kilómetros.

— ¡Tae! — Llegó corriendo hasta mí y después de recuperar el aliento agarró mi brazo.

— Mi querido conejito, tengo buenas noticias. — Odiaba que me llamara así, aún después de estos años seguía haciéndolo. — Me han chivado que dentro de 3 meses habrá un evento y colaborarán los dos sectores.

— ¿Y eso que significa?

— Cierto mi querido conejito, eres nuevo.

— Tae, deja de llamarme así.

— ¿Por qué? es divertido. — Se rio mostrando todos y cada uno de sus dientes.

— Muy bien, entonces yo te llamaré... — Me acerqué a él. — Elefantito.

— Te mataré. — Me amenazó y yo empecé a correr tan rápido que cuando quise detenerme por el dolor en mi cuerpo vi que había desaparecido.

"¿Donde se ha metido?"

Lo busqué por el patio pero no lo encontré, "¿se habrá ido a su habitación?... en fin me largo". Me volví hasta mi habitación y cuando iba a abrirla oí pasos corriendo hacia mí y sin darme tiempo a esquivar, TaeHyung me rodeó con sus brazos.

— Te pillé. — Comenzó a reírse mientras apretaba con fuerza mi cuerpo.

— Tae... me haces... daño...

— ¡Es tu castigo por llamarme elefantito!

— Tú empezaste... con lo de conejito. — Me estaba abrazando con tanta fuerza que me costaba no soltar algún quejido de dolor. El cuerpo aún me seguía doliendo horrores, pero claro, él no sabía de mi lastimado cuerpo, y no podía culparle, pero si seguía me iba a dejar peor de lo que ya estaba.

— Pues suplícame perdón. — Pronunció cada palabra como si de una canción se tratara.

— Tae, de verdad... que me haces... daño.

— Conejito y elefantito, ¿podéis quitaros de la puerta?, quiero entrar. — Tae y yo nos giramos viendo a Jimin de brazos cruzados mirándonos. Tae me soltó, solté un suspiro de dolor y nos apartamos. — Gracias. — Y nos regaló una sonrisa.

Tae me hizo un gesto con la cabeza el cual no comprendí.

— ¿Qué te pasa, Tae?

— Vamos a tu habitación.

— Es ésta. — La cara de asombro de mi amigo con la boca abierta siempre me había hecho mucha gracia. — ¿Recuerdas cuando te dije que tuve un problema con la habitación?

— Sí, pero no sabía que te metieron aquí. — Ese "aquí" lo pronunció con más fuerza de la cuenta. — Ser el compañero de Jimin debe ser toda una tortura.

Volvió a intentar a atraparme con sus brazos, pero esta vez fui más rápido y se lo impedí.

— Tonto... esta vez era un abrazo de oso amoroso. — Se cruzó de brazos. — Cómo los que nos dábamos antes. — Reí mientras negaba con mi cabeza.

Abrí la puerta y Tae me empujó para entrar él.

— ¿Qué haces, no tienes habitación? — Le cuestionó Jimin que ya andaba cambiado de ropa y tirado en su cama con un portátil en sus piernas.

"Jimin debió ser Flash en otra vida porque nunca había visto a alguien cambiarse tan deprisa"

— Sí, pero mi deber es proteger a mi conejito.

Jimin bufó molesto, ¿quizás por el comentario de Tae?, no era un experto pero sonó un poco... celoso.

"¿Celoso?, venga ya JungKook... no te emociones"

Me senté en mi cama y TaeHyung me siguió.

— Bueno, ¿me vas a contar eso o qué? — Me quité la chaqueta y la dejé en la cama mientras me sobaba el costado que aún me dolía por culpa de mi amigo.

— Escucha con atención. — Se acercó más a mí. — Dentro de 3 meses se celebra un evento que llevaran a cabo los alumnos universitarios, lo hacen todos los años. En el evento los alumnos pueden escoger cualquier especialidad y con especialidad me refiero como las asignaturas secundarias que tenemos.

— Te refieres a música, dibujo, fotografía, danza... — Cité algunas como ejemplo.

— Exacto, ¿y sabes qué?, colaboran con nosotros. — Enarqué una ceja confuso. — Ya sabes, con los alumnos del sector uno. Para ellos es una prueba y para nosotros un aprendizaje. Por lo que... — Se quedó mirándome esperando alguna palabra mía.

— ¿Qué?

— No te recordaba tan lento, JungKookie. — Le di un suave golpe en el hombro con mi mano libre. — Quiero decir que puede que te escojan como compañero.

— ¿A mí? — Reí. — No lo creo.

— Deja de ser tan modesto yo te he escuchado can... — Le tapé la boca rápidamente y miré hacia Jimin que nos estaba mirando.

— Gracias por la información Tae, pero no pienso participar. — Volví mi mano al costado contrario al que acariciaba.

"Debo comprarme alguna pomada o algo, el dolor no se va y resulta un problema"

— JungKookie, me estás poniendo nervioso, ¿qué te pasa?, ¿por qué no dejas de sobarte?, es imposible que te haya hecho tanto daño. — Negué con mi cabeza. — Déjame ver anda. — Llevó sus manos a mi camisa y tiró de ella para sacarla de dentro del pantalón.

