Capitulo 4
Buenos días queridos lectores. Hoy es viernes y para mí la calma antes de la tormenta así que a escribir de ah dicho.
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El clima no podía ser más favorecedor para el propósito del día de hoy. El Señor del fuego había decidido enviar a su hermana menor Azula a un centro psiquiátrico. Las calles estaban inundadas de nieve y el sol hacia un esfuerzo por brindar un poco de calor sin lograrlo del todo.
Entró en la celda en donde había tenido encerrada a su hermana en los últimos 7 meses. El techo estaba negro por el humo y las paredes desgastadas por las llamas que la princesa había lanzado. Sus manos estaban sujetas por cadenas en la parte de atrás y lanzaba llamaradas azules de su boca furiosa. Traía unas ropas sencillas en color rojo, el cabello negro suelto y mal recortado.
-Azula-le llamó
Ella lo voltio a ver y sus ojos ámbar idénticos a los de él se abrieron como plato y se acercó a la pared presa de pánico.
-No no puede ser tú estás muerto yo te mate-gritó ella aterrorizada
Su hermana se había vuelto loca; bueno en el verano del año pasado había comenzado a perder la cabeza obsesionada por la perfección y el poder. El también había perdido el camino por culpa de su padre pero para ella ya no existía remedio.
-Azula no pienso lastimarte, quiero ayudarte-le dijo con voz suave
-Tú tú quieres vengarte-gritó ella lanzándole una llamarada con la boca que logró evitar creando una propia; causando una pequeña explosión haciendo que un guardia entrara a la celda.
-Señor Zuko se encuentra bien?-le preguntó con preocupación el guardia
-Si lo estoy...prepárenla para el traslado pero tengan cuidado-
-De no lastimarla o que no nos lastime?-
-Ambas-
Tuvieron que amordazar a la adolescente de 15 años para evitar que los quemara y la metieron en una celda de metal en donde sabía que no podría escapar. Llegaron q la roca hirviente. Donde había tenido su aventura con Sokka, habían encontrado a Suki, habían rescatado al padre de Sokka y a otro preso. En donde había dado su paseo cambia vidas. ¡Maldicion! Acaso todo tenía que recordarle a la pre adolescente del reino tierra. Supuso que así debía de ser estando enamorado un gato podría pasar y recordarle a ella.
-Lord Zuko-dijo el alcaide y al pobre monarca le dieron ganas de golpearse la frente. Había olvidado que el tío de Mai era el dueño de esa prision
-Señor del fuego Zuko-le recriminó un general por su falta de modales
Por la expresión en su rostro estaba claro que no le hacía gracia que el chico que lo había secuestrado estuviese ahí y en esa posición.
-Mis disculpas Señor del fuego-se disculpo falsamente
-Vengo a dejar a mi hermana para que reciba un buen trato y atención médica-
-Claro que si Lo...Señor Zuko-
Le pusieron una camisa de fuerza y se la llevaron una celda mientras no dejaba de reír y decir amenazas de ir los mataría a todos al igual que a su hermano.
Honestamente le daba tristeza dejarla ahí. Sentía que dejaba a la única persona que conocía lejos de su vida.
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21 de Marzo de 1722
La primavera llegaba, las flores se habrían inundando el lugar con sus bellos colores, los animales estaban buscando pareja y nuestro pobre y guapo chico de ojos ámbar se sentía melancólico a más no poder. Pero al igual que la vida surgía la suya se calmaba cuando una sirvienta le dijo que tenía una carta para el de Ba Sin See.
Querido Sobrino,
Te pido una disculpa por no haber contestado antes, el dragón jazmín tiene muy buenas ventas y algunas señoritas preguntan por el mesero Lee, al parecer eres todo un rompe corazones.
Con respecto a las preguntas de tu carta. Sokka y Toph estuvieron un tiempo aquí. Resulta muy divertidos juntos, pero prefiero platicar con la pequeña Toph a solas. Se puede tener conversaciones profundas con ella sin el sarcasmo de Sokka.
Con respecto al chico le dicen El Oscuro pero desconozco su nombre real, tiene 14 años y es un poco pesimista a decir verdad. Es el tipo de odio al mundo y a todos pero la pequeña Toph piensa que tiene potencial para aprender metal control.
No lo sé. No soy un maestro tierra...además es la primera.
Espero que tenga suerte y tú también querido sobrino.
Te extraño mucho y espero vernos pronto.
Con Amor tu Tío Iroh.
Zuko sintió que toda la tensión con la que había cargado se desvanecía. "Metal control era prometedor para el metal control" pensó soltando una carcajada de alivio al darse cuenta de que se había torturado todo ese tiempo en vano. "Lo decía enserio" pensó con una sonrisa de oreja a oreja. Se sentía tan feliz que deseo que la chica estuviera mirándolo con sus ojos verde grisaseco. Importándole un pepino lo que pensaran los demás de él salió corriendo por el palacio gritando, bailando y celebrando. Causando las miradas curiosas de los sirvientes y algunas risitas de los guardias.
-Señor del...-trato de decir una sirvienta para impedir que el nuevo regente siguiera haciendo el ridículo pero no pudo seguir ya que la rodeo por la cintura y la alzó dando vueltas con ella
-Si me ama-dijo sonriente y continuando su marcha de bobo enamorado
La sirvienta lo miro con ternura era lindo ver otra faceta del Señor del fuego, en especial cuando había visto a Ozai tratar tan mal a Ursa y supo que aquella chica era afortunada por hacerlo actuar así.
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Después de meditarlo mucho el chico de la cicatriz decidió ir a hablar con su padre, necesitaba saber en dónde estaba su madre. Sabía que nadie debía enterarse que conversaba con Ozai. Así que tomó una capucha negra y se escabulló en medio de la noche hasta las celdas y la abrió con el duplicado que había mandado hacer con toda la discreción posible. La puerta se abrió con tal chirrido que pensó que los guardias vendrían pero de ellos no había rastro lo cual le izo cuestionarse si debería contratar nuevos guardias. Su padre lucia débil a pesar de los músculos marcados de su cuerpo (como que eso de estar bueno es cosa de maestros fuego jejeje) el largo cabello negro lo llevaba suelto y la barba mal recortada sonrío al verlo entrar.
-Vaya a que debo esta visita Lord Zuko-cuestionó medio en burla
-Ya sabes a qué vine ¿dónde está mi madre?-
-Viva tal vez, no lo sé muchas cosas pueden pasar en 5 años- dijo el
-En donde-exigió saber molesto por las evasivas de su padre
-Y cómo quieres que lo sepa-
-Porque tú la desterraste-gritó
-¿Lo hice?-
Zuko soltó un gruñido de frustración y agarro con fuerza los barrotes que lo separaban de su padre con tal fuerza que los nudillos se le pusieron blancos.-Me lo dirás-
Me lo dirá se prometió volvería a ver a sus madre, lo sabía. De una forma u otra le diría la verdad.
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Chicos hoy entrego mi ensayo deséenme suerte. Y les informaré de las dos historias que metí a los #Wattys2016.
Besos.
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