XXXIX
Mi querido y dulce ChanYeol, tengo una importante noticia que darte.
JunMyeon había entregado la carta justo a tiempo. Sin saber de lo que se podría tratar, cuando llegó a sus manos inspeccionada por la seguridad en sus bases antes hasta ellos (en su largo viaje que hizo desde Corea hasta Líbano), no esperó descubrir su contenido previo a entregársela a quien a veces todavía llamaba por cadete al recordarlo como ese joven chico que había instruido durante años en la academia.
No estaba muy seguro de escribir esto en un principio, en realidad, todavía se siente mal que lo haga solo por escrito en lugar de decírtelo de frente, pero creo que no hay más tiempo, y mis nervios junto a mis preocupaciones pueden un poco más para querer enfrentar el asunto ante ti aun cuando sé que en un punto tendré que hacerlo (en otras palabras, estoy atrasando descubrir tu reacción frente a mí, y decirte todo esto con una introducción super larga que no llega en ningún momento al punto, ¡hasta me sudan las manos! Perdona si el papel está un poquito mojado por eso).
Nunca había sido de los que se metieran mucho en la vida de sus subordinados. Por más que sí tuviera un cuidado en ellos, JunMyeon gustaba más de dejar una distancia para que los soldados, cabos y sargentos a su mando no lo vieran más que como un General, un padre al que se le debe temer si tenían problemas fuera del trabajo y lo que involucraba hasta en sus emociones.
Tengo que ser sincero en esto, no puedo atrasarlo más, así que te lo diré tal cual es la cosa: estoy embarazado. No, esto no es una broma. Tampoco te estoy mintiendo o diciendo esto por querer confundirte. Sé que sabes lo muy posible que es, y sé lo inquieto que debes estar ahora. Me gustaría poder calmarte, pero la bomba tenía que explotar. Y tan preocupado como tú te puedes hallar, déjame decirte que lo estoy yo de la misma forma, así que, ¿nos entendemos? ¿De alguna manera?
ChanYeol había sido un caso especial en todos esos años. Por más que no quisiera hacer un favoritismo entre ellos, JunMyeon no había sido capaz cuando hubo tanta involucración de una simple persona.
Desde el asunto que ocurrió hacía años con esos nuevos chicos en servicio militar, cuando vio a ese cadete estrella tambalear en su desempeño casi al final de su carrera, no pudo perder al valioso hombre que tenía consigo. Se había involucrado emocionalmente a su lado, y aunque escucharlo le pareció ridículo porque sonaba a un romance adolescente que tenía innecesaria cantidad de drama por la cual hasta se atrevió a sonreír y burlarse en su cabeza en el momento, no negó su ayuda.
BaekHyun había sido una pieza interesante en su vida desde esa ocasión. Tan pronto recibió hasta una carta donde casi lo amenazaba de no estar cuidando bien al mismo cadete por el que ahora ponía un poco más de atención en las relaciones, estados psicológicos y emocionales de la gente en sus grupos, sintió que su sonrisa había crecido el doble y no se daría el lujo de ignorar lo que ahora pasara bajo él... específicamente con estas dos personas.
No estoy preocupado porque algo vaya mal, en realidad, puedo asegurarte que hasta ahora el embarazo ha ido de maravilla. O sea, con las molestias que un embarazo puede tener, claro, pero lo más feo ya ha pasado. Desde como el segundo trimestre, los mareos y el vómito desaparecieron. Hubo unos cuantos antojos raros, y cambios hormonales que me dejaron muy sentimental, pero nada que deba preocuparte. Ahora estoy enorme y rebosante de salud para tener a nuestros bebés con nosotros.
Las cartas, postales, telegramas y hasta llamadas que pasaron por ligero monitoreo entre ellos no le fueron desconocidas desde entonces. Sus equipos de inteligencia debían cuidar que nada inadecuado llegara a sus manos–más con los temas tan sensibles y peliagudos que se trataban en ese equipo especial del que él había tomado la batuta–, pero él nunca habría revisado nada más allá de lo que no debiera.
Si en esa ocasión descubrió lo que tenía la carta que el audaz y temerario antiguo soldado BaekHyun había mandado para el cabo Park fue más porque algo se cayó de ella. Con su correspondencia entre manos en su sala de juntas dispuesta bajo el campamento en el que ahora estaban para terminar la última exploración a la zona, había decidido que lo entregaría y las órdenes de partir al aeropuerto para volver a casa quedarían expuestas al terminar con su misión.
En sus movimientos torpes, quizá cansados al levantarse de ese escritorio que alguien más se encargaría de transportar para deshabilitar el área, el sobre medio mal cerrado tras su inspección dejó que algo de su contenido se cayera.
Y sobre un suspiro, se agachó para recoger lo que luego le dio sorpresa de ver entre sus manos.
Me estoy adelantando mucho a los hechos, perdón, esta carta está siendo un desastre. Tal vez es porque mi cabeza también lo es en estos momentos. Bueno, ya sabes que estoy embarazado, y si no lo pudiste entender antes, pasé ya mi segundo trimestre. En realidad, estoy muy avanzado en el tercero ahora. Tengo 34 semanas y para cuando llegues ya estaré en la 35... o sea, pasados los ocho meses y casi en el noveno. Vamos a tener mellizos, una niña y un niño. Y déjame decirte, ellos son HERMOSOS. Si no me crees, te mando aquí una foto de su última ecografía para que los veas.
Eran fotos, y aunque no fuera raro que entre algunas cartas sus soldados se mandaran fotos con sus seres queridos, esos tenían algo especial porque estaban en un tono amarillento y negro que no le parecía normal; al verlas mejor por estar en sus manos para meterlas de regreso a su sobre, su ceño fruncido pasó a ser uno arqueado porque lo reconoció. Eran ecografías de dos bebés que lo hicieron cubrirse la boca del asombro.
Pero ¿qué significaba todo eso? JunMyeon pecó ahí de curioso, porque cuando otra foto se le presentó aunada a eso con la foto de un hombre que reconocía ahora embarazado, no pudo no leer el contenido de la carta.
Ya te puse una foto mía antes de la visita que tuve hace poco con mi mamá y HyunBin en otra carta, pero esa foto está como de mi pecho para arriba. Sé que debes estar muy curioso sobre mi estado ahora, así que he decidido añadir otra foto que me tomé hace poco frente al espejo yo solo. Una con buen ángulo, sin esconder nada. Estoy de perfil y de frente para que lo veas. Así es cómo me veo ahora, enorme, ¿no? Ahora entiendes más de lo que hablo. Eso es lo que un hombre embarazado parece y... es como me vas a ver cuando vaya a buscarte en el aeropuerto.
(Si es que no subo uno o dos kilos más porque a veces los antojos atacan en las noches).
Con una mano en la esquina de su escritorio como si buscara sostenerse, JunMyeon leyó a una velocidad impresionante la carta. La sorpresa y severidad de esto lo pasmaron, su mente quedó casi en blanco, y como si él fuera el padre, la emoción en su interior se revolvió con cierta acidez por los temores.
Estaba reviviendo momentos que en su pasado también llegaron a atormentarlo, y pensar que ahora fuera uno de sus pupilos el que se viera en ese mismo caso, él... no supo cómo tomarlo.
Era un shock en toda su norma.
Lamento muchísimo no habértelo dicho antes, sé que debí, desde el primer día en el que lo supe mereciste saberlo. Fui un idiota por creer que no fuera lo correcto. Una parte de mí todavía piensa de ese modo, más guiado por las inseguridades que tan bien me conoces y por el temor de que tú perdieras algo valioso con lo que has hecho en tu trabajo teniendo esta importante misión a la que te han pedido ir tan lejos... Nada justifica no habértelo contado, pero espero luego de que hayas leído esto, podamos hablar con mayor calma para aclararte toda la situación y que después todavía puedas estar con nosotros... si es lo que tú quieres, seguir conmigo...
Todas esas palabras plasmadas con dolor, tristeza, temor y lo que debería ser algo alegre contrario a lo que dijo antes, le hicieron entender muchas cosas. Era cierto lo que le había dicho antes a ChanYeol, el mejor soldado era el que sabía escoger sus batallas y el momento adecuado para retirarse. No sabía lo que fuera a pasar desde aquí, quizá él hubiera impulsado mucho en ChanYeol para que continuara sobre su misma tutela, pero...
Su misma involucración en la vida del ahora cabo (próximo a ser nombrado sargento en cuanto pisaran tierras coreanas), le decía que lo que sea que pudiera ocurrir debía ser mera decisión suya. No del General Kim JunMyeon.
Tuvo que entregar la carta con cierta pesadez en el corazón por saber lo que eso significaba.
Jamás evitaría que tú vieras a nuestra niña y nuestro niño si piensas hacer lo contrario. Solo quiero dejarlo claro, porque a la vez te doy la libertad de hacer como mejor te sientas cuando sopeses bien la información que te he dado. Y quiero que sepas que, a pesar de todo esto, aún te amo. Demasiado. Con mi vida, ChanYeol.
"Parece que ya tienes todo listo por aquí, cadete."
"Señor."
Siempre voy a hacerlo.
"... A veces puedes estar aquí por tres meses, por seis, por diez. A veces hasta por años sin descanso. Pero siempre hay que volver, nunca debemos olvidarnos de eso. Porque esto no lo es todo en la vida. Hay mucho más, muchas cosas más y personas..."
Te estaré esperando en el aeropuerto con una sorpresita más de lo que ya te he dicho.
"Última correspondencia, Park. Por cierto, felicidades," cuando dijo eso de último ni siquiera lo pensó, por más que una sonrisa se desplegó en sus labios al ver el ceño que se fruncía en el hombre junto a él, dejó que las cosas cayeran solas.
Había hecho lo que necesitaba. Y al final, ChanYeol también le dio una lección en medio de eso. Sin que él lo supiera.
Con todo el cariño del alma, BaekHyun.
Era hora de volver a su casa.
El viaje se dio solo después de eso. A diferencia de sus hombres, JunMyeon se sentó muy al frente y lejos del alboroto en sus conversaciones a voz alta. Cerró sus ojos y se dejó descansar las horas que faltaban para llegar a Corea mientras pensaba en una sola persona.
Bajado del avión y recuperadas sus maletas, JunMyeon se detuvo en los pasillos para revisar su celular. Normalmente no lo hacía porque él iba directo a lo que buscaba, pero en esa ocasión no ignoró los mensajes que le habían enviado.
Su esposo siempre le avisaba todo. Cuando ya se habían levantado, arreglado, salido de la casa, llegado al aeropuerto, el lugar donde estaban ubicados y hasta le mandaba mensajes de aliento a su arribo. JunMyeon era exageradamente desconsiderado si ahora lo notaba.
Sabía de los males que cometió en su pasado, desatendido de los suyos se lo dijo incluso a ChanYeol para que él no repitiera sus mismos errores, y en general creía que estaba bien solo hacer eso, pero qué equivocado estaba.
Si bien se había dado cuenta de su mal actuar, ¿por qué no había hecho nada por corregirlo?
¿Por qué se había desligado de esa manera de las personas que lo amaban?
Todos esos meses, esos años... Él quiso lo mejor para ChanYeol, que hiciera más que él, y al apoyarse junto a BaekHyun dio todo de sí para que lo suyo prosperara aun bajo las dificultades.
¿Dónde estaban sus acciones que demostraban cómo podía ser de la misma forma?
Aun así... YiXing seguía ahí con él, por todo ese tiempo.
Lo amaba, a pesar de ser ese General frío embotellado siempre en su trabajo para dar la atención que merecía en casa. En su trabajo de vida.
En su familia.
Aunque le costó, tecleó más que un ok o un emoji de pulgar arriba en su respuesta. Le escribió a su esposo que estaba saliendo en unos minutos y que esperaba verlos pronto. Eso se dijo, y al enviarlo, con un respiro hondo vio con renovada sonrisa la emoción que YiXing escribió de vuelta.
