Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2.

Osanai.

La gente no se metía con él por muy buenas razones: su apariencia era la primera cosa que se distinguía de otros, a simple vista te podías dar cuenta de que no era alguien con quien debías meterte y lo otro era porque su actitud, el violento carácter de Osanai marcó su reputación en su actual juventud, convirtiéndolo en alguien a quien nadie en la vida quisiera provocar su ira. Pero aparte de todo eso, hay una muy partícula razón por la cual nadie se atrevía a meterse con él, y es que Osanai forma parte de una de las pandillas más famosas que hay, la Tokyo Manji.

La Tokyo Manji es una banda de motociclistas conformado mayormente por jóvenes, llevan prácticamente cuatro años existiendo y se han ganado su lugar en las calles como delincuentes juveniles. Los que sean conscientes de lo que sucede en la vida callejera, saben de los enfrentamientos de estas pandillas con otras, sus victorias y derrotas, y saben que los que conforman está pandilla son peligrosos. Para alguien como Osanai que ya se por si tenía su reputación como matón, formar parte de está pandilla le daba un plus más en intimidación.

No es como que los demás sean unos cobardes, en parte sí, pero lo más lógico y inteligente que se puede hacer es no provocar tu propia muerte. Se sabe de antemano que Osanai llegó a apuñalar a alguien en una pelea callejera, por suerte no tuvo ningún cargo pero esto se expandió por todos lados.

Desde que Osanai está en ese instituto lo único que ha hecho es meterse con los demás y vivir como quiera su vida escolar, pero le gusta especialmente molestar a Draken, Mikey y Baji, son sus víctimas favoritas, o mejor dicho, sus esclavos. Desde que empezó a molestarlos los convirtió en sus lacayos, pidiéndoles dinero, ordenandoles que le compren cosas y hay de ellos si no cumplen con sus órdenes o la de sus amigos, terminaban recibiendo una paliza.

Osanai se convirtió en la pesadilla viviente de esos tres, humillandolos constantemente, golpeandolos y insultandolos. Esto provocaba que ellos tuviesen un bajón de autoestima y confianza al punto de poder conseguir o reunir el suficiente coraje para pelearse contra él, además de que el latente miedo que le tenían hacía que se aferran más a estos pensamientos pesimistas. El daño psicológico y físico los marcó de por vida.

Por esa razón, cuando ocurrió lo de la motocicleta de Osanai, se había creado un extraño ambiente en el instituto, de alguna manera se pensaba que algo malo ocurriría al día siguiente, que tal vez alguien moriría o lo que sea.

Osanai estaba fuera de una tienda con dos de sus amigos, estaban bebiendo unas cervezas en lata y fumando unos cigarros, tenían el uniforme del instituto porque no fueron para haya, se les hizo tarde así que prefirieron no ir. El rubio con una cicatriz no estaba muy contento que se diga, su motocicleta está siendo arreglada porque la caída le daño un retrovisor y se lleno de rayones, así que había que darle mantenimiento, eso le costaría dinero.

-pues si amigo, Tenshin Nasukawa es el mejor peleador de kick boxing que hay en Japón.-decía uno de los chicos.

Mientras Osanai estaba perdido en sus pensamientos, sus dos acompañantes hablaban de artes marciales.

-Na, viejo, es Takeru.-dijo el otro calando de su cigarro.-Takeru es el mejor, te apuesto que le gana a Tenshin.

-Creo que están en la misma división de peso, aunque Takeru se ve un poco más alto... Ojalá y peleén.

-Hm... Si, estaría interesante.

Esté último se fijo en algo que había en el suelo, en la acera donde estaban sentados había unos rayones escritos, algunas palabras eran irreconocibles otras apenas tenían sentido, era obvio que fue hecho por niños.

-"Ha... Hanaga... Ki". Hanagaki. Dice Hanagaki.

El otro miró y dijo:

-No dice "Hanagaki", lo estás leyendo mal, mira, los kanjis son diferentes.-corrigió.

-Ah, bueno, creí que decía eso.-mirando a Osanai.-¿Así no se llamaba el mocoso que quiso pelear contigo?

Osanai suspiro.

-Si.-contestó.-Así mismo.

-Ese tipo no sabe en lo que estaba metiendo.-rió.-Si hubiese salido ese día, lo hubiéramos agarrado entre todos. Ese perdedor.

-No creo.-espetó.-Él es diferente a los otros tres. No es como los tres mequetrefes esos, se nota que tiene experiencia.

-Es como nosotros... ¿Eso dices?

-Tal vez.-chasqueo sus labios.-Pero ese maldito me las pagará. Por si culpa, quizás hubiese muerto.

-Lo bueno es que no pasó a mayores.

El otro joven caló de su cigarrillo y hizo aros con el humo, un pequeño truco. Al terminar dijo:

-¿Estás seguro que fue él?

-¿A qué te refieres?-alzó una ceja Osanai.

-¿Y si fueron los de Rokuhara Tandai?, esos tipos son muy violentos. Escuche que un tipo de la Tokyo Manji cruzó por su territorio y un grupito de ellos le dio una paliza que casi lo matan.

-No fueron ellos. Esos tipos están loco pero les gusta hacer mucho alboroto.-contestó.-Y la Tokyo Manji no tiene problemas con muchas pandillas, estamos en tregua, por ahora.

-¿Con quienes?-pregunto el otro.-Me imagino que con Valhalla o Braham no puede ser.

-Con Braham ya no tenemos problemas, con Rokuhara tampoco. Valhalla es otra historia. Y la segunda generación de los Black dragons y nosotros nos llevamos bien.-explicó.-Pero como te dije, es solo una tregua. Quien sabe cuando se acabará toda está porquería y comencemos a matarnos entre nosotros.

-Por eso te digo que tal vez fueron algunos novatos de las otras pandillas que quisieron venir y hacerse los valientes contigo.

-¡Hey, escúchame bien!-exclamó.-Fue Takemichi, lo sé. Pero me ocuparé de ese pendejo.-se levantó.-Lo retare.

-¡Oh, ya sé!, vas a llevarlo a las peleas callejeras.

-Si.-dijo.-Ahí apostaremos y todo. Tendré público para humillarlo.

-Genial, eso no me lo pierdo.

-Ya le dije a uno de mis compañeros que enviará el mensaje. Seguro ya se lo hizo saber.

-¿Y cuándo será?

-Hoy mismo.

La respuesta los sorprendió a los dos.

-Wow, eso fue más rápido de lo que esperé...

-¡Así que será hoy, genial!-exclamó el otro.-No puedo esperar.

-Le daré la paliza de su vida.-decía Osanai.-Le mostraré quien manda.

Las peleas callejeras, o mejor conocidas como Lethal Fight, es una pequeña organización clandestina que creo Osanai, ahí pone a pelear a dos personas sin importar quiénes sean y apuesta dinero por eso. Consiste de la siguiente manera, Osanai creo ese pequeño club para poder ganar dinero rápido, jóvenes que forman parte de pandillas pequeñas o tipos rebeldes, hasta practicantes de algún arte marcial o ex-practicantes han llegado a ir ahí, no sólo simples vándalos, todo aquel que tenga ganas de mancharse los puños a con sangre que vaya para el Lethal Fight.

La única regla es que no se permite hablar demasiado sobre eso, se debe mantener bajo perfil ya que los superiores de Osanai, líderes de la Tokyo Manji, no tiene idea de que esto existe, o tal vez sí pero no que él los haya creado. Si se supiera esto, puede ser que sea expulsado de la pandilla o castigado severamente.

Takemichi que estaba tranquilamente caminando por el pasillo, se dirigía a la azotea a escondidas para poder fumarse un cigarrillo, tenía ganas de hacerlo para pasar el rato. En eso, se dio cuenta de que unos muchachos mayores que él lo estaban siguiendo, los miró de reojo y supo quienes eran, sabía que son amigos de Osanai, no sabía que esperar pero Takemichi se preparo para lo peor.

-Hey.

El pequeño grupo de muchachos lo acorralo, Takemichi alzó una ceja al ver esto.

-¿Qué quieren?

-Toma esto.-le dio un papel.-Es una dirección. Ve hoy en la tarde, te estaremos esperando.

-... ¿Lethal Fight?

Los muchachos se fueron sin responder preguntas innecesarias, dejando confundido al rubio. Baji, que también estaba caminando por el pasillo, había salido del baño, vio como el grupo de chicos se alejaba de Takemichi, el pelinegro no dudo en acercarse a él para saber como estaba.

