Capítulo 51
Al día siguiente:
Ale : Vaya idiota.
Rosalina (confundida) : ¿Huh?
La madre de los destellos se sorprendió por la respuesta del serio científico, quien estaba metiendo unos papeles en una mochila mientras ella le contaba lo que había pasado el día anterior con el almuerzo. Al llegar a su entrenamiento lo había encontrado ocupado, y luego de sentarse en una banca que había cerca, decidió contarle lo sucedido aunque no la escuchara, pues debía contárselo a alguien más.
Rosalina : ¿Me ... estabas escuchando?
Ale (la voltea a ver) : Claro. Soy bueno escuchando, de hecho lo suelo preferir a hablar. Aunque si te sientes incómoda de hablar estas cosas conmigo, puedo ayudarte un poco.
Ale levantó su mano derecha y la colocó a la altura de sus hombros, doblando su muñeca hacia abajo de manera que su mano quedara paralela al suelo con su palma apuntando al mismo. Acto seguido comenzó a hablar en un tono forzado y arrastrando las palabras, imitando la voz que le ponen a los personajes femeninos irritantes en las películas o series de televisión.
Ale : Ash, no me cuentes amiga, no puedo creer que no te halla creído sino que le creyó a esa zorra oxigenada. Yo estoy aquí para que pases el chisme amiga.
A medida que Ale hablaba, Rosalina comenzó a soltar pequeñas risillas, pero al final ya no pudo contenerse y comenzó a reír descontroladamente. No solo se reía por lo ridículo de la situación, sino también porque jamás imaginó que Ale podía actuar de esa manera. Por su parte, una vez que el joven científico vio su reacción dejó de lado su imitación y sonrió.
Ale (en tono juguetón) : ¿No quieres que siga? Estoy a punto de hablar sobre lo fea que se ve Peach con la combinación de ropa que no favorece a su color de ojos.
Rosalina (entre risas) : No jajajaja ... no será jajajaja ... necesario jajajaja...
Ale : Si tu lo dices.
Luego de unos segundos, tiempo que tardó Rosalina en calmarse, ella vio a Ale directo a los ojos.
Rosalina : Gracias por escucharme y ... por tratar de hacerme sentir mejor.
Ale : De nada. Y hablo en serio cuando digo que Mario manejó mal la situación. Me sorprende que no considerara que Peach pudo haberte saboteado. Después de todo, ella aún está bajo el hechizo oscuro.
Rosalina : Pero, creí que de descubrir que Mario y yo estamos juntos, ella habría actuado de forma más agresiva.
Ale (pone su mano derecha empuñada sobre su mentón) : Yo pensé lo mismo, y la verdad esto es curioso. Tal vez ella te ve como una amenaza aunque no estés en una relación con Mario. Digo, ustedes dos siempre han sido amigos muy cercanos.
Rosalina : Tal vez ... pero entonces ¿Qué hago? Si actúo de forma ruda con ella, puede sospechar que sé que ella está secretamente en contra mía, y eso podría empeorar las cosas.
Ale : Creo que debes ser discreta, y jugar al mismo juego que ella. No confíes del todo en ella, y trata de inventar cosas para que no se aproveche de ti. Y según lo que me contaste, yo también mantendría un ojo sobre Pauline.
Rosalina (suspira) : Lo sé.
Ale continuó guardando papeles en su mochila, y al terminar la cerró y la colocó en su espalda. Rosalina se levantó casi de inmediato y caminó hacia él.
Rosalina : ¿Para qué es la mochila?
Ale : Debo ir a buscar algo, y pues necesito lo que está en esta mochila para ello.
Rosalina : Te acompaño.
Ale : No será necesario.
Rosalina : Pero se supone que estoy en entrenamiento, y esto seguro me ayudará. Además, si esto tiene que ver con la estrella de luz, creo que todos deberíamos apoyarnos y...
Ale (la interrumpe) : Aprecio el entusiasmo y el deseo de ayudar, pero puedo cuidarme solo, y esto es algo que debo hacer solo. No porque no confíe en tus habilidades, sino porque realmente debo hacer esto solo. Hace unos minutos mandé a Mario y a Bowser al reino koopa para que detengan a Rojelia de reclutar más koopas. Si quieres puedes buscar a Daisy y practicar algo de combate cuerpo a cuerpo con ella, el cual también es útil.
Rosalina (suspira) : De acuerdo. Estoy segura de que tienes tus motivos para querer ir solo.
Ale : Bien ... entonces, te veo luego.
Ale sonrió ligeramente, tras lo que dio media vuelta y se fue caminando hacia la entrada del laboratorio, desapareciendo de la vista de Rosalina en el momento que cruzó para seguir el pasillo fuera de la habitación.
Mario:
El joven de rojo caminaba a la par del príncipe de los koopas en total silencio, observando a sus alrededores mientras pasaban por las calles de la ciudad principal. Varios koopa troopas, hammer bros, goombas, e incluso magikoopas caminaban por las calles, dirigiéndose a sus trabajos o a estudiar, ignorando por completo la presencia del humano y el koopa de la realeza que pasaban por allí.
Mario : Parece que nos ignoran.
Bowser : No quieren meterse en problemas. Viven con la idea de que cualquier cosa que hagan será considerada malvada, y saben quién eres. De seguro incluso creen que me metí en problemas y me estas escoltando a mi castillo.
Mario : Criate fama y echate a dormir.
Bowser (gruñe) : Y ustedes que son incapaces de olvidar lo malo y dar una segunda oportunidad. Confianza requiere confianza ¿sabes?
Mario : Supongo...
Las últimas palabras de Bowser le recordaron a Mario lo acontecido el día anterior con Rosalina.
Mario (murmurando) : Tal vez ... debí creerte.
Bowser lo volteó a ver, pues si bien lo oyó hablar no entendió que fue lo que dijo. Sin embargo, asumió que no era nada que le importara, por lo que simplemente continuaron su camino.
Mario : Y ¿a donde vamos?
Bowser : A los barrios bajos. Si quieres reclutar un ejército de forma ilegal, es allí donde lo haces. De seguro sucede por medio de un tercero en algún bar, o algo así.
Mario (molesto) : ¿No estás seguro?
Bowser (gruñe más fuerte que antes, asustando a unos peatones) : No conozco el lugar exacto, pero al menos se donde buscar. Además, mi gente solo le hará caso a un miembro de la realeza koopa, así que la única manera de asegurarme de que no volverán a hacerle caso a esta chica es demostrando que soy mejor que ella. Si solo fueras tu los asustarías, sí, pero dentro de poco volverían a responder a su llamado. Y por lo que sé, no tienes muchas intenciones de pelear con ella.
Mario : Me gustaría que desista de todo esto ella sola.
Bowser : Vaya que eres ingenuo. Necesito que estés de mi lado, y que vayas a pelear cuando sea necesario. Ambos necesitamos de esto.
Mario : No voy a cubrirte si inicias una pelea por nada, en ese caso estarás solo. Supongo que jamás habías hecho un plan, dudo que seas tan inteligente, pero por suerte estaré allí para detenerte antes de hacer algo estúpido.
Bowser : ¿Qué te parece este plan? Si esto fracasa, me desquitaré con tu linda novia, se ve tan delicada...
Mario interrumpió a Bowser al empujarlo hacia un callejón, y luego lo golpeó contra una pared, viéndolo fijamente a los ojos.
Mario (furioso) : Tócala, y perder tu mano será el menor de tus problemas. Vuelve a hablar así de ella, y te arrancaré la lengua.
Bowser : ¿Ves? No es muy difícil ponerse rudo. Ahora solo necesito que desvíes ese enojo hacia nuestros verdaderos enemigos.
Mario : Eso estoy haciendo.
Bowser acercó su rostro al de Mario, topando su frente con la del joven humano mientras gruñía de forma amenazadora.
Bowser : Quiero verte intentar cumplir esa amenaza sin tus poderes.
Mario : No necesito poderes para dejarte irreconocible.
De repente, ambos escucharon pasos cerca de ellos, por lo que voltearon a ver simultáneamente hacia la salida del callejón, topándose con un asustado koopa troopa, quien al enterarse de que habían notado su presencia se puso a temblar.
Koopa troopa (tartamudeando asustado) : Y~y~yyyo nnnn...no vi na~na~¡nadaaaaaaa!
El pobre ciudadano salió corriendo, y ese pequeño incidente causó que humano y koopa se separaran. Ambos se aclararon la garganta, y Mario alisó su ropa, tras lo que salieron del callejón y continuaron su camino, nuevamente en silencio.
Erick:
El joven en busca de redención se encontraba reparando la puerta de su casa cuando escuchó unas ramas secas crujiendo no muy lejos de donde estaba en esos momentos. Esto lo hizo reaccionar, separándose un poco de lo que estaba reparando, y agudizó su oído. Clavó la vista en los pocos árboles frente a él, y habló con calma.
Erick : Quien sea que este allí, no es necesario que se esconda. A no ser que tenga malas intenciones y quiera hacer un ataque sorpresa.
Erick se quedó de pie esperando una respuesta, sorprendiéndose cuando una voz familiar respondio de entre los árboles, una voz que para nada esperaba escuchar.
???? : No me estoy escondiendo, puedo ver que no tienes malas intenciones ... por ahora. Solo pasé sobre unas hojas en el camino y pensé en ver tu reacción a sentir alguien cerca antes de mostrarme.
Inmediatamente después, y desde detrás de uno de los árboles, salió Ale, llevando una mochila a su espalda. Caminó lentamente hasta estar a unos pasos de Erick, quien simplemente lo miró fijamente.
Erick : ¿Vienes a pelear?
Ale : No. De hecho, todo lo contrario.
El joven científico tomó las correas de su mochila y la descolgó de su espalda, poniéndola frente a su pecho. Acto seguido la abrió para que Erick viera su interior, topándose con las notas y pergaminos que le había dado a Daisy y a Lana.
Erick (ve a Ale, confundido) : ¿Que tramas?
Ale : En su momento le di a Lana la oportunidad de redimirse, así que decidí darte el mismo trato. Quiero que me lleves al lugar donde encontraste estos pergaminos, y tal vez pueda ver algo que tu no pudiste. Tienes razón en que Selene es un enemigo poderoso, y que debemos colaborar para detenerla.
Ale cerró la mochila y la volvió a colgar en su espalda. Erick lucía confundido, pero la seriedad con la que Ale estaba hablando lo hicieron confiar en él, pues de Lana había aprendido un poco sobre su personalidad.
Erick : Claro ... te llevo. Y gracias (rasca su nuca) por confiar en mí y ... eso.
Ale : Claro, pero ten en cuenta que no confío del todo en ti, y a la menor señal de que me quieres tender una trampa, no dudaré en eliminarte. Y recuerda que literalmente se en que piensas en todo momento.
Erick : Suena justo. Ahora, sígueme.
Ale se hizo a un lado para dejar que Erick pasara, tras lo que comenzó a seguirlo hacia el interior del bosque, directo a las ruinas de donde el segundo había tomado toda su información.
Mario:
Una vez que el joven de rojo y el príncipe de los koopas se adentraron en los barrios bajos, parecía que acababan de llegar a un nuevo reino. Las casas urbanas y las carreteras se cambiaron por caminos de tierra estrechos rodeados de bares, casas hechas de madera y techos de lámina, discotecas donde se ofrecía más que solo bailes, entre otras cosas. Y no solo habían koopas, también se podía ver uno que otro toad vagando entre las calles mientras veía a todos lados, algunos más nerviosos que otros. La música de las discotecas se podía escuchar en las calles, por las que poca gente transitaba. En las entradas de algunas casas o bares se podía ver a koopa troopas, hammer bros o magikoopas con capuchas hablando en susurros con otras especies, entregándoles mercancía dudosa a cambio de mucho dinero.
Mario : Este lugar no me agrada.
Bowser : Desgraciadamente, eliminarlo del mapa no es tarea sencilla.
Mario : ¿Y si alguien te reconoce como el soberano?
Bowser : Mientras no me meta en sus negocios, todo irá bien. Puede que este lugar este en mi reino, pero es tierra de nadie ... bueno, tierra de unos pocos que construyeron su propio imperio sin reglas gracias a la desesperación de muchos. Que este lugar exista es culpa de todos, y tal vez es muy tarde para eliminarlo.
Mario (ve a un koopa troopa salir volando por la ventana de un bar) : Así parece.
El dúo continuo caminando hasta estar adentrados en los barrios, en donde Bowser le pidió a Mario que lo esperara fuera de un bar mientras él entraba a averiguar algo. El joven humano aceptó, y mientras esperaba comenzó a obervar todo a su alrededor. Todo parecía secreto a su alrededor, nadie quería meterse con nadie, y a la vez todos estaban involucrados en más de algo. Luego de unos minutos, Bowser volvió a salir.
Mario : ¿Obtuviste algo?
Bowser : Tal parece que un koopa de la realeza está buscando tropas para batallar con un enemigo del reino, y está buscando a los mejores de todos. El rumor dice que ella se dejará ver a todos los interesados en una discoteca conocida como "El electrodomo." Es la más famosa de estos barrios, y probablemente la más costosa, elegante y exclusiva.
Mario : ¿Exclusiva ... en estos barrios?
Bowser : A cualquiera le gusta presumir que puede entrar a un lugar donde otros no, estén los dos igual de jodidos. Se trata de ver quien está peor que quien, siempre. Es algo natural.
Mario (suspira) : Como sea ¿alguna idea de como nos colaremos?
Bowser : Intentaré entrarte a la discoteca, pero solo yo buscaré a esta tal Rojelia. Debo demostrar ante los demás koopas que soy el único koopa de la realeza, y que solo a mí me deben respeto y obediencia. Esto es algo que debo hacer solo. Tu serás mi respaldo en caso de que los demás quieran jugar sucio.
Mario : ¿Estás seguro de esto? Ella es muy fuerte, y rápida. Tu en cambio eres bastante lento. Ella fue modificada literalmente con el objetivo de ser mejor que tu o cualquier otro koopa de la realeza.
Bowser (gruñe) : Estoy más que seguro de esto. Se trata de orgullo, de recuperar a mi gente y evitar una masacre innecesaria. Debo hacer esto solo, no importa cuanto me cueste, es la única forma de asegurar que nunca volverán a hacerle caso o a seguir sus órdenes, porque verán con sus propios ojos que soy mejor que ella.
Mario (rasca su cabeza) : Si tu lo dices. Solo recuerda que no vas solo.
Bowser : Lo tendré en mente.
Ambos comenzaron a buscar la discoteca donde se daría el reclutamiento, moviéndose por los pequeños corredores de tierra hasta que comenzaron a ver en la distancia luces de colores que salían de entre los locales y llegaban hasta el cielo, siendo notorias incluso de día. A medida que comenzaron a acercarse a dicho lugar, los sonidos de varios koopas amontonados, quejándose y hablando entre ellos les llegaron, mezclado con música con bajo volumen, como si hubieran puesto una almohada en frente de una bocina. Esta comenzó a hacerse más fuerte, llegando al punto en que casi parecía que estaban dentro de la discoteca, pero en realidad se encontraba frente a un grupo grande de habitantes de todos los reinos amontonados frente a un enorme edificio de metal, con luces de varios colores en el techo. Al frente, un letrero con luces de neón moradas que ponía "El electrodomo", y debajo del mismo una puerta custodiada por dos whomps con cara de pocos amigos.
Mario y Bowser se abrieron paso entre la multitud, con el segundo empujando a cuanto ser vivo se le puso enfrente mientras Mario caminaba detrás de él, disculpándose con todos a los que su compañero había empujado. Una vez que llegaron a la puerta, los dos whomps guardias los vieron de pies a cabeza, y luego se acercaron a susurrar entre ellos. Inmediatamente volvieron a separarse y les dejaron el paso libre, abriendo la puerta. Una vez dentro, la música estridente que salía de unas enormes bocinas puestas en cada esquina y pared del lugar casi los deja sordos, siendo casi superada por la enorme cantidad de luces de colores que casi los deja ciegos.
Varios koopas, goombas, toads, shy guys, bob ombs, entre otras especies se amontonaban en la pista de baile. Incluso el segundo nivel parecía estar a reventar de personas, y la barra estaba llena también, sin asientos vacíos. Un koopa troopa de caparazón multicolor con lentes de sol, una gorra negra al reves, audífonos negros, y una cadena de oro se encontraba del otro lado, controlando la consola de sonido mientras intentaba animarlos a todos, levantando las manos al aire mientras daba saltos e intentaba en vano que algo de su voz se pudiera escuchar entre la música.
Mario (gritando al lado de Bowser) : ¡¡No puedo escuchar ni mis pensamientos!!
Bowser : ¡¡Eso no importa, hay que buscar una puerta sospechosa!! ¡¡Una vez que la encuentre entraré, tu intenta mezclarte!!
Mario : ¿¡¡Cómo sabré si necesitas ayuda!!?
Bowser : ¡¡Muy probablemente romperé una pared o algo, así sabrás!!
Mario y Bowser sintieron que si seguían gritando se iban a hacer daño, por lo que se separaron y comenzaron a buscar el lugar donde Rojelia reclutaría a su ejército. Pasar entre el tumulto en la pista de baile era casi imposible, aún cuando Mario era un poco más alto que la mayoría.
Mario (pensando) : 'Pues para ser exclusiva, vaya que está llena.'
Mientras Mario intentaba fingir que solo estaba dando vueltas por la pista de baile sin motivo aparente, Bowser estaba atento a todas las paredes de la discoteca, hasta que se topó con una puerta cerca del lado opuesto a la entrada. Todos parecían pasar cerca de la misma evitando verla, por lo que él comenzó a caminar lentamente hacia la misma. Al estar cerca, comenzó a ir más lento y se apoyó con su hombro derecho en la pared, tocando la puerta. Esta tenía una pequeña rejilla a la altura de un koopa troopa normal, por lo que cuando se abrió, quien estaba del otro lado solo pudo ver el caparazón de Bowser. Rápidamente abrió la puerta, y sin pensarlo mucho el príncipe koopa se coló dentro, cerrando la puerta él mismo. Quien lo había recibido, un sumo bro de color verde, se quedó perplejo al verlo. Bowser simplemente lo ignoró y continuó su camino por el estrecho pasillo que tenía delante, el cual lo terminó guiando a un cuarto bastante grande, repleto de koopas de todo tipo. Al entrar, rápidamente llamó la atención, y varios koopas comenzaron a murmurar entre ellos. Sin pensarlo, Bowser se dirigió hacia el centro del lugar y rugió fuertemente, con lo que consiguió llamar la atención de todos los presentes.
Bowser : ¡¡Escuchen!! Se que, desgraciadamente, muchos de ustedes solo piensas en peleas y guerras, y que haga lo que haga, jamás podre convencerlos de ir más allá de ese pensamiento. Pero lo que sí puedo hacer, es demostrarles que su lealtad ¡es solo a mí, un verdadero koopa de la realeza, y no a esta impostora a la que quieren seguir, quien por cierto, nunca yan visto, y estoy seguro de que ni si quiera está aquí!
En ese momento, un segundo rugido se pudo escuchar haciendo eco en toda la sala, y aunque menos grave que el de Bowser, fue igual de potente y fuerte. Un grupo de koopas comenzó a moverse hacia los lados, creando un pequeño pasillo que llevaba hasta el centro, en donde Bowser esperaba. Este volteó a ver al lugar donde estaban haciendo un pasillo, vislumbrando a una humana de rubia cabellera y ojos azules caminando hacia él lentamente, arrastrando una cola en su espalda, y con unos cuernos bastante grandes en su cabeza. A pesar de haber escuchado la descripción de Rojelia antes, su aspecto lo sorprendió, dejándolo pensativo mientras la veía acercarse. Ella iba vestida con el leotardo negro a prueba de fuego que había usado el día que peleo contra Mario y Lana, y aunque se le veía un poco sorprendida, no estaba para nada asustada. Una vez que llegó hasta donde estaba Bowser, los koopas hicieron un círculo alrededor de ellos, expectantes por ver que sucedería.
Bowsette (en un tono despectivo) : Así que tu eres Bowser, príncipe koopa ¿eh?
Bowser : Así es, y a diferencia tuya, yo soy un koopa de la realeza de verdad, y no una humana con partes injertadas.
Bowsette (molesta) : No creas que yo pedí esto, así que si no es mucha molestia, apreciaría que me dejaras ir a matar a quien me hizo esto.
Bowser : Lamento decirte que no tienes ninguna oportunidad contra esta mujer, no importa que tan grande sea tu ejército. Y yo no dejaré que lleves a mi gente a una pelea que no pueden ganar, y en la que seguro morirán.
Bowsette : Creo que no lo haré.
Bowser (sonrie) : Veo que tienes lo terco de los koopas de la realeza, me agrada. Pero yo no me iré hasta estar seguro de que no harás ninguna locura, y para ello debo ganarme el respeto de estos koopas ... y quitarte todo respeto que puedan tenerte.
Bowsette (lo mira a los ojos) : Adelante.
El lugar entero se quedó en silencio por una fracción de segundo, tras lo que Bowser lanzó un puñetazo con su mano derecha hacia el rostro de Rojelia, pero esta lo detuvo con su mano derecha. Esto dejó atónito a Bowser, quien solo vio como ella lentamente levantaba su vista hasta clavarla en su rostro, sonriendo de forma un poco macabra.
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