— ¿Qué haces, Tae?, estoy bien, estate quieto. — Le impedí que siguiera, pero me ignoró.

— Te ha dicho que está bien. — Elevamos nuestras cabezas. Jimin quitó la mano de TaeHyung de mi camisa y se volvió a la cama.

— ¿Y a ti qué te pasa?, estás con un humor de perros hoy. — Se refirió a Jimin pero éste lo ignoró. — A veces no hay quien te aguante. — Suspiró, se levantó y se tiró encima del pelinaranja.

— Joder Tae, ¿qué haces? — A Tae parecía que le estaban dando espasmos encima de Jimin y no pude evitar reírme por ello, más que nada por la cara del mayor, que en cualquier momento iba a darle un buen puñetazo si no se quitaba.

— Jiminie, Jiminie, Jiminie. — Pronunciaba su nombre una y otra vez con una voz bastante irritante.

Después de aquella divertida escena de la que disfruté bastante, Tae se marchó. Me quedé pensando en mi cama sobre lo que mi amigo me había contado, sobre aquel evento. Parecía divertido pero de ninguna manera iba a participar, además, ¿quién me pediría ser su compañero?, no conozco apenas nadie y a los poco que conozco son casi todos amigos de TaeHyung.

Escuché la puerta abrirse. Era Jimin que una hora antes había salido a saber donde. Llevaba una pequeña bolsa con él, sacó una cajita y luego lo que había dentro de ella.

— Ven, acércate. — Me dijo desde los pies de mi cama.

— ¿Cómo?

— Que te acerques dije. — Me quedé confuso. — ¿Tengo que volver a repetírtelo?

Me arrastré por la cama hasta llegar a los pies de ésta y él se arrodilló. Pude ver mejor que era lo que tenía en sus manos, era ¿crema? o eso parecía.

— Quítate la camisa. — Abrí mis ojos más de la cuenta y mis mejillas poco tardaron en coger un notable rubor.

"¡¿Qué?!, ¿qué me quite la camisa?" "¿En qué está pensando?" "¿Se quedó insatisfecho y ahora viene a por más?" "¡No!, de eso nada, me dije que no le volvería a dirigir la palabra y que me tocara mucho menos"

En medio de mi discusión interior Jimin me mostró aquel tubo y pude leer un nombre extraño y debajo las palabras "pomada" y tras éstas "Alivio de los hematomas producidos por golpes en...", dejé de leer y lo miré.

"¿Me ha comprado una pomada?, ésta hora que estuvo fuera... fue porque había ido a comprar una pomada?"

— ¿Ahora sí quitarás tu camisa?, o... ¿prefieres que lo haga yo? — Sus labios se ensancharon formando una sonrisa perversa.

Negué varias veces y con cuidado la desabotoné y me la saqué, ruborizándome aún más. Era tonto, ya había visto todo mi cuerpo pero no podía evitarlo.

— Gracias. — Me agradeció y continuó. — Aunque hubiese preferido quitártela yo. — Y de nuevo esa sonrisa que me volvía loco.

Extendió la pomada por cada uno de mis moratones, sintiendo un frío y escozor cada vez que hacía contacto con mi piel.

— Listo. — Dijo cerrando el bote.

Luego cogió mi camisa antes de que yo lo hiciera y con sumo cuidado me la puso, abotonándola mientras me lanzaba miradas y sonrisas.

"El idiota estaba disfrutando, disfrutaba verme sufrir pero,... mentiría si dijera que no me gustaba como me estaba tratando. Con tanta delicadeza y dulzura..."

"No, JungKook espabila, no puedes caer en sus redes, recuerda lo de hoy con HoSeok, ahí no tuvo ningún tacto"

Cuando terminó se quedó ahí parado sin borrar la sonrisa y llevó su mano a mi mejilla, acariciándola con la yema de los dedos.

— ¿Me das un beso? — Me preguntó con la voz más dulce del mundo y yo me quise morir. — ¿No vas a hablarme? — Seguí sin responderle. — Entonces lo tomaré como un sí.

Llevó su otra mano a mi otra mejilla y se acercó tanto a mí que pude notar su respiración chocar en mis labios y como si hubiese sido hipnotizado cerré mis ojos esperando aquel beso.

Beso que nunca llegó y me tuve que obligar a abrir mis ojos de nuevo.

— Me encanta tu personalidad. — Sonrió tanto que sus ojos desaparecieron. — Tan dulce e inocente.

Se estaba burlando de mí, de nuevo, el muy idiota disfrutaba verme sufrir y yo que soy medio tonto siempre lo complacía.

Cuando fui a quejarme por su actitud se acercó de nuevo y me besó. Un besó rápido, pero dulce y cálido. Entonces se levantó y se fue hasta el baño mientras reía.

"JungKook... así no podemos seguir, hace con nosotros lo que quiera y lo peor es que dejamos de oponer resistencia...", me dije mientras acariciaba mis labios con mis dedos.

"Pero no me voy a mentir, me ha gustado", y una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro.

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