Estaba a unos pasos de llegar al campus cuando sentí un silbido. Sonreí al instante, sabía muy bien quien lo había emitido.

—¡Shin!— giré, y esperé que Jungkook llegara a mi —Tengo algo que decirte.

—Dime— abrazó mis hombros con una enorme sonrisa y seguimos el camino.

—Pues ¿te recuerdas el año pasado que lloraste como niña pequeña porque llegaste tarde a la inscripción del concurso de pintura?— encogí el puente de mi nariz y lo amenacé con mi puño.

—¿Quieres una paliza? ¡¿Por qué me sigues recordado eso?!—lo aparté de mi con un empujonsito.

—Oye, espera que termine —volvió a colocar su brazo en mis hombros.—Lo que quiero decirte es que, te inscribí en el concurso de este año —frené en seco y lo miré con mis ojos asombrados.

—¿Estas bromeando?— con sus labios apretados, niega moviendo su cabeza rápidamente haciendo que su cabello se regara.

—Nada de bromas — saca de su bolsillo el folleto —Aquí tienes la aprobación—se la arrebaté de las mano y clavé mis ojos en él.

— ¡Aww!— terminé de regar completamente su cabello llevándome una mirada asesina por su parte —¿Sabes que te adoro?— formó una sonrisita en su rostro mientras acomodaba su cabello.

—Ñeh—arruga el puente de su nariz.

—No lo creo ¿en serio que lo hiciste?— le sonreía al folleto como si fuera una barra de oro, me detengo al verlo parado unos pasos atrás.

—Shin— oh ya se puso serio— Estaba en la obligación de hacerlo, tu eres mi mejor amiga y...—colocó sus manos en la cintura.—También lo hice por mi bien, soy yo el que te tiene que escuchar lloriqueando cada vez que te recuerdas del maldito concurso, te pones en plan dramática y me...—este idiota pensaba que estaba hablado con seriedad.

— Será mejor que cierres la boca Jeon Jungkook, si no me quieres ver pateándote el trasero aquí delante de todos— soltó la risita que estaba conteniendo —Y ya me marcho, nos vemos después.

—ShinHe —me detuvo ya cuando había dado unos cuantos pasos.

—¿Ahora qué Kookie?— giré con pesadez.

—Necesito hablar contigo— rasca su nuca.—Mmm...¿Podemos vernos hoy en la noche?

—Claro ¿En la cafetería de siempre?— mueve su cabeza.

—No, sabes que ahí trabaja MinEul y no, no la quiero metida en nuestra conversación, mejor buscamos otro sitio, pasaré por ti alrededor de las nueve ¿De acuerdo?— asentí con mucha curiosidad, su tono fue preocupante.

—Bien, te espero entonces, ahora si me voy ya estoy retrasada— íbamos a seguir cada uno por su lado pero se me olvidaba algo muy importante— ¡Jeon!— me miró con su carrillo mordido y corrí hacia el dándole un fuerte abrazo cuando lo alcance.—Gracias

—No fue nada.

—Nos vemos— y corriendo volví a retomar mi camino a la facultad.

Casi siempre pasa así, pasamos un poco de trabajo para separarnos, pero como él estudia música y yo artes plásticas no tenemos otra opción que seguir cada uno por su lado.
Apresuré mi paso lo mas que podía, casi estaba corriendo. Llegué a mi casillero, con torpeza abrí el candado, agarré mi bolsa de pinceles, acuarelas y los cuadernos, con la misma velocidad subí al salón y por suerte no fui la única en llegar tarde Kim Taehyung también estaba llegando al salón. Nuestras miradas se cruzaron él sonrió haciéndome poner nerviosa, yo solo incliné mi torso para saludarlo.

—Creo que nos llevaremos una reprimida— mis mejillas ardieron al escucharlo hablarme, siempre he querido escuchar esa gruesa voz dirigiéndose a mí.

—Me parece que si...

—Pues no lo pensemos más y entremos —empujó la puerta dejando a la vista el cuerpo delgado y esbelto de la profesora Alemana.

—Saben que odio que interrumpan mi clase —surte su mirada entre los dos —
¿Tienen algunas explicación?

—Lo siento profesora Katrina— hice una inclinación.

—¿Por qué lo sientes? Ni que hubiéramos llegado tarde por algo sin importancia— lo miré incrédula y vi como me guiñó el ojo— Profesora, estábamos en la galería revisando si nuestros cuadros ya estaban en sus lugares.

— ¿Estaban juntos?— con sus dedos nos señala.

—Sip— me miró para que yo también asintiera y así lo hice.

—Okay, si es así pueden pasar y solo por hoy, para la próxima no entran — nosotros agradecimos con reverencias y entramos rápido a ocupar nuestros caballetes.

Estoy brincando de felicidad, el chico que me tiene de cabeza me acaba de sacar de una pesada situación. Y ahora lo tengo a mi lado, haciendo maravillas con su pincel y comentándome de su trabajo, mi felicidad no cabe dentro de mí.
Lentos, pero muy lentos pasaron los minutos. Yo había terminado mi cuadro del Amazonas y Taehyung aún le faltaban algunos detalles de su excelente retrato de mujer morena. Ya estábamos recogiendo nuestros materiales cuando la profe se detiene junto a nosotros.

—Estudiantes Kim Taehyung y Min ShinHe, cuando se desocupen vengan a verme, tengo algo que proponerles.— agarró sus libracos y salió dejando el eco de sus tacones.

—¿Qué querrá?— volvió a dirigirme la palabra.

—Ni idea—se encoge de hombros y me sonríe.

—Bueno, en el almuerzo vamos— hablaba mientras quitaba el exceso de pintura de sus pinceles.

—Está bien— cerré mi cartuchera y estaba decidida a salirme del salón pero la gruesa voz que me hace temblar me volvió a detener.

—¿Que te parece si almorzamos juntos, y luego vamos con la profesora?—yo tragué duro, y asentí tratando de no mostrar mi felicidad y nerviosismo.

—M-me parece bien— terminó lo que estaba haciendo y caminó hacia mí.

—¿Me dices cuál es tu clase antes del almuerzo para pasar por ti?— ahora sí que me desmayo.

—Tengo taller de grabado.

—Genial, yo estaré justo al lado en el de escultura— amplía una sonrisa y yo traté de sonreír pero de los nervios no pude, solo corté el contacto visual y caminé hacia la puerta.—Nos vemos— asentí y comencé a caminar en sentido contrario al salón de mi próxima clase. Cuando me di cuenta tuve que virar atrás, pasando por el lado de Taehyung y sus amigos, pensará que soy una idiota, que vergüenza.

Disfruté mucho del taller de grabado, aparte de que el profesor Hon es mucho mas motivador que la estirada Alemana, nos enseña cosas nuevas y nos cuenta la razón de porqué existe cada una de las manifestaciones que se dan en el grabado, yo siempre salgo satisfecha y con una sonrisa en mi rostro, y hoy esa sonrisa se agravó más al encontrase mi vista con el chico atractivo de pantalones anchos y lentes que hace acelerar mi corazón esperándome en una refrescante posición fuera del salón.

—Como siempre el profesor Hon pasándose de la hora— habló mientras se acercaba.—Mejor nos apuramos, tenemos que almorzar y luego ir con Katrina.

— Bien— como siempre con mis monosílabos.

  Mientras atravesábamos el campus para dirigirnos a la cafetería que queda totalmente fuera de la universidad, muy frecuentada por mi y por muchos estudiantes de esta universidad que por cierto, pertenece a la familia de la novia de Jungkook y ella es precisamente la que atiende la barra, Taehyung me platicaba sobre cosas random, y me estaba ayudando a abrirme con él.

Llegamos a la cafetería, y buscamos una mesa vacía en aquel repleto lugar. Él señala una al fondo y con cuidado llegamos al otro lado del café para ocupar la mesa.

—Bienvenidos ¿qué van a pedir?—nos habló MinEul, parece que está haciendo de mesera hoy.

—Para mí lo mismo de siempre— le dije con una sonrisa

—Okay, sándwich de jamón y una Coca Cola.—apuntó en la libretita.

—Creo que pediré eso mismo— habló Taehyung dejando la carta en la mesa.

— Bien, en unos minutos estará su pedido —giró y se retiró.

—ShinHe, nunca habíamos tenido la oportunidad de conocernos.—apoyó su codo en la mesa y luego recargó su mentón encima de su mano —Yo tenía muchas ganas de conversar contigo.

— ¿E-en serio?—tartamudeé.

—Siempre que escuchaba a los profesores elogiarte me entraba ganas de conocerte  y cada vez que te veía quería hablarte pero nunca podía, me daba vergüenza— bebí del vaso de agua que nos acababan de poner en la mesa.

—Algo así pasaba conmigo, me daba vergüenza hablarte y nunca pensé que me notarias, como eres muy popular en la uni y tienes a muchas persona más interesantes a tu alrededor jamás me imaginé que yo formara parte de tu campo visual.

—Siempre te he notado, nunca fuiste invisible para mí —no sé pero no podía mantener contacto visual con él, ese chico es uno de esos que te mira profundamente, me da miedo que pueda ver mis pensamientos a través de mis ojos—Eres la...— fue interrumpido por mi querido amigo que se acababa de sentir con brusquedad en la silla de al lado.

—Hola— sonrió hipócritamente yo le hice una mueca de disgusto con mi boca.—Shin ¿por qué no me presentas a tu nuevo amigo?

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