Debió sorprenderle mucho que le contestara de una forma nada escueta.
De verdad había sido un idiota todos esos años, ¿no?
Cuando salió, la conmoción ya estaba frente a él. Sus chicos se habían reunido con los suyos, y aunque bien reconociera a otros, los que más pudieron llamar su atención estaban a la derecha.
"... Lo siento tanto, en verdad, lo siento, debí haberte dicho antes, pero es que estaba tan asustado de saber qué es lo que dirías. Todo se me salió de control, y solo... Entiendo si tú no quieres esto, si tú no quieres a los bebés, está bien, no importa, yo fui el del error, yo fui el que no se cuidó y no previno esto, así que está bien, no te haré responsable de nada, porque sé que esto es una atadura para ti, y en tu posición, con tu trabajo, la distancia, yo no puedo exigirte nada, si tú no..."
"BaekHyun, ¿de qué demonios estás hablando?" Sobre el llanto de otros, JunMyeon esbozó otra sonrisa. Era irónico que lo dijera de ese modo, no se alegraba por el sufrimiento o desgarre en emociones de personas, más estaba conmovido por la emoción que en ellos generaba todo ese suceso, y verlos después de todo el tiempo que habían pasado junto a él como su apoyo, instructor, a veces confidente y hasta una figura paternal en las sombras, le dio regocijo saber que, aun con sus errores, ellos hubieran crecido por su propia cuenta. "¿Crees que yo no habría querido esto?"
"Y-Yo..."
"Oh, por eso mi General me había felicitado, ese hombre..."
Casi se rio, y aunque una parte de sí quiso interrumpir para salir en su defensa, no lo hizo. No era su lugar, nadie debía intervenir en un asunto tan delicado y hasta hermoso como ese.
Además, él tenía sus propios asuntos por los cuales preocuparse.
"... El General Kim me dio una pista antes de regresar. Me felicitó. Ahora entiendo que era... por ser padre."
Dejada su cercanía con la pareja casi abrazada, JunMyeon tomó bien su maleta y caminó en dirección al lugar que le habían dicho lo estaban esperando.
Fue más por un pasillo que bajó y con el resonar de sus rueditas detrás de él, llegó hasta un McDonalds dentro del mismo aeropuerto para sonreír por ver en las mesas dispuestas frente a mostrador a esa parejita de personas que lo esperaba.
YiXing le estaba limpiando la boca a SeungWan de esa forma delicada que él tenía para tratarla. A su hija de dos años apenas le podía importar mientras ella jugara con el peluchito que venía en la cajita y siguiera comiendo de sus papas.
Por un segundo a él tampoco le importó estar fuera de ese círculo, porque pudo admirar el recuadro que hacía su familia ante él y se dio el gusto de reconocer lo hermosa que era, y lo importante que debería ser cuidarla desde ahora. No solo protegerla de lo malo que le tocaba a él trabajar en el campo o en sus misiones, sino... de estar con ella como el padre, esposo y amante que era.
Ahora entendía por qué ChanYeol le rechazó ser sargento esa noche hacía poco más de seis meses.
"¡Bàba! ¡Bàba!"
"¿Qué pasó? ¿Necesitas algo, cariño?" YiXing preguntó ante la voz de su hija llamando por su papá, pero él se rio, reconocedor de que la niña lo había visto al levantar la cabeza. Con YiXing todavía enfocado en SeungWan, apenas pudo notar el momento en el que se les acercó.
"Creo que la campeona llama al bàba equivocado," dijo para atraer la mirada de su esposo sobre él, y en ese brillo que reconoció por encontrarlo de nuevo a su lado, JunMyeon le devolvió con el mismo amor y cariño al hombre aun sentado con papeles sucios en sus manos para decirle lo mucho que correspondía ese amor. Por ambos. "Hola, YiXing. Estoy en casa."
"Bienvenido de vuelta, General," se inclinó para besarlo. No hubo ni una advertencia. YiXing debió quedar sorprendido por lo mismo. No era usual en él las muestras de afecto desde hace mucho, incluso antes de que naciera SeungWan, JunMyeon no había sido muy dado a eso. Qué le picó o qué lo estaba controlando ahora, seguro los dos se podrían preguntar, pero no necesitaron respuestas. En el gusto del beso, JunMyeon saboreó el amor del lugar que llamaría hogar por toda su vida.
"¡Bàba!" SeungWan reclamó en atenciones cuando ambos se separaron, y aunque la duda estuviera inscrita en todos los gestos de YiXing aun al verlo, cuando su hija le pegó en la mejilla al estar inclinado tan cerca, a JunMyeon no lo enojó como podría antes.
Se rio de nuevo, y con esa carita enfurruñada de su niña en coletas, se giró para enmarcar el rostro tan pequeño del ser que había creado.
"Hola a ti también pequeña Generala. ¿A quién llamas bàba? ¿Acaso no te dije que tenías que llamarme appa?"
"¡Bàba!" La niña insistió como si esa fuera la única palabra que conociera. JunMyeon sabía que no era así, por más que se hubiera perdido una buena parte del crecimiento de su hija entre misiones y estar alejado en el campo, YiXing nunca faltaba para ponerlo al corriente por mensajes y llamadas, videos que él... veía, aunque no diera muchas respuestas. Siempre iba a estar para su familia.
"Appa. Dime appa. YiXing es tu bàba, yo soy appa."
"Bàba."
"Perdona, esto es mi culpa, le he hablado más en mandarín sobre tu ausencia," YiXing respondió, aunque él no le reclamara. Con su misma sonrisa al mirarlo, colocó una mano en su hombro para confirmar lo que pensaba.
"No importa, tengo toda una vida con ustedes para asegurar que lo sepa."
No lo dijo entonces, pero ese saber iba más allá de solo ser llamado por lo que era. Iba a estar junto a su familia el tiempo que pudiera para dejarle saber que los quería.
Y que iba a estar ahí sin importar la distancia y su tiempo de esperar.
Él lo dijo, pero ChanYeol se lo había enseñado mejor. Si la espera es agradable...
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Pd. Quiero que decidamos sus nombres juntos.
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Tan especial como es el cumpleaños de ChanYeol, justo tenía que caer en el capítulo que llega a mezclar lo que inició esta historia en el OS y continuó aquí por todo este largo tiempo 🥳
Creo que lo mencioné ya en la otra parte, pero sigo realmente sorprendida de saber que hemos llegado al fin a esta. Durante tanto tiempo que he estado aquí y que siempre hubiera sido uno de los objetivos llegar hasta este punto me pone sentimental 🥲
🪖 ¿Cómo andamos por acá? ¿Con igual emoción y sorpresa de estar en este escalón tan parte aguas de la historia? 🤧
Este capítulo vino narrado desde otra perspectiva justo porque ya teníamos la de BaekHyun y ChanYeol dicha en el OS de Welcome Home..., y he querido que se viera diferente, por otro personaje igual de importante para ellos. Si no han leído el OS del que les hablo, este es el momento, ya no hay spoilers que se coman desde aquí y seguirán la cronología de la historia.
🪖 ¿Qué les pareció eso? ¿Les gustó tener la perspectiva de JunMyeon? ¿Qué pensaron con lo que dijo y lo visto en su narración junto a lo de la carta?
(Por fin supieron lo que decía esa carta, juju)
🪖 Desde este punto todo lo que pase va a ser completamente nuevo, porque, si ya leyeron el OS, saben que aquí termina la historia, peeero por acá no vamos a acabar aún. Se vienen nuevas experiencias y todavía hay temas que tratar que seguro ya se imaginan, ¿no? 👀
¡Muchas gracias por leer hasta aquí! Todavía nos queda un poco de camino para concluir la historia, así que espero sigamos leyéndonos en lo que falta, ¡hasta entonces! 💙
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