POV Narrador

Scott estaba terminando de desocupar el cuarto de Bri, había dejado algunas cosas aún en el cuarto, sabía que no se las llevaría, pero debía dejar vacío el lugar antes de su regreso al cuartel general en la CIA.

El timbre sonó, llamando la atención del joven, frunció su ceño, era extraño casi nunca recibían visitas, no pudo evitar sentir nervios dentro de él. Se acercó a la puerta para abrirla con curiosidad evidente en su rostro.

—Hola muchacho — Radcliffe entró al apartamento donde las cajas eran las protagonistas — venía a hablar contigo — Tristán estaba detrás de él que se quedó parado en el umbral de la puerta.

—¿Sobre qué? — Hasta ese momento Tristán entró cerrando la puerta, mientras Scott los dirigía hacia la isla de la cocina.

—Necesitamos que nos acompañes a Rusia — El chico elevó sus cejas con evidente sorpresa — pero sin que sepa la CIA.

—Para qué diablos tendría que ir a Rusia con ustedes — Scott ladeó su rostro — qué haríamos allá.

—Prepararle el terreno a Sherlock — Tristán se sentó en uno de los bancos que rodeaban la cocina — Dmitry es un hijo de perra... Y tú sabes que no va a dejar de buscar a Bri.

—También supe que Colson, ya está en el juego de nuevo — El chico se acercó a tomar un folder que le extendía Radcliffe.

—¿Colson? Pero él estaba en Rusia como agente con el gobierno — Susurró el muchacho.

—Pues ya no — Tristán tronó su lengua — renunció hace un mes, no se supo dónde estuvo hasta hace unos 4 días que se le vio en Francia, bastante golpeado — Pasó una mano por su cabello dejando caer algunos mechones que enmarcaban su rostro.

—Así que iríamos a Rusia a ver cómo está — Radcliffe observó a ambos — el problema es el siguiente, que debemos estar claros, si nos metemos a jugar con Dmitry, vamos a jugar con fuego.

—Como si fuera la primera vez que lo hacemos — Dijo Tristán con una sonrisa de lado — ¿Te unes entonces?

—Scott sonrió levemente mirando hacia un lado —Qué digo en la CIA.

—Radcliffe y Tristán se observaron mientras sonreían — Vamos a hablar con George de tu partida durante unos meses, esto significa que no vamos a tener contacto nosotros tres con Bri, a menos que sea sumamente necesario, nuestro contacto es Sherlock.

—Qué se supone que Sherlock hará — Preguntó el chico mirándolos con curiosidad.

—Irá para atrapar a Dmitry con ayuda de nosotros, si todo sale bien, podremos proteger a Bri con tranquilidad mientras ella está en Londres — Scott asintió.

—Y qué le dirá a Bri para dejarla sola — Radcliffe recordó entonces que Scott no sabía que Bri tenía leucemia.

—Eso Sherlock tendrá que pensarlo — Radcliffe observó a Tristán. Se levantó mirando a Tristán, indicándole que debían irse — Me contactaré contigo para avisarte cualquier movimiento, tú ten listas tus maletas.

—Tristán y Radcliffe salieron al mismo tiempo para dejando a Scott con su cabeza revuelta — En algún momento el chiquito este tendrá que saber que Bri puede morir.

—Eso estaba pensando... Qué tal si Bri no sale de su tratamiento, solo meteremos a Sherlock en problemas — Radcliffe abrió la puerta del auto de Tristán para entrar al mismo tiempo que el otro.

—Los humanos somos así — Respondió el castaño — hacemos planes al futuro olvidando lo débiles que somos — El silencio fue el protagonista en el auto después de esa contundente pero real frase.

***

Habían pasado 3 días desde que Bri estaba en Inglaterra, después de descansar lo suficiente Sherlock estaba seguro que era momento de llevar a Bri a la consulta, habían hecho algunas muestras de sangre después de haber ido a visitar a Lestrade, él estaba seguro que entre más rápido comenzaran el tratamiento podrían lamentar menos.

—Vamos — La castaña lo observó con una pequeña sonrisa, mientras sus ojos se mostraban tristes, Sherlock prefirió mantenerse callado, hablar lo que fuera necesario del tema y cambiarlo cuando se volviese incómodo.

—A qué centro iremos — Bri salió de la habitación dirigiéndose inmediatamente a las escaleras, seguida por Sherlock.

—Royal London Hospital for Integrated Medicine— La Sra. Hudson había salido a comprar algunas cosas para hacer un pastel quería que los chicos pudiesen comer un buen postre — es un buen hospital, tiene un área de oncología que está muy bien equipada.

—¿Los exámenes ya están listos? — El azabache asintió, ella se limitó a suspirar mientras entraban a un taxi que había parado — Solo deberías olvidar esto y ya — El rostro de Bri se había amargado de repente.

—Ya hemos hablado de esto muchas veces, demasiadas, diría yo — Sherlock clavó su mirada en la ventana.

—Perdón — Sherlock la observo de reojo — es solo que... Qué tal si esto no funciona — Ella lo miró — tengo miedo de que no vaya a servir.

—Yo también — Bri suspiró para luego tomarle la mano.

—Esperemos que todo salga bien — Sherlock apretó levemente su mano, en respuesta.

***

Se apearon del taxi, ambos sabían que podían haberse ido caminando, la distancia no era mucha. 12 minutos de viaje en auto que el azabache calculaba como 40 minutos a pie, también era algo estratégico para Sherlock, era accesible, y no estarían muy lejos mientras ella se hacía el tratamiento.

El hospital tenía una fachada enorme que denotaba antigüedad, un cartel colgado permitía leer el nombre del hospital siendo opacado por las enormes letras doradas en las que se repetía el título. Sherlock comenzó a caminar, haciendo reaccionar a Bri casi de inmediato para que lo siguiera.

Los exámenes ya estaban ahí, solo esperando que fueran leídos y diagnosticados, se sentaron para esperar que llamaran a Bri, Sherlock comenzó a apretar sus manos, los nervios querían dominarlo. Una sensación de vacío se coló por su pecho, dejando un frío horrible en su corazón, un manojo de pensamientos en su cabeza, convirtiéndolo en frustración de inmediato.

—Brigette Collins — Ambos se levantaron, las piernas les temblaban completamente, el muro de las emociones se había caído hace meses.

Siguieron a la enfermera por un pasillo que estaba completamente iluminado, no se tomaron de las manos no lo creyeron necesario, la muchacha los observo con una sonrisa característica de atención, les indicó que podían pasar al consultorio donde un doctor que no podía pasar los 40 años estaba sentado detrás de su escritorio que en una placa dorada presentaba el nombre del médico "Bob Newcastle", leyendo lo que Sherlock identifico rápidamente.

—Buenos días Srta. Collins — El doctor los miró — Sr. Holmes — Con la mirada les indicó que podían sentarse, cosa que hicieron de inmediato — hace dos días se hizo el examen de sangre, es claro por su expediente médico que padece leucemia mieloide crónica por sus siglas CML, ahora veo que ha estado tomando tratamientos dirigidos. Debido a que ahora su leucemia es acelerada, puedo recomendarle dos tratamientos. La quimioterapia primero, para luego hacer un trasplante de células madre. Buscaríamos un donante para que sea compatible, esperando que no haya ninguna complicación.

—¿Con eso podría curarme? — Bri lo miró con temor en sus ojos.

—Hay un 70% de posibilidades de que sí pueda recuperarse, pero siempre tendría que tomar un tratamiento, el resto de su vida — Sherlock la observó, ella escuchaba con completa atención — si comenzamos la otra semana las quimioterapias sería mejor.

—Sherlock se movió levemente — Si ella sobrevive ¿cuál es el tratamiento que debe tomar?

—Bob los observó — Volvería a las terapías dirigidas o aplicaríamos interferón, por supuesto el último, causa efectos secundarios más severos — Sherlock respiró profundo — Así que, hoy es jueves — Dijo revisando su calendario — el lunes, Srta. Collins, la espero para su primera quimioterapia. Si no hay más preguntas, pueden pasar por las indicaciones en la recepción.

—Gracias Doctor — Susurró Bri, con el rostro neutral.

—Un gusto — Sherlock abrió la puerta para que Bri saliese.

No tardaron mucho en llegar a la recepción para luego salir de nuevo a la calle, no había sido mucho tiempo. Riccio iba a pedir un taxi cuando vio como Bri comenzaba a caminar de regreso.

—Son 40 minutos a pie — Dijo justo cuando la alcanzó.

—Sherlock — Él vio sus ojos cristalizados — no quiero esto... Solo no quiero...

El azabache la miró, le tomó la mano para hacerla caminar hasta un callejón que se encontraba entre dos edificios. Le tomó el rostro entre sus manos para luego dejar un beso en su frente.

—Brigette, sé que tienes miedo, sé que no estás bien, pero estamos haciendo nuestra parte... Después de esto esperemos que todo salga bien, que la medicina funcione — Ella sollozó un poco apoyando su cabeza en el pecho cálido de Sherlock — no estás sola, no eres débil, solo has buscado ayuda, eso es lo mejor que has podido hacer.

—No me dejes nunca — Esa frase tan corta, solo cuatro palabras, sin embargo, le hicieron ver a Sherlock el miedo que ella tenía a quedarse sola.

—Nunca te voy a dejar — Se prometió a él mismo mientras se lo susurraba a Petite. 

_______________________________________________________________________

Corto pero es una antesala de la clásica actualización de navidad o fin de año, espero les guste y que me den su opinión, los y las quiero muchísimo, gracias por 5 años de estar conmigo <3 y soportar mis largas idas.