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TREINTA

Leonardo lo miro con los ojos bien abiertos, Splinter se removió en su lugar incómodo y arrepentido.

-éramos compañeros de universidad, en realidad nunca perdimos contacto a pesar de los años- suspiro- cuando ustedes regresaron a casa, volvimos a comunicarnos, me conto que nuestra amiga Maricela había muerto y que estaba casada con el.................... fue cuando investigue mas y descubrí que el fue quien mato a su esposa

el pelinegro cubrió su rostro con horror, Splinter bajo la mirada con nerviosismo; Leonardo puso ambos manos sobre los hombros de su padre, el anciano asintió mientras sonreía débilmente. 

-papa, ¿aun sigues teniendo contacto con tu amigo?-pregunto mientras miraba detenidamente a su padre- ¿sabes donde esta? 

-el es dueño de mucho de los muelles en esta ciudad-Leonardo se levanto de la cama y se puso frente a su padre- hace sus maldades en uno de esos muelles, pero lo único que se............. es que se va a ir el día miércoles en la noche

-¿estas seguro papa?- pregunto el pelinegro entusiasmado por la nueva información-¿el no sabe que yo soy policía?

-no hijo- comento mientras suspiraba-no alcance a hablar de ninguno de ustedes y sus profesiones

-eso nos hace el trabajo mas fácil- Leonardo sonrío- dime papa, ¿sabes si son muchos los hombres que trabajan para el?, digo, para estar seguro de cuantos agentes debería llevar para la redada

-son como unos 15 hombres, mas los guardias que son 3 y están demasiado armados- comento temblando, Leonardo lo abrazo agradeciéndole por la información entregada

-papa, te ruego por favor seguir hablando normalmente con el- le pidió mientras lo miraba directamente a los ojos- es para que no sospeche de lo que queremos hacer, ¿esta bien?. queremos detenerlo lo mas pronto posible y antes de que el logre escapar. prométeme que ustedes no se pondrán en peligro ¿esta bien?

-te lo prometo hijo- 

Leonardo abrazo a su padre con cariño, agradecía esa nueva información que los ayudaría a encontrar a esa banda aun mas rápido de lo que esperaban; mañana les informarían a sus compañeros los cambios que habría en la redada, Splinter se retiro unos minutos después, pidiéndole a su hijo que no se expusiera demasiado en la redada y captura de esa banda. Leonardo le prometió que estaría bien, y que no se pondría en peligro si no era necesario.

A la mañana siguiente 

Leonardo mando a llamar a todo su equipo de refuerzo, les conto a detalle todo lo que su padre le había comentado la noche anterior; quedaban dos días para que la banda estuviera decidido a marcharse de la ciudad, pero ellos no estaban seguros de que lograrían hacerlo. con el plan ya listo, Leonardo verifico que todas las armas que iban a usar en ese momento estuvieran cargadas y que las recargas de balas estuvieran dentro de los chalecos antibalas. por suerte, Martínez ya se encontraba bastante recuperado del shock del secuestro, así que no hay problema en traer mas refuerzos para la redada.

-necesito que oculten bien los automóviles, que apaguen sus teléfonos y que nadie los distraiga de lo haremos- comento mientras caminaba de un lado hacia otro pegado en el teléfono

-¿que esta haciendo?- pregunto el chico rubio, mirando a su hermano Donatello

-al parecer algo importante- le susurro el castaño, el pelirrojo miro como su hermano se movía algo nervioso

-si, quiero que todos utilicen chalecos antibalas- ordeno mientras se detenía a media sala- acordonaremos el lugar para que nadie salga, tenemos que atraparlos a todos, ¿entendido?. esta bien, descansen nos reuniremos en la comisaria y en la noche iremos a atraparlos

colgó la llamada mientras guardaba su teléfono en su bolsillo, bufó mientras gruñía y miraba al techo; era mucha la presión de la redada planificada, si algo salía mal, podría acabar muy mal. posiblemente con todos ellos muertos. 

-¿que sucede Leo?- pregunto Mike mientras llamaba la atención de su hermano-¿ paso algo malo?

-nada Mike, no te preocupes- bufo nuevamente, se sentó en el sillón

(....................................................)

faltaba poco menos para las  12 de la de la noche, hora indicada para comenzar con la captura de la banda. Leonardo había mandado a un espía especial del laboratorio de Stockman; el científico sabía de los planes de Leonardo, la redada que iba hacer la policía. por supuesto se había ofrecido a ayudar, pero Leonardo no quería ponerlo en peligro ante tal peligro.

-¿porque no quieres que te acompañe?- pregunto angustiado, Leonardo bufo con molestia- un científico podría ayudarlos ante cualquier sustancia rara 

-stockman, te dije que sería peligroso- dijo de manera molesta- no te comportes como Mike por favor, solo iremos policías a ese lugar

-te podría hacer de mucha ayuda- comento el castaño, esperanzado para que su amigo aceptara que el lo acompañara 

-no, y es mi última palabra- condeno mientras salía del laboratorio especial de Stockman

Leonardo regreso a su auto, encendió el motor y se marcho a la comisaria; a las 12 de la noche irían al lugar y harían la redada, tenían que estar preparados y listos para la actividad de esta noche. después de unos minutos, el pelinegro  llego a su destino, estaciono el auto con cuidado fuera de la comisaria y entro. Henríquez y Martínez ya se encontraban con su equipo especial, que contaba con chaleco antibalas, pistolas, un Taser  N°26, esposas y una ametralladora especial para redadas.

-así que.........he escuchado que tienes muchos contacto con el doctor Baxter Stockman- pregunto el castaño con una sonrisa leve- ¿debería preocuparme?

-si, he tenido mas comunicación con el, pero no es nada de lo que te imaginas- comento suspirando- encontró nuevas pistas que nos llevan a los mismos sujetos que atraparemos hoy, no hay duda de eso. así que asegúrense de que todo este listo 

-no te preocupes por eso Leonardo-Martínez le sonrío- todos estamos demasiado estresados por lo que sucederá esta noche, pero todo saldrá bien, de eso no te preocupes 

Los tres caminaron hacia la máquina para hacer café, cada uno tomo una taza sirviéndose café; comenzaron a beber lentamente mientras seguían conversando, poco a poco las horas pasaban, miraron al reloj, viendo como el reloj marcaba las 11:35 A.M.

(................................)

-por favor hijo, ten cuidado- le suplicó su padre, Leonardo lo abrazo con ternura- prométeme que te protegerás con todo lo que tengan en la comisaria 

-no te preocupes papa- el pelinegro sobo la espalda de su padre-estaremos seguros, irán fuerzas especiales, armas especializadas

-esos tipos son muy inteligentes- Splinter suspiro, se separaron del abrazo mirándose con un rostro de preocupación- pueden traer algo bajo la manga, algo muy peligroso que podría matarlos. 

-es normal tener miedo papa- Leonardo acarició la mejilla de su padre- pero somos policías  dispuestos a todo, si tenemos que morir lo haremos con honor

-eso es lo que temo hijo- volvió a suspirar- confió en ti

-gracias papa

esas palabras continuaron en la mente de Leonardo desde que llego a la comisaria, el también tenia miedo de perder a alguno de sus hombres en esa misión; pero era sumamente importante atrapar a esos sujetos antes de que ellos comenzaran su cacería con personas inocentes, era su deber acabar con todo eso ahora, mucho mas pronto mejor 



11:45

Con todos los vehículos preparados, los policías listos para irse, Leonardo les dio la orden para que todos se subieran a las patrullas; manejarían sin las balizas encendidas, para no llamar la atención de ningún informante de la banda que estuviera vigilando por ahí. con las ordenes listas, todos se dividieron y se dirigieron al mismo lugar pero por diferentes caminos. Leonardo iba con Henríquez y Martínez en la patrulla, los tres chicos en silencio.

-¿crees que lograremos atraparlos a todos?- pregunto el castaño, Leonardo los miro por el retrovisor

-eso espero, por lo que a mi concierne no dejare que nadie escape- aseguro, la voz que uso esta vez, hizo temblar a sus dos acompañantes 



a las 11:55 P.M llegaron al lugar asegurándose que todos estuvieran en su posición, Leonardo apunto hacia la puerta cerrada; el pelinegro con unos movimientos completamente agiles llego hacia la puerta, ordeno a alguno de sus compañeros a rodear el edificio mientras que a los otros les dijo que lo acompañaran.

por una vieja y pequeña ventana en la puerta, Leonardo pudo verificar que todos los maleantes estaban dentro; sonrío ante ese punto a su favor, se paro firme frente a la puerta, y con el arma en sus manos lanzo una fuerte patada abriendo la puerta de par en par

-¡ALTO AHI! ¡PONGAN LAS MANOS ARRIBA!-





CONTINUARA 

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