Capítulo 25. El caso de los padres: Sherrinford (Parte I)
POV Sherlock
Me desperté, en algún momento de la madrugada me había quedado dormido al lado de Brigette, le bese la frente y me levanté de la cama, intentando hacer el menor ruido posible, no quería que ella se levantara aún, necesitaba el descanso para recuperarse.
Después de haber ido al baño, me senté en el sofá de nuevo, estaba inquieto, sentía la necesidad de ir a revisar el caso, después de ver que Bri se encontraba un poco mejor, lo tensionado de mi espalda disminuyó lo suficiente.
Respiré profundo, me levanté y camine hasta la ventana, la luz de Nueva York era muy distinta a la luz de Londres, había más sol.
-Extrañaba verte parado frente a una ventana – Dijo Bri haciendo que me girara para observarla.
-Buenos días – Me acerqué a ella con un nerviosismos en el estómago – Cómo te sientes – Pregunté, mientras me sentaba en el sofá y le tomaba su mano derecha.
-Un poco mejor, lo suficiente, como para irnos de aquí – Negué con una sonrisa – el Dr. Wallas no tardará en venir... Sherlock, creo que es mejor que hablemos ahorita.
La miré, preguntándole por qué con mis ojos.
-En tú casa no podremos, y no quedará tiempo – Asentí mirando hacia abajo.
Un silencio incomodo se formó entre nosotros, a pesar de no ser muy consciente de las situaciones sentimentales, estaba seguro que en ese momento ambos nos sentíamos hundidos en recuerdos que era delicado tocar. Parecía como si con cada minuto que pasaba, todo se volvía más tenso.
-Yo – Susurré – creo que debo empezar por explicarte qué es lo que realmente pasó ese día en Londres...
-Bri me miró – Siempre me pregunté por qué Farrah era tan importante para ti – Susurró con la vista en sus manos.
-Farrah fue un lapso en mi adolescencia, ella pensó que era algo más y todo se confundió con eso – Le sostuve la mirada – A mí madre nunca le cayó bien, en parte porque, con ella me drogaba – Bri entrecerró los ojos – Cuando llegó a Baker, yo no quería que se quedara, realmente deseaba que se fuera, quería estar solo contigo – Petite me miró, y un rayo de dolor atravesó sus ojos.
-No lo pareció, no entendía cómo actuabas, por qué lo hacías – Agaché la mirada – pensé que me amabas y al siguiente día estabas distante frío, casi un desconocido.
-No era fácil – Intentaba explicarme lo mejor que podía – eres la única mujer a la que he llegado a... - Me detuve un momento, en ese punto, sentí mi corazón latir sumamente rápido.
-A qué – Preguntó con sus ojos puestos en mí.
-Amar – Susurré chocando mi vista con la de ella, sus labios se abrieron levemente y se volvieron a cerrar – Bri, ese 24 de diciembre del 2015, fue una de las peores noches que he podido vivir, al regresa a Baker todo era tan oscuro, hubiese querido entrar y verte, sentir tu cuerpo junto al mío y desearte un feliz cumpleaños como era debido... El 25 de diciembre fue el día más horrible después de la muerte de Mary.
-No me ayudaste – Contestó.
-No pude – Respondí – cuando Z me llamó, se hizo pasar por John, y al llegar todo fue demasiado rápido – No dejaba de verla a los ojos – no tuve tiempo de ingeniar nada, ni avisarle a nadie...
-Por qué me dejaste decirte que te amaba – Suspiré – no era muy difícil callarme.
-No pensé que lo harías, según Z yo debía hablar primero, hasta después analizando lo que sucedió, me di cuenta que como pasaron las cosas es como realmente quería que sucedieran – Sus ojos cafés me observaron – Sabía que había cometido un error, y en ese fin de año, recuerdo que no celebramos mucho, para la Sra. Hudson, tu debiste irte de improviso por un trabajo mejor... Igual para Lestrade.
-Cuando los vi a todos ustedes ahí – Susurró, vi como sus ojos se ponían llorosos – parados, como si nada, sentí tanto miedo, entonces me sentí sola...Mike ya no estaba, no había nadie que me ayudara, cuando tú dijiste que querías a Farrah de vuelta – Su voz se quebró – tuve tantas emociones en un solo momento, que terminé odiándote muy rápido, Z me deseo feliz cumpleaños, después todo era oscuro, estaba sola... No recuerdo bien que pasó – Era un tema delicado para ambos, y ambos teníamos miedo de decir lo que sentíamos – pero recuerdo cuando me llevaron a Sherrinford, y quedé en coma.
-Eso me dijo George – Ella asintió.
-Los otros 6 meses, fueron torturas – Un pequeño escalofrío la recorrió – tengo cicatrices en la espalda – Cerró sus ojos – me metieron en un cuarto blanco, supuestamente para recuperarme, pero cada vez eso era peor, no entendía, no quería estar ahí, quería morir – Dijo para luego observarme – Todos los días, me preguntaba por qué, no sabía si les había hecho algo malo o no...
-Nunca hiciste nada que mereciera lo que te hicimos – Tome su mano de nuevo – si lo hubiéramos sabido antes, creo que no estuviéramos aquí – Suspiré – Sé que aún estás molesta, y sé que como decías tú, habrán días en los que me odies, y está bien...– Bri se limpió algunas lágrimas – fui un imbécil, idiota, los besos que nos dimos perdieron sentido, sólo los probé – Su semblante era triste, en ese momento me moleste – Te besaste con Gardner – La miré – la noche de los votos iba a declararme y te vi con él – Negué – no supe cómo reaccionar.
-Lo recuerdo – Contestó – él solo me dijo lo que sentía, Sherlock solo tenía unos días de conocerme...
-Sabes que no soy así, Bri, me cuesta expresar lo que siento, ni siquiera puedo hablarlo y ahora lo hago con dificultad – Ambos fruncimos nuestros labios – pensé que en demostrarlo con la salida a la que te lleve, no esperaba que me pidieras ser tu novio, ni siquiera lo imaginé.
-No pensaba decirlo, pero, pensé que tal vez arriesgándome, tú también lo harías – Respiré profundo – aunque, no fue del todo malo – Una pequeña sonrisa salió de sus labios – ambos vimos facetas que no sabíamos que teníamos... Y creo que intentamos explorarlas para conocernos mejor – Ella me observó – a nosotros mismos
-No entre nosotros – Completé lo que quería decirme – no estaba listo para algo así, y tú tampoco – Ella me miró – solamente nos usamos, y eso termino por hacernos sentir que había algo más.
-Creo que sí – La observé – Siento haber jugado contigo cuando viniste, además de ser un egoísta contigo – Ella apretó mi mano – Sherlock yo... Yo aún siento algo por ti – Sentí como un calor me inundo en el pecho – yo aún te...
-Te amo – La interrumpí, mirándola a los ojos – amo tu forma de ser, me encanta cuando arrugas la nariz porque algo te molesta, y como ruedas los ojos cuando Anderson habla. Me encanta verte reír, y admirar la luna, porque nunca pensé que algo tan simple como un tulipán te haría feliz, o casos, me fascina tu inteligencia junto a como la usas para resolver acertijos que la mayoría detestaría realizar, y eso Bri es lo que me gustó, nunca me dijiste que sí a todo, siempre me llevaste la contraría, pero supiste llevar mi poca paciencia a un nivel alto de tolerancia... Desde ese momento, me enamoré de ti – Bri dejaba a sus lágrimas correr – no sé si Tom vio lo mismo que yo, sin embargo, estoy seguro de que fue lo que nos hizo caer a ambos. Eres mi error humano, y no quiero dejar de errar... Bri ¿Puedes perdonarme? – Ella sonrió – porque quiero que – Me detuve un momento – que estés en mi vida.
-Te perdono – Susurró – aunque me cueste, me lo recordaré todos los días... Porque aunque intenté odiarte, sacarte de mi mente, siempre estabas ahí – Me levanté para verla a los ojos – te amo – Sollozó un poco – Perdóname, por haber sido una idiota también – Negué para luego besarle la frente.
-¿Quieres volver a comenzar? – Ella me miró – Ahora ya habiendo aprendido de lo que nos pasó – Susurré – Brigette ¿Quieres ser mi novia?
-Bri agachó su mirada – Sherlock no quiero que pienses que lo hago porque me puedo morir – Habló directamente – me encantaría volver a empezar contigo, pero no quiero hacerte daño.
-No lo harás – Contesté tomando su cara y levantarla levemente para que viera a los ojos – y si lo hacemos, me refiero a lastimarnos, porque puede pasar, ya no será como cuando Z estuvo, y tendremos que aprender a resolverlo juntos – Me encogí levemente de hombros – así que yo creo que...
-Sí – Contestó – quiero ser tu novia – El monitor que controlaba sus latidos estaba frenético, y estaba seguro de que mi corazón debía estar igual.
Entonces la bese de nuevo, un peso se cayó de mi espalda, que había tenido durante tres años desde el momento que ella se había ido. Me separé para limpiar sus lágrimas, mientras ella tomaba mi rostro, y una sonrisa apareció en su rostro.
-Me jalo de la camisa – Eres mi novio – Susurró haciéndome reír – Creo que lo mejor es que no sepa nadie – Sugirió a lo que asentí mientras le daba otro beso.
-Sí, quiero pasar tiempo contigo sin que nadie sepa – Ella se sonrojó y me soltó, estábamos muy cerca a punto de besarnos cuando escuchamos la puerta abrirse.
-Siento interrumpir – Susurró el Dr. Wallas haciendo que me irguiera.
-No hay problema – Contesté – Qué tal – Pregunté.
-Bien, anoche estuviste bien, así que puedes irte a casa – El anciano nos observó – pero mi recomendación es que no hagas esfuerzos de más, y que por favor empieces las quimios – Ambos lo miramos, observé sus manos, temblaban levemente, sus ojos se miraban cansados y parecía haberse desvelado mucho – ambos deben buscar un lugar para hacerlo, si quieren seguir besándose.
Eso fue un golpe bastante fuerte, el doctor me entregó un papel donde estaba el alta de Bri la observé.
-Vamos a casa – Dije cuando el Dr. Wallas había salido de la habitación.
***
POV Brigette
Salimos del hospital a las 10 de la mañana, Sherlock llamó a Mycroft para que enviara un auto, así que estábamos esperando en una banca cerca del hospital.
-¿Y a construir el auto fueron? – Dije comenzando a desesperarme.
-Yo también estoy aburrido – Un auto se detuvo frente a ellos, Mycroft salió de él sin saco ni levita solo llevaba su camisa arremangada, fruncí mi ceño, se miraba desvelado y cansado - ¿Qué te paso? Además de desvelarte, tienes una fachas peores que las mías cuando me drogo – Susurró Sherlock con la mirada fija en su hermano.
-Debemos apurarnos, Scott encontró algo, no creí que fuera tan listo – Sonreí de lado mientras entrabamos en el auto – Me sorprendió que no me explicará porque quería esperar que todos estuviéramos ahí.
-En parte es muy natural de él – Contesté – es muy tímido en ocasiones – Recordé a mi querido Scott – pero trabaja muy bien bajó presión.
-Eso observé – Mycroft se miraba un poco emocionado, estaba segura que era por encontrar a sus padres, aunque eso hubiese sido lo más normal – además me parece que el revisar más el trasfondo de las cartas...
-Y no solo lo escrito – Susurró Sherlock – Parece que Scott es más de lo que me imaginaba.
-Así que está intentando darle un significado a las cartas, eso significa que va a buscar un mensaje subliminal – Los tres nos observamos – creo que aquí podemos trabajar en lo que llegamos a tu casa – Los dos Holmes asintieron – bien tenemos exactamente cuatro cartas, tres figuras.
-Un hombre de nieve, un nido y un violín – Sherlock cerró los ojos – y sus leyendas no tienen información visible.
-"Algo que Frosty nunca olvida", "Vuelve a casa", y lo otro que son sus apodos cariñosos – Susurró Mycroft – Esto solamente nos dice cosas vagas.
-El nido – Dije mientras miraba hacia la ventada – fue mi casa, así que esa podemos descartarla, es el cabo que se completó, y que ya no nos funciona.
-Así que simplemente nos quedamos con Frosty, y nuestros apodos – Fruncí el ceño, justo cuando Sherlock abrió los ojos – Cómo supo nuestros apodos cariñosos.
-Es obvio que es alguien de la CIA – Comentó Mycroft – Clarice es una de ellas.
-Bien, de ella lo entiendo, quiere matarme – Sherlock me observó de reojo – pero cómo saben nuestros apodos... No se los dijimos a nadie – Riccio entrecerró sus ojos.
-Lo escribiste en la carta que me dejaste – Susurró – y yo escribí en otra cosa tu apodo, pero ambas cosas están en Baker.
-Es probable que Clarice supiera mi dirección por Mike – Respiré profundo – Vas a tener que ir a tu palacio mental Sherlock, cuando lleguemos a casa vamos a tener que ordenar las ideas.
-Si Clarice era la que entró, entonces por eso debería saber nuestros apodos – Miré a Sherlock – En qué anotaste mi apodo.
-En un papel – Dijo restándole importancia, ladee la cabeza levemente – era cualquier cosa – Pestañeó incómodo.
-¿Estaba en algún lugar visible? – Sherlock asintió.
-Estaba en mi escritorio – Asentí – pero mi apodo estaba en la carta que estaba en mi habitación.
-Bueno, estoy segura de que Clarice entró y supo estos apodos – Lo miré, era un poco extraño para mí, detrás de Clarice había alguien que no sabía quién era, y que tampoco tenía la menor idea de quién podía ser.
-Alguien de la CIA maneja esto – Comentó Mycroft, lo observamos.
-Por qué lo dices – Preguntó Sherlock – qué te hace pensarlo.
-Clarice no puede tener acceso completo a los viajes que había planeado para mis padres – Mycroft nos observó – No cualquiera entra a esa información.
-Así que podemos acotar las personas – Lo vi – ¿Qué rangos podemos descartar?
-Todos los agentes de campo, logística, u otras áreas menores, quienes están bajo protección, para resumirlo, sub alternos – Terminó – George tiene una base de datos completo respecto a esto, pero no creo que él haya secuestrado a mis padres.
-Obviamente – Respondí, dando un suspiró – podemos pedirle a George que nos dé los datos de las personas que no son sub alternos en la CIA, o si lo son, deben ser los que están íntimamente relacionado contigo.
-Le escribiré – Mycroft sacó su teléfono.
-Ahora qué tienen que ver las palabras que decían detrás del violín – Lo miré.
-En la carta te puse que eras mi violín de acompañamiento – Sherlock lamió sus labios para evitar sonreír – ahora, creo que por eso, utilizo un violín...
-La otra era armonía y melodía – Los dos nos miramos – Armonía, en música es el equilibrio entre las partes de un todo – Sherlock me miró – entre humanos es la sana convivencia... En cierta forma es lo mismo.
-Melodía es la sucesión de sonidos, que independiente de su acompañamiento, es agradable al oído... Y la armonía unifica el todo para que sea aún más agradable – Observé a Riccio – Así que, qué tal si son como descripciones.
-Bri tu eres la armonía – Susurró Sherlock, haciendo que frunciera el cielo.
-Qué – El asintió, el auto se detuvo, salimos de inmediato caminando hacia la casa de los Holmes – A qué te refieres.
-Que yo soy una melodía y tú la armonía – Lo observé, no pude evitar sonrojarme, eso se había escuchado muy dulce.
-Básicamente está diciendo que tú eres lo que complementa a Sherlock – Mycroft dijo sin mucha emoción en su voz.
-Que cursi – Respondí, mintiendo, mientras mi estómago se emocionaba, y mis manos sudaban helado.
-Hay que entrar – Dijo Mycroft pasando entre Sherlock y yo.
-Y ahora qué le pasó – Susurré viendo a Sherlock.
-Creo que, está un poco molesto – Me acarició una mejilla – pero, sí eres mi complemento.
-Y tú el mío – Ambos sonreímos para luego entrar.
Adentro de la sala de estar, Scott, estaba corriendo de un lado al otro pegando papeles en la pared, mientras John lo observaba desde un sofá.
-Ahora si conectamos esto – Observó a John y a todos nosotros – Necesitamos todas las películas que hablen sobre un hombre de nieve
-¿Todas? – Preguntó John mirándonos a nosotros, dando una vista fugaz de preocupación en mí.
-Todas – De la nada se acercó a la puerta – SRA. KOZLOV TRAIGA SUS PELICULAS NAVIDEÑAS – Un grito emocionado se escuchó en la cocina.
-Qué piensas hacer – Pregunté mientras nos empujaba hasta los sofás para luego hacernos sentar al lado de Mycroft que estaba en el sofá largo.
-Quiero comprobar mi teoría – Fruncí el ceño – Sabemos que, cada carta significa algo, entonces, el nido era tu casa, y debías volver a ella... El violín era para que se abriera el cuarto de Baker el que dejaste, pero como tal estaba diciendo que Sherlock era una persona solitaria que encontró a su acompañamiento – Asentí, hasta cierto punto me sentía sorprendida – Ahora siguiendo este hilo de pensamiento, y sabemos que el móvil es el despecho, entonces, si todo gira alrededor de Mycroft.
-Por qué de Mycroft – Preguntó John.
-Al que le secuestraron los padres fue a él – Scott lo miró – querían que él se sintiera culpable, para poder trabajar con Sherlock, a eso sumémosle que quien lo hizo sabía que tú estabas aquí – Me señaló – quería que Sherlock sufriera para así que Mycroft tuviera el doble de preocupación. Entonces, todo girando en este punto pareció en un momento que se volvía una tortura para ti, lo que torturo el doble a Sherlock y por ende a Mycroft – Abrí y cerré la boca rápidamente – ustedes no podían ver todo esto porque son la presa.
Se acercó a la pared.
-Es extrañó que dé tantas pistas, es obvio que quiere que lo encuentren, Clarice es un peón que se está moviendo de acá para allá, John me lo describió a la chica, rápidamente supe que era ella – Se acercó a su laptop – especialmente porque hace 4 meses la ingresaron en Sherrinford – Fruncí mi ceño – pero un mes después salió por orden médica.
-¿Me estás diciendo que ella aún debería estar ahí? – Pregunté.
-Sí, el verdadero médico de Clarice no dio ninguna autorización, sin embargo, la otra referencia recalcaba que ella estaba bien – Scott nos observó – el nombre del doctor, era falso, pero está registrado en la CIA, solo que ese doctor falleció hace 4 años. Lo que indica que alguien tomo su identidad para poder sacar a Clarice... Me suena a un manejo o chantaje psicológico muy amplio por no decir que perfecto.
-Aquí están las películas – Dijo Kozlov entrando – traeré algunas botanas para que veamos las películas – Una sonrisa se formó en su rostro hasta que desapareció, me daba un poco de miedo verla tan animada.
-Pondré una por una – La primera en aparecer era "El hombre de nieve" nunca la había visto, entonces entendí que íbamos a tener un largo día.
***
Después de ver 4 películas en ruso, que lastimosamente había entendido, todos comenzábamos a desesperarnos, excepto Kozlov que seguía riéndose o llorando de la nada.
-Primero odio la navidad – Comenté – segundo ¡NO ESTAMOS HAYANDO PINCHES MADRES!
-Bri – Dijo Mycroft.
-Es que, ya me desespere – Scott vio el reloj, igual que yo, eran las 5 de la tarde – pon una infantil... Deberíamos ver Bob Esponja.
Llevábamos 30 minutos viendo Frosty el regreso a casa, y así comenzamos viendo las infantiles. Se hicieron las 7 de la noche.
-Es la última – Dijo Scotty – es Frosty de 1969.
-Sólo ponla – Sherlock estaba aburrido mirando a la laptop de Scott.
-Que poco espíritu navideño – Kozlov se levantó saliendo de la habitación.
***
-Detenlo, detenlo – Gritó John, habíamos visto dos veces la primera película de Frosty – no te das cuenta... Frosty, no puede ser Frosty si no tiene el sombrero mágico – Todos observamos a John.
-Algo que nunca olvida Frosty – Repetí en un susurró.
-Bingo – Dijo Scott – algo que nunca olvida, es su sombrero, no está completo sin él.
-Pero quién es Frosty – Comentó Sherlock – el nido representaba a Bri, el violín parcialmente a mí.
-Frosty es un hombre de nieve, helado – Miré a Scott, que tuvo un brillo en sus ojos.
-La nieve es escarcha, la escarcha viene del hielo, al final Frosty es un hombre de hielo – Sherlock observó a Mycroft.
-Algo que Iceman nunca olvide – Riccio se levantó corriendo hacia el pasillo – si hay algo que nunca dejas es esta sombrilla – El mayor de los Holmes la tomo entre sus manos, todos nos levantamos.
-Está más pesada de lo normal – Susurró.
-Rómpela – Dijo Sherlock ganándose un rostro confundido de Mycroft
-¿Perdón?
-Lo que escuchaste, rómpela, es la única forma que veremos qué está adentro – Sherlock explicó, Mycroft giró su rostro hacia su hermano.
Mycroft suspiró, con fuerza levantó la sombrilla y la golpeó en el suelo, varias veces hasta que un crujido se escuchó, tragué grueso, supuse que era algo importante para él.
-Tiene un pedazo de un mapa – Sherlock terminó de romper el paraguas – está no es tu sombrilla.
-Ni por cerca – Scott nos observó.
-Ahora nos falta encontrar las otras partes del mapa – Un portazo se escuchó de repente, en la puerta principal, unos hombres armados de la CIA acababan de entrar, de la nada, detrás de ellos entró George que traía un rostro serio, se acercó a mí - ¿George? – Pregunté justo cuando me dio un puñetazo en el rostro que me envió al suelo.
Sentí el ardor en mi pómulo, pude ver como los hombres retenían a Sherlock, Scott y John para que no se metieran.
-Creo que me debes un regalo – Abrí los ojos de par en par, me levanté como pude, tronando mi cuello.
-Bien, así que, no pensé que lo quisieras ya – Mycroft frunció su ceño – Despierta George – Me acerqué – no eres tú el que está haciendo esto.
-Dejen a Scott en Ocean Parkway – Comenzaron a sacar a Scotty de la casa, tenía miedo mucho miedo – y busquen una caja de color negro en la habitación de Brigette.
Tragué grueso.
-Me la darán cuando lleguemos – Los tres ingleses fruncieron su ceño.
-¿A dónde? – Observé a John.
-Sherrinford – Susurré, justo cuando otro de los guardias me ponía unas esposas.
***
POV Narrador
-No te preocupes Clarice, en este momento, Brigette, no estará muy bien que digamos, deben estar perdidos con el caso – Dijo suavemente la mujer levantándose de su escritorio – Aún deben encontrar las otras dos partes del mapa.
-Es más fácil después de encontrar la primera – Susurró la pelirroja – no es muy difícil... Después de eso es cuesta abajo.
-Lo que debe importarnos, es el momento en que cobres tu venganza por lo que le hizo a Mike, y yo lograr que Mycroft se arrepienta de haberme dejado tirada por una mocosa... Eso es lo que importa.
________________________________________________________________________
Bueno, aquí les traigo otro capítulo de Together que espero les guste, y como siempre me den su opinión pues es muy importante para mí. Por lo demás agradecerles el apoyo constante, porque ya salí de mi depresión, por decirlo así, tuve 6 meses del año pasado bastante complicados, pero, ahora ya me encuentro bien y mejorando.
Por otro lado, quiero recomendarles una historia, que en lo personal me ha fascinado desde el inicio, y si pudieran darle una oportunidad me encantaría, es una de mis amigas escritoras y es muy especial para mí algunos ya deben conocerla es (abajo)y les dejaré por aquí el link de su historia, en los comentarios o pueden entrar al perfil de ella para leerla.
Con cariño Lis Holmes
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro