6. La verdad de Qiren.
La canción va excelente con la historia
Todo el mundo sabe que Lan Qiren no se aguanta a Wei WuXian y que por eso cometió muchas injusticias, con Wei Ying y su sobrino, pero nadie sabía cuál era la causa de tal desprecio, la causa real, hasta que días después de la boda de su sobrino, se le encontró al maestro de los Jades con un retrato de dos personas, y una Botella de Sonrisa de Emperador casi terminada, el dibujo mostraba a dos hombres uno con la mano en redada en una cinta blanca vestido de negro con los ojos oscuros de un gris casi negro, mientras que el dueño de la cinta tenía un aspecto inmaculado como un inmortal. Eran él en ese entonces los jóvenes Lan Qiren y Wei Changze.
-¿Qué hice para que no me amaras A-Changze? - fue lo poco que pudo escuchar, el mejor amigo de Lan Zishui, el hijo adoptivo de su sobrino -, ahora te casaras con ella, ella que no te dará felicidad como yo pudiera dártela.
En medio de la embriaguez, confundía el dolor con la ira de ser abandonado y cambiado y hablo demás creyendo que el joven la Lan era el padre difunto de Wei WuXian.
-¿Maestro Lan? -hablo el joven Lan Jingyi, que debió quedarse en Gusu, ayudando al gran maestro Lan. Aquello no le simpatizaba, pues era más lo que estaba en castigo, que siendo de ayuda con los Juniors principiantes. -¿Se encuentra bien?
Esa segunda pregunta detono una enorme tristeza hizo que Lan Qiren aflojara de una forma fortuita su boca, después de actuar inadecuadamente guardo silencio y después comenzó contando una historia de amor triste, en la que los padres Wei Wuxian y los difuntos líderes de Yummeng, tendrían, gran protagonismo.
***
Era una mañana de primavera, cuando los futuros líderes de las sectas, aparecieron. Cada una de las sectas con sus delegados y sirvientes, que, aunque no tuvieran cargos importantes eran necesario que estuvieran acompañando a los líderes de hecho la mayoría de padres de la generación de Wei Ying y Jiang. Un joven Lan Qiren trataba de aparentar el disgusto de tener que acostumbrarse nuevamente a jóvenes impertinentes, sin ningún decoro ni ninguna educación, ya bastante tenía con que su hermano, estaba terriblemente enamorado de una señorita de reputación dudosa, de la ciudad Yi, dejando, por así decirlo las reglas Gusu a un lado: escapando a altas horas de la noche, dejando a la mitad informes y tratando de acercar a la joven Akame a su secta. Si la relación se concretaba, su hermano mayor tendría que casarse con esa señorita y protegerla de los Ancianos de la secta y ella tendría que adaptarse a las reglas de su secta, para convertirse en una Madame Lan, esposa de Qingheng-Jun. En esa forma le alegraba bastante ser el menor de los "Justos Jades", pues aún era un discípulo en muchas cosas.
-Deja de mirar despreciablemente a los futuros líderes, A-Qiren -hablo en un "susurro" una joven detrás de él con una sonrisa tan hermosa y cálida como los rayos del sol.
-A-Sanren, deja de ser impertinente, sabes que no me gustan los intrusos de las demás sectas -hablo el joven, en las escaleras de la entrada de Gusu.
-Y yo no te caigo mal, ¿verdad? -pregunto la joven con túnicas iguales a las de su antigua maestra: Baoshan Sanren, de color blanco plata bastante resplandeciente.
Él con una sola mirada de reproche, le negó. Pues había sido ella la única quien no le tenía, ni una pisca de miedo, o envidia es más a veces a la hora del Té, Lan Qiren podía encontrar en ella una voz y un hombro calmante, quizas lo entendía muy bien, porque ella iba a hacer la líder la Montaña de Celestial, pero su espíritu, libre y rebelde, le impedían hacerse cargo de esa majestuosa tarea, entonces cuando decidió dejar la montaña, fue por recomendación de su protectora, a la secta de Gusu Lan, donde congenio con la mayoría de los cultivadores y aunque parezca increíble, se trasformó en la mejor amiga de Lan Qiren y a veces era la celestina entre el joven hermano mayor y la señorita Akame.
Pero después de aquel alegato se sintió un gran estruendo el clan Yummeng entraba con un olor a flores y la primera en aparecer fue la futura Líder y madre de Jiang Cheng. Yu Zi Yuan, vestida de un color lila, y un tocado en verde en la representación de los lotos, detrás de ella estaban dos jóvenes en sincera camarería bastante alegre, por eso se tardaban un poco más atrás de ellos se encontraban un grupo de chicos, de la Secta de los Lotos.
-Joven Maestro Lan, me presento soy...-, pero no pudo decir nada, pues sus ojos se fijaron en la belleza de Lan Qiren y la sonrisa de Baoshan Sanren
-Debes de ser la futura Madame de Yummeng, mucho gusto mi nombre es Baoshan Sanren-la joven al lado del Lan hablo- y este es el Joven maestro Qiren, hermano menor del Lider de secta Qingheng-Jun.
Lan Qiren, suspiro controlando su mal genio, de hecho sabía que su amiga a veces era muy impertinente e impulsa, de esta forma hacía que su poder y su inteligencia no fuesen tomados en serio e iba a regañarla, para después presentarse, cuando dos jóvenes se hicieron presentes también, dejándolo prendado en el sirviente del de Jian Fen Mian, el heredero del Muelle de Loto; desde momento el silencio se apoderó de todo Gusu, pues la joven Sanren tambien quedo prendada en la mirada del sirviente de Jiang Fen.
***
Meses después del inminente matrimonio de mi hermano con la señorita Akame, los días se volvieron cortos, las clases un poco más divertidas y las noches un poco más calorosas a pesar de estar en otoño. Todo iba muy bien, hasta que una tarde vi a A-Qing, tomando a su esposa en brazos desmayada. La verdad me preocupaba ella, pues se había trasformado en mi shijie, y la quería mucho como Baoshan Sanren, ellas se trasformaron en mis aliadas mientras pasaba el calvario de ver al Wei Chanze. Si en ese momento llevaba algunos meses aceptando que era manga cortada y solo la esposa de mi hermano lo sabía, pues una vez me atrapo mirando al A -Chanze. En mi mente creía que él lo había notado y que le daba tanta vergüenza que podía odiarme.
Luego de unas cuantas horas, me encontraba en la biblioteca meditando y haciendo informes, cuando mi herido hermano, se encontraba con una sonrisa enorme con ojos aguados como si la felicidad se trasformara en grande.
-Hermano, ¿cómo está mi shijie? ¿qué tiene? - de inmediato él me abrazo, pero no era de tristeza, sino de felicidad y comenzó a llorar.
-Mi hermano, mi pequeño Shi-di- la perplejidad se notaba en mi rostro y pude ver una cinta nueva dentro de una cajita. -tu shijie, me ha dado la felicidad más grande. -No acababa de entender, cuando al fin lo pronuncio -Lan Qiren, será usted el shufu del heredero de Gusu Lan.
Aquello era una gran noticia, pues los hijos Lan, resultaban ser pocos y como el descendiente de directo de Lan An, era necesario que mi hermano o yo, diéramos hijos para de esa manera la sucesión de la Secta no estuviera afectada, lo que pasaba en este caso casi se tomaría como aberración pues mi hermano, no tomo una mujer Lan, sino una muchacha de otra ciudad, si otra persona de menor rango en Gusu, hubiera ido en contra de las reglas, sería expulsado de la secta. Por suerte mi hermano y yo, somos herederos por sangre, de esta manera los hijos de mis hermanos estarían la cima. Me encontraba muy feliz, en definitiva, era una bonita noticia, ya iba a conmocionar todo, cuando mi hermano cambio radicalmente su aspecto, lo más seguro recordando algo tan bueno.
- Por otro lado -su ceño se frunció tratando de encontrar el tono adecuado -A -Qiren, los Ancianos decidieron por ti. Quieren que te cases con la señorita Sanren...
-¿Qué? - por primera vez en mi vida me sentí amenazado por mi propia secta y eso dolía por mucho.
Entonces lo único que decidí hacer fue llorar y salir corriendo pidiendo a los cielos que mi amiga no estuviera de acuerdo con aquella estúpida locura me dirigí con paso hasta las habitaciones de las mujeres, cuando la encontre sentada junto a Wei Chanze, estaban tan juntos que me escondí detrás de un arbusto de flores blancas.
-Me enteré de que usted, no es una Lan -los ojos más hermosos que vi en mis 20 años brillaban con clemencia ante el rostro de Sanren y yo no podia decir mayor cosa, solo sentir mi corazón latir y romperse.
- Y tú eres el sirviente de Jiang Fen Miam ¿verdad? -A Chenze, solo agacho la cabeza por vergüenza y asintió-¡Hey que no te dé vergüenza o pena! -exclamo ella, dejando claro que le importaba ni la clase social, ni la secta de donde se provenía, solo si eres buena persona y no le has hecho daño a alguien, eres bienvenido a compartir con ella. Sanren no le importaban las apariencias y en ese momento me hubiera encantado ser más como ella.
-Me gustaría cortejarla, ¿si me lo permite? -escucharle decir eso a él y la respuesta positiva de mi amiga dada en una sonrisa, hicieron que mi alma ardiera en los infiernos, que no pudiera más que caminar con arrogancia y hacer lo que no pensaba en esos momentos.
Aparecerme, así como el "fantasma de Gusu Lan" e impedir cualquier desastroso a la moral. Como si ambos hubieran tomado sus dagas y me hubieran cortado en dos, entendiendo también que yo no había dicho ni una sola palabra y que ellos dos no tenía nada que ver con el problema de la secta Lan.
-Joven Wei-, mi voz sonaba con ira y dolor... Ella lo noto de inmediatamente me miro con sorpresa y más al escuchar- lamento informarle que la señorita Baoshan Sanren, se casara conmigo -aquello a ambos les trajo conmoción, quizá el mismo sentimiento que me recorría a mí en el momento.
-Esos ancianos están locos...
***
En la tierra de los Lan un hombre joven, pero recto se debatía entre amarlo en secreto y verlo como se casaba con su mejor amiga o declaradle su deseo de ser su compañero de cultivo. Hacerlo suyo al menos una vez antes de la boda, Puede mirarlo en secreto, añorarlo mientras que la vida le decía que no, que en esta vida no. Pues después de aquella demostración de celos Baoshan Sanren, sé en camino directo a la corte de ancianos, recordándoles que ella no era una "aburrida Lan" y que si deseaban deshacerse de ella lo habían logrado.
Después de la discusión y alejado de todos Lan Qiren, aprovecho y cambiando el regocijo de la inminente llegada de su sobrino y se llevó unas cuantas de botellas de Sonrisa de Emperador y comenzó a beber como si fuera agua o como si estuviera seco por dentro, se había enamorado de un hombre que adoraba a su ji-ren, que básicamente lo único malo que hizo, fue no saber que él ya amaba a ese cultivador
Al segundo trago Lan Qiren no era él, aprovechando su baja tolerancia al alcohol tomo camino a las habitaciones Jiang, en donde todos descansaban excepto tres personas, pues la verdad no creía que Lan Qiren, estaba próximo a contraer nupcias. Esas tres personas se encontraban en un llanto silencioso, en una contracción bastante frecuente esa noche. Mientras que el tío de Zewu Jun andaba sin ser muy consciente
Su subconsciente buscaba sin remedio a esos ojos oscuros y grandes que ese año le hicieron vibrar, le hicieron ver que era un petulante Lan, cuando le encontró al muchacho que le quitaba la tranquilidad saliendo de a su habitación compartida con Jiang Fen Mian, con una botella de vino en su mano. La cara del joven discípulo era un poema bastante grande poema de frustración.
-Joven Wei-menciono el de la cinta blanca, sentándose en medio del pasillo y observando al de ojos oscuros con un sentimiento de no sentir bien, era una revoltura de dolor. -¿se irá? -esa pregunta fue seguida por un trago de vino como anestesiando cualquier dolor y hormigueo desesperado.
El que sería el padre del patriarca de Yiling, se giró observando al Joven Maestro, tenía una cara de melancolía y contradicción, pues no esperaba tanto en tan poco tiempo.
-Me iré, para dejarte con la señorita Sanren. Pues no podría soportar que tu secta le haga daño, por culpa mía.
En ese momento y aunque parecía bastante loco a Lan Qiren se le prendieron las luces-puedes quedarte, yo me casaré con la señorita y tú podrás estar con ella, estaríamos casados durante 3 años y después, la dejaría para que pudieras casarte con ella.
Al joven Wei, no le parecía descabellada la idea, pues él podría quedarse un poco más de tiempo junto a su primer amor en el muelle de loto, hasta que ya fuera tiempo de volver por la mujer. Pero todo esto se le hizo extraño entonces con tesitura y preocupación pregunto -¿Qué ganarías tú?
Lan Qiren se acercó tanto escuchando esa pregunta, observando los ojos de aquel hombre, las manos y sintiendo el calor, calor que pudiera sentir a metros de distancia ¿Qué ganaría él?, pues ya no estaría para enloquecer, ya no le dolería más con verlo, pues de cierta manera el interrogador Chanze también seria, suyo como de ella y con eso podría vivir, aunque fuese poco. En cierto modo extraño Lan Qiren, tomo las manos de Wei Chanze y corrió con él, mientras que el otro estaba en silencio observando como el calor de las manos y como la piel de Lan Qiren era tan blanca como las estrellas del firmamento, el padre de Xian, sentía una simple conexión entre el maestro Lan y él. Estuvieron casi corrieron hasta que llegaron ambos a un gran árbol de cerezos sin hojas y el tío de Lan Wangji empujándolo, cuando ya la espalda del sirviente de Jiang tocaba el tronco, le beso sin detenerse esperando una respuesta, a pesar de su embriagues y su desgane lo beso. Estaba tan entretenido que al sentir las manos de Wei Chanze recorrer la cara del joven Lan buscando la cinta de los Lan, fue la firme invitación al otra cosa. El beso se estaba trasformando en un simple desahogo de lenguas, cuando el Lan tomo la iniciativa y volvió a llevarse al otro a una cabaña en el bosque que años más tarde seria de los conejos WangXian.
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