Poderes ocultos en cosas cotidianas. Crema dental
¿No te ocurre que cuando te pones a lavarte los dientes miles de cosas se te pasan por la cabeza?
A Lucy le sucede cada vez, pero además no se queda solo en dejar pasar ideas por su mente. No. Ella tiene que llevarlas a cabo. Un proceso que debería durar sobre dos minutos, en ella se alarga en algo impredecible.
Es poner la pasta en el cepillo, llevárselo a la boca y le entran ganas de fregar el lavabo, saltar a la comba, barrer el salón, cocinar tortilla, mear, coser ese botón descolgado, regar las plantas...
Todo eso que no ha hecho en todo el día llega en este momento poco esperado, por lo que no está de lo más presentable. Cuando sale a echar la basura lo hace con una coleta ya totalmente desecha y mientras babea pasta por todos lados.
Le da rabia, mucha rabia. Los vecinos la creen loca. Martillear a las diez de la noche no es buena idea.
Ha probado en cambiar la marca de su dentífrico, pero todo sucede igual. Incluso ha investigado sobre el tema, como si a alguien se le escapara un ingrediente extraño sobre la marcha.
Inicios.
La primera pasta dentífrica fue creada por los egipcios hace 4000 años y era llamada "clisterate". Para fabricarla se mezclaba piedra pómez pulverizada, sal, pimienta, agua, uñas de buey, cáscara de huevo y mirra. Sin embargo, el dentífrico no sería de uso común hasta el siglo XIX.
A comienzos del siglo XIX, la pasta de dientes era usada con agua, pero los antisépticos bucales pronto ganarían popularidad. Los dentífricos de andar por casa tenían tiza, ladrillo pulverizado, y sal como ingredientes comunes. En 1866, la Home Cyclopedia recomendó el carbón de leña pulverizado, y advirtió que ciertos dentífricos patentados y comerciales hacían daño.
¿Qué ocurre? ¿Qué clase de daño era ese? ¿Acaso las pastas de dientes tienen poderes mágicos?
Composición.
Agua y humectantes: 75 %
Abrasivos: 20 % (rocas/sal/arenas)
Espuma y agentes de sabor: 2 %
Amortiguadores del pH: 2 %
Colorantes y agentes que opacan y aglutinan: 1,5 %
Fluoruro: 0,15 %
Monofluorofosfato de sodio o MFP
¿No me digas que esto no suena a ingredientes para una poción? ¿Quién le asegura a Lucy que no es una fórmula mágica de alguna bruja?
Ya puede ver a una mujer bajita y barrigona. Vestida con una túnica negra deshilachada, con su escoba en una mano y en la otra un cucharón con el que remueve la pócima que hará que todos nos transformemos cuando la pasta de dientes entre en contacto con nuestra lengua.
Lo tiene claro. Existen poderes ocultos en las cosas cotidianas y está segura que puede hacerte una lista.
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