Indicación: La música deben ponerla justo cuando comiencen a leer, y cortarla cuando tengan 3 minutos y medio o 4... Ya que el video es muy largo, aunque eso va a depender de qué tan rápido lean, así que sientan la música mientras leen . Los y las quiero este es el nombre por si quieren buscarlo

Bach - Cello Suite No. 1 in G Major BWV1007 - Mov. 1-3/6

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POV Narrador.

El rizado respiró profundo, mirándose en el espejo de enfrente, el cuarto era amplio dejando que los bailarines tuvieran el suficiente espacio, el piso de madera sonaba recordándoles el compás, él prefería ir a horas en las que estuviera el lugar solo, de todas formas, sus clases eran particulares.

Calentó durante un momento, estirando sus largas piernas, dejando que su piel se juntara con el leotardo color negro, no tenía trajes para ballet de otro color. Cuando sintió que había calentado lo suficiente, movió sus pies con delicadeza, para su instructor sus bailes, siempre eran fascinantes, estaban cargados de emoción, como si realmente pudiera vivir lo que Sherlock transmitía.

Lo que el instructor no entendía, era la rabia con la que el rizado, golpeaba el suelo recordando cada clase en la escuela, mientras hacía un entrechat las voz de Mycroft sonó en su mente con odio, entonces avanzó dando pequeños saltitos, hasta la mitad del cuarto, el sudor caía ya por su frente, los músculos comenzaban a quemarle, mientras se estiraba haciendo saltos hacia atrás empujando sus manos hacia adelante, se detuvo para comenzar a avanzar de nuevo haciendo un cabriole, la mirada de Sherlock era penetrante, se detuvo un momento, para luego comenzar a girar sobre su eje, una, dos, tres, cuatro... Perdía la cuenta para finalizar con un salto estirando sus pies en un split en el aire.

En su mente, el violín rasgaba las cuerdas, como si alguien le dedicara una tonada, sabía que eso no pasaría nunca, pero en su mente ocurría. Aunque intentaba no sentir dolor, como su hermano mayor, se le dificultaba, no entendía por qué no podía ser igual de frío y aunque con el paso del tiempo había logrado mantener un rostro firme ante los comentarios, en su interior algo se quebraba.

Se sentía perdido, algo no le cuadraba, en su mente como una ola gigante que no se podía evitar cayó el recuerdo de Redbeard. Se detuvo un momento, mirándose al espejo, había sido su único amigo, volvía a comenzar con un chassé que golpeaba con más fuerza de la necesaria el suelo, el instructor lo observaba detrás de la puerta.

De nuevo admirando el arte que él hacía, parecía un profesional, aunque poco faltaba para poder serlo... Esperaba que en la universidad escogiera alguna carrera de artes eso lo haría encontrar un camino diferente. Estaba al tanto de sus encuentros en la escuela, con sus compañeros, la madre del joven Riccio había acudido a contarle al instructor, pidiendo que el entrenamiento gastara la energía del joven lo suficiente, pero, ese era el problema. Sherlock Holmes, era incansable.

Los pasos fueron volviendo más suaves, más melancólicos, casi nostálgicos, para levantar con delicadeza una mano hacia el cielo, como si pudiera tocar con los dedos el aire que rodeaba el lugar, podía sentir como si una cortina lo envolvía.

Respiró, para comenzar a subir la intensidad del baile, dando saltos y vueltas en el aire hasta que en un momento giró todo su torso, para estirar sus pies en el aire, cayendo de una forma perfecta frente al espejo, respirando rápido, sus labios temblaron, en ese lugar se sentía débil, sus propios ojos lo juzgaban constantemente, en cualquier dirección que miraba, era como si estuviera fraccionado y no pudiera entender cómo encontrarse.

Se desplomó al suelo, mientras las lágrimas caían por su rostro, se tomó las rodillas. Sintiendo como el odio que se tenía lo consumía, un trueno sonó, había sido tan fuerte como la barrera de su pensamiento golpeándose.

Su mente lo embestía una vez más, ganándole un round en su palacio mental, el sonido de la lluvia comenzó a llegar a sus oídos que se mezclaban con sus sollozos.

-No entiendo - Dijo en un susurró, levantando su vista para verse a él mismo, destrozado - yo quiero ser normal, Mycroft dejó de quererme hace un tiempo - Sollozó de nuevo, fuerte, como si se hubiera lastimado algo - mis padres nunca están, quisiera poder ser igual que los demás a veces - Sherlock se observó, y algo en él cambió en ese momento, se levantó con los ojos fijos en su reflejo, como si fueran dos personas diferentes las que se miraban delante.

Sus movimientos comenzaron de nuevo, mientras las lágrimas continuaban rodando por sus mejillas, como si la lluvia lo golpeara daba saltos por el aire. Hasta que en una última vuelta quedó de espaldas al espejo, que durante días lo había visto practicar.

Respiró profundo, hizo la primera posición, despidiéndose del último trozo de corazón que había guardado, si realmente era un problema para los demás lo seria con la frente en alto, tronó su cuello, pasando una mano por su rostro limpiando las últimas lágrimas que salían de dolor. Necesitaba esa coraza para protegerse.

"La razón sobre el corazón" Pensó cuando cerró la puerta del lugar con un golpe fuerte, al igual que en su mente, un candado se ponía sobre sus sentimientos.

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Corto, pero es para que vean cómo me imagino a Sherlock en algún momento, puede que hayan más especiales de un Holmes jóven, espero les guste y que sepan que es con todo el cariño.