10.
La calle tan fría y desolada, me hacía sentir más desprotegida de lo que ya estaba cuando recibí los mensajes. Por lo mismo, traté de irme lo más apresurada posible a mi casa. Estaba pensando seriamente en hablar con papá y pedirle que ocupara un poco de su tiempo, y me pasara a buscar en auto a la academia de judo. Pues claramente no me las podría arreglar sola.
Sentí un escalofrío, y la sensación de que me seguían. Volteé bruscamente, y a la defensiva, pero de poco me serviría para defenderme contra un grupo de asaltantes. Por suerte, no encontré nada de eso a mi alrededor. No había nada, ni nadie. Más que uno que otro auto, y la abandonada avenida.
Llegué a mi casa, casi corriendo, y con la presente sensación de ser observada.
-Papá...¿Puedo pedirte un favor? - pedí sentandome a su lado en la mesa
-¿Qué pasa? - me miró y tomó de su cafe - No me vengas otra vez con querer cambiarte de escuela a estas alturas, eso sería imposible.
-No, no es eso - musité apenas - Es solo que...necesito un favor
-Habla ya
-Bien...Necesito que me pases a buscar luego de la academia
Luego de unos segundos, negó con la cabeza.
-No lo creo posible, Katine, no tengo tiempo....tendría que... - pausó y quedó pensativo.
Oh, siempre es eso, ''No puedo'', ''No hay tiempo'', ''Estoy ocupado''.
-Mira, no te malgastes la cabeza pensando, nunca tienes tiempo para mi - respondí a su silencio
Suspiró - Sólo no puedo, y ya
Quedamos callados. Hasta que luego de unos minutos volvió a hablar.
-Pero puede que Julia pueda ayudarte
-Oh claro, ¿Y sacar su trasero del sillón solo por ir a buscarme? Sólo déjalo - bajé la mirada
-Podrías solo dejar eso, salte de esas clases - sugirió, con un tono que quizás en ese momento de enfado para mi, sonó demasiado irritante.
-O podrías irte a la mierda, nunca me ayudas en nada - arrastré la silla, y me levanté enfadada en dirección a las escaleras.
¡Claro! Muy simple, como no puede ayudar, que es la mayoría del tiempo, entonces es mejor que yo, abandone todo. Como si mis intereses valiesen nada.
Dí un portazo tremendo a mi habitación, y me encerré.
***
Entrar por el corredor se me hacía un poco complicado. Al llegar al instituto, las miradas eran constantes. No sé exactamente porque eran. Burla, odio, obcenidad, que sé yo. Pero tal y como en la otra escuela, todo eso se me volvió normal. Era como si la actitud de desadaptada fuera dentro de mi, y el problema no fuese el entorno. Claro, siempre el problema era yo.
Todo se estaba repitiendo, también mi manera de ser. Comencé a aislarme de todos. Por un lado era bastante pacífico estar sola. Con los audifonos, sin nadie conmigo, pero con todos a mi alrededor. Mi carácter se volvía bastante apartado, y lleno de odio, y lo descargaba entrenando judo, boxing, y corriendo, para aumentar la fuerza en mi.
Las imagenes y estados de burla hacía mi, se esparcían por la red siempre. Y solo miraba con odio, las lágrimas ya no salían de mí, solo me nacía un creciente fuego por dentro, un instinto extraño en contra de todos. Ya verían. Yo no dejaría las cosas así.
Me dirigí al baño. Justo sonó mi celular
<<Quiero mi dinero>> Mensaje de Barbara. Esa estúpida me presionaba con el supuesto dinero que quería. Pero no, no seguiría aguantando más abusos. Estaba harta. Lancé mi celular lejos y con fuerza, y justo calló dentro de una de las tazas del baño. Me acerqué y tiré de la cadena. Podía irse por la alcantarilla, no quería más jodidos mensajes ni llamadas.
Salí al pasillo, y me quedé plantada de pie junto a un diario mural del pasillo, leyendo noticias y otras cosas.
-Perra, estás buena - Aleks tomó mi trasero como si nada
Pero antes de que se alejara, volteé rápido, y le dí un buen puñetazo en la cara.
-¡Vuelve a tomarme el trasero, imbécil! - grité, y salí de allí enfadada.
Todos quedaron murmurando, y mirando la escena, de como Aleksander tomaba su mejilla, como salía yo hecha humos, pero me valía.
-Hey, hey espera - me tomó alguien de los hombros - Kati, ¿Qué pasó? Vas como huyendo de algo
Dominik me tomó desprevenida. Lo necesitaba
-El idiota de Aleksander. Eso pasó - suspiré
Su expresión cambió
-Le falta una buena golpiza creo
-Le dí un golpe en la cara, no te preocupes
Sonrió.
-Te han hecho bien las clases de Judo, eh?
-Si, creo que si - sonreí
-Em... en la tarde, ¿Crees que podríamos salir?
-¿A donde?
-No lo se...por ahí a caminar, tengo que decirte algo - se rascó la cabeza - es importante
-Esta bien Dominik - esbocé una sonrisa - vamos a clases por ahora
A la salida de clases, Dominik me alcanzó.
-Bien, aún quieres ir ¿Cierto? - preguntó dudoso
-Pues si...Tan cambiante no soy - sonreí - ¿Qué querías decirme?
-Más allá te digo - me miró
-Claro
Fuimos conversando hasta que llegamos a la alameda de por allí.
-Ya estamos ''más allá'' - bromeé - ahora dime, me estas poniendo nerviosa
Dominik pareció estar teniendo un debate interno de si decir o no lo que quería decir, pero alfin soltó todo de un golpe.
-¿Te gustaría estar...ya sabes, conmigo? - preguntó mordiendose el labio
Su pregunta me dejó sorprendida. Jamás me había dado señales de gustarle. Y además, yo era horroroza, un estorbo, no quería seguir causandole problemas a él ni a nadie.
-Dominik...yo no puedo - dije cabizbaja - Lo digo por tu bien
Silencio.
-Hum...ya veo, no te preocupes... creo que fue una estupidez - pausó - ¿Yo te gusto?
Nuevamente quedé desconcertada. <<Qué directo>>
Esto lo haría por su bien. No quería confundirlo más, y además él había sido tan bueno conmigo, que no merecía sufrir.
-No Dominik - musité - Creo que deberíamos alejarnos. Soy un estorbo para todos, asi que no quiero ser la carga de alguien más...me agradecerás después...
Me alejé. No era lo que quería.
-¡Espera! - me detuvo - Kati, no eres un estorbo...para mi, eres lo contrario ... tu..
-¡No digas eso! Soy rara, estoy enferma, no insistas... - lo interrumpí, y me alejé a punto de llorar.
Todos mis temores, traumas, y aflicciones de la otra vez, volvían.
Miré mi brazo. Aún tenía las marcas de guerra. Me maldije a mi misma, soy una idiota. ¿Cómo pude llegar a dañarme? Y lo que más rabia me daba, es que nadie se preocupaba por mi. Mi padre, no se le pasaría jamás por la mente algo como esto. Y supongo que no le importaría. En cambio a mamá... Si ella estuviera aquí, de seguro me tomaría en sus brazos, y me consolaría..De hecho si ella estuviera aquí, no habrían cotes.
<<Tranquila, mi niña...estoy contigo>> Era todo lo que quería escuchar. Pero no lo haría.
20 mg y sigo u_u
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