-¿Estás bien?

-Si, no me paso nada.

-C-creí que te habían hecho algo.-miró el papel.-¿Qué es eso?

-Nada importante, sólo basura.

-Estoy seguro de que eso es más que basura.-inquirió.-Fue una invitación para el Lethal Fight, ¿verdad?

-Si, lo es.-dijo al ver que Baji ya sabía de que se trataba no había razón para ocultarlo.-¿Cómo sabes?

-U-una vez Osanai me llevó a mí y a Draken... Nos obligó p-pelearnos entre nosotros.-contestó avergonzado.

-Hm.

-D-deberías tener cuidado. Podría ser una trampa.

-Tranquilo, no necesito que te preocupes por mí.-dijo relajado.

-Es mejor que huyas. Lo hiciste una vez, no hay nada de mal-

-Espera, espera, espera.-interrumpió.-¿Quién te dijo que huí de él?

-Es s-sólo un rumor, Takemichi.

Takemichi se puso frente a él, encaradolo, Baji se sintió incómodo.

-¿Eres idiota?-replicó.-No huí de él. Me vale un carajo lo que digan los demás, yo sé porque no me enfrente a él ese día.

-E-está bien. No tienes p-porque molestarte.

-No soy como tú. Ni como Draken o Mikey. No le tengo miedo a nadie.-espetó.-Así que no vuelvas a decir que me acobarde, porque no lo hice.

-Ok...

-Fue solo una estrategia y ya.

-E-entiendo.

-No, no lo entiendes.-exclamó.-Eres solo una víctima, ves las cosas desde el otro lado. Patético.

Después de decir esto le paso por el lado sin decir nada más, Takemichi se fue para la azotea para fumarse un cigarrillo a escondidas de sus superiores. Lo que le había dicho a Baji hizo que se sintiera ansioso, el pelinegro trago saliva y intentó mantener su compostura, continuó con su camino a pesar de que lo que escucho le dolió bastante.

La voz se corrió por los pasillos del instituto, también por las calles, gente que antes haya peleado en el Lethal Fight o sabe de su existencia, supieron de la nueva tanda de peleas que habría, aquello emocionó a todos esos que sólo querían ver a dos tipos golpearse mutuamente hasta que sedan por los límites. Por supuesto que Draken y Mikey se entrarían de esto también.

-Hay una pelea en el Lethal Fight... Dicen que Takemichi estará ahí.-mencionó Mikey.

-¿Enserio?, debes de estar jodiendome.-bufo Draken.-¿Estás seguro de que es él?

-Si. Baji me lo dijo también.

Draken chasqueo sus labios.

-Que porquería.-exclamó.

-... Me acuerdo cuando Osanai te llevo a tí y a Baji para pelear.-mencionó.-Eso fue injusto, Baji perdió. Se veía que tenía mucho miedo.

-Yo también lo tenía.-declaró Draken.

-¿Ah, si?, el legendario Ryuu acobardandose.-bromeó.

-Cállate.

-Aunque eso no es nuevo...

-... No es que tuviera miedo de pelear. Tenía miedo de lastimar a mi amigo.

Mikey lo miró.

-Baji y yo hacíamos todos lo posible para no lastimarnos. Apuesto a que él quería que esto acabará rápido.

-Así que se dejó ganar.

-No es como que él supiera pelear de todas formas. Pero estoy seguro de que ni lo intento.

Mikey suspiro.

-Para serte honesto, yo tal vez hubiera hecho lo mismo.-dijo.-... Pero te hubiera dado una patada en las bolas solo para quedarme con la satisfacción.

-Maldito gordo.-sonrió.

-¿Iremos a la pelea?

-Creo que deberíamos. Quién sabe lo que le hará Osanai a Takemichi.

-O lo que le hará él a Osanai.-agregó Mikey.

-¿Ah?,-Draken alzó una ceja.-¿de verdad crees que Takemichi pueda contra Osanai?

-No tengo idea, no lo he visto pelear.-respondió sincero.-Pero cuando éramos pequeños tú y él siempre peleaban. Me acuerdo que te ganaba y tú te ponías a llorar.

-Eran lágrimas de cocodrilo.

-Para mí él sigue siendo el mismo.-continuó.-Digo, le aflojó las tuercas a la moto de Osanai.

-No se sabe si fue él.

-Yo estoy seguro de que lo fue.-inquirió.-Tú mismo lo dijiste: ese tipo está loco.

Draken carraspeo.

-No te lo voy a negar, me da más curiosidad saber lo que pasará. Y si puedo ver que le rompen la cara a Osanai, mucho mejor.

-En eso estoy de acuerdo contigo.-se rió.-Eso estaría genial.

Ambos estaban caminando tranquilamente cuando de repente escucharon el rugido del motor de una motocicleta. El poderosos sonido los hizo estremecer a ambos, venía de más adelante y se hacía cada vez más fuerte con el pasar de los segundos, Draken y Mikey divisaron a alguien acercarse a gran velocidad desde la lejanía. Los dos se quitaron del camino, el conductor pasó a alta potencia sin más.

-¡Wow, ese tipo está desquiciado!, ¡pasar así sin avisar ni nada!, ¡pudo habernos chocado!-se quejo Draken.

-Si, tienes razón.

Mikey se le quedó mirando fijamente a la persona, o por lo menos los segundos en los que pudo apreciar su rostro. La cara de esa persona le parece conocida.

-... ¿No hemos visto a ese tipo antes?-preguntó.

-¡Ni idea!-contestó.-¿Se te hace conocido?

-Creo que sí.






Las horas pasaron, con ellos el atardecer llegaba, ese día el sol estaba más candente que cualquier otro, era una de esas tardes en las que el calor hacer que el asfalto sea como una sarten. En un almacén abandonado cerca de la costa a un río, varias personas se estaban reuniendo, adultos y jóvenes llegaban uno tras otro en sus motos, si eras nuevo o un desconocido, tenías que pagar una tarifa de 6,000 yenes, si no querías pagar debías tener un ticket de invitación, pero para conseguir algo así debías hablar con Osanai o sus amigos y comprarlos a 4,500 yenes, antes de que se acabarán, pero si eras alguien que iba a pelear no tenías que pagar la entrada. Para apostar debías hablar con los encargados del evento, ellos te mostrarían los peleadores de hoy y debías apostar por alguno de ellos.

Las reglas son simples, puedes pelear vestido o sin camisa, o si quieres puedes usar pantalones cortos pero debes tener exclusivamente zapatillas o tenis que te sirvan para pelear, pero si ambos peleadores están de acuerdo en pelear sin zapatos está bien. Las batallas solo son entre dos, nadie puede interferir, la pelea termina si uno de los dos se rinde o cae inconsciente, solo se pueden dar puñetazos, patadas, codazos, rodillazos, cabezazos, mordiscos; básicamente todo se vale a excepción de el uso de armas, no se tolerará el uso de ningún tipo de arma, si se rompe está regla serás descalificado inmediatamente y también castigado.

Debes tener en cuenta que no hay un árbitro para separalos o dar fin a la pelea, osea que los únicos responsables de lo que suceda en el combate son los dos peleadores. Cualquier persona del exterior que interfiera en una pelea, se le dará una paliza inmediata por arruinar la diversión de todos.

El lugar se lleno por completo, inundado por el humo de los inminentes cigarrillos y el olor a bebida, la presión en el ambiente por la presencia de tantos tipos peligrosos podía ser asfixiante, aún si fuese sólo un espectador, los pelos se te podían poner de punta porque tenías la sensación de que en cualquier momento se podría armar una loca batalla entre todos. En medio de esto, Draken y Mikey estaban ahí viendo como dos tipos se estaban pegando.

Las batallas habían comenzado y los constantes gritos de emoción no cesaban por nada en el mundo, el bullicio y la energía eran tan contagiosas que habían temblar el almacén, rápidamente te podrías perder en medio de la adrenalina y gritos de todos, inundarte en el extasis del momento. Esto le estaba ocurriendo a Mikey y Draken en estos instantes.

-¡No recuerdo que venía tanta gente!-vocifero Draken.

-¡El lugar se volvió muy famoso!, ¡por eso haya tantas personas!-vocifero Mikey.

-¡Si, pero apenas hay espacio!

Los dos hombres que estaban peleando, uno de ellos con la cara todos golpeada, un ojo hinchado casi cerrado y el rostro rojo por los hematomas, cayó al suelo al recibir el último puñetazo de su contrincante. Aquel que lo venció era miembro de la pandilla Mobius.

-¡El ganador es Akase de la pandilla Mobius!, ¡un aplauso!

Todos aplaudieron y coreaban su nombre, en especial compañeros de su misma pandilla.

-¡Ahora, como evento principal, nuestro jefe, Osanai, miembro de la Tokyo Manji, se enfrentará a un mocoso que se atrevió a retarlo!-vociferaba.-¡Un gran aplauso para Osanai!

Todos los presentes saltaron de la emoción y gritaron con entusiasmo el nombre de Osanai. El recién presentado hizo acto de presencia, se podía notar el respeto que emanaba en ese lugar, como si fuera una especie de Dios.

-¡Y... Su contrincante!, ¡un idiota que tuvo la estúpida idea de querer medirse con nuestro jefe!, ¡un tipo llamado Hanagaki Takemichi!

A pesar de no saber quién era, las personas también apoyaron al desconocido sin importar qué. Pero para sorpresa de todos, Hanagaki Takemichi nunca se presentó. Esto extraño a muchos, todos estaban confundidos en especial Draken y Mikey, miraban a su alrededor para ver si podían divisar al rubio pero no había señales de él por ningún lado.

De repente el lugar se lleno de susurros hasta algunos comenzaron a llamar a Takemichi para ver si estaba. Osanai comenzaba a irritarse porque lo estaban dejando en ridículo haciendolo esperar, aunque claro, Takemichi estaba quedando como alguien sin vergüenza por no mostrarse, o hasta un cobarde. Cansado de esperar por él, Osanai dio un paso adelante y exclamó:

-¡Sé que estás aquí, mocoso!, ¡muéstrate de una vez!, ¡no me hagas esperar sino quieres que te busque!

Pasaron unos segundos pero el rubio apareció, finalmente.

-Oye, tranquilo.-dijo Takemichi apareciendo de una vez por todas.-No tienes porque apresurarte. No es como que esto vaya a durar mucho.-expreso arrogante.

Osanai hizo una mueca de asco.

-Por fin apareces. Pensé que te ibas a quedar en tu mido de ratas, escondido como la peste que eres.

-No puedo creer que me digas eso. ¿Has visto este lugar?, no le vendría mal una limpieza.

Osanai sonrió, confiado.

-Se acabó la cháchara, empecemos con esto de una vez por todas.-crujio sus nudillos.-He estado esperando por esto desde que nos conocimos.

-No eres el único, grandulon.

-¡La pelea entre Takemichi y Osanai dará inició ahora!-aviso el representante, otro miembro de Toman.

Drake y Mikey estaban mirando un tanto preocupados la pelea, tenían la esperanza de que Takemichi ganara pero viéndolo desde esa posición, Osanai es mucho más grande y corpulento, Takemichi es un poco más pequeño que él y delgado, a simple vista no se veía manera de cómo podría ganarle. Y esa fue una de las razones por las que todos estaban del lado de Osanai.

Takemichi y Osanai estaban en guardia, daban pequeños saltos alrededor de ellos mismo, dando vueltas y haciendo fintas para ver cual de los dos atacaba primero. El más alto tenía una mirada llena de cólera hacía Takemichi, quería matarlo a golpes enserio, el más bajo lo sabía de antemano, entonces de repente Osanai lanzó un recto que Takemichi esquivo, lanzó otro y otro, Takemichi los esquivo todos, el mayor se lanzó hacía él pero Hanagaki se movió a un lado esquivandolo por completo. Osanai casi choca contras las personas.

Que haya esquivado sus ataques lo molesto, con el ceño fruncido y más enojado que antes, Osanai se lanzó por Takemichi otra vez, sin embargo en esa ocasión Osanai lanzó una patada a las piernas de Takemichi, le logró dar, rápidamente lo golpeó con un gancho en la cara, le dio de lleno, la gente se sobresalto, Draken y Mikey hicieron una mueca como si pudieran sentir el dolor de Takemichi. La cosa no acabó ahí, Osanai golpeó el estómago de Takemichi, enterrando su puño en esa zona, lo obligó a contraerse.

El golpe fue tan fatal que le dio náuseas al rubio hasta logró aturdirlo un poco por el agudo dolor. Seguido de eso Osanai lo golpeó de nuevo en la cara, pero está Takemichi lanzó un puñetazo al mismo tiempo, los dos se golpearon en el rostro; Hanagaki lanzó un golpe a su cuerpo, le dio en el pecho, Osanai también lanzó golpes pero a su cara, Takemichi recibió dos ganchos pero el último que vino lo esquivo, golpeó a Osanai con todas sus fuerzas en la mandíbula, con un upper que vino desde los recónditos de abajo.

La cabeza de Osanai ladeo para atrás y él retrocedió, agitó su cabeza, eso en verdad le dolió. La gente comenzó a saltar de la emoción al ver que Takemichi se defendía, pensaban que por un principió eso sería una paliza devastadora. Los que estaban más sorprendidos eran Draken y Mikey.

-¡Le está dando durisimo también!-exclamó Draken.-¡Dale, Takemichi!

-¡Vamos, Takemichi!

Los gritos de todos los presentes inundaban nuevamente el almacén, esto hizo que sin darse cuenta dos visitantes inesperados aparecieran en sus motocicletas.

Takemichi analizó la situación, podía con los puños contra Osanai, puede ganarle a golpes, o bueno, mientras pueda hacerle frente puede luchar contra él y sus posibilidades de victoria puede ir aumentando, pero para Osanai es lo mismo. Sin embargo, Takemichi no estaba dispuesto a recibir tanto daño. Sabiendo las reglas de estas peleas, ya que en la invitación se explican claramente, el rubio espero que Osanai fuera tras él nuevamente, cosa que hizo inmediatamente.

Osanai es practicante de boxeo, o mejor dicho tiene ciertos conocimientos, para tumbar a Takemichi le hizo una combinación que consiste en un recto para golpearlo en la cara y también poder medir la distancia con su brazo, y luego golpearlo fuertemente con un cross en la cara, Takemichi cayó al suelo, aunque esto era algo que, de cierta manera, quería el rubio. Estando en el suelo, con su boca sangrando y apenas parándose, Osanai se le acercó y lo pateó en el estómago.

-¡¿No que tan valiente?!, ¡levántate!, ¡vamos, pedazo de mierda!-exclamaba Osanai.-¡Párate!, ¡pelea!, ¡te dije que me las pagarías!

Pateó tres veces a Takemichi en el estómago, el menor empezó a toser, levantó su pie para pisarle la cabeza, pero Takemichi se cubrió con sus brazos, lo piso dos veces pero no logro hacerle tanto daño. Osanai se detuvo por unos segundos para poder tomar aire, escupió en el suelo y se inclino hacía Takemichi, lo giro para poder subirse encima de él y golpearlo en la cara hasta machacarsela, pero las cosas no salieron como quería, de la nada, al voltear a Takemichi, recibió un fuerte golpe en la cara.

Había algo distinto en este golpe, era más duro, frío, doloroso; no fue un puñetazo, Takemichi lo golpeó con algo. Osanai se levantó de repente, quejándose del dolor en su cara, tenía ambas manos en su rostro mientras los sonidos de dolor que salían de su boca resonaban en todo el lugar. Los espectadores estaban confundidos de lo que ocurría, sólo podían hacer silencio y ver lo que estaba pasando.

El representante miró a Takemichi, Hanagaki se estaba parando, miró sus manos y pudo ver un instrumento metálico, era una llave de mecánica.

-¡Oye, eso es trampa!

Al vociferar eso todos miraron a Takemichi.

-¡No puedes usar ningún tipo de objeto o arma en las peleas!, ¡estás descalificado!, ¡todo aquel que haga eso debe ser castigado!

Takemichi escupió sangre al suelo.

-Cierra la boca. Me valen una mierda tus reglas.

Osanai seguía quejándose y agitandose del dolor, de entre sus manos comenzaba a escurrir sangre, mucha sangre, al quitarlas, pudieron observar que su nariz estaba rota, toda la sangre venía de sus fosas nasales, el recto de la nariz estaba hinchandose y poniéndose de color morado, casi negro, la sangre caía a montones, llegando a la barbilla desbordando y cayendo al suelo o deslizándose a su garganta. Todos estaban sorprendidos por esto, en especial Draken y Mikey, estaban algo horrorizados.

