×°Izana Kurokawa°×
Mis pies se quedan totalmente pegados al suelo mientras que mi mano aprieta fuertemente mi bolso.
Miro fijamente delante de mí mientras que los chicos de mi alrededor ríen, uno me empuja por el hombro y me hace dar dos pasos adelante casi chocando con otro.
Ahora el que tengo delante vuelve a empujarme haciéndome retroceder, mi bolso cae cuando uno de ellos me lo quita.
___: Tomen lo que quieran, por favor, no me hagan nada...
Chico: No te preocupes... Te trataremos bien.
Al oír eso por supuesto que me asusté más, son cinco chicos los que están a mi alrededor mirándome de formas asquerosas.
Uno de ellos estira su mano para tocarme pero yo me alejo, choco con otro y todos ríen.
Busco con la mirada a más personas pero no hay nadie y en la calle oscura solamente estamos nosotros.
Jadeo cuando me tiran al suelo, mis rodillas se hacen daño pero es lo que menos me importa porque siento como me sostienen del cabello.
Ponen una navaja en mi cuello haciéndome una leve cortada, trago saliva lentamente mientras mis ojos se llenan de lágrimas.
Chico: Corre.
Apenas suelta mi cabello, me levanto y comienzo a correr, en el camino me quito los tacones para poder tener ventaja.
Realmente no sé a dónde voy pues soy nueva en esta zona pero corro mientras limpio mis lágrimas.
Escucho las risas de esos tipos detrás de mí y como con cada segundo se acercan mucho más a mí cosa que me hace asustar.
Al llegar a la esquina siento mi miedo aumentar pues las otras calles estan igual de vacías, no hay nadie.
Sigo corriendo derecho y a lo lejos veo a una pareja con un niño, un niño siempre es buena señal.
Las risas de los tipos van en aumento conforme se acercan, mis pies ya queman para este punto.
La familia entra a una casa, mis esperanzas se van y justo en ese momento alguien me toma del brazo haciendo que cayera al suelo, comienzo a llorar gritando por ayuda.
Levanto la mirada y veo a un chico de cabello largo mirando a mis perseguidores, entonces me doy cuenta de que él no está con ellos.
Chico: Oye tú, ¿Los conoces? Bueno, es una pregunta estupida viendo la situación.
Niego con la cabeza aferrandome a él, no me levanto por lo que él se pone delante de mí.
X: Él es...
Chico: Muto, cuide a la mujer.
De un callejón sale otro hombre, él asiente acercándose a mí y me hace levantar con cuidado, cuando nos alejamos unos pasos veo como el de cabello largo comienza a golpear a los demás sin esperar explicaciones.
Muto me hace mirar a otro lado, me sienta en la banqueta de la calle en donde revisa mis pies heridos.
Muto: Parece que has corrido mucho, ¿Cierto?
___: Dos o tres cuadras.
Señalo por dónde vine, mi vista se desvía hasta donde esta el otro chico, él ya ha derribado a todos pero sigue golpeando en el suelo a uno.
Muto: Sanzu... Debemos irnos.
Sanzu automáticamente se detiene y se pone de pie, la adrenalina de mi cuerpo se pasa lentamente y el dolor comienza a hacer acto de presencia.
Muto me carga con cuidado mientras que Sanzu nos sigue hasta donde había señalado, al llegar me ayudan a recoger mis cosas.
Sanzu: Yo la llevo a su casa, usted vaya con los demás y tome la reunión.
Muto: ¿Seguro?
Sanzu: Si, si.
___: Puedo regresar sola, solamente necesito que...
Muto me pone sobre la espalda de Sanzu, me sonrojo al sentir como él pone sus manos en mis piernas para mantenerme segura.
Mis manos se posan en sus hombros y comienza a caminar, mi departamento no está muy lejos, estaba a cinco minutos de llegar antes de que esos tipos me comenzarán a acosar.
___: Por cierto... ¿No es tarde para una reunión de trabajo?
Sanzu: ¿Trabajo?
Levanta su mirada al cielo y luego ríe levemente negando con la cabeza.
Sanzu: Más que trabajo es un pasatiempo.
___: Entonces, ¿No tienes trabajo?
Sanzu: Todavía no, ¿Tú si?
___: Si.
Sanzu: Pareces menor que yo, ¿No deberías de estar estudiando?
___: Tuve que viajar con un amigo para poder vivir mejor así que empezamos a trabajar y dejamos de estudiar.
Sanzu: Entiendo... Seguro que tu amigo estaría orgulloso de ti.
Mis manos aprietan un poco su ropa y lo miro muy sorprendida, en ningún momento le dije sobre eso.
Mi amigo murió hace unas semanas, ¿Cómo sabe eso?
Sonríe un poco y luego salta un poco para acomodarme mejor, me sostiene con más fuerza.
Sanzu: No te asustes... Por cómo hablaste de tu amigo y tu voz se quebró, supuse que él había muerto.
Pongo una de mis manos en mi garganta y suspiro, cuando hablo de él no puedo evitar las ganas de llorar.
Sanzu: Llegamos.
___: Muchas gracias, mis llaves están en...
Él saca unas llaves de su bolsillo y abre la puerta, entra al departamento.
Sanzu: Ya las había tomado.
___: Entiendo, muchas gracias por todo.
Me sienta en el sofá, sonriendo dejo mi bolso a mi lado mientras miro mis pies heridos.
Sanzu: ¿Tienes un botiquín?
___: No te preocupes, ya me ayudaste demasiado...
Sanzu: Vamos, solamente déjame ayudarte a curar tus heridas y me iré... O podríamos beber un té.
___: Esta bien, sobre el refrigerador.
Señalo la puerta de la cocina, él asiente yéndose a la cocina mientras pone las llaves de mi departamento sobre la mesa.
Siento como un poco de sangre corre por mi rodillas, maldigo pues podría manchar mi piso.
Pongo mi bolsa sobre mis piernas para buscar el pañuelo que siempre tenía, muevo un par de cosas hasta encontrar el pañuelo pero mis movimientos se detienen al encontrar mi teléfono.
Lo saco y veo las notificaciones, tengo varias llamadas perdidas de Izana.
Ese tonto, siempre se preocupa demasiado y eso que terminamos cuando me mudé.
Justamente una llamada de él aparece en la pantalla, sonrio al sentir como mi corazón late.
Muevo la bolsa a un lado mientras atiendo la llamada pero me paralizo de golpe.
Izana: ¿___? Dije que me...
No escucho lo que dice porque abro nuevamente mi bolsa para mirar el interior, veo las llaves de mi departamento.
Trago saliva pesadamente y mi respiración se agitada poco a poco, levanto la vista a la mesa donde están las llaves que Sanzu había usado.
¿Una copia?
Abro la boca para pedirle ayuda a Izana pero Sanzu sale de cocina, sonrio señalado mi teléfono.
___: Lo siento, papá.
Izana: ¿Qué?
___: Si, si... Mañana nos vemos en el restaurante de siempre... Hoy tengo visitas.
Sanzu me mira poniendo el botiquín en el suelo y se arrodilla frente a mí, toma mi pie con cuidado.
Izana: ¿Sucede algo?
___: Ajá, ya te dije que mañana.
Izana: ¿Dónde estás?
___: No te preocupes, ya estoy en casa, recuerda que desde que mi amigo murió trato de no estar sola.
Izana: Mierda...
___: ¿Sabes? Paso algo muy malo hoy pero ya estoy bien, de hecho, un muchacho me está ayudando... Hablamos mañana, no quiero ser mal educada.
Izana: Vamos para allá.
___: Recuerda tomar tu medicina a tiempo, adiós, te quiero.
Suspirando tiro el teléfono en el sofá y suelto un leve jadeo de dolor cuando el alcohol cae en la herida de mi rodillas.
Sanzu sonríe, intento disimular mi miedo y cierro los ojos para mover mi cabeza a otro lado fingiendo dolor.
Sanzu: Prometo acabar rápido.
Sé que no se refiere a curar mi herida pues presiona con más fuerza mientras pone más alcohol.
Abro los ojos dejando de lado mi papel, lo miro muy asustada mientras niego con cabeza.
___: ¿De qué hablas?
Sanzu: ¿Conoces a Mikey? Debería de conocerlo...
___: No sé de qué hablas, no conozco a Mikey...
Sanzu: Déjame ver... Tu madre y tu padre no están en este país... No tienes hermanos... Tu único amigo murió "accidentalmente"... ¿Crees que soy imbécil?
___: Te juro que no conozco a Mikey... Por favor, no me hagas daño...
Sanzu: Por supuesto lo conoces.
Toma una venda y mira mis labios, aterrorizada abro la boca queriendo gritar pero él se lanza sobre mí poniendo la venda entre mis labios.
Sin mucho esfuerzo logra callar mis gritos con la venda y sonríe, mis lágrimas me hacen difícil verlo.
Sanzu: No conoces a Mikey pero debes conoces a Izana.
Dejo de luchar cuando escucho el nombre de Izana, aprovecha para terminar de amarrar mis muñecas y pone su mano en mi hombro.
Sanzu: Eso es... Ahora entiendo... No tienes ni puta idea de quien es Mikey.
Me empuja tan fuerte que caigo de espaldas junto al sofá, cierro los ojos asustada y adolorida.
Como puedo comienzo a arrastrarme lentamente pero él se pone sobre mí.
Toma mi cabello para hacer que levante la cabeza y siento un arma en mi espalda.
Sanzu: Izana esto... Izana lo otro... Ese bastardo...
Golpea fuertemente mi cabeza contra el suelo y mi vista se pone borrosa al mismo tiempo que comienzo a perder la consciencia.
Nuevamente me golpea contra el piso, mis jadeos poco a poco desmimuyen conformen me da más golpes.
Cuando dejo de luchar me pone de pie y me lanza contra un espejo, me hago muchas cortada casi perdiendo el conocimiento.
Sanzu: Dile a tu novio que se alejé de Mikey o de lo contrario no solamente va a matarte a ti, si no que también él morirá.
Vuelve a ponerme de pie y me pone contra la pared, siento su pecho en mi espalda mientras escucho como ríe de forma sádica.
Sanzu: Ya sé... Le daré un susto...
Suelto un grito que se ahoga con la venda, siento como una navaja se entierra en mi espalda y cuando me suelta caigo al suelo.
Cierro los ojos cuando mi espalda choca contra el suelo enterrando completamente la navaja.
¿Moriré así?, ¿Moriré por algo que hizo Izana? Entonces este es mi karma por todas las cosas malas que hice.
Pero no hice nada malo, no en esta vida.
Abro los ojos al escuchar como se abre la puerta, Muto me mira pocos segundos y luego los dos salen rápidamente.
Ladeo la cabeza cuando mi vista se vuelve completamente borrosa, comienzo a escuchar motos alejándose al mismo tiempo que unas manos me hacen levantar.
¿Kakucho?
La voz de él me llama a lo lejos pero no puedo mirarlo claramente, me pone boca abajo y presiona mi herida.
Kakucho: ¡Tenemos que llevarla a un hospital!
Izana: Llama una ambulancia.
Parpadeo un par de veces y tomo bocadas de aire cuando quitan la venda, Izana presiona la herida.
Izana: No te preocupes, estarás bien... Por favor, espera un poco más...
___: Duele...
Izana: Lo sé, lo sé... Por favor, perdóname...
Puedo ver el rostro de Izana un poco más claro, su mano acaricia mi cara.
Una lágrima resbala por su rostro.
Cierro los ojos tosiendo, Kakucho regresa corriendo y dice algo que no entiendo, Izana maldice.
Intento hacer mis respiraciones lentas para calmarme, cuando estaba por desmayarme siento como Izana me mueve.
Después de eso pierdo la conciencia.
Izana
Lleva dormida dos días, los doctores dicen que estará bien pero que hay que esperar su despertar.
Todavía no sé quién fue el que le hizo eso, por un momento pensé que fue Mikey pero él no es de los que atacan indirectamente.
Pongo mi mano en mi rostro ordenando mis ideas tan retorcidas, fui muy descuidado al no mantenerla vigilada.
Debi suponer que tendría enemigos que la usarán como una debilidad para hacerme daño.
Lo peor es que tienen razón, solamente con ella podrían hacerme daño y tenerme como quieran.
Tiro el vaso vacío mirando por la ventana mientras arreglo mi cabello despeinado.
No he salido del hospital desde que la internamos, ni siquiera recuerdo que es lo que he comido.
Kakucho: ¡Izana, Izana!
Volteo a mirarlo, llega con una sonrisa señalando la habitación de ___.
Kakucho: Despertó.
Abro los ojos más de lo normal, le entrego las cosas que tenía en las manos y corro a la habitación de ___.
Al llegar la veo sentada con los ojos cerrados.
Izana: ¿Princesa?
Levanta la cabeza y me mira, sus ojos se llanan de lágrimas, estira su mano menos herida a donde estoy.
___: Izana... Creí que no iba a verte nuevamente...
Izana: No, no... No digas eso, princesa.
Tomo su mano, abrazarla sería estúpido pues podría hacerle daño, le doy varios besos en su palma.
Izana: Debí cuidarte mejor...
___: ¿Tú estás bien?
Izana: Ahora si.
Sostengo suavemente su nuca para poder poner mi frente contra la suya, sonríe abiertamente.
El doctor llega junto a Kakucho, la revisa y me confirma que estará bien pero debe de estar en observación dos días más para descartar cualquier problema.
La enfermera trae su comida y yo me encargo de darle de comer.
___: No duele tanto.
Izana: Debe de ser por el medicamento, me alegra.
___: Menos mal... No recuerdo mucho de ese día.
Izana: Sabes... Podrías contarme que sucedió, al menos como era el tipo que te hizo esto.
Abre la boca para poder comer de la gelatina, me mira y levanto una ceja al ver como mastica.
¿Qué maldita psicópata mastica la gelatina?
___: Mencionó a un tal Mikey.
Detengo mis pensamiento juzgones para mirarla sorprendido.
___: Dijo que si no te alejabas de Mikey iba a matarme para la próxima...
Izana: ¿Recuerdas como era?
___: No, pero su nombre era... ¿Sansu?, ¿Sasu? No lo recuerdo bien.
Izana: ¿Sanzu?
___: Si, Sanzu... ¿Lo conoces?
Izana: No.
Le doy un poco de comida.
Sanzu solamente es un miembro más de la pandilla.
Ella sonríe calidamente, sin saber porqué también sonrio.
___: Gracias por cuidarme.
Izana: Siempre lo haré, no agradezcas, después de todos somos... Amigos...
___: Que mal...
Izana: ¿Qué cosa?
Pone su mano sobre mi mejilla, siento un leve calor en mi rostro.
___: Creí que querrías volver...
Izana: Yo... No seas tonta, fuiste tú la que quiso terminar.
___: Me arrepiento.
Cuando dice eso dejo la cuchara sobre la mesita, la sostengo de las mejillas para poder besarla, corresponde al beso con una sonrisa.
No pienso volver a ponerla en peligro, si es necesario la pondré en mi sótano para evitar que alguien más le haga daño cuando no esté con ella.
Un momento...
No es mala idea.
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