Capítulo 6. El caso de los padres: ¿Piedad?
"A veces debes aceptar las cosas como son,
Y no como quieres que sean"
- Desconocido.
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POV Brigette.
Estaba viendo todas las imágenes que tenían pegadas en la pared, encontrar a los padres de Sherlock en Nueva York no iba a ser tan fácil. Había llevado una silla para sentarme a observar mejor, las imágenes que les mostraban eran muy borrosas, dejaban ver solamente algunos edificios.
-Ver las imágenes ya lo hicimos durante un mes – Habló Mycroft.
-Sí, pero que tú las vieras al parecer no funcionó – Repliqué levantándome para mirarlo – Te recordaré por qué – Entrecerré mis ojos – porque eres un inglés en Nueva York, este no es tú contexto.
-Como si por haberlas visto durante 5 minutos, ya sabes qué lugares son – Sonreí de lado.
-Tres edificios son cercanos, uno está en el Bronx y el último es de la gran manzana de Nueva York – Mycroft trago levemente saliva - ¿Algo más qué decir? No, bien me agrada. Ahora, debemos averiguar el móvil del caso
- Venganza – Sugirió John muy seguro de sí – Porque, no puede haber otra causa.
-La venganza ha movido a muchas personas durante mucho tiempo – Me moví levemente por la habitación – sin embargo, hay un detonante aún más grande John.
-Cuál – Preguntó mirándonos a todos.
-Amor – Respondió Sherlock mirándome fugazmente para luego fijar su vista en su amigo.
-Este tipo de caso que puede pasar continentes no tiene otro factor – Me levanté y camine hasta la chimenea – John tu rostro tiene un "por qué" explicito – Sonreí de lado – es sencillo, la venganza es algo rápido de ejecutar, pero entre el amor y el desamor existe una línea tan delgada John – Me recargué en la chimenea – Imagínate alguien amando a otra persona, sufre una decepción tan grande que rompe todas las ilusiones que pudiste crear, eso causa tristeza, la tristeza se convierte en enojo y este por último, se transforma en odio – Susurré, John parecía procesar todo lo que acababa de decir – es básico... Así que buscamos a alguien queriendo recordar una decepción por medio de una venganza.
-Suena a alguien que no ha podido superar algo tan simple – Susurró Mycroft.
-Tú no entiendes la lógica humana – Puse los ojos en blanco – Una decepción no es tan sencilla de superar, especialmente cuando pensaste que la persona que lo hizo te quería – Los ojos de Mycroft se clavaron en mí con duda – esa parte es la que maneja a esa persona durante un largo tiempo, y el odio puede llegar a apoderarse de esta persona transformándola por completo, casi irreconocible – Señale las fotos – Mira ese trabajo, no es de cualquiera, lleva la palabra inteligencia por todos lados – John miró la pared – es demasiado puntual el ataque.
-A qué te refieres con puntual – Preguntó Sherlock, lo observé y me acerqué a las fotos.
-Es obvio, está persona que lo hizo, sabía muy bien que ustedes no se moverían por nadie más – Comenzaba a entender qué es lo que había pasado – el hombre o la mujer que hizo esto, sabía a quienes se iba a enfrentar a la perfección... Los Holmes, personas sin dejar que sus emociones los controlen – Entonces sentí en mi pecho un poco de emoción – y que no todos les importan, no todos son puntos de presión, entonces catalogo a ambos sabiendo su forma de conducta. Determinó que la forma de llegar a ustedes era tocando a alguien que ambos quisieran, aunque lo negaran, aunque no lo mostraran, está persona está harta de los clichés – Sonreí – por eso decidió no tocar a John o a lo que John quiere directamente, porque eso ya no es de su relevancia. Está consiente que si John es tocado Sherlock será tocado y por lo tanto Mycroft va a intervenir, pero entonces Mycroft no se sentiría comprometido a actuar para salvar al soldado, sino que solo a Sherlock. Sin embargo, si tocaba a sus padres, era más fácil verlos a ambos sufrir, porque si Mycroft ve a Sherlock mal, él se pone mal... - Me fijé en los tres hombres que me miraban prestándome mucha atención – el caso es para Mycroft, y tú en este caso eres el daño colateral – Señalé a Sherlock que bajo su mirada pensando – usualmente todo gira alrededor tuyo, pero esta vez no, está vez no.
- ¿Por qué no me haces el favor de confesar? –Miré a Mycroft sin entender a qué se refería – Sí, lo que escuchaste, con todo lo que dijiste solo falta que me digas ¿Dónde están mis padres? – Se levantó con el rostro molestó – No me costaría enviarte a la cárcel en este momento.
-Yo no he secuestrado a tus padres – Dije irónicamente.
-No me sorprendería que al final del caso tú seas la que tenga a mis padres atrapados – Sherlock levantó la vista observando a su hermano con extrañeza – Nadie además del hechor del caso puede llevar esa línea de razonamiento.
-Por favor, estás loco, ni porque te odie, podría secuestrar a tus padres – Fruncí el ceño – Que tú no puedas llevar una línea de razonamiento como esa, no es mi culpa.
-Sólo di dónde los tienes – Exigió, sonreí, era una oportunidad increíble para humillar a Mycroft y a Sherlock.
-No quiero – Sherlock y John me observaron – simplemente. Si sigues mi juego, no les pasará nada – Susurré – Deberías agradecerme por no haberle hecho nada a Sherlock.
-Sherlock se levantó al igual que John – Brigette – Susurró el soldado – sé que nos odias, pero no es para tanto – Moví levemente mi mano hacia mi espalda y entre el pantalón y mi piel saqué mi pistola, John levantó las manos por inercia.
-Siéntense – Susurré, haciendo que los tres con lentitud regresaran a sus asientos – recuerdo que este cuarto es acústico – Me acerqué a la puerta y le puse seguro – lo que pase aquí de ahora en adelante no lo escuchara Kozlov – Podía ver el nerviosismo en el cuerpo de John, como crecía con cada segundo que pasaba, me reí levemente en parte por sentir el miedo creciente en la habitación – sus padres solo fueron una parte de lo que he buscado – saqué el sobre que Tristán me había dado – No saben cuántas cosas he tenido que averiguar para poder vengarme de ustedes – Los ojos de Sherlock se clavaron en los míos, hojee levemente la parte de la página en la que estaba su nombre – Victor Trevor no es fácil de superar o ¿Si? – El rizado tragó grueso, mientras yo sonreía – no hay nada más difícil que olvidar.
-Brigette ¿Qué quieres? – Miré a Mycroft, mientras sonreía de lado.
-Quemarles el corazón – Sisee como una víbora – ¡AL SUELO! – Grité mientras miraba a los tres obedecerme – Ahora Sherlock di lo siguiente: Juego con las personas por mi beneficio.
Su ceño se frunció.
- ¿Y bien? – Dije con los dientes apretados
-Juego con las personas por mi beneficio... – Susurró con sus ojos grises mirándome.
-Mycroft...
-No diré nada – Negó como un ladrido.
-Bien, adiós a Sherlock – Me miró.
-Qué quieres – Susurró molestó.
-Soy un tumor de la humanidad – Respiró hondo.
-Soy un tumor de la humanidad – Entonces comencé a reír, llamando la atención de los tres, guardé mi pistola entre risas y fui a sentarme al sillón en el que había estado primero. Dejé de reírme, suspiré.
-Ya levántense, no tengo a tus padres ni pienso matar a nadie de aquí – Me levanté a quitarle el seguro a la puerta, mientras sobaba mi abdomen, me había dolido de tanta risa, los hermanos Holmes se quedaron en el suelo mirándome con rostro de confusión, John en cambio se levantó con el rostro rojo del enojo.
-QUÉ TE PASA – Lo miré divertida.
-Nada, si Mycroft cree que realmente podía secuestrar a sus padres, debía aprovechar la oportunidad, yo no hubiera ido por tus padres estúpido, iría directamente por ti, por ustedes – Me reí – cada vez eres más lento, son más lentos – Negué risueña.
- ¿Qué problemas tienes? – John me miró mientras me levantaba – ¿Era una broma?
-Sí John, gracias por aclarar lo explicito – Rodé los ojos – debo irme, vendré mañana – Me acerqué a la puerta y los miré por encima del hombro – No les recomiendo hacerme enojar – Sonreí ladeado y luego salí.
***
POV Sherlock
- ¿Por qué hizo eso? – Dijo John sentándose de una sola vez en el sofá.
-Porque es una estúpida – Mycroft se levantó del sillón y salió de la habitación.
-Nunca la había visto así, Sherlock... Me recordó a – Lo observé – a Moriarty – Suspiré.
-A mí también, levemente, pero lo hizo – Me levanté y caminé hacia la ventana – es entendible que actué así con nosotros, John le fallamos – Observé la ventana, recordé el momento en que Bri me había dicho que me amaba – ella puede hacer lo que quiera conmigo, sé que es por lo que yo le hice desde que llego a Londres.
-Sherlock debemos arreglar esto – John parecía frustrado.
-Decirlo es bastante sencillo – Susurré – John ponte un momento en su lugar – Me di la vuelta para verlo – ella lo que vió en aquel granero abandonado fue que, Mycroft, Mary y tú la traicionaron por alguien quien les importaba más – Me senté – y conmigo, vio que la cambié por Farrah además de traicionarla.
-Pareces haber pensado mucho en esto – Asentí.
-Luego de Sherrinford, todas esas cosas se hicieron más latentes en mi mente, recuerdos como los de Victor Trevor, Brigette... Lo de Mary –John frunció sus labios – aparecen más seguido, y me doy cuenta que un "hubiera" no basta.
-Sherlock siento que también, te has hecho mucho daño tú solo con esos recuerdos – Negué levemente.
-Es con lo que debo vivir por tener un cerebro demasiado rápido – Lo mire - ¿Ya te he dicho que envidio tu cerebro normal? Porque lo hago, tan calmado, sin necesitar de un problema para sobrevivir.
-Tomaré eso como un cumplido – Dijo John alzando sus cejas, no era un cumplido, no estaba acostumbrado a hacer cumplidos – Sherlock ¿Quisieras que volviera a hablarte?
-Quisiera que las cosas fueran como antes, menos yo – John pareció sorprendido – Pero basta ya de palabras vanas y superfluas, hay que ir a dormir – Me levanté antes que John.
-Sabes, no creo que deba decirlo, pero, intenta hablarle, no como antes, sino que vea que has cambiado – John se encogió de hombros – sigues siendo un genio arrogante que no le importa la mayoría de veces lo que dice – Lo mire por encima de mi hombro – pero, ya no eres completamente ignorante de lo que les pasa a los otros.
No dije nada solo comencé a caminar.
***
Saque el violín que Bri me había dado, turnaba los violines, a veces llevaba el mío y otras el que Bri me obsequió. Comencé a tocar las notas de la composición para ella, en todo ese tiempo no había encontrado el cierre perfecto para la tonada, y de tanto tocarla me la había aprendido.
Me pregunte, si en alguna ocasión llegaría ella a escucharla, sin embargo, por su actitud dudaba mucho de que me prestara atención para lo que fuera. Respiré profundo mientras terminaba de hacer un vibrato intenso... Luego un silencio inundo el cuarto, hasta ahí llegaba, y entendí, que el vacío se parecía al que había sentido cuando ella se fue.
Necesitaba dejarle claro, que no la había cambiado por Farrah, y con eso podía estar en paz.
***
Unos golpes muy fuertes me despertaron, vi el reloj, eran las 8:00 de la mañana, me levanté de la cama para salir de mi cuarto, baje las escaleras entonces ubique el sonido, venia de la puerta principal.
Me acerqué para abrirla, al parecer la Sra. Kozlov aún no se levantaba, cuando la abrí, me encontré con Bri mirándome fijamente.
-Creí que no me abrirían – No supe que responder, hasta que ella me miro de pies a cabeza, recordé que estaba en pijamas – te ves tan decente – Susurró - ¿Me vas a dejar pasar o qué?
-Asentí y me aparte – Lo siento, pasa – Ella entro, mientras yo cerraba la puerta. Luego la seguí hasta la Sala de Estar.
-A esta habitación siempre la llame "El refugio" – Se sentó en un sofá individual – Aquí corría cuando llovía y me daban miedo los truenos.
-Es una bonita anécdota – Comenté, no sabía bien qué decir.
-Para mí no – Dijo alzando una ceja, sonrió levemente – te ves sorprendido – La observé – y asustado.
-Pensé que ya no vendrías – Alzó una de sus cejas.
-Ayer lo dije, si no hubiera querido venir, ni siquiera hubiera aceptado el caso – Respiré profundo intentando que ella no me observara – Bien, a qué hora se levantan.
-Creo que hoy se levantaran como a las 9:00 de la mañana – Torció levemente su boca – es por el cambio de horario.
-Te contaré a ti lo que haremos porque no está John y esperaba que él ya estuviera despierto – Solté un poco de aire que al parecer estaba reteniendo – Iremos a ver alguien que actualmente está en el centro de Nueva York, justamente es uno de los lugares donde se supone que estuvieron tus padres, aunque lo dudo, porque es una discoteca – Fruncí el ceño – Sé, mini Holmes, la foto es de una discoteca.
- ¿Nos llevaras ahí? – Asintió, escuchamos los pasos de John bajar las escaleras, entro a la Sala de Estar y nos observó con duda en sus ojos.
-Buenos días – Entró y se sentó venia en pijama - ¿Ya es tarde?
-Pues, pensé que iban a estar ya despiertos – Susurró – cámbiense, vamos a salir.
- ¿Y Mycroft? – Preguntó mi amigo con el ceño fruncido.
- ¿Quieres llevarlo? – Ella sonrió sarcásticamente – Venía solo por ti, pero Sherlock ya estaba despierto, no tuve opción. Tienen 15 minutos.
Ambos nos levantamos de nuestros asientos, para comenzar a caminar.
-Vístanse de forma casual – La mire directo a sus ojos – sabía que no tenías ropa casual, así que nos tocara pasar a comprar un jeans y una camiseta – Suspiró.
***
POV Brigette.
A pesar de todos los intentos que hice para que Mycroft no fuera con nosotros, no dieron resultado. Al final ahí estaba yo, esperando al autobús para poder molestarlo, John había hecho un ruido tremendo por querer correr en las escaleras, y se había caído. Haciendo que el mayor de los Holmes se pusiera alerta.
-Podemos tomar un taxi al menos – Renegó el gobierno británico.
-Nop – Dije feliz de ver que el autobús ya venía – vamos a pasar a comprarle ropa a tú hermano – Mycroft frunció su ceño, iba a decir algo, pero el bus se detuvo frente a nosotros.
Pague el pasaje de los cuatro, al fin y al cabo, molestarlos era mi paga. Mycroft vio con asco todos los asientos, así que camine hasta la fila de atrás para poder ir todos juntos.
-Esto es asqueroso – Susurró el mayor de los Holmes, comencé a reírme, Sherlock parecía fuera de contexto, el único que no tenía rostro de extrañeza era John - ¿Lo disfrutas?
-Como no tienes una idea – Sonreí, me fijé en la ventana, la nieve seguía estando presente en las calles, lo que volvía un poco lento el viaje – nos bajaremos en unos 20 minutos.
Otros pasajeros se subieron con suma tranquilidad, unos chicos que iban retrasados a la escuela se subieron al autobús quedándose un asiento después de nosotros. Uno de ellos me observó fijamente, media aproximadamente 1.60, tenía unos 16 años, sus ojos eran verdes y su cabello castaño claro.
-Deja de compararlo conmigo – Mike me miro de uno de los asientos, sacudí levemente la cabeza, no podía dejar que se les ocurriera que me pasaba algo.
-El chico se dio la vuelta en su asiento para verme de nuevo - ¿Nos conocemos?
-Alcé una ceja – No, ni siquiera te he visto en mi vida – Los tres hombres me miraron.
-Era una propuesta, no una pregunta – Respiré hondo.
- ¿Eso funciona con las chicas de tu edad? – Él solo se rio, puse los ojos en blanco.
-La mayoría de las veces, sí – A veces me preguntaba si a su edad me miraba así de estúpida – no sé si con alguien mayor que yo funcione.
-Lo dudo – Respondí.
-Pues lo estoy intentando, que lo dudes no significa que no funcione – Entonces John carraspeo.
-Déjala en paz niño – Sonreí.
-Y tú qué eres – Preguntó arrogante.
-Mi novio – Contesté, sentí la mirada de Sherlock y Mycroft puesta en mí – Y sino me dejas en paz mi novio te va a golpear.
-No se puede golpear a un menor – Susurró.
- ¿Quieres probarlo? – John lo miro amenazante, el chico y su amigo se levantaron de inmediato, justo en la parada y se bajaron casi corriendo.
- ¿Tú novio? – Preguntó John con el ceño fruncido.
-Qué – Me encogí de hombros – eres un muy buen prospecto – Él sonrió de lado – además de ustedes tres, solo tú me pareces aceptable para decirlo de broma – Me levanté, debíamos bajarnos.
***
Habíamos caminado unos 10 minutos más para llegar al bazar de ropa, al entrar Mycroft había soltado su sermón de hermano mayor diciéndole a Sherlock las mil y una razones por las que no debía vestirse como yo le decía.
-Basta Mycroft, por algo nos dice que nos cambiemos – Sherlock se metió al vestidor.
-Deja de influir en mi hermano – Reclamó, suspiré – Como si fuéramos a ir a alguna clase de discoteca – Alcé mis cejas – ¡Brigette!
-Qué, no son niños pequeños, a esta hora el lugar está cerrado, solo iremos a ver a alguien y luego volveremos – Me encogí de hombros.
Sherlock salió, dejándome verlo con una camiseta negra y un jeans azul, los zapatos no me preocupaban, sus ojos se miraban más grises y su piel más blanca.
-Llévatelo puesto, iré a pagar – Me acerqué a la caja, con Sherlock detrás de mí.
-Serían 20 dólares – Le di mi tarjeta de débito – gracias por su compra, vuelva pronto – Asentí con una falsa sonrisa.
-Te los daré luego – Susurró Sherlock viéndome.
-Págame actuando lo más profesional que puedas, y dejando de verme como un idiota – Él agachó su mirada, yo avancé para salir de la tienda y esperarlos en la acera. Cuando ya estábamos todos, comencé a caminar.
***
Tardamos casi 15 minutos en llegar a la estación de tren, la mejor forma de fastidiar a Mycroft era llevándolo al campo de batalla. Pagué los tickets para esperar el tren, al irnos en taxi habríamos llegado en 30 minutos a Lexington Avenue, sin embargo, en el metro tardaríamos una hora más.
-Pudimos tomar un taxi – Dijo Mycroft apretando sus dientes – pero lo haces para molestarme – Me volví a reír.
-Que listo eres – El metro llegó justo a tiempo, por la hora no había muchas personas que se dirigieran al centro de Nueva York – Subiendo tu-tu – Dije con tono juguetón.
Sherlock, Mycroft y John se sentaron en la fila de asientos de la izquierda, y yo me senté en las de la derecha, quedando frente a ellos. Nuestro vagón iba completamente vacío, los tres hombres me miraban de vez en cuando.
- ¿A dónde vamos? – Preguntó Mycroft con tono molesto.
-A una discoteca, en las noches las apuestas son muy buenas –Mycroft rodó sus ojos.
-No es de noche – Puse los ojos en blanco.
-Escúchame, si no quieres venir, bájate en la siguiente estación y te regresas a la casa – solo iba a venir con John, pero no se pudo, así que te recomiendo que, si sólo vas a hablar para renegar, mejor lo hables contigo mismo – Lo mire con el ceño fruncido.
-Cada vez pareces más una mafiosa – Sonreí con sarcasmo.
-Prefiero parecerlo, y no serlo... como tú – Mycroft tragó grueso – ni un niño mimado – señale a Sherlock – estoy bien como estoy.
- ¿Siendo una drogadicta, enferma, alcohólica, con problemas de autoestima? – Susurró Mycroft como si de una espada se tratase.
-Es mejor eso, a un hipócrita, cutre, pérfido y de doble moral que vive del sufrimiento de otro, creyéndose bueno por salvar a su hermano sin importarle nada ni nadie a su alrededor – Aunque, en muchas ocasiones Mycroft había hecho, que me sintiera mal... Siempre me había quedado callada, y en está ocasión no lo haría.
Mycroft se quedó callado. Entonces sonreí saboreando la victoria.
***
Luego de hora y media de viaje estábamos en Dolls, la discoteca menos visitada por civiles de Lexington Avenue, el local era de dos plantas y por dentro muy amplio, de día no había muchas personas, solo llegaba gente que necesitaba un favor de Rex.
Abrí la puerta seguida de Sherlock, John y Mycroft, el lugar era un desastre todas las mañanas, sillas tiradas, mesas sin manteles, la pista de baile tenía algunas botellas tiradas de cerveza.
-Hey conatus – La voz de Tristán me sorprendió – qué haces aquí ¿Vienes a pedir sesión también? – Sonrió mientras se levantaba.
- ¿Y tú? – Él se rio.
-Vengo a cobrar – Tristán miró a los tres hombres ingleses que se miraban más desprotegidos que nunca – ya sabes, los favores no son gratis – Me miro con los ojos entrecerrados y una sonrisa – tú sabes que te va a cobrar.
-Sí lo sé, es lo más probable, estoy dispuesta a todo – Un hombre trigueño y corpulento bajo las escaleras y nos observó.
-Rex los recibirá en un solo grupo – Comenzamos a caminar detrás de él.
-No puedo creer que andes con estos estirados – John carraspeo por el comentario de Tristán – arruinan tu estilo – rodé los ojos.
-Mire la mayor parte del pasillo hasta llegar a la puerta color caoba que daba paso a la oficina de Rex, él era un hombre de al menos unos 30 años, con test blanca y ojos cafés, media aproximadamente 1.75 – Bienvenidos, Tristán tu paga te la dará Josh al salir de aquí – Me observo – la pequeña Rose, la sicaria más linda que he conocido, justo estaba pensando en ti – Alcé mi ceja – y también en Tristán. Últimamente ustedes trabajan mucho juntos – Tristán me observó de reojo – No estarán pensando en hacer su propia red de mafia – Rodé los ojos.
-Ni por cerca – Susurró Tristán mirando a Rex – nos llevamos bien, eso es todo – Se encogió de hombros, no dándole importancia al asunto.
- ¿Amigos? – Asentimos.
-increíble – Dijo con voz burlona – dos seres sin corazón que se consideran amigos – se rio – bueno, Bri ¿Qué necesitabas? Tú mensaje me dejo atónito anoche.
-Necesito saber algo de tu discoteca – Unos hombres entraron para dejar un francotirador cerca de la ventana, ya habiéndolo montado, salieron de la habitación.
-Nada es gratis – John, Mycroft y Sherlock mantuvieron su vista fija en el arma de fuego - ¿Qué me vas a dar?
-Qué quieres – Susurré acercándome a una de las sillas que tenía, había un sofá largo donde Rex les indico a los ingleses que se sentaran y Tristán se quedó apoyado en la pared cerca de la puerta.
-Ves ese francotirador – Lo observé – desde hace 3 meses el hombre que trabaja en la oficina del frente se ha dedicado a intentar interceptarme, no es de la CIA, Yard o Interpol, simplemente lucro personal – Entrecerré mis ojos – Estoy harto de él, así que te ayudaré si tú me ayudas.
-A qué te refieres – Susurré.
-A las 11:30 de la mañana, se apagarán las cámaras de la calle y edificio de enfrente, al igual que el sonido, si lo haces tendrás 6 minutos para ejecutar la misión y luego sentarte para pedirle lo que desees
-Faltan 5 minutos para las once y media – Susurré.
-Decídete ya – Dijo con una sonrisa en su rostro.
- ¿Me ayudarás a lo que sea?
-Lo que sea – Contestó.
-Sino es así, tú quedarás como ese tipo – Fruncí levemente mis labios.
-Lo sé, tranquila – Me levante y camine hacia el francotirador – Eres la primera en usar la capsula de arma biológica que revolucionara la industria criminal – Me posicione, era un Barrett M107 modificado para poder alcanzar la ventana, además que el cañón era distinto – Ya te fijaste, buena niña – Rex se levantó y se sentó sobre su escritorio – no es un Barret 107 cualquiera, tiras pequeñas bolas como de pintura...
-Harás que parezca un suicidio – Dije mientras él comenzaba a reír.
-Justamente – Contestó risueño – Adelante queda un minuto.
-Quite el seguro cuando escuché la voz de John – Bri qué haces – Ajuste el lente – no le tendrás piedad, ni siquiera lo conoces
- ¿Piedad? – pregunté, justo cuando el reloj marcó la hora estipulada, lo vi caminar por su oficina y entonces jalé el gatillo – aquí no hay piedad – Susurré irguiéndome, para luego escuchar gritos provenientes de la calle
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Bueno, luego de largo tiempo aquí está el nuevo Cap ❤ espero les guste y me den su opinión 😳 las y los quiero mucho. Por cierto, siento la tardanza en serio, pero ya saben la vida adulta me consume ;-;...
HermioneGBlack espero te guste el capítulo 😍❤☄
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