Takemichi cuando fue para haya todavía tenía su ropa de estudiante, la camisa blanca debajo de la chaqueta negra y los pantalones anchos del mismo color, él tenía escondido esa llave de mecánica en su pantalón por si acaso lo necesitaba. Él sabe muy bien que eso estaba en contra de las reglas pero a Takemichi Hanagaki eso no le importa lo más mínimo. Después de todo él es así, hace las cosas a su manera sin importale mucho la opinión de otros. Pero esa acción trajo el descontento de todos los presentes.

-¡Eso es trampa, cobarde!

-¡Maldito, espera que te pongas las manos encima!

-¡Pelea como hombre!

-¡Desgraciado!, ¡maricon!

Insulto tras insulto, uno tras otro, cada uno con una intención agresiva detrás. Querían golpearlo entre todos por haber hecho eso.

-Lo van a matar.-dijo Mikey.

-Oh, mierda, mierda.-Draken miró a su alrededor.-Tenemos que hacer algo.

-¿Estás seguro?-lo miró Mikey.-Está situación no se ve muy favorable.

A pesar de todo lo que le decían, Takemichi ni se inmutaba, los insultos de los demás no eran nada para él, para provocarlos a todos, como una manera de hacerles entender que sus opiniones no le afectan o interesa, se tapó los oídos y les saco la lengua a cada uno. Osanai, pasó su brazo por su nariz limpiando la mayor parte de la sangre, se giro hacía Takemichi y le dijo:

-Eres un maldito cobarde. Odio a los tipos como tú, atacan por sorpresa, no saben defenderse de otra manera.

-Yo creo que solo soy más inteligente que tú.-dijo Takemichi.-¿Enserio crees que en una pelea callejera hay reglas?, pensar eso es estúpido.

-Pero esto es algo que nosotros organizamos; si de verdad fueras un hombre con respeto o honor hubieras seguido las reglas de la pelea. Hasta yo lo hice. Eres una sucia rata tramposa y cobarde, traer un arma a una pelea a puños.

-Es sólo una llave.-dijo, un tanto sarcástico.

-Me das asco.

-El sentimiento es mutuo.

-Eres solo una gallina. Los tipos como tu solo saben atacar cuando menos se lo esperan los demás, nunca van de frente. Detesto a la gente así.-carraspeo.-Eres un maldito psicópata cobarde de mierda. ¡Hasta le quitaste las tuercas a mi moto!, ¡pude haber muerto por tu culpa!

Takemichi resoplo y una pequeña sonrisa se poso en sus labios. Le dio un poco de gracia las expresiones que hacía Osanai al estar tan molesto y hablar sintiendo el intenso dolor en su nariz.

-No estaría mal que desaparecieras de este mundo.-dijo.

-El único que va a desaparecer eres tú, canalla.

-Oh, por favor.-rodo los ojos.-Ya cierra tu maldita boca. No quiero escuchar nada de hombría o valentía de un tipo como tú; alguien que abusa de los más débiles. Que yo sepa, se supone que una regla de las pandillas es no molestar a los civiles. Y tú andas por ahí abusando de tu poder.

Osanai chasqueo sus labios.

-Me tienes harto.-susurro.-¡Esto ya no es una pelea!, ¡él rompió una regla, debe ser castigado por eso!, ¡todos ataquenlo!

Takemichi al ver que los tipos a su alrededor fueron a caerle encima, aparto a algunos de su camino pero era demasiado tarde, lo estaban acorralando.

-¡Deténgase ahora mismo!

La voz de una persona interrumpió por completo todo el caos que se generó. Desde la entrada, dos personas estaban paradas observando desde hace rato todo. Cuando los demás vieron de quienes se trataba, un miedo profundo los invadió y se detuvieron al instante. Al Mikey y Draken ver quienes eran, también reconocieron a las enigmáticas figuras que estaban ahí.

-¡Ese es el tipo que vimos antes, te dije que lo había visto en otro lado!-exclamó Mikey.

-No lo puedo creer, es Akkun de Toman.

-Y a su lado está-

-¡¿Hinata Tachibana?!

Dos importantes miembros de la Toman, la famosa Tokyo Manji, aparecieron.

















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro