La mente de Tom se abrió como si fuese un libro abierto y Lily pudo verle dirigiéndose hacia la vieja casucha de los Gaunt. Presenció la conversación de él y su tío Morphin, lo cruel que fue, la forma en la que tuvo que callarlo, su miedo al pensar que iba a seguirle y a dañarlo. Tom le quitó su varita y fue a buscar a su padre. Su alma estaba llena de dudas sobre si lo que su tío decía era cierto. La rabia y la ira lo dominaban todo.

Vio a todas aquellas personas que se interponían en su camino, desmayándose ante un solo deseo de Tom y un movimiento de la varita que tenía en la mano, que casualmente era la de su tío.

Supo sobre el enfrentamiento con su padre, las cosas atroces que le dijo, el miedo que tuvo, la desolación que albergó su alma y la lástima que sintió hacia su madre por haberse enamorado de un hombre como el que tenía delante.

Pudo ver todo lo que él se resistió a hacer nada estúpido, quería que todo se detuviese y volver a casa, no quería estar en aquella situación. Luchó con todo su ser para que aquella rabia no lo dominase, pero ... después de que su padre le llamase «engendro», como a su madre, no pudo soportarlo más y cometió un asesinato.

Muerte.

Tom había matado a su padre y se arrepintió de ello en cuanto lo hizo. La desesperación inundó su alma y vio en su mente un tenebroso hechizo. Ni siquiera lo pronunció, bastaría tan sólo leerlo mentalmente para despertar algo oscuro, algo que desgarró su alma e hizo que sintiese un dolor indescriptible que paró momentáneamente su corazón.

Vio ese humo verde metiéndose dentro del anillo que había pertenecido a Salazar Slytherin. Sintió la tenebrosa oscuridad de su espíritu y el miedo que sentía al pensar que iba a convenirse en un monstruo.

Entonces... todo cesó y los dos volvieron a aquella cámara.

Tom dio un paso hacia atrás, y esperó a que ella dijese las palabras que esperaba escuchar, pese a haber recibido sus promesas de que no lo haría. Pero Lily estaba más preocupada culpándose a sí misma de todo aquello, porque había reconocido ese humo verde, pertenecía a un peligroso ser oscuro que pretendía escapar del infierno. ¿Y si ese ser había usado a Tom para volver a vivir en el mundo? O ... peor aún, ¿y si lo estaba haciendo para llegar hasta ella?

Ella volvió a acortar las distancias entre ellos y peinó sus rebeldes flequillos como quién trata de calmar el agitado corazón de un niño.

–¿Me odias? – preguntó él, con un hilo de voz y lágrimas en los ojos.

–No.

Las manos de ellas bajaron y él aprovechó para acariciar su sedoso cabello. Trataba de entender qué era lo que estaba pasando por la cabeza de la joven.

–¿Me tienes miedo? – ella sonrió al darse cuenta de que él seguía aterrado de que ella faltase a su palabra y se alejase después de enterarse de lo que había hecho.

–Asesinar a otro es la peor de las decisiones que puede tomar una persona. Pero ... entiendo las razones por las que lo hiciste. – Eso sorprendió a Tom, no se esperaba que ella pudiese ser tan comprensiva.

–¿Las razones? – se quejó molesto. – ¡He matado a un hombre, Lily! Y... sospecho que también he creado un maldito Horrocrux.

–¿Qué es un Horrocrux?

–Te hablé de él en una de mis cartas. ¿Te acuerdas? Es un objeto donde un mago puede guardar parte de su alma. De esa manera... si su cuerpo es atacado... no puede morir. – Eso si la asustó. – No fue intencionadamente, como has visto. Pero sí. Y siento que algo ha cambiado. Es ... no sé explicarlo. Pero se siente como si hubiese perdido un pedazo de mí. Como si me estuviese volviendo... malvado.

–No – ella agarró su mano y negó con la cabeza – tú no eres malvado. Te conozco, Tom. – Él estaba tan asustado. – Esto no va a volver a suceder. Prométemelo. – la miró con atención. – Prométeme que no volverás a matar.

–Te lo prometo – y era sincero. No volvería a perder el control de nuevo.

–Prométeme que tampoco vas a crear un Horrocrux – él asintió, en señal de que lo haría.

–Te lo prometo.

Entonces se miraron y volvieron a verse de verdad, sin mentiras, sin miedos, siendo solo Tom y Lily. Lo que había entre ellos había vuelto a ser lo de siempre, y eso le hacía tan feliz.

–Eres una chica extraña. ¿Cómo puedes ser tan comprensiva conmigo después de lo que has visto?

–Eso es porque entiendo las razones de lo que has hecho – contestó.

–Es por algo más que eso – se miraban de una forma distinta aquella vez. – Pese a todo lo que te he contado, lo que has visto... estás aquí ... intentando salvarme.

–Siempre estaré. – Y él sabía que era cierto.

Ella apoyó la mano sobre su pecho y en seguida ambos sintieron una sensación extraña.

–Puedo ver tu alma rota, la siento, Tom.

–Yo puedo ver lo pura que es la tuya.

Esas palabras hicieron que Lily pensase en una locura, algo que quizá podría salvar a Tom y alejar la oscuridad de su alma. Porque lo único capaz de disipar la oscuridad es la luz.

–¿Y si las unimos?

–¿Qué?

–Un pacto de sangre. – Recordó lo que su hermano Aurelius le dijo sobre esa chica llamada Nagini. Sus almas estaban entrelazadas y así él pudo salvarla de la maldad que había dentro de ella, evitando así que se convirtiese en una serpiente, al menos el tiempo que estuvieron juntos. Antes de ser reclutado por Grindelwald y marcharse con él.

–No. No sabemos lo que pasará si hacemos eso ahora que mi alma está dividida. Podría ser peligroso, Lily.

Por supuesto que lo era. Ella sabía sobre los riesgos, pero ... igual que su hermano Aurelius salvó a Nagini de la maldición de sangre, Lily también quería salvar a Tom del demonio que tenía dentro.

–Quiero salvarte, Tom. Haré cualquier cosa.

–Lo sé. Pero no creo que unir nuestras almas sea la solución.

–Mi alma sanará la tuya, estoy segura – él sonrió, le encantaba que ella fuese tan protectora hasta el final.

Un ruido a un lado consiguió asustarla y miró hacia ese lado. Tom sacó su varita dispuesto a defenderla, pero entonces se calmaron al ver a una rata. Los dos rompieron a reír cuando el susto se marchó.

Luego desviaron la vista hacia los labios del otro, algo incómodos por la situación. El rostro de ella pronto se volvió todo rojo, volviendo a divertir a Tom.

–Deberíamos volver – emprendió el camino de nuevo hacia la salida y él la siguió. La ayudó a subir, pero ella resbaló y terminó en sus brazos. Ambos se miraron de nuevo. Los sentimientos de ambos se agolparon. Empezaron a sentir que les faltaba el aire, mientras se miraban a los labios.

Lily se separó de él, asustada y volvió a intentar subir, pero él la agarró de la muñeca, impidiéndoselo.

–¿Qué haces? Tenemos que subir. Llegaremos tarde a nuestra próxima clase.

Él se acercó a ella, empezó a subir la mirada poco a poco mientras se acercaba cada vez más. Estaban a punto de besarse y ella estaba aterrada, tanto que terminó empujándole. Él la observó sin comprender.

–¿Quieres que hablemos antes sobre esto? – ella negó con la cabeza, aterrada. Y él la acorraló con la escalera de metal que subía hacia el baño de las chicas. – Hablemos. Quiero besarte. – Lily levantó la vista para observarle, jamás esperó escuchar esas palabras en los labios de Tom.

–¿Has besado alguna vez a una chica? – él negó con la cabeza. – ¿Y por qué quieres hacerlo conmigo? – él se encogió de hombros.

–No lo sé – trató de no pensar mucho en lo que sentía por ella. – Sólo sé que quiero hacerlo. – Acercó sus labios a los de ella, pero ella volvió a detenerle.

–Esa no es una razón de peso para hacerlo – él sonrió al verla tan asustada y avergonzada al mismo tiempo. – Se supone que somos amigos, Tom.

–Y lo somos. Pero eso no cambiaría nada.

–Lo cambiaría todo. No podemos cruzar esa línea por una tontería, Tom.

–¿Tú no quieres besarme? – Ella miró hacia sus labios, estaban tan cerca. Podía sentir su acelerada respiración y su cuerpo que desprendía un peligroso calor que la atraía. Quería dejarse llevar y dejar de tener miedo de una vez. Pero ... no podía hacerlo. – Tú también quieres hacerlo, ¿verdad?

–Ese no es el punto – se quejó ella, echándole hacia atrás. Él parecía impaciente por conseguirla, pese a lo difícil que estaba resultando. – Hay cosas más importantes de las que debemos preocuparnos ahora.

–¿Ah sí? ¿Cómo cuáles?

–Tenemos que averiguar qué ha pasado cuando has dividido tu alma en ese Horrocrux, si hay forma de deshacerlo y de qué forma podemos unir nuestras almas para ...

–Bien, lo haremos como tú quieras entonces.

Sacó su varita e hizo un hechizo fácil para impulsar a Lily hacia arriba y hacerla salir de la cámara. Luego hizo lo mismo con él.