3. Wen o Lan
El chico, más querido de la cultivación, estaba en silencio con una sonrisa en la cara, al ver juntos a sus padres, pues el que para unos es Lan Sizhui para otros Wen Yuan, pero para alguien especial, que solo recordaba cuando se le hacía trizas el corazón de un niño que perdió todo, era "A-Yuan" el pequeño rabanito.
Lamentablemente no recordaba cómo era su vida en los Túmulos Funerarios, pero si recordaba los ojos del Patriarca Yiling cuando lo cargaba y jugaba con él en la tierra o el calor de sus manos cuando le acariciaban la cabeza. Por parte de él jamás recibió malos tratos, antes, al contrario, recibía mucho amor y dedicación, era demasiado diferente a lo que decían en las demás sectas, que él era. Ya que su amor era muy parecido al de su maestro Hanguang-Jun, del que recibió compresión y adoración, tanto para enseñarle a ser el mejor Lan de la historia y darle todos sus conejos, aquello sirvió como bálsamo para el dolor que su pequeña cabeza de cuatro años constantemente bloqueaba, aquel bloqueo con el que vivo gran parte de su vida. Al final tuvo algunas preguntas que le causaban dudas. ¿De qué familia pertenecía? ¿Cómo debía llamarlos? Y si ¿podía dormir con ellos?, la última pregunta tenía una respuesta lógica, y esa pregunta era un no rotundo; pues recuerda que en la mañana de ese día los encontró besándose antes de salir en la habitación en la posada, en la que habían amanecido los tres... Estaba tan disperso que Wei Ying, lo noto y esto lo hizo preocupar de una manera instintiva tanto que sorprendió a Lan Zhan.
— Pequeño A-Yuan ¿Qué te pasa? —preguntó Wei Wuxian, sentado en la pequeña manzanita. Al otro lado se encontraba Lan Zhan, escuchando atento lo que atormentaba a su hijo, lo conocía tan bien que con una sola mirada podría leerle, habían pasado pocos meses, después de que todos supieran la verdad y a pesar que el joven Lan lo acepto con agrado, entendia que existian algunos espacios, agujeros de su vida que no eran faciles de llenar.
—Mhm... — dándole permiso para expresarse.
El joven discípulo tomó aire, un poco nervioso, uniendo sus manos, se expresó con tanta benevolencia, con un amor agradecido, hacia los dos hombres que veía al frente suyo qué algunas lágrimas salieron. Rápidamente las miradas de los mayores no disimularon preocupación, pues para ambos A- Yuan, era el reflejo del amor que se profesaron durante años y que ni la muerte pudo separar.
—¿No sé cómo llamarlos?, Me parece un tanto irrespetuoso llamarte por tu nombre—Miro al Mayor Ying con tanta ternura que para Wei Ying, era a su pequeño hijo sujetado de sus piernas— y a ti, tampoco sé cómo referirme—, fue por eso que el ex Patriarca, bajo de la mula, para hablar con el gran ser que se convirtió su pequeño Wen, es que le pareció tan tierno, pues no dudó en abrazarlo, y darle un beso en la frente.
Mientras Hanguang-Jun, solo suspiro por tanto amor, él había soñado tanto ese bendito momento, qué se le hacía bastante increíble por ello trato de guardar silencio mientras pequeños suspiros le decían que su ensueño era tan real como sus amados. La sonrisa resplandeciente de Wei Wuxian, eran tan tierna que le hacía ver más joven de lo que el cuerpo de Mo, ya era.
—No, deberías preocuparte por ello—volvió a besarle, pero esta vez las manos —llámanos, como desees, pero no dudes de quién eres—A-Yuan giro su rostro como cuando era pequeño y tenías dudas, preguntándole que por no había más niños como él —eres nuestro pequeño, nuestro hijo y espero que te encuentres de acuerdo con eso.
Lan Zishui sonrió dándole la razón a su papá, desde ese momento decidio llamarlo, simplemente papá.
—Cuando eras tan solo un pequeño y no me querías ver triste, me hacías volar contigo —eso le hizo poner rojo las orejas de la vergüenza a Zishui, pero rápidamente cambio de actitud, al ver al Gran Indomable, limpiarse las lágrimas—, hijo mío —Wei Ying, deseaba llamarlo asi desde el mismo momento en que A-Ning, le dijeron que él era su padre. —perdóname por dejarte así, por dejar a tu padre a cargo de todo.
Lan Wangji, empuño sus manos por la ira que le producía el dolor de su calor, y papá e hijo escucharon el discurso mas largo de sus vidas de la boca del segundo Jade.
—Hemos hablado de esto todos los días, Wei Ying—su voz era fuerte y determinada —ahora que estamos en camino a Yunmeng y que me entregaré a ti por toda mi vida y las que vendrán. No necesitas pedir perdón cada tres segundos —A-xian miraba incrédulo a su segundo Jade —amor de mi vida, pagamos muy caro, nuestros errores, hace 16 años, perdí al ser que me daba amor y le daba sentido a mí respirar —suspiro pues observo a su subordinado mirarlo —A-Yuan preguntaba todas las noches por ti y yo no podía decirle que habías muerto para no crear más caos. Debí hacer de padre, mientras que nuestro rabanito se hacía cada día más hombre y llego un punto en que ya no te nombraba, eso me partió el alma, pues pensé que en su mente ya te había borrado para no hacerse daño —, el más joven miraba a Wei Ying, deseando ser más pequeño para poder brindarle un poco de amor y de dulzura—sé que volver al muelle de Loto, te pone susceptible y que de alguna manera muestras cierta debilidad. Pero ya no eres el ser que jugaba con la vida de los demás. Ya no tienes resentimiento en tu alma Wei Ying —, sin notarlo estaban frente a frente y con los ojos hechos agua, el segundo Jade tomo a Wei Ying, en un beso más fuerte que el que se dieron esa mañana —, te amamos y A -Yuan y yo, te protegeremos con la vida si es necesario. — Hanguang-Jun se quedó mirando a su joven pupilo y amado hijo. El jovencito volteó la mirada, pero amaba ese amor que se tenían.
—Padres, estuve hace unos días en el médico—Wei Ying, le inquieto esto e iba a preguntar —, no te preocupes solo me advirtieron que mi núcleo es especial.
Wei Ying, no dudo en preguntar colocando a su futuro esposo y a su hijo avergonzados y ganándose un buen grito Lan.
—¿Cómo el mío?, sencillo y que solo sirve para dar a hijos —mirando a Lan Wangji, con cierta picardía, que el oriundo de Gusu quito la mirada de Wei, sabía que iba a decir algo poco apropiado— tu núcleo es ¿como el de tu poderosísimo, fuerte y atrayente padre?
—¡DESVERGONZADO! —Gritaron los dos y el más joven de los Lan salió de allí, pensaba que ya era suficiente y que su padre regañaría duramente a su papá, por semejante insulación. Aunque rogaba a todos los dioses que la persona para él tuviera las mismas intensiones que su papá con Hanguang-Jun.
Al ver, unos metros, alejados a su retoño, Hanguang-Jun, tiro a Wei WuXian al suelo, sujetándole de la cintura y pronunciando exactamente las mismas palabras de su pareja de cultivación.
—¿Con qué el Gran patriarca, piensa que soy poderoso, fuerte y atrayente?— por primera vez, Wei Ying, que no pudo pronunciar palabra, los ojos dorados de su Jade, lo tenían encerrado sintiendo todo y llevando al infierno, de una manera casi mortífera.
—Mhn... —afirmándolo todo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro