Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 32. El caso de los padres: ¡Te encontré!(Parte 1)

POV Brigette

George no había dejado de hacer llamadas, desde que habíamos vuelto. Suspiré cansada viendo como Sherlock y Mycroft trabajaban en el mapa, John estaba dormido en uno de los sofás, justo después que Radcliffe se fue, cada quién se ocupó en lo suyo.

Kozlov me curó durante toda la noche las heridas que tenía, al parecer eran más de las que podía percibir, agradecía que al menos ella no hubiese tenido una noche hecha un asco.

-Es posible que esté vivo - La voz de George hizo que los Holmes junto a mí alzáramos el rostro para verlo - No podemos descartar la posibilidad...

-George, está muerto - Dije levantando una ceja - Si estuviera vivo no hubiéramos visto dos en diferentes lugares ¡Fue una bala en la cabeza! Nadie sobrevive a eso...

-Por qué no van a buscar a Tom a otro lado, estamos trabajando - Observé a Sherlock que rodó los ojos y nos dio la espalda, Mycroft me miró, dejándome entender lo que pasaba, fruncí mis labios.

-Me levanté, para acercarme a George - Saca a Mycroft de aquí - Mi jefe me observó, preguntándome con sus ojos qué sucedía - Es un maldito cizañoso, y lo que menos quiero es problemas con Sherlock por un estúpido fantasma.

-Está bien, ya veré qué se me ocurre - Asintió, suspirando.

Me alejé de él, para acercarme donde estaban los Holmes, quería ver el mapa e intentar entablar una conversación con Sherlock.

-Qué han encontrado - Pregunté, poniéndome al lado de Sherlock

-Estamos uniendo el mapa aún ¿No ves? - Fije mi vista en Sherlock, estaba enojado, pero con Mycroft ahí observándome dudaba poder hablar con él con tranquilidad.

-Cada vez te vuelves más lenta - Dijo Mycroft, vi sus intenciones de comenzar un sermón larguísimo, cuando George lo interrumpió.

-Mycroft - El mayor de los Holmes fijó su vista en George - Necesito que me acompañes, quiero que me ayudes a revisar los expedientes de Tom - Mycroft asintió de mala gana, tomó su saco para luego seguir a George.

Sherlock no levantó la vista, simplemente se quedó fijo en las partes del mapa. Parecía estar a punto de terminar de unirlo, así que no lo interrumpí.

-Por qué no vas con George para ver si encuentras a Tom - Suspiré.

- ¿Estas molesto? - Pregunté, sus manos se detuvieron para alzar su rostro levemente.

- ¿Por qué debería? - Asentí

-Lo mismo me pregunto yo - Sherlock no me miraba - sé que estás molesto, o celoso - Susurré - Ni idea pero es absurdo.

-No estoy celoso, ya hablas puras estupideces - Rodé los ojos.

-Tom está muerto - Dije haciendo que sus labios se fruncieran - Si eso es lo que te molesta...

-No me molesta eso - Me cortó - todo el tiempo que has hablado de Tom, ha sido de una forma en la que añoras su regreso - Lo observé - siempre dices que si él estuviera vivo, no sabrías qué hacer o qué decir...Y eso solo me hace pensar que si él realmente estuviera vivo, yo... Bueno, yo fuera un estorbo. Bri, él me lleva ventaja en todos los sentidos, si está vivo él es mejor partido de lo que yo pudiera ser, sentimentalmente hablando - Aclaró, sonreí sintiendo lo que él me decía - usualmente las parejas suelen agradarse, algunas con regalos, otras con palabras bonitas, sexo, dulces... Yo intento hacer lo mejor que pueda, para poder ser bueno para ti.

-Sherlock, no me voy a ir con él, si vuelve - Lo observé, poniendo una mano en su mejilla - no porque haya sido mi primer novio, tengo que volver a enamorarme de él - Sherlock fijó sus ojos en lo míos - Te amo Sherlock - Su respiración se cortó - y no hay nada que me impida decírtelo ahora, no dudes de ello - Me acerqué para abrazarlo - Haría lo que fuera para verte sano y salvo, feliz, a gusto... No quiero que te molestes por un fantasma, e igual quiero ser buena para ti.

-Es un fantasma - Susurró afirmándose en esa pequeña frase, entonces puso sus manos en mi espalda. Eran muy grandes, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando sus dedos me apretaron como si fuera un violín

Me beso en la cabeza, mientras yo lo apretujaba más entre mis brazos. Me sentí mareada cuando me separe de Sherlock.

- ¿Estás bien? - Asentí levemente - Ve a dormir.

-Sí, solo me siento mareada - Respondí poniéndome una mano en la cabeza -Sabes que no te voy a dejar solo en esto - Sherlock puso sus manos sobre su cadera, para alzar una ceja.

-No te estoy preguntando, fue una orden - Sonreí de lado - así que hazme caso.

-Nop - Escuchamos como John se reía.

-Ustedes dos son demasiado tiernos - Dijo mientras se levantaba del sofá en el que había estado dormido - "No Sherlock no me iré a dormir" "Vete a dormir" - Su voz se había vuelto demasiado melosa, Sherlock rodó los ojos mientras yo fruncía los labios.

-Ay calla - Dije sonriendo, Riccio se dio la vuelta hacia la pared de nuevo - Iré a acostarme.

-Esa es mi chica - John suspiró, mientras se estiraba pique su panza haciéndolo bajar los brazos de golpe - descansa.

-Gracias - Sentí nauseas, salí de la habitación, mi respiración había aumentado, como si estuviera corriendo - Qué pasa - Susurré agarrándome del pasamanos, mis ojos comenzaban a nublarse.

Respiré profundo al llegar al final de las escaleras sentí un horrible escalofrío recorrer mi cuerpo. Puse una mano en mi pecho, cuando un horrible dolor me invadió, hasta que todo se volvió negro.

***

POV Sherlock

Observé las imágenes en la pared, John estaba al lado mío con tranquilidad. El mapa estaba listo, unirlo no era muy difícil, después era moverse en las direcciones que nos hubiesen dicho.

- ¿Ya está? - Asentí.

-Ya podré encontrar a mis padres, y podremos volver - John me sonrió - Ya es tiempo.

Un sonido se escuchó, como si un sacó de harina hubiese rodado por las escaleras.

-SEÑORITO - El grito había sido de Kozlov, salimos al pasillo, donde la ama de llaves intentaba levantar a Bri, corrimos hasta llegar donde estaban ambas, nos acurrucamos inmediatamente al lado de ellas - Al parecer se desmayó.

-John comenzó a revisarla - Tiene el pulso débil, la llevaré a la cama - La cargó para luego comenzar a subir por las escaleras.

Negué levemente, era como si la vida me recordará que no podía estar con Brigette por alguna razón.

-A veces no es fácil - Dirigí mi vista a Kozlov, se me había olvidado su presencia - sé que ustedes dos han tenido un millón de problemas, y que siempre que logran un momento de paz todo parece venirse abajo.

-Hoy ni siquiera es por mí - Respondí - o por ella... Son cosas que están externas a nosotros.

-Vi las medicinas de su cuarto - Fruncí el ceño, para luego alzar las cejas - puede parecerme una malcriada, pero le tengo cariño.

-Las medicinas - Susurré - No ha tomado medicina en días - Me levanté en seguida, corrí hasta la habitación. John revisaba, el pulso, observé el cuarto, no había cambiado mucho. Ni siquiera habíamos descansado bien - Revísale el abdomen - Dije con un temor en mi pecho.

- ¿Qué? - John me miró extrañado - Ha tomado medicina no puede ser un fallo... - Se cayó al ver mi rostro - Ha tomado medicina ¿Verdad? - Preguntó, comenzó a levantar la camisa dejando ver un hematoma enorme - Dios santo - Susurró - hay que quitarle el pantalón

Me quedé mudo.

-Vamos quítale el pantalón - "No le voy a quitar el pantalón, tú eres el doctor tú quítaselo" Pensé - Ya la has visto desnuda...

-Nunca la he visto desnuda - Respondí suavemente.

-Espera ¿Qué? ¿Y las veces que fuiste al apartamento de ella? - Lo observé, guardando silencio me sentía incómodo - ¿No han tenido sexo?

- ¿Qué te hace creer que sí? - Respondí respirando profundo - ¿Me ves cara de experimentado?

—En mi defensa... No, es cierto, tú nunca has tenido sexo y conociéndote vas a esperar a que ella te diga algo - Rodé los ojos, mientras John comenzaba a quitarle el pantalón - Usa un calzón de Bob Esponja - No pudo evitar sonreír, ni yo tampoco - no puedo creer que sea tan fan de esa esponja.


-Solo bájale el pantalón - Me acerqué mirando sus piernas, John terminó de quitarle su pantalón, ambos nos observamos, tenía dos hematomas en su pierna derecha. Respiré profundo.

-No puede seguir esperando las quimioterapias - Los ojos de John se fijaron en los míos -está muriendo - Dijo, haciendo que suspirara - Tiene que tomar el tratamiento, el tiempo se le acaba Sherlock...

- ¿Debemos llevarla al hospital? - Bri comenzó a moverse - Va a despertar.

- ¿Qué paso? - Bri abrió los ojos levemente, mirándonos intercalados - Por qué no tengo pantalón.

-Tienes moretones en la pierna derecha, y en el abdomen - Bri se sentó, no se tapó ni nada.

- ¿Y qué les pareció el calzón? - Hizo una sonrisa divertida.

- ¿Tú no te quieres? -John parecía molesto - Tienes que hacer el tratamiento.

-Lo sé, John - Bri se levantó para tomar sus pantalones - ¿Crees que no sé qué me estoy muriendo? Pero ¿Qué puedo hacer? Si entro al tratamiento, no voy a poder detenerme, y no quiero dejar a medias este caso - Vi como le cambio el rostro a Bri, frunció su ceño y respiró profundo - no puedo... Y si debo esperar una, o dos semanas más podré aguantar.

-A mí me importa un comino lo que pienses Brigette - John la miró - tú mente puede hacer el esfuerzo - Bri comenzó a ponerse el pantalón - pero tu cuerpo no.

-Por favor John - Susurró Bri.

-BRIGETTE DESPIERTA - Brigette se calló - no estás para jueguitos estúpidos, no estás para hacerte la fuerte... Cada día que pasa, es tiempo que te quitas tú sola. Como médico no puedo dejarte seguir en el caso.

-Sí lo sé - Brigette recogió su pantalón para terminar de ponérselo - pero ¿Cómo amigo?

-John me observó a mí y a Brigette de forma intercalada - Ustedes son unos imbéciles - Ambos asentimos.

-John, me tomaré el tratamiento, mejoraré está semana, pero el caso está por terminar, y no me puedo dar el lujo de faltar - John suspiró.

-Hoy y mañana tendrás reposo absoluto, comerás algo para luego tomarte la pastilla - Bri iba a reclamar cuando John levantó la mano - No hay discusión. Le prometí a Radcliffe que te iba a cuidar, y eso es lo que voy a hacer.

-Bri se quitó el pantalón de nuevo, haciendo que John rodará los ojos - Me encanta este blúmer, es tan cómodo - Sonreí levemente, Bri se acostó mirando la pared.

-Solo hazle caso a John, estarás mejor así - Escuché un suspiro.

-Nunca pensé ser un retraso - Susurró - odio serlo.

-No eres un retraso - Dije sin acercarme - solamente necesitas descansar - No me miró, solamente pude ver como se encogía de hombros - No te preocupes por esto, aún tengo que analizar el mapa.

-Solo mantenme al tanto - Suspiré.

-Lo haré - Me di la vuelta para salir de la habitación.

Bajé las escaleras de nuevo, debía concentrarme en el mapa. Le había pedido de favor a Kozlov que me diera el mapeado de Nueva York, la casera estaba en la sala de estar viendo por el ventanal, había puesto los planos en una de las mesas.

-La nostalgia es algo de doble filo - Susurré mirando a Kozlov.

-Cuando Brigette vino, era una mocosa de unos 10 o 12 años, ya no lo recuerdo bien - La observé - era una pequeñita desnutrida, con los ojos dolidos, raspones en todos lados, moretes en el cuerpo. El señor Holmes la traía de la mano, era con el único que entendía lo que ella quería decir a pesar de su mutismo - Ladee el rostro, mientras me acercaba a ella - le arreglamos un cuarto, Mycroft comenzó a darle clases de todas las materias, era brillante. Y aunque su hermano no lo admitiera, se ganó el cariño de él- Me quedé en silencio, solamente escuchando lo que ella decía - empezó a crecer, y ellos igual de unidos a los 15 años tuvo que dejar esta casa para poder recibir el entrenamiento completo de parte de la CIA, aun así Mycroft siempre estuvo pendiente de ella donde quiera que iba. La primera vez que ella tuvo un accidente, su hermano se puso sumamente nervioso, tenía miedo.

- ¿Me está diciendo que Mycroft sintió algo por Brigette? - Pregunté mirando a la figura de la anciana que llevaba puesta una camisa blanca, con una falda larga color azul, se había cruzado de brazos.

-Se volteó para verme - Sí - Mi ceño se frunció más - No estoy segura qué pero ocurrió.

-Entonces por qué demonios él...

-Kozlov -La voz de Mycroft apareció detrás de nosotros, Kozlov palideció de golpe, mientras yo me giré sobre mis talones para observarlo - ¿No tiene algo que hacer en la cocina? - La voz fue tan gélida que cualquiera podía tener miedo - Parece que hay algo en el horno.

- ¿No vas a decirme qué sentiste por Bri? - Pregunté sin ninguna expresión en el rostro, justo después de que Kozlov se fuera de la habitación.

-No sentí nada - Entrecerré los ojos - no lo que Kozlov piensa y fantasea - Se quitó su saco para ponerlo sobre el sofá.

-No seas estúpido, todo este tiempo me dijiste que Bri era un peligro, que era alguien a quién no tenía que hacerle caso, debía alejarla de mí - Mycroft respiró profundo, poniendo sus manos detrás de él.

-Y es cierto - Lo observé - ya sé quién es el hechor del caso - Mycroft sabía cómo cambiar de tema.

-No me cambies de tema... Porque si ella te gusta yo... - Se rio irónicamente.

- ¿Qué? ¿Te harás a un lado para que pruebe suerte? - Miré al suelo - Yo no siento nada por ella, hace años cuando estaba en la CIA, tuvimos una psicóloga, al principio solo asistían los muchachos que eran agentes del proyecto ARES, después los cuidadores debíamos asistir también - Rodó los ojos - se mostró muy interesada en mí, le comenté algo sobre Brigette, y ella comenzó a tratar mal a Collins, no tuve opción más que hacer que la despidieran.

-Qué tiene que ver esto con lo que hablábamos - Él alzó una ceja.

-Creí que el tema sobre mis sentimientos por Collins había quedado claro - Respondió metiendo sus manos en sus bolsillos - Así que pase al siguiente, que era donde yo sabía la mente del caso.

-Pestañee lentamente - No te voy a obligar decirme nada, pero tus actitudes no me dejan tranquilo - Asentí dando por terminada la conversación sobre Bri - Así que es la psicóloga... cómo estás tan seguro.

-Sí sentí algo por Collins - Dijo llamando mi atención por completo - ella es... Un caso - Sus ojos se fijaron en una de las fotos sobre la chimenea, era Brigette y él más jóvenes - pero fue una estupidez. Que ya no volvió a ocurrir - Me miró - ¿Feliz? ¿Podemos pasar al otro tema?

-Como quieras - Respondí, no me había dado de que tenía los puños apretados - Así que la psicóloga es la villana.

-Se llama Martha Connor - Nos paramos frente a la pared - ¿Y Collins?

-Está mal - Respondí cortante con el tema - necesita las quimio - Mycroft me observó.

-Debes admitir que es un retraso - Respiré profundo.

-Cállate - Dije con el rostro molesto.

-Ya comió y se durmió - John entró a la habitación, por un momento desee estar solo y que se callara hasta Mycroft.

-Es un estorbo - John observó a mi hermano con el rostro extrañado - debe quedarse aquí.

- ¿No que estabas con George? - Preguntó de mala gana.

-Ya no - Respondió igual.

-QUIEREN CALLARSE, TRATO DE PENSAR - Grité exasperado - Por Dios, quédense quietos - Exhalé.

Puse los mapas que me había traído Kozlov a un lado de la pared, para poder observar el mini mapa y el plano general.

-Son trozos del mapa, así que tenemos que posicionarlos en el plano - Comencé a verlos - hay algunas partes que se parecen, así que si logramos ponerlos sobre el plano.

-Encontraremos el camino - Terminó de decir Mycroft, asentí dándole la razón.

Tome un trozo del mapa, para ponerlo sobre la calle en la que nosotros estábamos, no me sabía de memoria este mapa, así que simplemente comencé a poner los retazos donde más se parecieran. Cuando hube ubicado los cuatro pedazos me límite a observar el mapa.

-Ahora debemos ver qué hay en cada punto -John se acercó.

-Este es el primero, está a 12 minutos de aquí - Fruncí el ceño - qué hay a doce minutos de aquí - John encendió su laptop - rápido, John.

-Voy, voy - Dijo - pues, es una refinería abandonada, se llama Domino Sugar - John me observó.

-Dudo que estén a 12 minutos de aquí, porque me mataría de ser así - En parte concordaba con Mycroft - El mapa cruza ahí mismo y luego se detiene en la Catedral de Nueva York - John tecleo en su laptop.

-Está a 21 minutos desde la refinería - Comencé a poner tachuelas en los lugares donde tendríamos que ir - básicamente haremos un tour por Nueva York - Rodé los ojos ante el comentario de John.

-Desde la catedral el mapa conecta con la Universidad de Nueva York - John volvió a escribir - cuánto tiempo.

-Solamente hay 10 minutos de la catedral hasta la universidad - Mycroft suspiró, entonces lo observé.

-Y el ultimo es el más lejano - Puse una tachuela en la catedral, mientras tomaba papeles para poner los tiempos - Isla Hart.

-Voy espera, espera - John observó a Sherlock - Cálculo que son unos 40 minutos, tendremos que tomar un bote o algo.

-Isla Hart, ha sido una fosa para cuerpos desde hace años - Mycroft nos miró - espero que no estén muertos.

-No lo están - Dije - te quieren ahí vivo a como dé lugar, no matarían a lo único que puede atraerte.

- ¡SHERLOCK! - Kozlov gritó desde la segunda planta, John corrió primero, sabíamos que era Brigette, miré a Mycroft, y por un momento su semblante se relajó.

-Es un retraso - Su voz resonó en mi cabeza.

Salí de la habitación con esas palabras retumbando en mi interior, subí las escaleras con un temblor en el pecho, era como un vaivén. Lo único que podía pensar era que ella moriría en mi cara.

- ¿Está bien? - Kozlov estaba afuera mirando hacia adentro.

-Tuvo una convulsión mientras le daba de comer - Ella me miró - Señorito - Su voz era suplicante - no la esfuerce más. Ella es terca, si no le habla claramente lo hará todo... Solo lo escuchará a usted.

- ¿Por qué dice que solo a mí? - Pregunté, estaba confundido.

-Porque lo ama - La miré directamente suspirando profundo - lo suficiente como para aceptar salirse de un caso, ya no le provoque interés, o ella seguirá ahí.

Asentí para entrar al cuarto, John estaba acomodándola, limpiaba con una toalla su boca, se había sangrado.

-No es normal que en la leucemia haya convulsiones, pero su cuerpo tuvo un shock - Lo observe - no vivirá para junio si no hace el tratamiento.

-Y qué quieres qué haga - John me miró con el ceño fruncido - ya le dije que tiene que hacerlo, pero no me hace caso.

-Sácala del caso - Puse mis manos en las caderas - no, no pongas esa postura.

-Sabes lo terca que es - John respiró profundo - aunque yo se lo diga, aunque yo se lo pida, solo me ignoraría.

-Puede que está vez recapacite - Suspiré, tragando grueso - Sherlock, debes hacerlo, al menos intentarlo.

-Lo haré, ya en la noche, ahora hay que preparar todo - John me miró relajando sus gestos.

-Espero que haga caso.

***

POV Narrador

Sherlock salió de la habitación, mientras John se quedaba para monitorear a Bri, posó sus ojos en el cuerpo, no sabía que podía esperar. Se imaginó el proceso, quimioterapias cada dos semanas, vómitos por los químicos, frunció su ceño, no sería fácil para Sherlock.

Sherlock entró a la sala de estar, donde su hermano seguía anotando cosas en los papeles, el mayor se dio la vuelta, sin quitar sus impenetrables ojos del menor.

-Si sigues esperado que ella se mantenga a raya, morirás en el intento - Mycroft rio - la ventaja es que si te casas pronto, no duraras mucho en un matrimonio.

-Mycroft, ella está muriendo - Los ojos color hielo del mayor se enfrentaron a los grises del menor - no es tiempo de hacer bromas absurdas - El azabache paso sus manos por su cabello - no es solo que ella se va a morir.

-Por amor de Dios, es lo que lo que hacemos, morimos cuando se nos acaba el tiempo ¿Qué esperabas? Que fuera eterna, porque tu estúpido cerebro simplemente se niega a creer que no pudo ni siquiera tener sexo por primera vez con la mujer que aparentemente amas, y desperdiciaste valiosos días hace tres años para poder escuchar tu nombre salir de sus labios con amor y compasión - Sherlock tragó grueso - eres patético.

-No, no lo es - John estaba en el marco de la puerta - no es patético por sentir, Mycroft - el rubio observó como Sherlock había cambiado de actitud, estaba callado y miraba hacia todos lados - patético eres tú por no aceptar que también te preocupa.

-Me parece un retraso, eso es lo que es - John alzó sus cejas.

-Por supuesto, un retraso que te hizo dudar de tu muro de hielo durante tres años - Mycroft frunció sus labios - así que cállate y une papelitos en la pared.

Mycroft se dio la vuelta para seguir en lo suyo, mientras Sherlock observaba a John, el rubio no tardo en entender lo difícil que era para su amigo. Simplemente quería algo normal, pero él no era normal.

***

-Sí, George, necesito equipo - Eran las 4 de la tarde, Mycroft conseguía el equipo que necesitarían, era parte de su responsabilidad o que él sentía como responsabilidad.

- ¿Te traerá lo necesario? - Preguntó John, Sherlock se había ido a la habitación de Brigette dejando a John a cargo con su hermano.

-Sí - Dijo cortando la llamada - John, te pediré de favor que ya no te metas en las pláticas que tenga con Sherlock, sé lo que quiere mi hermano, y lo conozco mejor - John frunció el ceño rápidamente.

-Lo conoces mejor, pero lo haces sentir pésimo en la primera ocasión - La tensión era palpable en la sala.

Arriba Sherlock observaba a Bri, había dormido todo el día, con pequeños lapsos en los que despertaba. Riccio contaba hasta 100 en su cabeza, rogando porque no hubiese ningún daño en el cerebro.

Suspiro de alivio justo cuando Bri abrió los ojos, se quedó en silencio, esperando que ella pudiese notar su presencia.

-Cuánto he dormido - Dijo suavemente intentando levantarse, Sherlock se acercó a Petite impidiendo que siguiera haciendo un esfuerzo.

-Casi todo el día - Susurró, llamando la atención de Bri.

- ¿Qué hora es? - Lo observó, era obvio que no estaba bien.

-Las 4 de la tarde - Ella abrió los ojos de par en par, logrando sentarse - Bri acuéstate.

-No, debemos avanzar, conseguir las cosas, el caso - Sherlock le tomo una mano.

-Ya no quiero que estés en el caso - La castaña negó.

-Por qué, me necesitan en el caso - Sherlock comenzó a molestarse.

-Brigette - Su voz había sido tan ronca y profunda que enmudeció de inmediato a la pequeña - ¿Quieres morir?

-Sabes que no - Respondió - Sherlock...

-Solo te lo pido por esta vez, ya no te involucres y descansa... Si quieres puedes bajar más noche cuando nos vayamos nosotros para ayudar con la logística - Bri lo observo, parecía preocupado - pero no con el trabajo de campo. Solo quédate aquí ¿Por mí?

-Bri respiró profundo acostándose de nuevo, y dándole la espalda a Sherlock - Como quieras - Dijo de mala gana.

-Prefiero que te molestes un tiempo, a... Perderte - Sherlock se levantó mirándola antes de salir.

Bri suspiró, no quería ser un estorbo, sin embargo, preocupar a Sherlock era de más.

***

Eran las 7 de la noche, Sherlock tenía puesto un micrófono en su oreja derecha, George terminaba de afinar algunos detalles de los equipos para que funcionaran correctamente. Sherlock se había memorizado el mapa, necesitaba mantener la mente clara, le daba paz saber que Bri se quedaría en casa, sin sufrir daños de más.

-Se han tardado bastante hoy - Comentó George viendo como John y Mycroft se ponían un chaleco antibalas, bajo sus ropas usuales.

-Si alguien no se hubiese centrado en salvar la vida de una moribunda, ya tuviéramos a nuestros padres - Dijo Mycroft en evidente reproche.

- ¿Qué? - George negó sin poder entender.

-Pregúntale a Romeo - Sherlock se dio la vuelta para mirar con odio a su hermano mayor.

-George observó a Sherlock - Cállate Mycroft - Susurró con asco el menor.

-Admite que es un retraso y me callare - Sherlock tragó grueso - no la sacaste del caso solo por su salud, si la esperábamos la esperanza de vida de nuestros padres hubiese sido menos que la de ella - Riccio sentía el enojo subir por su pecho - Dilo

-No

-Vamos dilo, Sherlock - El menor negó.

- ¿Cuántos tienes 5 años?

-Di que es un retraso - John observó hacia la puerta donde Bri se encontraba parada oyendo, solo él podía verla desde ese ángulo - Que la sacaste porque no te dejaba trabajar en paz... Que ella simplemente ha arruinado los planes desde que venimos.

-SÍ ES UN MALDITO RETRASO ¿FELIZ? HA SIDO COMPLICADO TENER QUE CUIDARLA Y TAMBIÉN A MIS PADRES - John miró a Bri que hizo contacto visual con él de inmediato para luego irse a la segunda planta - Solo no es algo que sea común...

-Brigette estaba aquí - Dijo John llamando la atención de todos - Creo que escuchó lo que dijiste - Sherlock bajó su mirada con ganas de ahorcar a su hermano.

- ¿Por qué no me dejas ser feliz? - Susurró mirando a Mycroft, algo se removió en el interior del mayor, al ver esos ojos que tantas veces se habían quebrado ante él.

Unos minutos pasaron cuando Brigette entró a la habitación vestida con su traje de la CIA, Sherlock la siguió con la mirada, Petite tomó un auricular de los que tenía George.

-Bri... -Susurró Sherlock intentando que sus ojos conectaran con los de ella, pero no hubo respuesta.

-Tienes que indicarme donde iremos - La voz de Bri se oía firme, George suspiró, era como ver a Evolet hablar - Dame un arma.

-Están allá - Señaló otro maletín de color gris, Bri caminó rápido, sacó lo que necesitaba para luego ubicarlo en su cinturón.

-Brigette - Llamó Sherlock, Mycroft ya no hablaba, y John parecía expectante - No irás, no te dejaré ir - Petite lo observó, un frío corto el lugar.

-En ningún momento te pedí que me cuidaras - Bri tragó grueso - lo que menos quiero es compasión.

La puerta sonó, Kozlov apareció en la entrada a la sala de estar con el casco en sus manos y un rostro preocupado.

-Ten cuidado mocosa - Bri sonrió mientras tomaba el casco.

-Gracias Kozlov - Observó a los otros tres - es hora, vámonos.

Bri sentía apretado el pecho, cuando abrió la puerta Tristán estaba apoyado en su motocicleta, observando la casa, ella sonrió recibiendo el mismo gesto.

-Conatus - La voz de él era amable dándole a entender que se encontraba preocupado - te ves terrible.

-Estaré peor en otros días, tenemos algo que hacer - Tristán sonrío mostrando sus dientes - ¿Listo?

-Siempre - George salió para darle un comunicador al castaño - ¿Con esto oiré a donde iremos?

-Sí, tú serás el que guiará a Bri - Él asintió poniéndose su casco - así que te daré las indicaciones, los estirados irán en el auto, así que básicamente ustedes los escoltaran.

Sherlock, Mycroft y John se introdujeron en el auto, el azabache manejaría, no habría nadie más que ellos en esto.

-George encendió su comunicador - ¿Todos me escuchan? - Todos asintieron de inmediato - Ya saben tengan cuidado, cuando entre a la casa, seguirán a Tristán cuando yo lo indique.

- ¿A qué horas te metes a la casa entonces? - Dijo Bri haciendo que George frunciera sus labios, y la observara de lejos.

Tristán, John y Sherlock se rieron.

-Ya voy - George rodó los ojos para luego caminar hacia la casa - Avisen cualquier cosa.

Tristán comenzó el trayecto, haciendo que todos comenzaran a seguirlo. Sherlock arrancó justo después de que Bri lo hiciera.

-Primera parada Domino Sugar - Susurró Tristán.

-Una refinería abandonada - Bri giró imitando al castaño - sería estúpido que estén a 12 minutos de aquí.

-No me sorprendería que quisieran verle las caras de imbéciles, ya las tienen... Pero dejárselos claro - Sherlock y Mycroft rodaron los ojos.

-No entendí eso - Sherlock observó a John.

-Deberías ponerlo en una camiseta - El rubio observó a su amigo que no quitaba la vista del frente.

-Que gracioso Sherlock - Bri se rio - Brigette - Bri negó - no te rías.

-No puedo evitarlo, John - A lo lejos, todos pudieron divisar la refinería, haciendo que el ambiente cambiara - Ahí está.

***

Todos se detuvieron frente al enorme edificio, Bri se bajó quitándose el casco, se sentía molesta, pero eso no le impediría trabajar. Los ingleses se bajaron del auto, mientras Tristán se quedaba en su moto.

-Mycroft quédate en el auto - El mayor de los Holmes frunció el ceño, el rubio rodó los ojos.

-No me quedaré aquí - Negó - es estúpido creerlo.

-Eres más lento, y gordo - Mycroft retrocedió su rostro levemente - así que te quedarás aquí.

-Él debe venir - Los ojos del mayor se posaron en Bri - por algo lo buscan a él - Sherlock se acercó a Bri.

-Sabes que será una atraso si comenzamos a correr - Dijo llamando la atención de la pequeña.

-Wow, eso no me parece nuevo viniendo de ti - Riccio respiró profundo - todos somos un retraso.

-Brigette no quise decir... - Bri levantó la mano deteniéndolo.

-Después hablaremos - Petite miró a Tristán - Da una vuelta para vigilar - El castaño se puso su casco - Cuando terminemos aquí te hablaré.

-Como gustes - Tristán arrancó dejando a los cuatro con los nervios atacándolos.

Comenzaron a caminar hacia la puerta que estaba mohosa, algunas ventanas estaban rotas, el océano los hacía sentir un sabor salino, el aire era más seco de lo usual, el sonido de las olas provocaba un tétrico pero calmante escenario.

Había muchas ventanas en la pared color café del edificio, una chimenea gigante sobresalía de la infraestructura, no había gente por ser de noche, pero se miraban algunas marcas en el suelo donde algunas ventas permanecían en el día. Los árboles se movían junto al vaivén del viento. Había una ventana rota en el lugar fue el primer pensamiento en todos para poder entrar.

-Maldita sea, por esto odio el trabajo de campo - Sherlock lo observó.

-Quítate el estúpido saco - Sherlock quedó solo en camiseta mientras Mycroft con levita y camisa.

- ¿A dónde vas? - Preguntó el mayor - ¡Sherlock!

-A guardar esto, ya vi que no puedes vivir sin comprar cosas costosas - Bri se dio la vuelta observando el mar.

-Algo no está bien aquí - John la miró con el ceño fruncido mientras Mycroft no dejaba de ver a Sherlock - Está demasiado tranquilo - El rubio negó.

- ¿Quieres problemas? - La voz de John parecía irónica.

-En un caso en el que han jugado con nosotros por meses - Bri lo enfrentó - sí, diría que sí... El último punto es donde están los padres de ellos pero nos han pedido ir a cada uno de estos puntos por alguna razón, y que no haya ningún problema hasta me decepciona.

-Qué es esa neblina - Una nube blanquecina parecía alzarse del mar comenzando a inundar el lugar.

-Unas gotas comenzaron a caer sobre ellos, Bri miró hacia arriba - No hay nubes - Pensó un momento - La vez que vimos a Tom estaba lloviendo.

-John caminó para ponerse a su lado - Sí, eso se me olvidó decirte... No recuerdo que lloviera ese día. Es imposible que solo lloviera en dos trozos de la capital.

-Es que no llovió - Bri abrió sus ojos de par en par - ni es niebla.

-La niebla comenzó a inundar donde ellos se encontraban, Sherlock regresó - Qué es.

-Es droga, debemos irnos, no respiren - Un sonido inundo los oídos de todos, la niebla se volvía más densa.

John sentía que se asfixiaba, era demasiado, comenzaba a desesperarse, el miedo se apoderó de su pecho cuando dejo de ver a los demás. Confiaba en su memoria para recordar donde estaba el auto.

-Hola John - La voz de Mary resonó en los oídos de todos - dónde estás - Sherlock intentó buscar a su amigo.

-¡¿Mary?! - Gritó el exsoldado.

-¡John! - Bri comenzó a gritar intentando encontrarlo - ¡No es real!

-¿Por qué no me cuidaste John? - El rubio no alcanzaba a ver nada solo se movía con preocupación, sacó su pistola - Eras parte de mí.

-CÁLLATE - Sherlock escuchó el grito, comenzó a caminar siguiendo la voz de John - NO ERES REAL - Una mano tocó el hombro de John haciendo que apuntara de inmediato.

-SOY YO - Sherlock tomó la mano de John - Mírame - Los ojos azules del rubio se miraban asustados - Vamos al auto - Lo tomo del brazo para caminar a través de la neblina, cuando llegaron adentro del auto ya estaba Mycroft - ¿Dónde está Brigette?

-En la moto - Dijo el mayor observando a su hermano menor.

-¿Me escuchan? - John se había sentado atrás, se había acostado en el asiento - Tristán viene para acá.

-Sí... - Dijo Sherlock.

-Cuando él venga van a seguir su luz y yo iré atrás de ustedes - Mycroft suspiró - ¿Cómo está John?

-Así que nos drogaron - La voz de George apareció por el intercomunicador.

-Estamos sugestionados, inhalamos mucho de eso - Susurró Bri.

-Dice Kozlov que te puso un bolsón para que lo revisaras - Petite frunció su ceño - Que ahí iban unas mascarillas.

-A la próxima que me diga antes de absorber la mayoría de la droga - Reprochó Bri, que movió su motocicleta detrás del auto - Abre la cajuela - abrió el bolsón donde había unas mascarillas además de unos lentes para ver en la oscuridad y otros infrarrojos, se acercó a la ventana para tocar, la niebla comenzaba a disminuir.

-La moto de Tristán apareció frente al auto - Conatus - Susurró - ya estoy adelante hay que comenzar a movernos.

-Ten, póntelas, con esto veras a Tristán - Sherlock se las puso para luego que Bri se las encendiera - ¿Ves el calor de Tristán? - Riccio asintió.

Bri se alejó para subirse a su moto.

-Arranca Tristán - Dijo haciendo que el movimiento comenzara - Fuimos idiotas, lograron lo que querían aquí... ¿Cuál es el siguiente paso?

-La Catedral de Nueva York - Giraron por la misma calle para tomar el nuevo curso - 21 minutos.

La niebla desapareció cuando dejaron la refinería, John seguía acostado en el asiento de atrás, se limpió algunas lágrimas, para luego levantarse y observar por la ventana. El camino comenzaba a llenarse de luces, otros autos pasaban a su lado.

-¿Estás bien? - Sherlock se quitó las gafas dándoselas a Mycroft, miró a su amigo por medio del espejo.

-Sí es solo que creí que ya lo había superado - John se arrecostó en la ventana - pero... no.

La moto de Bri se adelantó al auto para luego ir al lado de Tristán. Mycroft se fijó en el movimiento, era como si ella y el castaño se entendieran. Seguían el camino indicado, viendo la coordinación con la que los motociclistas giraban inclinándose al lado necesario.

Entraron en la quinta avenida, donde a lo lejos podían ver la gigante iglesia alzarse, con su característica infraestructura.

-Ahora una guía turística por nuestra querida Brigette - La voz de Tristán apareció en los oídos de los demás.

-Como pueden ver nos dirigimos a la catedral de San Patricio es el segundo templo más grande de Norteamérica - Mycroft rodó los ojos - su estilo neogótico le da un aire histórico predominante del romanticismo - Ella sonrió - prepárense para ver arto puro.

Llegaron frente a la catedral, una puerta amplia con una característica forma rectangular en su extensión terminando en una parábola invertida levemente angosta. Las motos se detuvieron al igual que el auto. Todos se bajaron de sus vehículos.

-¿Vas a entrar? - Preguntó Bri a su amigo mientras se quitaba el casco.

-¿Para quemarme dentro? No gracias, he sido demasiado pagano en mi vida - Bri rio levemente.

-¿Más que Mycroft Holmes? Lo dudo - Tristán se rio.

Bri comenzó a caminar al auto para sacar la mochila de la cajuela, Sherlock la abrió al entender la intención de ella. Se aproximó para meter los lentes infrarrojos en la mochila de nuevo, Petite no tuvo ningún problema.

-¿Por qué nos trajo a una catedral? - Sherlock caminó junto a Bri para dirigirse a la entrada de la iglesia.

-No lo sé por alguna razón, el lugar se me hace conocido - Mycroft, Sherlock, John y Bri entraron al mismo tiempo, el interior era acogedor, unos pilares gruesos color blanco daban una decoración hermosa al pasillo, el suelo de color mármol completamente liso reflejaba el cielo de la capilla.

Al fondo una cúpula de vitrales decoraban los acabados, unas gradas llevaban a una mesa larga de color café que parecía nunca moverse. Bri observó cada una de las bancas pasó sus manos por ellas sintiendo como estaban perfectamente pulidas.

Petite se movió hasta quedar frente a la capilla. Los ojos de Petite se centraban en muchas cosas en el mismo momento. Un recuerdo pasó por su cabeza, una pequeña Brigette buscando refugio después de pelearse con Mycroft, tragó grueso.

-¿Ya recordaste? - El mayor de los Holmes se quedó unos pasos atrás - Tenías 13...

-Pero estaba tan molesta - Sherlock observó a su hermano mayor que se acercaba a Petite - que no me importó lo que pasara.

-Había una gran tormenta - Bri sonrió - ¿Por qué viniste aquí? - Ella lo miró al igual que él, para Mycroft fue como una regresión, esos ojos cafés que solían tenerle confianza lo observaban - ¿Por qué te enojaste? No lo recuerdo.

-Me dijiste que no valía la pena que siguiera intentando ser algo que no era - John se había quedado al lado de Sherlock - que yo nunca iba a ser alguien exitoso... Siempre me odiaste.

-No te odié, ni te odio - Bri se rio viendo la cruz que sobresalía en la parte - no hay nada que ver aquí.

-Ya lo vimos - Bri volvió a fijar su vista en la cruz - No es malo pedir perdón.

-¿Me vas a decir qué pides perdón por lo que haces? - Iceman la observó con incredulidad - Una asesina.

-No te vendría mal intentarlo, yo siempre te quise, y te respetaba - El mayor observó la cruz - pero, tú me alejaste, hiciste todo lo posible para alejarme.

-Nunca quise que te alejaras - Susurró el mayor regresando en sus pasos, para que luego todos los demás lo siguieran, dejando a Bri meditando en lo que acababa de decir.

_______________________________________________________________________

Bien nuevo capítulo mis queridas y queridos lectores, espero que les guste, este capítulo además es especial porque es el regalo de cumpleaños de AtenasS13 siento haberme tardado pero como ven es super largo, y falta xdxd.

Esta es la primera parte, ya veremos si son 2 o 3 partes. Espero su opinión :D Me despido, hasta la proccima. Por cierto para los que no saben, he hecho un instagram, donde subo de vez en cuando los avances de las historias, además de algunos disparadores de historias... Por si quieren seguirme les dejo el usuario lisholmes_1

Lis Holmes

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro