_Yuuri! vamos a comer!_

_Si Viktor_

_Yuuri vamos a entrenar_

_Si Vicktor_

_Yuuri vamos al parque_

_Si Vicktor_

A lo lejos unos preciosos ojos jade observaban la escena aburridos, era como un constante deja vu, cada de que el calvo ordenaba algo el Yuuri japones obedecía sin objeción alguna creando un escenario repetitivo que termino por crispar los nervios del quinceañero rubio.

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Los dos Yuris se encontraban en los vestidores listos para su presentación como Ereos y Apegue , fue ahí cuando el menor decidió  exponer su disgusto a la relación del cuatro ojos y del calvo. _Oye cerdo no crees que el calvo te mangonea demasiado?_ El aludido volteo a ver al joven ruso el cual llevaba puesta la chamarra de su equipo ocultando su vestuario y fino cuerpo aunque aun así a los ojos chocolate del mayor, Yuri se veía hermoso con ese tenue brillo labial en sus juveniles y podría jurar vírgenes labios.

_No se de que hablas Yuri_ Le dio la espalda apenado de sus propios pensamientos ademas no quería seguir observando a un menor de edad de ese modo, Viktor le había advertido sobre lo peligroso que era verse inmiscuido en un "chisme"  de índole romántico y mas en plena competencia.

_Ya sabes, de esa insensate manía que tiene por decirte que hacer y tu lo obedeces sin rechistar_

_Crees?_

_Es lo que veo con mi lindo ojito, Tazón de cerdo, podrías considerar tomar tus propias decisiones_ El mayor no respondió pero salio del lugar pensativo, tal ves Viktor lo controlaba demasiado? o solo eran delirios de un adolescente?.. como fuera el caso le demostraría al pequeño gato que tenia autonomía suficiente.

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La presentación del Yuuri japones con Eros termino con excelentes resultados pero eso no logro inquietar a su joven rival, en lugar de ello Yuri opto por retirar su sudadera revelando ante los presentes su angelical figura envuelto en un elegante y costoso traje plateado, las lentejuelas y detalles con plumas en los hombros le daban un toque celestial a los ojos de los espectadores dejándolos sin habla y sumado a ello su fino rostro estaba tenuemente maquillado el mocoso se veía como una muñequita de porcelana o un ángel caído que te invitaba a pecar! _ey! Calvo dile a tu tonto cerdo que deje de ver mi trasero!_ Grito encolerizado cuando se dio cuenta como el japones veía embobado su figura incomodandolo por un instante incluso se sintió desnudo ante la penetrante mirada café.

El ahora entrenador volteo a ver su Yuuri topándose con una cómica imagen, el joven de lentes literalmente tenia un delgado hilo de saliva resbalandole por la comisura del labio sin despegar la vista del niño rubio. _Yuuri... no creo que sea muy legal  posar tus bonitos ojos cafés en los glúteos de Yurio_

_Cállate Vicktor! yo tomo mis propias decisiones_ Hablo firmemente seguro de que impresionaría a Yurio por su buen dominio de autoridad.