Niño Llorón.
Takemikey.
Era raro.
Si, era algo muy raro.
Para Takemichi era extraño que cada vez que terminará de tener sexo con Mikey, cada vez que dejará de tocar su cuerpo, de acariciarlo y desearlo como nadie nunca lo había hecho, comenzará a llorar. De la nada, lágrimas salían de sus ojos, cayendo sobre el rubio, dejándolo desconcertado, preocupado, lo miró con esos ojos negros y rasgados, extendió su mano y acarició su mejilla pasándola por sus lágrimas.
-Takemichi, ¿qué sucede?
Al preguntar eso, se incorporó, el miembro de Takemichi salió de su cavidad, se sentó frente a él, preocupado por el repentino lloriqueo de su amante, acariciaba su rostro y le hacía preguntas. Pero Takemichi no respondía, estaba absorto en sus pensamientos, perdido en ellos. Memorias venían a su cabeza, no ha pasado mucho desde que volvió del tiempo, de ese futuro en donde tuvo que reencontrarse con Mikey, el rostro cansado, la mirada perdida, la falsa sonrisa, todo pasó tan rápido, de ser un reencuentro a convertirse en una situación de vida o muerte cuando sacó esa pistola y se lanzó encima de él.
Si no hubiera sido gracias a Naoto, estaría muerto.
¿O era realmente así?
¿En realidad Mikey lo hubiese matado?, al verlo llorar, mostraba todo lo contrario, al tenerlo en sus brazos, el oír sus declaraciones, como su voz se rompía en mil pedazos; es imposible para Takemichi no llorar. Tenía al mismísimo Mikey delante suya pero era incapaz de superar ese suceso, porque pudo haber sido algo inevitable. Desde entonces, se echa la culpa, la responsabilidad de proteger a la persona que ama le pesaba, le dolía. A fallado y lo sabe.
-¿Takemichi?
La voz de Mikey se escucho de nuevo, suave, Takemichi se giro y se sentó en la cama, soltó un largo suspiro, Mikey frunció el ceño, nunca lo había visto así de serio y decaído, le resultaba extraño. Entonces, al darse cuenta de que su actitud le llegó a afectar a Mikey, el rubio le miró y sonrió, una falsa sonrisa para apaciguar un poco ese incómodo momento.
-Perdón, solo estoy cansado.-se excuso.
Obviamente el más pequeño no se iba a tragar esa mentira, sin embargo prefirió no insistir ya que pensó que tal vez eso le incomode a su pareja, pero no quería dejar las cosas así, a secas, como si nada ocurrió o como si no vio que algo le estaba pasando, se acercó a él y plantó un pequeño beso en su mejilla, uno suave, con sus manos secaba lo que quedaba de sus lágrimas y de paso acarició su cabeza.
-Si no tienes ganas de hablar de eso ahora, lo entiendo.-resoplo.-Pero la próxima vez no te quedes como un tonto sin decirme nada.
Takemichi sonrió por lo bajo, se sonrojo avergonzado.
-No quería preocuparte.
-Bueno, acabamos de tener sexo y te pones a llorar de la nada. ¿Acaso fue tan bueno que lloraste de alegría?-bromeó.
-C-cállate.
Tartamudeo, nervioso, no estaba acostumbrado a esto, aún. Para ser un hombre adulto que viajo al pasado, el no poseer ningún tipo de experiencia amorosa o sexual hace que ese tipo de situaciones y la manera de esos dos hablarse sea incomoda. Se debería de contar a Hinata Tachibana como una de las pocas experiencias amorosas que ha tenido en su vida entera. A la vez ella es la razón principal por la cual volvió al pasado, sin embargo, al ver como Mikey salía de la puerta de su habitación mientras se despedía y volvía a recordar su sangre, ese caliente y rojizo líquido manchando sus manos, la calidez de su cuerpo marchandose, escapando esa última gota de vida, hacen que Takemichi se planteé más de una vez cual debe ser su objetivo en realidad.
Después de lo ocurrido con Hakkai y su hermano, Takemichi decidió volver al futuro en donde se encontraría con la desgracia de enfrentarse a un destino mucho peor, luego de que se le fuese regalada por el mismo Mikey una motocicleta, pensando que todo estaría bien, volvió al futuro para chocar con la cruel realidad, una en donde la mayoría de sus amigos están muertos, una en donde alguien les quito la vida de formas horripilantes, una en donde el responsable fue Mikey.
Si, Manjiro Sano mató a todo aquel que alguna vez consideró su amigo, no, que alguna vez consideró su familia. Lo hizo, a sangre fría. Lo mismo le deparaba a Takemichi, pero ocurrieron un par de cosas y teniendo en cuenta que no estaba solo, logró salvarse de algo tan trágico, solo para presenciar la muerte de Mikey en sus propios brazos.
La sensación de la frialdad de su piel todavía sigue impregnada en sus brazos, o sólo es algún tipo de engaño mental que él mismo se está haciendo, la piel todavía de gallina y sus ojos mirando fijamente a esa alma perdida queriendo ser salvada. Takemichi se seco sus lágrimas, suspiro, lamentablemente aquella experiencia le había dejado un trauma y de cierta forma también está paranoico, quiere salvar a Manjiro Sano, su novio, desde hace unos meses comenzaron a salir, razón por la cual se quedó más tiempo en el pasado, es un secreto entre ambos, nadie más lo sabe.
Desde que se volvieron novios han estado saliendo a escondidas de todos, se han sabido mantener al margen de los demás, tienen sus razones para hacer eso, y es más por el miedo de lo que eso pueda causar, la reacción de los demás es algo que les preocupa, bueno, a Takemichi principalmente, por otro lado Mikey realmente no es alguien que piense mucho en ese tipo de cosas, no le interesa lo que piensen los demás pero le ha hecho caso a Takemichi y dejó como su pequeño secreto. Es un poco molesto tener que ir a ciertos sitios y que el rubio más llorón este atento a que conocidos o amigos los vean, no quiere que descubran eso. Aparte, la mayoría de veces se ven para tener relaciones sexuales.
Pero Takemichi hace lo mejor que puede, no sólo por Mikey, sino por todos. Es una carga demasiado grande, a veces se mira al espejo y se sorprende de que pueda con todo esto, seguir adelante, seguir peleando.
Aún cuando está tan cansado...
El día transcurrió normalmente, el chico de ojos azules estaba con la cabeza hundida entre sus brazos, tenía mucho sueño y estaba cansado, las cosas siguieron su curso normal, la charla con sus amigos, algunos encuentros imprevistos con Hina para hablar un poco, entre otras cosas. A la hora de la salida, había una pequeña conmoción en la entrada, algunas chicas estaban reunidas mirando y susurrando comentarios sobre algo, o más bien, alguien.
-¡Hey, Take!
El nombrado se sobresalto al oír la voz del capitán de la Toman. Estaba en su motocicleta, con una pequeña sonrisa mirando solo a Takemichi.
-¡¿Mikey?!-exclamó.-¡¿Q-qué haces aquí?!
-Vine a buscarte, ¿no es obvio?
-¡P-pero...!-miró a su alrededor, se acercó más al contrario y susurro:-¿Esto no es muy sospechoso?
-Lo será si actúas así.
Takemichi suspiro.
-T-tienes razón.
-Estás muy inquieto últimamente.-dijo.-¿Es por lo que pasó anoche?
-C-claro que no.-contestó nervioso.
-¿Qué pasó anoche?-de la nada, salió Draken.
-¡¿Draken?!
-¡Yo, Takemichi!-saludo.-¿Qué hubo?
-A-así que tú también estás aquí.
-Si.-asintió.-Vine a acompañar a Mikey.
-Oh, ya veo.-fulmino con la mirada a Mikey que todavía tenía esa expresión despreocupada.-¡Esté tipo se puso a hablar en voz alta con esté otro tipo cerca!
-Ah, Takemichi.-miro a Mikey.-No te preocupes, Draken lo sabe.
-... ¿Cómo?
-No pude evitar contárselo, es mi amigo.
-¡S-se supone que era un secreto entre ambos!
-Lo sé, pero él ya estaba sospechando.
-¿Cómo...?
-Ustedes dos son unos idiotas.-bufo.-Pueden engañar a todo el mundo, menos a mí. Que no se te olvide que conozco muy bien a Mikey, sé cuando esconde algo.
-E-entiendo.-musito.-Creí que... Nos odiarías.
-Para nada.-sonrió.-Ustedes dos son mis amigos, no podría hacer tal cosa.
-Y porque es novio de mi hermana.-agregó Mikey.
-¡Cállate!-vocifero sonrojado.-... N-no había necesidad de mencionar eso.
Mikey se acercó a Takemichi.
-Él lo niega porque le gusta verse rudo pero la ama muchísimo, hace una semana me preguntó a donde debería llevarla para una cita.-susurro en su oído.
-Estoy aquí, puedo oírlos.-exclamó.-Mikey.-gruño, enfadado.
-¡A-ah cierto, eres pareja de Emma!, se me había olvidado, Draken.-dijo Takemichi.
-¡Dejen de hablar en voz alta sobre eso!
-¡O-ok!
Draken arrugó su entrecejo.
-Agh, como sea, vamonos de aquí.
-¿A dónde iremos?
-A donde sea. Mikey quería salir un rato por eso vinimos a buscarte.
-Vamos, Takemichi.-Mikey encendió la moto.-Iremos a molestar un poco por ahí.
-Típico de ustedes.-expresó con su rostro casi cayéndose de la decepción.-Bueno...
Takemichi miró a Mikey por un rato, se acordó una vez más de aquello, de ese futuro, el menor lo miró, dándose cuenta de la mirada algo triste del muchacho.
-¿Qué sucede, príncipe?-preguntó en un tono de broma.
-Nada, es solo que... Es mejor si vuelvo a casa.
-¿Uh?, ¿porqué?-cuestionó Draken.
-Es solo que... No me siento muy bien.
Mikey lo miro de manera despectiva, el comportamiento del ojiazul le ha estado llamando mucho la atención, sabe que algo anda mal, pensó que salir un poco tal vez lo haga sentir mejor pero Takemichi esta negado a eso.
-Te llevaré a casa.-dijo.-Sube.
Takemichi asintió y subió.
-Nos veremos después, Draken.
-Está bien.-arrancó la moto.-¡No se pongan a hacer cositas!
Draken se fue.
Mikey hizo lo mismo, miraba por el retrovisor a Takemichi, estaba perdido en sus pensamientos, con esa misma cara larga de antes. Más adelante, se detuvieron en un semáforo y ahí, el chico de ojos negros, aprovechó para tocar un poco sobre ese tema.
-¿Hay algo que no me has dicho?
La pregunta provocó un respingon en Takemichi.
-No.-respondío.-Todo está bien.-fingió una sonrisa.
-No me mientas, Takemichi, sabes que eso no me gusta.
-¡P-pero te dije que no es nada!-continuaba negando, nervioso.-Solo no me siento bien.
-¿Porqué estabas llorando anoche?
-Ah.
-De todas las veces que lo hemos hecho, es la primera vez que haces eso.-lo miro, seriamente.-Y es la primera vez que no me dices la verdad.
El semáforo volvió a verde. Takemichi trago saliva para deshacerse de ese pequeño nudo en su garganta.
-... El semáforo está en verde, avanza.
Bufo, irritado por la falta de su novio, siguió conduciendo y el transcurso del camino no pronunció una sola palabra más. Takemichi sabía que estaba molesto, pero no podía decírselo, no podía simplemente de la nada decirle que venía del futuro y que lo vio morir con sus propios ojos, que falleció en sus brazos, no puede, mucho menos cuando quiere quitarse esa imagen de la cabeza, pero teniéndolo tan cerca es imposible.
-M-Mikey...
-... ¿Qué pasa?
-¿Has pensando en dejar de ser pandillero?
-¿Ah?, ¿porqué lo haría?-alzó una ceja.-¿A qué vino eso?, sabes que esto me gusta mucho y tengo un sueño que cumplir.
-Si, pero, es muy peligroso.
-Sé muy bien eso, pero estoy dispuesto a lo que sea.
-Ni que lo menciones.-pensó.-Pero, ¿no lo entiendes idiota?, no quiero verte sufrir nunca más. No quiero verte así de nuevo, eres Mikey el invencible, eres mi novio, no quiero verte así de roto.
"-Toda mi vida he sufrido.-".
Las palabras llegaron de la nada, casi como un fantasma susurrando en su oído, salieron desde la esquina más profunda de su mente.
-Entiendo que quieras ser el más fuerte, el mejor, pero, ¿has pensando en las consecuencias que eso puede traerte?
-No lo he pensado mucho.-contestó sincero.-No podría vivir de esa manera, preocupándome de todo, sólo tengo que seguir adelante y derrotar cada cosa que se me presente.
Takemichi chasqueo los labios.
-¡Ese es el problema, Manjiro!
La motocicleta se detuvo, estaban enfrente a la casa de Takemichi, esté se bajó.
-¡No puedes pelear por tí mismo todo el tiempo!, ¡solo vas a seguir destruyendote!
-Wow, Takemichi, tranquilo.-dijo, sorprendido por la ira de su pareja.
-¡No me digas que me calme!-vocifero.-¡Tú tienes que calmarte!, ¡maldición, Manjiro, ¿cuando vas a madurar?!,
Por un instante, hubo silencio, lo único que podría oírse eran los jadeos de un Takemichi frustrado y quebrado, Mikey lo miraba con sus pupilas dilatadas, sorprendido del repentino ataque de ira del rubio junto a esas últimas palabras que lo dejaron perplejo, sintiendo un escalofrío, aquello le hizo recordar a su hermano.
Takemichi por su parte estaba recordando de nuevo, todas las veces que estuvieron juntos, cuando se conocieron, lo que hicieron, para entonces toparse de nuevo con esa horrida imagen acompañado de esas dolorosas palabras, su cara, su voz, todo de sí estaba diciendo que lo salvará a toda costa, ese fue el Mikey que presenció Takemichi y ese es el Mikey que no quiere volver a ver.
-... Nunca dejas que me meta mucho en tus asuntos, como te sientes o lo que sea, quieres confianza y ni siquiera eres capaz de abrirte por completo a mí.-solto de repente.-Mikey... No, Manjiro Sano, si lo que necesitas es ayuda solo pídemela.
-... Takemichi.
-Yo te salvare.
Mikey guardo unos segundos de silencio, se quedo mirando fijamente a Takemichi por un rato.
-Vamos, Mikey, tienes que parar con esto.-continuo.-Solo vas a llegar a cruzar un extremo que no deberías. ¡No te espera nada bueno!, ¡todo por un estúpido sueño de porquería sobre pandillas!
Eso si le afecto a Mikey.
Takemichi se quedó parado esperando algún tipo de respuesta pero nunca llegó. Jamás llegó. Era como si Mikey hubiese perdido el conocimiento y se quedará paralizado sin más.
-... ¿Mikey?
-Perdón, Takemichi...
Eso fue lo único que susurro antes de irse a toda velocidad en su máquina. Takemichi se quedó estupefacto mirando como se marchaba dejándolo con la palabra en la boca. No entendió porque lo hizo, hasta llegó a sentir que fallo en su cometido, pero lo que no sabía Takemichi es que no volvería a ver a Mikey después de eso.
No lo volvería a ver.
Terminaron pasando muchas cosas, acontecimientos se dieron de manera repentina cuyos Takemichi tuvo que resolver de alguna u otra forma. En el transcurso, buscaba a Mikey y hablaba con todos preguntado por él para saber dónde estaba, sin embargo casi nadie lo sabía, no es que haya desaparecido, sólo lo estaba evitando. Llegó a la conclusión de que esa fue la manera de Mikey terminar con él, así que al final se dio por vencido y volvió al futuro con miedo de con que podría encontrarse.
Viajo a través del tiempo una vez más sólo para encontrarse con el mismo departamento de siempre, el mismo techo, la misma basura en el suelo y la misma cama desordenada, ni siquiera había necesidad de ver a su alrededor, reconocería el olor y forma de su habitación a kilómetros. Takemichi suspiro, está vez se sorprendió de que no estuviera de nuevo en la tienda, por otra parte se alegro porque así no tendría que soportar algún regaño de ella.
Tomó el control y encendió la televisión sólo para ver noticias batatas, no había nada en especial, cosa que lo dejó un tanto confundido, esperaba oír noticias de alguna pandilla o lo que sea pero no existía nada relevante. Paso de canal en canal y terminó viendo My little pony porque no había nada mejor por ahora, mientras tanto usaba su celular buscando alguna noticia en internet sobre la delincuencia de su país, en especial sobre pandillas o, tal vez, mafias, cualquier cosa, organización criminal o lo que sea. Hasta reviso su habitación para ver si tenía alguna carta o regalo secreto traído de la nada, estaba harto de las sorpresas pero es mejor prevenir que lamentar.
De la nada, se escucho el timbre, cosa que le asustó haciéndole pegar un salto.
-¡Y-!
Se interrumpió así mismo, está vez fue precavido, quien sabe con que se encontraría está vez, por si acaso tomó un palo de golf que estaba en una esquina, no recuerda cuando compró eso pero ahí está en un momento muy necesario, se acercó sigilosamente a la puerta, esquivo cualquier cosa ruidosa en el suelo como bolsas de comida entre otros, tomó el pomo y justo cuando lo giro la puerta se abrió de golpe pegándole en la cara. Takemichi cayó al suelo pero se levantó lo más pronto posible y empezó a agitar el palo con todas sus fuerzas.
-¡F-fuera, atrás!, ¡maldición, déjenme en paz!
Pero, la persona que entró lo detuvo en seco, agarrando el palo y arrebatandoselo.
-¿Eh?-abrió los ojos.-¿Ah?
-¿Así es como me recibes?-pregunto Mikey.
-¿Eh?
Takemichi ahora si estaba perdido, completamente confundido por la persona que estaba delante suya y no tenía un cuchillo o pistola en mano para matarlo ahí mismo.
-¿Mikey?
Lo miró, con su cabello corto, negro y el tatuaje de un dragon en su cuello.
-¿Qué pasa?, ¿te estabas drogando o algo así?
-Ah, ¡n-no, por supuesto que no!-exclamó.-¿Qué carajos?
-Mira.-tiro una caja de condones en la cama.-Compre esto.
-¡¿Condones?!
-Y taiyaki.
-Oh.
-Pero eso puede esperar.-los lanzó a un lado.-Hagamoslo.
Sin avisar, se acercó a Takemichi y lo tomó del cuello de su ropa para jalarlo, besándola bruscamente en los labios, Takemichi se estremeció, todavía estaba sin entender muy bien todo esto.
-¡E-espera un momento!-se apartó.
-¿Y ahora qué?
-E-esto, bueno, verás... ¿Tú y yo no habíamos terminado?
-¿Cuando?
-Eh, bueno...
-¡Oh!, hablas de cuando me desaparecí en el pasado.-dijo.-Eso ya te lo había contado, estaba reflexionando sobre lo que me dijiste.
-Con que era eso...-pensó.-... ¡Que alivio!
-Después de eso, la Toman se disolvió por mis órdenes y todos seguimos nuestras vidas.-termino de contar.-Me sorprende que no te acuerdes de eso.
-¡Ah, s-si!, ¡es que, ya sabes, es bueno recordar buenos tiempos!
-Siempre fuiste un mal mentiroso.-regaño.-Como sea, ven aquí.-se tiro a la cama y empezó a sacar un condom.-Hace unos meses que no lo hacemos, divertamonos un poco.
-¡Ay, caray!
Mikey comenzó a desvestirse, Takemichi se puso encima de él y comenzó a besarlo lentamente en los labios, el muchacho sigue siendo algo torpe para besar así que Mikey le llevó la delantera. Las manos de Manjiro se metieron debajo de su ropa, acariciando su cuerpo, terminó desistiendolo poco a poco y Takemichi hizo lo mismo, no tardó mucho para que el cuerpo de ambos quedara desnudo con sus miembros viriles chocando el uno con el otro. Mikey quería seguir comiéndose a Takemichi, continuó besándolo y metiendo su lengua dentro de su boca, el contrario estaba sorprendido por lo bueno que era en eso, sentir la lengua de su novio explorar toda su cavidad bucal y mordiendo sus labios inferior es algo que lo estaba viviendo loco.
Seguía y seguía, chupando su lengua, estirandola, sintiendo la saliva y la viscosidad dentro de sí, Takemichi se estremeció, Mikey llevó su mano a su miembro tocandolo, lo agarro y comenzó a masturbarlo, bajandolo y subiendolo, besaba el cuello del pelinegro, lo mordia y le dejaba chupetones.
-A-ah, Mikey, estás muy metido en esto hoy.
-Tranquilo, apenas estoy empezando,-lo miro a los ojos.-Takemichi.-le dio un rápido beso.
Bajo a sus caderas, donde le esperaba el pene erecto de Takemichi.
-Has estado reservando todo esto para mí, ¿no es así?
La manera lasciva en la que dijo eso puso rojo a Takemichi, Manjiro soltó un risita al ver eso, le pareció adorable. Acercó sus labios al palpitante trozo de carne, lo beso en la punta, lamio con calma el glande hasta llegar a la cima, ahí entró todo el pene en su boca de golpe, llegó a lo más profundo. Takemichi chillos al sentir la lengua de Mikey moverse sobre su pene, más cuando Manjiro volvió a subir hasta el glande chupando con fuerza esa zona, continuó cabeceando un par de veces, al mismo tiempo con sus manos lo masturbaba.
Lo sacó de su boca, el pene de Takemichi estaba bañado en saliva, Mikey bajo a sus genitales y empezó a lamerlos.
-¡Wow, Mikey...!
Takemichi apretó las sábanas, se sentía bien, demasiado bien, más cuando esos pequeños labios hacen succión en esos bolas y pasaba su lengua entre ellos, era muy cálido, seguía siendo masturbado, está vez con más rapidez que antes.
-Ahí viene Mikey.-gimió.-M-me voy a venir.
Mikey volvió a la cabeza del pene para lamerlo una y otra vez mientras seguia manoseandolo.
-Déjalo salir, Takemichi.-pronunció con un tono provocativo.-Dámelo todo.
En cuestión de segundos, el muchacho disparo su esperma que voló por los aires y salpico el rostro de Manjiro. Takemichi jadeo después de eso, no sabía que tanto necesitaba esto hasta que por fin lo tuvo.
-Será mejor que no estés satisfecho porque todavía no ha empezado lo bueno.
Declarando estas palabras, el condom que sacó antes lo agarro, con cuidado se lo puso a Takemichi hasta que quedó bien.
-Listo.-se subió encima de él.-Ahora si.
Mikey abrió sus nalgas y cuando sintió la punta del contrario en su cavidad, bajaba lentamente para que entrará por completo. Takemichi chillo por lo bajo. Manjiro comenzó a moverse, sentándose una y otra vez en el miembro de su novio, dentro suya se sentía muy apretado y cálido, a Takemichi le gustaba eso, Mikey llegaba hasta el límite y se movía se lado a lado, se acostó sobre Takemichi, ambos cuerpos calientes se estaban propinando más calor.
Los brazos de Takemichi rodearon a Mikey para entonces comenzar a embestirlo con fuerza, Manjiro gemia y jadeaba, el oír los sonidos erotico salide de su boca en un momento así solo hacían que Takemichi metiera con mucha más brusquedad dentro del pelinegro, acariciando su cuerpo, llegando a apretar su trasero. De repente, giro a un lado, tieniendo a Manjiro debajo de él, se impulsaba con fuerza y velocidad, movía sus caderas muy rápido, sólo querido llegar al orgasmo.
Takemichi no podía creerlo, por fin todo parecía estar bien, está con la persona que ama, que desea, sintiendo su cuerpo, su ser entre sus brazos, ambos dándose placer y amandose cuanto puedan. Pero no era momento de pensar en eso, solo tenía que seguir disfrutando de todo esto. Mikey lo tomó de la cara y lo obligó a mirarlo.
-¡Takemichi, te amo!-exclamaba.-¡Te amo, mucho!
-¡Y-yo también te amo, Mikey!-jadeaba.
Ambos se besaron y al final Takemichi llegó a su climax.
El pelinegro cayó a un lado, cansado, ambos estaban mirando el techo y jadeando, se les había ido casi el aliento, en especial a Takemichi.
-... Te amo, Takemichi.-acercó su mano a la suya y la sostuvo.-Siempre lo hice, perdón por ser... Tan egoísta.
Takemichi trago saliva.
-Está bien, Mikey. Yo... De alguna forma, lo entiendo.-dijo.-Sé lo que es tener... Una carga pesada sobre tus hombros.
-...
-Pero no importa, yo estaré ahí para ayudarte con eso.
Acarició su mejilla, Mikey le sonrió un poco risueño. Nunca pensó que lo vería de esta manera, Takemichi por fin podía mirar a Mikey sonreír de felicidad, con sus ojos negros mirándolo con dulzura, la expresión en su rostro le causó un sonrojo. Entonces, sin darse cuenta, lágrimas brotaron de sus ojos.
-¿Ah?
Mikey se sobresalto.
-¿Otra vez?-dijo.-¿Estás bien?, ¿qué te pasa?
Takemichi se sentó.
-Si, lo estoy.-limpió sus lágrimas.-Es solo que... Me da mucho gusto estar aquí contigo.-le sonrió.
Mikey se sonrojo.
-Dices eso después de haberme roto de culo.
Takemichi rió por lo bajo.
-Bueno, hagamoslo de nuevo.
-¡¿Qué?!, p-pero, ¡si ya estoy cansado!
-Yo no.-tomo mas condones.-Tengamos sexo hasta que se acaben.
-Voy a morír.
-No seas un niño llorón.-insistió.-Vamos.
-Agh, haz lo que quieras.
-Dios, no puedo creer que sólo aguantes un polvo.-bufo.
-Estoy viejo.
-Si, lo estás.
Ambos rieron por eso, se les escaparon un par de risitas. Y así fue como continuaron toda la noche, y Takemichi por fin podía estar en paz.
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Aquí se acabó la cosa.
Esto es un libro dedicado a Tokyo revengers, solo habrá contenido sexual entre otras cosas agregadas como pueden ver.
Van a ver muchos ships variados aquí, hasta existirán las feminizaciones.
Bueno, todo eso ya lo dice la descripción, creo.
Díganme que les pareció esté OneShot, si les gustó, si les pareció una mierda, cualquier cosa en bienvenida.
Enserio, déjenme su opinión, eso ayuda.
Por sobre todo muchas gracias por leer esto.
Nos vemos en la próxima actualización.
Adiu.
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