Capitulo 58
Luigi y Daisy se dirigieron al edificio donde sería la final de la preliminar, en donde el joven de verde se sentó en la segunda fila, pues le daba algo de vergüenza sentarse hasta el frente. Con mucho esfuerzo, y algunos moretones, Daisy consiguió llevarse la victoria luego de tres intensos rounds, nockeando a su contrincante a la mitad del tercero. Le entregaron el cinturón de campeona de la preliminar, así como un lugar en el torneo mundial de boxeo. Luigi fue de los primeros en levantarse de su asiento para aplaudirle, y ella no perdió el tiempo para lanzarle un beso desde donde estaba, guiñándole con su ojo derecho. Una vez terminado el combate, Luigi se quedó esperando a su novia fuera de los vestidores. De repente, su teléfono comenzó a sonar, y al contestarlo se dio cuenta de que se trataba de su hermano.
Luigi (feliz) : Hola hermano.
Mario (agitado) : Hola Luigi ... ¿está todo bien por allá?
Luigi : Eh, sí. Daisy ganó la preliminar. Le dieron un cinturón bastante grande, deberías verlo. (Preocupado) Y ustedes ¿están bien? Te oyes agitado.
Mario : Lina y yo estamos bien, ahora estamos en su casa, pero Ale ... le pasó algo, y ya no despierta.
Luigi : ¿¡Qué!? ¿Pero, qué paso? ¿Encontraron la estrella de luz?
Justo en ese momento, una mano más pequeña que la de Luigi le arrebató el teléfono, cortando la llamada. Él volteó a ver, topándose con una sonriente Daisy, quien nuevamente llevaba su falda y su blusa, con el cinturón de campeona en su cintura, y una gasa pegada con micropore a su mejilla izquierda, cubriendo uno de sus moretones.
Daisy : Gracias por haber estado allí, (le da un beso en la mejilla) aún me duelen los brazos y el torso, pero creo que sobreviviré. Ahora hay que festejaaaaar.
Daisy miró fijamente a Luigi a los ojos, quien estaba preocupado. Sin decir nada, estiró su mano para tomar su teléfono de la mano de la castaña, quien estaba confundida.
Daisy : ¿Qué sucede?
Luigi : Daisy, yo me alegro de que hayas conseguido lo que te propusiste al inicio del torneo, en verdad que sí, pero estaba hablando con Mario cuando me interrumpiste y ...
Daisy (lo interrumpe) : ¿Te dijo algo importante?
Luigi (asiente) : Él y Rosa están en su casa, pero algo le pasó a Ale, y parece que ya no despierta.
Daisy apretó los puños mientras desviaba su mirada hacia el suelo. Mario y Rosalina eran quienes más le preocupaban, pero no podía mostrarse indiferente si le pasaba algo a otro miembro del equipo.
Daisy (mira a Luigi) : Bien, llámalo de nuevo y pregúntale que fue lo que paso.
Luigi : Creo que será mejor ir a la base donde están los demás. Así puedo poner el altavoz para que todos se enteren.
Daisy : Claro.
Luigi se acercó a la castaña y la abrazó, dándole un tierno beso en su mejilla derecha.
Luigi : Te prometo que cuando todo esto termine podremos celebrar tu triunfo.
Daisy (le devuelve el beso) : Más te vale, sweety.
La joven pareja se separó del abrazo y comenzó su camino hacia la base.
Una hora antes:
Mario, Rosalina y Ale aparecieron en medio de la frondosa selva de la isla yoshi. El joven de rojo y la rubia siguieron al joven científico, quien con un mapa que llevaba en su teléfono comenzó a guiarlos hasta el punto exacto del volcán donde debía estar la entrada. Por el camino, Mario y Rosalina iban conversando entre ellos.
Rosalina : ¿Traes power-ups?
Mario : Sí. Me encargué de abastecerme de ellos ayer en la noche ¿tu traes tu varita?
Rosalina : Sí, va en mi mochila.
Mario : Perfecto.
Rosalina : Y ¿ya tienes pensado que harás cuando todo esto termine?
Mario : La verdad ... no lo sé. Toda mi vida se la dediqué a intentar controlar mis habilidades, pero ahora que ya no me debo preocupar por ellas, siento que no tengo nada más que hacer.
Rosalina : Pues, puedes seguir siendo policía. Al menos yo me sentiré más segura en las calles al saber que tu las vigilas.
Mario (ríe) : Sí, creo que lo pensaré. Y tu ¿regresarás a la universidad?
Rosalina : Sí, aunque no sé que voy a estudiar. Una vez me deshaga de esta oscuridad en mi interior, voy a perder todo manejo de la magia, así que no se que podría estudiar ahora. Tal vez algo relacionado con el espacio.
Mario : Pues a lo mejor Ale te enseña algunas cosas.
Rosalina (ríe) : Pues no sería la primera vez que la hace de mi maestro.
Mario : Y por cierto ¿Qué tal el entrenamiento de la magia?
Rosalina : Todo ha pasado muy rápido, y no tuvimos mucho tiempo de practicar. Al menos puedo defenderme con magia genérica, pero aún no puedo usar mis habilidades especiales.
Mario : Bueno, esperemos que no tengamos que enfrentarnos a una versión muy poderosa de Selene.
Rosalina : Eso espero, aunque dudo que vayamos a tener tanta suerte.
Ambos se quedaron en silencio y continuaron con la caminata. Luego de unos cuantos minutos, el terreno comenzó a llenarse de piedras, y la vegetación comenzó a desaparecer. Un par de minutos después, ya solo quedaba maleza, y podían ver el volcán con más detalle frente a sus ojos.
Mario : Jamás había estado por aquí. Los yoshis más grandes siempre nos decían que no nos acercáramos.
Rosalina : ¿Y tú les hacías caso?
Mario (sonríe) : Era travieso, pero conocía los límites serios. Además, aquí solo hay tierra y piedras, así que tampoco era un lugar muy interesante.
Ale (se detiene) : Llegamos.
Mario y Rosalina se colocaron a la par de su compañero, quedando frente a las faldas del volcán.
Ale (suspira) : Bien, allá voy ... ejem, ejem ... "soy un peregrino en busca de la luz, guiado por las estrellas deseo entrar."
El grupo se quedó esperando, pero nada sucedió. Ale vio hacia todas las direcciones posibles, pero ni si quiera se podía escuchar algo diferente a los habituales sonidos de la naturaleza.
Rosalina : Y ... ¿Cuánto hay que esperar?
Ale : En teoría no mucho.
Mario : ¿Seguro de que tradujeron bien la frase?
Ale : Seguro.
Mario : Mmmm ... bueno, tal vez la dijiste en el idioma equivocado.
Ale : Este es un templo mágico, dudo mucho que le importe el idioma que hable quien quiera entrar ¿no?
Rosalina : Tal vez, pero creo que valdría la pena intentarlo. Ya que estamos en la isla yoshi, tal vez sería buena idea dictar la frase en idioma yoshi.
Ale : Pues, adelante Mario.
Mario comenzó a hablar en idioma yoshi, deteniéndose a los pocos segundos de haber empezado.
Mario (voltea a ver a Ale) : ¿Podrías repetirme la frase? Por favor.
Ale se acercó a Mario y le repitió la frase, la cual el joven de rojo recitó después en idioma yoshi. El grupo se quedó expectante, y a los pocos segundos de que Mario terminara de hablar, la tierra debajo de ellos comenzó a temblar. Poco a poco, las piedras delante de ellos comenzaron a moverse hacia los lados, revelando una entrada en forma circular frente a ellos. Rosalina sacó su varita de su mochila, y acercándose a la entrada de la oscura cueva la levantó por encima de su cabeza, iluminando la entrada.
Mario : Esperaba algo más ... bonito.
Ale : Bueno, no será como los templos antiguos que salen en las películas, pero al menos sabemos que existe y no es solo una leyenda.
Mario : Esperemos que la estrella de luz tampoco sea solo una leyenda.
El grupo decidió adentrarse en el túnel que se acababa de abrir para ellos, con Rosalina al frente para que los guiara con la luz de su varita.
Mario : El lugar esta algo vacío ¿no?
Ale : Solo hemos caminado por dos minutos.
Rosalina : ¿No han notado que no hay eco?
Ale : Estamos en un lugar mágico, así que no me sorprende.
Mario : Pasillo mágico ... vaya manera de hacer la magia aburrida.
Ale : Ignorando el comentario de Mario, lo que me sorprende más que la falta de eco es la falta de trampas. O de cualquier tipo de marcas. Pensarías que, debido a los pergaminos y los demás templos regados por la isla, que este lugar es el más importante de todos. Hasta ahora solo he visto piedras y más piedras.
Rosalina : Tal vez es para que no hayan muchas sospechas la entrar.
Ale : ¿Con una enorme puerta mágica? Lo du...
En ese momento, un haz de luz pasó justo al lado de Rosalina a gran velocidad, e impacto de lleno en el pecho de Ale, interrumpiendo lo que estaba diciendo y mandándolo a volar hacia atrás, estrellándolo contra el suelo.
Mario, Rosalina : ¡¡Ale!!
El túnel en el que estaban comenzó a cambiar de repente, y las piedras de las paredes comenzaron a caerse ya desaparecer, revelando una enorme habitación de varios metros de altura. En el centro se encontraba un a estructura de color dorado con escaleras rojas, la cual terminaba en un pequeño altar de piedra, sobre el que cuatro antorchas irradiaban su tenue luz. El resto de la habitación era de color dorado también, con grabados de yoshis recorriendo varios bosques de la isla llevando frutas en una fila, las cuales iban a dejar a un dibujo de una estrella amarilla que irradiaba sus rayos de luz desde el centro del techo a toda la habitación, la cual no tenía ningún tipo de iluminación más que la varita de Rosalina y las antorchas que rodeaban el altar. Pero Mario y Rosalina estaban demasiado ocupados intentando despertar a su compañero como para darse cuenta de todos los detalles que adornaban la habitación en la que se encontraban, siendo sus esfuerzos inútiles. Y, sin tiempo para que comenzaran a pensar en que iban a hacer, el lugar en donde estaban comenzó a temblar, y el techo comenzó a derrumbarse.
Mario : ¡Maldición! ¡Lina, tenemos que salir de aquí! ¡Ayúdame con Ale!
Rosalina asintió, tras lo que ayudo a Mario a levantar a su compañero herido y entre ambos lo cargaron, tomando un hombro cada uno. La pareja comenzó a correr hacia la salida, solo para darse cuenta de que no había salida.
Mario : Pero que mierd...
Un escombro cayó frente a ellos, causando que Rosalina se tambaleara hacia atrás por el susto, trayéndose a Ale y a Mario con ella.
Rosalina : Lo siento.
Mario : Tranquila, no pasa nada.
Rosalina (viendo a todos lados) : Este lugar debe tener un sello mágico, el cual nos impide salir.
Mario : A no ser que usemos magia.
Rosalina : Jamás entrené mi habilidad de teletransportación.
En ese momento, Mario tomó a Ale y lo arrojó hacia un lado, salvándolo de un escombro que le iba a caer encima. Rosalina levantó su varita e hizo explotar un escombro que le iba a caer encima a ella.
Mario : No importa, eres nuestra última opción Lina. Solo concéntrate en un lugar que consideres seguro, no importa donde sea, solo sácanos de aquí.
Mario se levantó y ayudó a Rosalina a levantarse, tras lo que él corrió a levantar a Ale del suelo. De repente, un escombro bastante grande cayó sobre el altar, partiéndolo en pedazos y causando que parte de la estructura donde se encontraba se desmoronara, lo que forzó a Mario a saltar hacia adelante mientras cargaba a Ale. Rosalina, aún insegura y algo asustada, comenzó a concentrarse todo lo que pudo en la base, deseando con todas sus fuerzas que ellos desaparecieran de donde estaban y aparecieran allí, sanos y salvos. Fue esta concentración lo que le impidió estar muy atenta a lo que pasaba a su alrededor, y un temblor más fuerte que el resto la desbalanceó. Los siguientes momentos fueron muy confusos para todos. Mario se lanzó sobre ella, y tomándola con su brazo derecho saltó hacia la izquierda, donde los tres cayeron sobre el suelo instantes después de que otro escombro cayó sobre ellos. Mario estaba comenzando a cansarse de saltar de un lado a otro cargando a más personas, y Rosalina alcanzó a ver una roca de gran tamaño que comenzaba a caer del techo. Entonces abrazó a Mario con fuerza y cerró los ojos, momento en que él alcanzó a ver el grabado de la estrella amarilla irradiando luz en uno de los escombros que habían caído del techo, viéndolo todo borroso fracciones de segundo después. Tanto él como Rosalina perdieron noción de todo lo que estaba pasando, todo quedó en silencio para ellos...
??? : ¡Vengan, mamá acaba de aparecer en el jardín!
Rosalina abrió los ojos de golpe, y a medida que su visión comenzaba a aclararse, pudo ver un cielo estrellado sobre ella. Mario fue el siguiente en abrir sus ojos, notando que estaba boca abajo sobre un campo, o algo parecido.
??? : ¡¡Hijaaaaa!!
Rosalina (reacciona) : ¡Papá!
Rosalina intentó levantarse, pero sus piernas estaban demasiado débiles debido a toda la energía que su cuerpo usó para transportarla a ella y a sus dos compañeros, por lo que se doblaron a los pocos segundos, pero ella fue atrapada por su padre.
Héctor (agitado) : ¿Estás bien pequeña, estas lastimada? Tienes tierra en tus manos, rostro y ropa ¿Qué pasó?
Un grupo de destellos se acercó hacia ellos, y a excepción del destello maestro (quien fue a ver como estaba Mario) todos se quedaron rodeando a su mamá. Mario saludó al destello que había estado acompañando a Rosalina en la Tierra, y luego de comprobar que Ale aún estaba respirando, se sentó a la par de él, viendo hacia donde el padre de Rosalina la estaba sosteniendo.
Rosalina : Es una larga historia papá, pero estoy bien (voltea a ver a Mario y a Ale) ¡Ale!
Mario (jadeando) : Aún respira, tranquila. (Sonríe) Gracias por sacarnos de allí ... , sabía que podías hacerlo. (Se pone serio) Y hola ... papá de Rosalina.
Héctor : Em, hola ... Mario ¿verdad? (Mario asiente) Bien, pongamos a su amigo en un lugar cómodo, y ya más relajados me podrán contar que está pasando.
Su papá ayudó a Rosalina a ponerse de pie, y entre un grupo de destellos ayudaron a Mario a pararse. Entre todos dejaron a Ale recostado sobre un sofá de la sala, en donde Mario se quedó esperando también mientras Rosalina le explicaba lo que había pasado a su papá. Fue durante estos momentos que Mario llamó a su hermano, y luego de que se colgó la llamada, él se levantó para ir a ver cómo estaba su compañero. Este seguía dormido, y aunque Mario lo movió y le habló, este no reaccionó. Fue entonces que, con algo de curiosidad, decidió levantar uno de sus párpados para ver sus ojos, asustándose y retirando su mano de inmediato al darse cuenta de que el ojo derecho de Ale estaba totalmente morado. Todo parecía ir demasiado rápido para él, por lo que decidió sentarse para calmarse mientras Rosalina regresaba. A los pocos minutos, y ya estando Mario más tranquilo, Rosalina y su papá entraron a la sala. La rubia llevaba su ropa limpia y parecía que se había lavado la cara y las manos, pues ya no tenía tierra en ningún lado. Ella se sentó a la par de Mario al verlo, por lo que su papá se recostó en el marco de la entrada, viéndolos a ambos con curiosidad.
Rosalina : Lo siento, entré en pánico y solo pude pensar en que quería irme a casa.
Mario (acaricia la mejilla derecha de Rosalina) : No te preocupes Lina, nos sacaste de allí y nos llevaste a un lugar seguro, eso es todo lo que importa.
Rosalina (sonríe) : Claro. Creo que con todo el estrés del momento, mi cuerpo actúo solo. No sabría explicar como nos traje hasta aquí.
Mario iba a responder cuando su teléfono comenzó a sonar. Al sacarlo de su bolsillo se dio cuenta de que lo estaba llamando Luigi, por lo que tomó la llamada y puso a su hermano en altavoz.
Mario : Hola Luigi, estás en altavoz para que Lina y su padre te escuchen.
Luigi : Oh ... vaya. Bueno, tu también estás en altavoz para que todos en la base te escuchen. Y lamento la interrupción de nuestra primera llamada, eh ... ya sabes como es Daisy.
Mario (suspira mientras sonríe) : Lo sé, esta emergencia nos tomó a todos por sorpresa, créeme.
Luigi : Bien, ahora sí, cuéntame qué fue lo que pasó.
Mario puso a Luigi al tanto de lo que les había pasado, por lo que todos en la base lo escucharon atentamente.
Mario : No sabemos que le pasó a Ale, pero ... luego de que te llamé la primera vez, decidí ver cómo estaba él una vez más, pero ahora decidí revisar también sus ojos. Solo pude revisar el derecho, el cual estaba totalmente morado.
Todos quedaron en silencio, y mientras respondía del otro lado, Rosalina se acercó a ale a comprobar el estado de sus ojos.
Lana : Hola chicos. Em, entonces ... ¿no había rastro de la estrella de luz?
Erick (su voz no se escucha en la llamada) : Eso es imposible ¿porqué se derrumbaría el lugar sobre ellos, luego de que se desaparezca un barrera mágica de la nada? La clave debe estar en el haz de luz que golpeó a Ale, eso inició todo.
Lana (al teléfono) : Erick dice que la clave es el haz de luz que golpeó a Ale ... ¿crees que pudo haber sido la estrella de luz?
Mario : Mmmm ... no estoy seguro. Vi un grabado de una estrella brillante en uno de los escombros que cayó del techo, así que debíamos estar en el lugar indicado.
Rosalina : Eh, Mario, creo que deberías venir a ver esto.
El joven de rojo se levantó de su asiento y caminó hasta Rosalina, quién estaba manteniendo abierto el ojo izquierdo del joven científico. Mario se sorprendió al inicio, pero a los pocos segundos se comunicó con los demás en la base.
Mario : El ojo izquierdo de Ale tiene una tonalidad entre blanca y morada. El blanco se ve más que el morado.
Rosalina : Creo que la estrella de luz golpeó a Ale, y esta batallando con los dos fragmentos de la estrella oscura dentro de él.
Lana : ¿Creen que los esté eliminando? Su ojo morado podría representar un fragmento intacto, mientras que su otro ojo puede representar a la estrella eliminando el otro fragmento poco a poco.
Rosalina : No estoy segura, pero si ese es el caso...
Mario (entusiasmado) : Encontramos la forma de detener a Selene.
De parte de la base se pudo escuchar un grito de alegría conjunto, y Mario y Rosalina se sonrieron entre ellos.
Lana : Bien, será mejor que regresen a la base para dejar a Ale aquí. Una vez que la estrella termine con él, veremos que elimine el fragmento de Rosa.
Rojelia (murmura) : Y luego le pediré ayuda.
Rosalina : Claro, solo que nos transporté a base de instinto, así que ¿podría alguien de la base usar uno de los transportadores y venir por nosotros, por favor?
Lana : Claro, solo danos las coordenadas de tu casa.
Rosalina : ¿Coordenadas? ... Em, ¿Qué tal si uso un anillo estelar para llevarnos a la Tierra, y de allí caminamos hacia la base?
Lana (ríe) : De acuerdo, pero no se tarden. No sabemos si la estrella de oscuridad es capaz de sentir cuando uno de sus fragmentos se elimina, y eso podría poner en alerta a Selene. La base es un lugar seguro.
Rosalina : Lo sé. Intentaré que el anillo estelar nos deje lo más cerca posible de la base.
Mario : Los vemos luego.
Mario cortó la llamada, tras lo que él y Rosalina voltearon a ver al padre de la rubia.
Héctor : Pensaba que Erick era malo.
Mario : Es una larga historia, pero para fines prácticos, no trabaja para Selene. Al menos ya no.
Rosalina (se acerca a su papá) : Lo siento papá, pero debo irme, yo ...
Héctor (la interrumpe) : Tranquila, yo entiendo, debes terminar lo que tu madre empezó. Le diré a tu hermano que le mandas saludos.
Rosalina le sonrió a su padre, tras lo que lo abrazó fuertemente. Al separarse, Rosalina se acercó nuevamente a Mario para ayudarlo a levantar a Ale, y entre los dos lo cargaron hasta la entrada de la sala.
Héctor (a Mario) : Tu y yo tenemos mucho de que hablar, Mario.
Mario (sonríe) : Lo sé. Podremos ponernos al tanto cuando todo esto termine, lo prometo señor.
Héctor : Por favor, dime Héctor. Ahora, vayan y detengan a Selene.
Los dos jóvenes asintieron, para después salir de la sala y dirigirse a la cubierta principal, en donde Rosalina comenzó a preparar un anillo estelar.
Peach:
De vuelta en la casa compartida, las dos jóvenes que se habían quedado allí estaban sentadas en el sofá de la sala. Peach estaba calmada, mientras que Pauline comenzó a mover frenéticamente los dedos de su mano derecha, hasta que ya no pudo quedarse callada por más tiempo.
Pauline : Y esta persona a la que llamaste ¿en serio puede ayudarnos?
Peach : Claro, créeme, es de mucha confianza para mí.
En ese momento, alguien tocó el timbre de la casa, por lo que la princesa del reino se levantó rápidamente para ir a abrir la puerta. Pauline se levantó unos segundos después, y comenzó a caminar hacia la entrada.
Peach (abre la puerta) : Hola Luna, me alegra que tuvieras tiempo libre hoy.
Luna : Oh, no tiene porqué agradecerme princesa. Yo me comprometí a ayudarla con su pequeño enredo amoroso, y es un honor para mí que aceptara mi ayuda y me llamara.
Selene (haciéndose pasar nuevamente por una mujer llamada Luna) entró a la casa, topándose con Pauline en el pasillo, y usando el mismo truco que con Peach logró controlar su mente. Las tres llegaron a la sala, en donde Selene se volteó para hablarles.
Luna : Bien, ya tengo una idea para lidiar con esta tal Rosalina, que tanto parece molestarlas a ambas...
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