Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

40.

—Es...¿Broma? —me reí levemente

No podía creérmelo.

—¿Tengo cara de estar bromeando? —respondió serio —No, no es una broma.

Quedé pasmada.

—¿Y...? —hice una mueca —¿Estás seguro? Es decir... —suspiré

Se quedó mudo. No habló durante mucho tiempo.

Sentí unas llaves en la puerta. Demonios, Julia y mi padre estaban llegando

—Gracias por abrir, Katine —dijo sarcástica Julia —Aunque no sé porque sigo sorprendiéndome —entró con muchas bolsas delante de la cara

Así que, seguramente no nos veía, sólo oía

—Bien —respondí —Voy a salir un rato —me dirigí a Julia

Miré a Dominik, y luego le señalé la puerta. Me entendió y nos fuimos camino a la salida. Mi padre que venía entrando me miró serio unos segundos, pero no le hice ningún caso.

—No puedo creerlo —murmuré mientras caminábamos a algún lugar

—Mira, no quiero decir que yo sea homosexual —se detuvo frente a mí —Es decir, no, o bueno...no lo sé —se tomó el rostro, como desesperado

Sentí como me hacía mierda por dentro.

O sea...¿Nunca fue especial para él nuestra primera vez? ¿Fue mentira lo que me dijo?

No quise seguir preguntándome estas cosas. Arrugué los ojos intentando no soltar lágrimas.

—Pero no quiero dañarte —dijo en voz más alta —Demonios, ya lo hice, pero...

Se quedaron en el aire sus palabras. No seguimos diciendo nada, cuando sin querer llegamos hasta su casa.

—¿Por qué estamos aquí? —pregunté incrédula

—No lo sé. Quiero estar contigo esta tarde. Aquí —se alzó de hombros, y tocó el timbre de su casa

Una vez nos abrieron, entramos hasta su habitación. Él cerró la puerta, y se sentó en su cama mientras yo me quedé junto a la puerta.

—Katine, perdóname —dijo sin mirarme a los ojos —No quise hacerte daño. De verdad

—Te entiendo —me alcé de hombros, a pesar de que no me viera

En verdad no lo entendía ¿En qué momento le empezaron a gustar los hombres?

Tranquila, quizás ni siquiera le gusten, solo está confundido.

—Dominik, ¿Te gustan los...chicos? ¿Desde cuándo? —no quise verlo a los ojos desde esta pregunta

—No lo sé —respondió.

Me quise ir corriendo de allí

—No creo que me gusten... solamente, me siento extraño desde hace tiempo

Levanté la vista un poco. Miré a sus manos

—Hace un tiempo ¿Tú sabías que me molestaban con Aleksander, no?

Mi corazón se oprimió

—Sí. Te molestaban con él, por algo que pasó en clases de judo. Lo vi en tu Facebook hace un tiempo —admití

—Bien. Me sentía algo extraño con Aleksander

Cerré los ojos. Joder, esto no era cierto...

—¿Te gusta Aleksander? —lo miré a los ojos

Tardó unos segundos en responder. ¿Por qué tardaba?

—No, en verdad no. Desde que se empezó a meter entre nosotros...ya no lo veo más que como un imbécil despreciable. Quiero golpearlo cada vez que lo veo, verlo sangrar... —suspiró mirando hacia la nada —No puedo decir que lo odio, sería darle mucha importancia. Pero no siento más que asco o... no lo sé. Pero me dan ganas de matarlo cuando recuerdo que estaba contigo en la cama... —apretó la mandíbula

—No pasó nada entre nosotros, estoy segura —lo tranquilicé —Aunque eso ya no importa ahora.

Me levanté hasta sentarme a su lado encima de su colchón.

—¿Te doy...asco? —pregunté con temor

—No... s... claro que no —murmuró

—No estás seguro, ¿no? —me mordí el labio

—No lo sé —repitió como perdido en sus pensamientos

En un movimiento lento, alzó sus manos hasta mi sudadera.

Lo miré detenidamente ¿Qué estaba haciendo?

No entendía, hasta que llegó a mi cierre, y empezó a bajarlo lentamente.

Se detuvo una vez que abrió mi sudadera completamente.

—¿Qué haces? —pregunté en voz baja

No obtuve respuesta.

Volvió a posar sus manos en mi sudadera, para abrirla, y sacarla delicadamente de mis brazos, y dejarla tirada en la cama.

Ahora solo estaba en una musculosa de bretel fino.

Sólo observé lo que hacía

Se acercó hasta mí, tumbándome sobre el colchón.

—¿Dominik?

Pasó su mano por debajo de mi musculosa, hasta llegar al borde de mi bra.

—¿Qué...? —intenté hablar, pero me callé al instante

Su mano rozó uno de mis pechos, sobre el brasier. Luego me miró de forma fija.

Tenía una de sus manos afirmándose sobre mí, a un costado de nosotros en el colchón, y la otra, firme sobre mis pechos. Comenzó a soltarse, y empezó a tocarme sin vergüenza.

Intentó quitarme el brasier. Desvió sus frías y torpes manos a mi espalda, y comenzó a buscar la salida del broche. Le costó un poco, pero lo logró. Deslizó sus manos desde la espalda, hasta al frente, ambas manos, y comenzó a tocar mis pechos

No sabía qué hacer en estos momentos. Si detenerlo, o dejarlo seguir.

Ahora estaba encima de mí, a horcajadas, sobre mis caderas.

Me miraba fijamente a los ojos, mientras movía sus manos. Comenzó a alterar su respiración.

De pronto sentí algo duro encima de mi pelvis.

Miré hacia abajo. Había un notorio bulto en su pantalón.

Desabroché sin decirle nada, y bajé el pantalón para ver bien. Estaba erecto.

Comenzó a jadear, y sacó sus manos de debajo de mi musculosa. Luego se levantó de mí y se tumbó hacia atrás.

—Súbete —jadeó —Por favor

Me subí encima de su bulto.

Cerró los ojos.

—Quiero que me... —dijo entrecortado

—¿Qué? —pregunté mientras me acercaba a su rostro

—Tócame —pidió

Le quité su bóxer, y comencé a hacer lo que me pidió, pero...

¿Enserio estaba excitado? ¿O quería que no me sintiera mal?

Me bajé de su regazo, y me senté a un lado en la cama.

—¿Q-qué pasa? —preguntó Dominik confundido, y sentándose a mi lado

No le respondí

—Estas fingiendo ¿no? —dije apenada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro