Leonardo quedo atónito, su tío estaba muerto, ¿Cómo pudo el haberle pedido a ese maniático matar a su papa?.

-mientes- comento el pelinegro apretando sus puños- mi tío esta muerto, el no puede pedirte que mates a su hermano

-ustedes creyeron que murió- sonrió mirando fijamente al policía- pero no fue así, sobrevivió y planeo su venganza contra tu padre. se transformo en jefe de la mafia y gano muchísimo dinero, obtuvo mucho poder, y también muchos enemigos. 

-entonces, me estas diciendo que mi tío resurgió de la muerte y envió a matar a mi papa?- pregunto desorientado, aun sin creer en lo que el le decía- no puede ser cierto

-destructor no murió en el ácido- comento sonando "sincero"- como te dije, se transformo en otra persona, y cuando obtuvo el mayor poder, pago a varias personas del aeropuerto para poner bombas en el avión. que específicamente explotarían al llegar al aeropuerto

-quiero saber quienes son las otras personas que te ayudaron- comento Leonardo, el hombre río en voz alta- dímelo ahora, y haré que tu sentencia sea menor

-fueron varias personas, pero no recuerdo todos los nombres- indico mientras le guiñaba el ojo al pelinegro- si decides formar parte de mi una noche, podré recordar quizás algunos nombres 

-¿quieres que pase la noche contigo?- preguntó el pelinegro sorprendido- y así me dirás quienes son los que te ayudaron 

-si, siempre me he preguntado como se siente hacer el amor a un oficial- sonrió pervertido, Leonardo sintió un escalofrío- y ahora se me dio esa oportunidad 

-esta bien- suspiro con cansancio- accederé, pero luego tendrás que decirme todo lo que sabes

-trato hecho

(....................................)

Leonardo preparo todo para esta noche, rento una habitación de hotel y ordeno que el hombre fuera liberado y traído al hotel.

-esto es muy arriesgado Leonardo- comunico el hombre, parecía ser el jefe de seguridad- puedes estar en peligro si estado completamente solo con el

-lo se, pero es la única forma para saber todos los nombres de las personas que contribuyeron a la muerte de mi padre y de las demás personas que iban en ese avión- Leonardo estaba decidido, miro al jefe de seguridad y le sonrió- estaré bien, no te preocupes 

-cualquier cosa haces sonar la alarma que esta en el pantalón- indico en un susurro- habrá policías al rededor del hotel ante cualquier fuga, no queremos que nada salga mal

-no se preocupe- el pelinegro lo miro con una sonrisa, el jefe de seguridad lo miro seriamente- estaré bien, y me aseguraré de obtener todos los nombres que necesitamos

Leonardo salió del edificio de fuerzas especiales en dirección al hotel, iba como un simple ciudadano normal; se registro en el hotel, le dieron las llaves. el pelinegro subió al ascensor mientras tarareaba una canción en japones, al llegar al piso indicado busco el numero de habitación y entro.

-me alegra que hayas venido........y completamente solo- indico mientras sonreía, estaba sentado en la cama solo con su pantalón puesto, miro de arriba hacia abajo al pelinegro- no puedo esperar a estar contigo aquí justamente.

-primero bebamos algo- sonrió el pelinegro, caminando hacia la hielera de la habitación- ¿no quieres eso?

-me parece bien Leonardo- el preso se acomodo en la cama mientras Leonardo servía los tragos, cuando sirvió los dos vasos los llevo consigo hacia la cama

-ya están listos

el hombre bebió todo el líquido del vaso de un solo sorbo, dejo el vaso en la mesa al lado de la cama y saboreo sus labios con coqueteo; leonardo no termino de beber su bebida, ya que inmediatamente el hombre lo lanzo a la cama y lo presiono contra su cuerpo.

-es hora del juego- canturreo mientras besaba los labios del pelinegro y bajaba así hasta su cuello. Leonardo se tenso de inmediato, pero no hizo nada por separarse. 

las manos del delincuente recorrieron el cuerpo de Leonardo bajando hasta su pantalón, lo desabrocho con agilidad, metió rápidamente su mano bajo el calzoncillo del pelinegro comenzando a masturbarlo para llegar a su mejor parte. pero de pronto, el delincuente comenzo a sentirse mareado; pero eso no fue impedimento para que este primero siguiera besando los labios y el cuello del pelinegro, Leonardo vio la oportunidad perfecta para seguir su juego.

-y ahora dime.......-pregunto con una sonrisa- ¿Quiénes eran tus amigos que te ayudaron a volar el avión?

-el tuerto Franccini, es un buen sujeto, aunque aun me debe dinero- se quejo mientras besaba lentamente el cuello del pelinegro- el gordo Tom, es un sujeto gordo y horrible. jajaja, aun siendo gordo puede correr rápidamente 

los besos del delincuente fueron descendiendo hasta llegar al hombro del pelinegro, con una de sus manos corrió la blusa del pelinegro teniendo libre acceso hasta el cuello blanco de Leonardo; este último trataba de no gemir ante las leves mordidas que el delincuente le propinaba en ese sitio, apretaba los ojos deseando que el sedante comenzara a hacer efecto en el cuerpo del muchacho.

-tienes un cuello perfectamente blanco- sonrió mientras chupaba, mordía y jugueteaba con sus labios el cuello del pelinegro- me encantaría ver si las demás parte de tu cuerpo son del mismo color.

Cuando el muchacho se estaba desabrochando el pantalón, se quedo completamente helado y minutos después cayo boca abajo en la cama completamente dormido; Leonardo suspiro con alivio, se acomodo la ropa y camino hacia la puerta para abrirla y dejar pasar a los demás policías quienes rápidamente tomaron al inconsciente muchacho y se lo llevaron directamente a la oficina de fuerzas especiales.

-¿te encuentras bien?- pregunto el jefe de seguridad acercándose al pelinegro, lo ayudo a levantarse y lo miro con preocupación- ¿necesitas que nuestro equipo medico te revise? 

-no, no te preocupes estoy bien- sonrío mientras el jefe de policía lo acompañaba hacia el auto que los llevaría de vuelta

-fue muy valiente lo que hiciste- el muchacho de cabello azul le sonrió, Leonardo suspiro y le sonrió de vuelta- aunque peligroso, ¿sueles hacer este tipo de cosas?

-gracias- Leonardo se acomodo en el asiento- y no, no suelo hacer esto jajaja.........pero fue conveniente para saber las identidades de los asesinos de mi padre, valió la pena en realidad.

apenas llegaron a la oficinas de fuerzas especiales, arrastraron al tipo nuevamente hasta su celda aun completamente sedado; Leonardo y el jefe de seguridad (julián) se dirigieron hacia la oficina en donde estaban todos los archivos de todas las personas en el mundo, con mucha facilidad podrían encontrar a las personas que querían con una mayor facilidad. buscaron por horas a las personas que el delincuente les dijo, pero cuando decidieron dejar de investigar eran mas de las 3 de la mañana.

-es hora de descansar- Julián le sonrió mientras cerraba los archivos en la computadora, Leonardo bostezo- no logramos encontrar nada aun........

-quizás nos ese tipo nos dio nombres falsos- indico el pelinegro mirándolo seriamente- es muy probable que nos haya mentido

-no lo creo, aun nos queda mucho tiempo para buscar- el de cabello azul lo miro- ¿quieres que te lleve a un hotel cercano?

-gracias-leonardo sonrió, ambos salieron del edificio y subieron al vehículo juntos. Julián comenzo a conducir

-no te preocupes, cuando tengamos noticias de los compinches que participaron en la explosión te avisaré de inmediato- prometió el de cabello azul, Leonardo asintió agradecido- ¿piensas regresar a nueva york mañana?

-gracias, pero prefiero quedarme a ayudar en la captura- suspiro- es una deuda pendiente que tengo con mi padre, no dejaré que ninguno de esos sujetos quede libre después de su muerte 

-entiendo, entonces nos veremos mañana en la mañana- se detuvo en un semáforo de color rojo- trabajaremos desde temprano para encontrarlos, te lo aseguro, será muy rápido

-el último delincuente que atrapamos con mi equipo, estaban escondidos en un almacén abandonado- mencionó captando la atención del otro oficial- ¿hay algún lugar así aquí?

-por lo que se, si existen- cuando la luz verde apareció, el muchacho continuo manejando- pero los lugares de los que te hablo, fueron quemados y destrozados. hemos ido un par de veces a investigar, pero nunca encontramos nada 

-posiblemente se encuentren en alguno de esos lugares de noche o madrugada-Leonardo se acomodo en su asiento- ¿podríamos ir a ver si tengo razón?

-por supuesto- sonrió, desviándose del camino tomo el lado derecho de la carretera, un camino que los llevaría a uno de esos almacenes abandonados de los que mencionaban

les tomo algunas horas llegar, estacionaron el vehículo lejos del lugar para no levantar sospechas; caminaron escondiéndose entre la maleza, tal y como había dicho su compañero no había ningún alma en ese lugar. Leonardo suspiro frustrado, cuando estaban a punto de irse, escucharon unos pasos muy cerca de ellos.........

CONTINUARA