-no creo que sea muy buena idea esto de venir a la playa después de lo que paso –la inseguridad en la voz de azul, provoca una sonrisa en los labios de los hermanos

-descuida azul, después de aquel percance la seguridad se duplicó, así que dudo mucho que intenté algo –explicó el castaño tratando de tranquilizarla

-basta de hablar de cosas espantosas, estamos en la playa así que a disfrutar –la euforia en la voz de alexy es tanta que armin se tapa los oídos

-que ruidoso eres, bájale dos rayitas a tu intensidad quieres –justo cuando esta por encender su Nintendo, alexy se lo arrebata

-y tu bájale dos rayitas a tu mal genio quieres –dice dando varios pasos hacia atrás

-devuélvemelo alexy –reclama, extendiendo la mano para que le devuelva el Nintendo

-quítamelo si puedes –sale corriendo carcajeándose de su Azaña

-CUANDO TE PONGA LAS MANOS ENCIMA NECESITARÁS AYUDA CELESTIAL PARA PODER CAMINAR –grita mientras lo persigue

-lo vez, todo está mejor que antes, ¿quieres que te ayude con tu maleta? –lysandro toma la maleta de la chica sin esperar su respuesta

-¿ahora si vas a decirme quien fue? –castiel llevaba intentando saber el nombre de la persona que estaba detrás del secuestro desde el minuto en el que despertó de aquella cirugía, pero Nathaniel se negaba a darle aquella información

-ya te dije que lo estoy manejándolo, tu dedícate mejor a recuperarte y deja que yo maneje las cosas –el rubio le dedica una mirada inflexible y luego continúa su camino esperando que el peli rojo lo dejé en paz, pero no lo consigue

-claro, ¿así como lo hiciste con aquellos tres hombres cierto? –ante aquella palabras Nathaniel se detiene en seco

-no sé de qué........

-no te hagas el idiota conmigo que no te queda Nathaniel –la dureza en las palabras de Castiel logran hacer girar al rubio

-¿y que querías que hiciera después de todo lo que paso? Ah ya se, tu querías que los entregará a la policía para que pasarán un par de años encerrados y luego salieran, ¿eso querías que hiciera? –las manos del rubio se empuñan con tanta fuerza, que las uñas empiezan a enterrársele poco a poco

-no, pero era lo correcto.......... –la tonalidad en la voz de Castiel cambia un poco al notar lo tenso que estaba el rubio

-lo correcto –suelta una risa burlona – ¿me estás hablando en serio? ¿Que se te estropeó el cerebro con el trasplante o qué? Alexy estuvo a punto de morir por recibir aquella bala, tú mismo expusiste tu vida en aquella cirugía y me dices que lo correcto era que los entregará, ¿entiendes por un segundo que estuvieron a punto de morir? casi mueren, casi mueres, estuvieron a nada de mor......... –el abrazo insospechado por parte del peli rojo toma por sorpresa a Nathaniel, dejándolo completamente atónito

-lo sé, estuve ahí y soy consciente de lo que paso, pero no por eso tenías que ensuciarte las manos de esa forma, aquí el único que no mide las consecuencias de lo que hace soy yo, tu eres él centrado, el siempre mide perfectamente la magnitud de lo que hace –sisea sin dejar de estrechar al rubio

- una risa nerviosa escapa de los labios del rubio - así es, tu eres el idiota descerebrado y yo soy el idiota calculador

-qué bueno que lo tengas tan claro para que no vuelvas a robarme mi papel

-aun así tenía que hacerlo, esos tres imbéciles se atrevieron a lastimar lo que yo más quiero en la vida........ –las palabras salen tan rápidamente de la boca del rubio, que cuando este se da cuenta de lo que acaba de decir trata de remendarlo pero ya es muy tarde, castiel se queda mirando por unos segundos antes de abrir la boca

-así que lo más importante –la satisfacción en el rostro de Castiel era tanta, que Nathaniel comenzó a ruborizarse un poco

-yo.....yo.....

-tú también eres una de las personas más importante en mi vida –confiesa, volviéndolo abrazar, pero esta vez con más fuerza -sabía que no había sido un sueño

-¿de qué hablas? –pregunta sin entender a que se refiere exactamente el peli rojo

-te juro que les haré pagar a quienes se atrevieron hacerles esto, no habrá rincón ni Dios en este mundo que me impida acabar con aquellos que intentaron lastimarlos –el cuerpo de Nathaniel se tensa con cada palabra que sale de los labios del peli rojo –ustedes son lo me valioso que tengo en este mundo, se podría decir que son las únicas personas que he amado sinceramente en mi vida

-y-yo no dije eso, estabas delirando por la anestesia –balbucea, cosa que hace reír a castiel

-eso mismo creía yo, pero ahora que lo escucho una vez más me doy cuenta de que en aquel momento estaba muy consiente –la alegría era evidente en su voz -¿sabes una cosa? Escuchar esas palabras salir de tu boca ahora como en aquel momento me hacen muy feliz
-suéltame ya –exige nervioso, pero castiel ignora por completo sus palabras

-tranquilo, lo hare, pero antes de hacer eso quiero que sepas que no te juzgo por lo que hiciste, solo estoy preocupado con la idea de que puedan asociarte con esos hombres

-eso no va a pasar, como bien lo dijiste tu hace un momento, yo cálculo perfectamente lo que hago. Nada podrá vincularme a la muerte de ellos, así que deja de preocuparte y suéltame de un v.......

- eres muy pesado cuanto te lo propones –el silencio por parte de ambos se hace extensa hasta que la voz chillona de un peli azul los hace separarse

-¿qué están haciendo ustedes dos tan apartados? –cuestiona arqueando una ceja

-nada –contestan nerviosos

-nada –repite sin dejar de mirarlos – ¿porque el abrazo?

-¿c-cuál abrazo? –balbucea el rubio, mientras que Castiel suelta una pequeña risa burlona, la cual detiene rápidamente debido a la mirada asesina que le lanza el rubio

-saben que odio que me oculten las cosas, así que exijo que me digan ahora mismo porque se estaban abra........ –sin darle tiempo de continuar, castiel coloca ambas manos sobre los hombros del peli azul

-¿de verdad quieres saber la razón? –Alexy sólo se limita a asentir para responder a la pregunta del peli rojo -bien, la razón por la que Nathaniel y yo estábamos abrazados es........ –hace una pequeña pausa para darle suspenso, cosa que impaciente al peli azul

-dime la razón por la que Nathaniel y tu......... –al notar como el rostro del peli rojo se acercaba peligrosamente a él, un escalofrío recorrió su cuerpo haciendo que trague saliva

-TE ENCONTRÉ –grita armin mientras se lanza encima del peli azul

-una vez en el suelo, armin se monta encima de él y comienza a esculcarle los bolsillos hasta que encuentra su Nintendo –al fin –besa el Nintendo y luego le da un fuerte puñetazo en el brazo derecho al peli azul –la próxima vez no tendré contemplaciones conti......-al ver el rostro perplejo del peli azul, armin se quita de encima –¿estás bien? No me digas que con esa inofensiva teclea tú te heriste, si ese es el caso tú te lo buscaste

-no es eso armin –castiel extiende su mano para ayudar a levantar a alexy del suelo, pero este no se mosquea

-creo que deberíamos llamar a un doctor –sugiere al ver lo pálido que se encuentra el peli azul

-no es para tanto, ¡verdad alexy! -la mano de Castiel continúa extendida hasta que alexy decide sujetarla para levantarse

-¿seguro que no es necesario que.....?

-no es necesario que llamen a nadie, estoy perfectamente bien, mira –el peli azul da varias vueltas sobre su propio eje para intenta tranquilizar a su gemelo

-si tú lo dices –el peli negro da media vuelta y se encamina hacia la casa

-¿aún quieres saber la razón? -susurra tan cerca del odio del peli azul, que este se tensa y sale corriendo. Castiel trata de contenerse por la reacción de su hermano pero no puede y estalla en risas

-eres un idiota –musito el rubio pasando por su lado

-¿no fue gracioso? –Pregunta entre risas, ganados la mirada dura del rubio -que aguafiestas

-¿te diviertes azul? –murmura el bicolor, haciendo que la chica se gire rápidamente y se encuentre a escasos centímetros con su rostro

-l-lys yo....bueno yo -balbucea sin poder formar una frase coherente

-te he dicho mil veces que es de mala educación espiar a las personas

-yo no estaba espiado a nadie –cecea un poco nervioso por la cercanía del bicolor

-¿ah, no? ¿Y qué era lo que estaba haciendo aquí escondida entonces? –indaga sin apartarse ni un solo centímetro

-verás yo estaba buscando a castiel para entregarle sus medicinas –rápidamente saca el frasco de pastillas que se encontraba en su chaqueta y se las enseña al bicolor –lo ves, yo se las iba a dar, pero al ver que estaba hablando con Nathaniel no quise interrumpirlos.

-¿segura que es sólo eso? –el bicolor se queda mirando a la chica tratando de sacarle la verdad

-claro que es eso, ¿qué más podría ser? –responde evadiendo la mirada del bicolor

-no sé, dímelo tu azul, no será que lo que hablamos en el hospital te dejo un poco mal –la chica se tensa un poco por la cercanía

-no, ya te dije que sólo vine a entregarle sus medicinas a castiel –molesta por la insinuación, coloca las pastillas con violencia en las manos del bicolor para luego marcharse de aquel lugar echando chispas

-una sonrisa ladina se dibuja en los labios del bicolor –así que era eso.

¿PASARA ALGO EN ESA CASA DE LA PLAYA?