Capitulo 2
-Sabía que eras tú Zack.
-Vaya Beck, sabes reconocer perfectamente a tu hombre. –dijo Zack mientras mostraba una sonrisa y un gesto pervertido.
-Ya dejen de bromear. –se agregó otro chico al grupo. –Zack la señora de la limpieza te está buscando como loca.
-¿Ahora qué hiciste Zack? –Dijo Beck con un leve suspiro y cerrando los ojos.
-Eh?! Yo no hice nada, pregúntale a Ediel. –dijo Zack fingiendo inocencia.
-Lo que pasa Beck es que cuando Zack te vio que ibas subiendo por las escaleras, corrió para alcanzarte y choco con la señora de la limpieza, la cual le dijo "-maldito mocoso" y Zack en vez de disculparse se levantó y dijo "-no maldiga vieja bruja" y salió corriendo. –Explico Ediel mientras se acomodaba los lentes.
Los tres chicos comenzaron a reír y entraron al salón, tomando sus asientos y haciendo bromas entre ellos sobre lo que había pasado. De pronto se acercaron al asiento de Beck.
-Feliz cumpleaños. –dijo Zack mientras sacaba un regalo de su mochila y se lo extendía a Beck.
-No creíste que lo olvidaríamos ¿verdad? –siguió Ediel, también extendiéndole un regalo.
-Chicos no era necesario. –dijo Beck un poco sonrojado.
-Vamos no te hagas del rogar o tendré que castigarte. –dijo rápidamente Zack mientras le tiraba una mirada dominante y pervertida.
Beck comenzó a reír y tomo los regalos agradeciéndoles a los chicos, mientras ellos pedían que los abriera al instante. Desenvolvió el regalo de parte de Ediel y vio un pequeño y moderno mp3. Luego siguió con el regalo de parte de Zack, el cual era un celular que estaba de moda.
Beck estaba muy sorprendido, jamás se imaginó ese tipo de regalos, claro, no le importaban las cosas materiales pero saber el esfuerzo que hicieron sus amigos para darle esos lujosos obsequios lo ponían un poco inquieto.
-Chicos enserio muchas gracias, pero ¿no creen que esto es demasiado? –murmuro un poco sonrojado.
-Eso y más te mereces Beck, eres nuestro mejor amigo. –dijo Zack con una amable sonrisa.
-Así es. –continuo Ediel. –Y lamentamos decirte que no aceptamos devoluciones.
-Muchas gracias dúo de locos, los quiero –Soltó Beck y los abrazo.
-Pero a mí me quiere más. –dijo Zack vacilando y sacando la lengua.
Los chicos empezaron a reír y las clases comenzaron. Las horas pasaron y llego la hora de salida, los tres amigos se dirigieron a sus casilleros.
Al momento de que Beck abriera su casillero, encima de sus zapatos, había una pequeña caja de regalo dentro.
-¿Qué es esto? –Susurro Beck casi por instinto, lo cual llamo la atención de los amigos. Zack y Ediel se asomaron a ver qué era lo que Beck miraba tan fijamente, cuando se dieron cuenta, los tres se miraron la cara con curiosidad.
-Vaya, así que alguien quiere robarme a mi Beck. –dijo Zack fingiendo enojo.
-Vamos Beck saca el regalo y ábrelo. –agrego Ediel con un gran gesto de curiosidad.
El chico tomo el regalo, animado por sus amigos y al momento de sacarlo, una nota cayó a sus pies, se agacho a recogerla y con un gesto de duda y asombro comenzó a leer en voz alta:
"Hermoso chico de ojos verde esmeralda, cabello rojo y piel blanca; sé que la vida para ti no ha sido fácil, pero quiero que tu mundo negro sea de colores como un arcoíris, quiero que sientas el olor de la flores y que veas lo brillante que es el universo, porque para mí así es cuando te veo. Feliz cumpleaños"
Beck quedo sin palabras al igual que los dos amigos, voltearon a todos lados pero no encontraron a nadie sospechoso, solo quedaban ellos. Se apresuró a abrir la pequeña caja y vio que era un collar negro con una letra B meciéndose, era muy hermoso y masculino.
-Wow. –dijo Zack rompiendo el silencio. – ¿No dice quien lo dejó?
-No. –contesto desaminado Beck, ya que si no sabía de quien era no podría darle las gracias.
-No te desanimes Beck, debes alegrarte por tener una admiradora secreta. –dijo Ediel con una sonrisa burlona.
-Es verdad –agrego Zack. –Yo también tengo admiradoras.
-Zack, la señora de la limpieza no cuenta. –dijo Beck entre risas.
-Lose lose, esa señora me ama en secreto, pero mi corazón ya le pertenece a otra persona. –contesto Zack sacando la lengua y luego se hecho a reír al igual que sus amigos.
Beck se colocó el collar y salieron del colegio. Después de unos minutos los tres amigos se despidieron y Beck emprendió su cambio hacia su trabajo. No dejaba de pensar en quien pudo haber sido la persona que le dejo la nota junto con el collar, no entendía por qué no se lo había dado personalmente y eso le daba vueltas por la cabeza una y otra vez.
Al llegar al pequeño pero lujoso restaurante en el que trabajaba como mesero se percató que había poca gente, se alisto y tomo su turno. Horas después vio entrar a una joven que vestía muy elegante y además era una belleza, tanto que atrajo la mirada de todos los hombres del lugar, pero había un detalle, lucia muy molesta y agobiada por algo. Beck solo tardo unos segundos en ir a atenderla.
-Buenas noches señorita, que dese... –aun no terminaba la frase y la joven ya lo veía con ojos de asombro. –Ocurre algo seño...
-¡Oye! –interrumpió la mujer. – ¿Te puedo pedir un favor?
Beck se quedó sin hablar por unos segundos, la mirada de la joven era muy intensa, como un león tratando de intimidar a su presa.
-Cl-Claro señorita ¿Qué desea? –respondió el con una voz un poco nerviosa.
La joven cambio su semblante, ahora tenía una sonrisa amable pero su mirada seguía siendo intimidante, Beck no entendía como es que la joven había cambiado de ánimo tan drásticamente y eso lo inquietaba mucho.
-Quiero pedirte una cita. –dijo ella sin retirar la fría mirada de Beck.
Beck se quedó mudo ante la propuesta de la joven y sin darse cuenta se había sonrojado, no entendía lo que estaba pasando, ¿acaso era una acosadora?
-¡Oye! –Volvió a decir la joven -¿puedes quitarte los lentes por favor?
Beck obedeció y retiro delicadamente los lentes de sus ojos esmeraldas, la joven se quedó con la boca abierta y con un gesto de sorpresa como si se hubiese ganado la lotería.
-¡Tienes que salir conmigo si o si! –dijo la mujer alzando la voz y llamando la atención de todos en el lugar.
Beck trato de calmarse, no confiaba para nada en ella y seguía sin entender las reacciones de esa bella mujer.
-Lo siento pero no estoy interesado. –termino Beck con un tono de voz amable y frio.
-Disculpe –interrumpió otro mesero. –Ya vamos a cerrar, por favor vuelva otro día.
La joven frunció el ceño y camino hacia la salida. –Mañana volveré, no te libraras de mí tan fácilmente. –dijo mientras le dedicaba una sonrisa perversa cuando se marchaba.
NOTA*****
¡Hola! si, yo otra vez :v espero que les este gustando la historia, si es así por favor ayúdame compartiéndola para poder seguirla.
Gracias por leer.
Acepto criticas : https://www.facebook.com/AliceJSata
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro