Capitulo 31
Daisy:
Todos los demás se quedaron en el primer nivel, aún asumiendo lo que acababan de oír. Pauline regresó a la sala, y sin decir nada siguió de largo a la cocina. Daisy, quien no podía tolerar que nadie hiciera nada, soltó la mano de Luigi y comenzó a caminar hacia el segundo nivel.
Peach : ¿Daisy a donde...?
Luigi interrumpió a Peach colocando su mano sobre su hombro.
Luigi : Yo iré tras ella. En estos momentos lo mejor que podemos hacer es esperar a que la policía se encargue de esto, y cooperar con ellos como podamos.
Peach : Claro ... suerte, y espero que no te mate. Se veía molesta.
Luigi : He aprendido bastante de ella estos días, no te preocupes.
Luigi continuo su camino, siguiendo a Daisy. De repente comenzó a escuchar a alguien somatando una puerta, y los gritos de Daisy llegaron hasta donde él estaba, en las gradas.
Daisy : ¡¡Abre la puerta de una vez, deja de deprimirte y mueve tu trasero para rescatar a Rosa, maldita sea!!
Luigi comenzó a correr y pudo ver a Daisy somatando la puerta de la habitación de Mario. El hermano de verde se acercó a ella y la tomó de los hombros, apartandola de la puerta.
Luigi : ¡Daisy, cálmate!
Daisy (aún alterada) : ¿¡Que me calme!? ¡Rosa fue secuestrada en la universidad, y el tipo que se supone debía protegerla esta encerrado en su cuarto en vez de haciendo algo por ella!
Luigi : ¡Rosa también es mi amiga, y pelearnos entre nosotros no va a ayudar! ... ... ... por favor, mi flor, calmate ...
Mario : Esta bien Luigi, ella tiene derecho a estar molesta.
Tanto Luigi como Daisy voltearon a ver, encontrandose con Mario, quien había abierto la puerta de su habitación.
Luigi : Pero ...
Mario : Deje a Lina sola porque Pauline quería decirme algo y ... acepte que nos quedaramos solos; (aprieta los puños) para cuando supe que Lina estaba en peligro, ya era demasiado tarde.
Daisy se soltó de los brazos de su novio y se acercó a Mario, hablando en un tono retador.
Daisy : Al menos espero que halla valido la pena por lo que la dejaste ir sola.
Mario : Pauline me declaro sus sentimientos, y yo igual. Ahora somos pareja.
Daisy quedó sorprendida por la respuesta, al igual que Luigi.
Luigi (se acerca) : Vaya ... em ... diría que felicidades, pero creo que no es el momento.
Mario (suspira) : Lo se.
Luigi : Y em ... hablando de parejas.
Daisy (toma la mano de Luigi) : Nosotros somos novios también.
Mario (sonrie levemente) : Me alegro por ambos. Y creo que Pauline habria preferido decirle esto a nuestros amigos ... bueno, en mejores circunstancias.
Daisy : Creo que ... igual nosotros.
Mario : Y no se preocupen, ya llame a mi equipo y nos pondremos manos a la obra para rescatar a Lina. No descansare hasta traerla de vuelta, lo prometo.
Luigi (sonrie) : Se que así lo harás hermano ... tu siempre cumples tus promesas.
Luigi hizo ademán de irse a su habitación, y Daisy decidió seguirlo. Mario entró a la suya propia, cerrando la puerta nuevamente.
Peach:
Los gritos de Daisy se escuchaban hasta donde ella estaba, y no pudo evitar suspirar de forma desalentadora.
Peach : Parece que Daisy aún no aprende a manejar su ira.
Ella dio media vuelta y caminó hasta la cocina, en donde vio a Pauline tomandose una cerveza, mientras estaba apoyada en unos estantes.
Peach : ¿Estas bien, Pauli?
La hija del alcalde reaccionó ante la pregunta de Peach, pues no esperaba que ella fuera a la cocina para hablarle.
Pauline : Yo ... la verdad ... no se.
Peach se acercó a su amiga, parandose a la par de ella.
Peach : Se que ... sonara infantil en esta situación, pero ... Luigi y Daisy ahora son novios. Pense que ... siendo Daisy tu amiga, querrias saberlo.
Pauline (bebe de la lata) : Gracias por contarme ... ... ... y ... yo ... bueno, yo ... también tengo novio.
Peach : Oh ... así que eso te tiene así.
Pauline : Sí, ... cuando ... pensaba en esto, lo imaginaba como un día feliz, no uno trágico. Ahora no ... no se ni que pensar, porque yo tengo parte de la culpa en lo que le pasó a Rosa.
Peach : Pero ¿porque lo dices?
Pauline (se termina la cerveza) : Porque mi novio es Mario, y le dije que nos quedaramos solos en la universidad para poder confesarle mis sentimientos.
Peach se quedó unos segundos en silencio, procesando lo que acababa de escuchar, tras lo que esbozó una pequeña sonrisa y abrazó a Pauline.
Peach : Pues ¡felicidades! ... estoy tan feliz por ti y por Mario.
Pauline (sorprendida) : ¿E ... en serio?
Peach (se separa) : Claro.
Pauline : Em ... gracias. Jeje, creo que me siento un poco mejor.
Un pequeño brillo morado pasó fugazmente por los ojos de Peach, quien en realidad tenía otras intenciones diferentes a las que daba a entender.
Peach (sonrie) : De nada amiga, sabes que valoro mucho nuestra amistad.
Daisy:
La princesa de Sarasaland y Luigi llegaron a la habitación de él, siendo que Daisy se detuvo en la puerta.
Luigi (voltea) : ¿No entras?
Daisy : Yo ... tengo cosas en que pensar, es todo.
Luigi : Entiendo ... creo que todos necesitamos un tiempo a solas ahora, para terminar de asimilar esto.
Daisy (suspira) : Lo se ... solo espero que Rosa este bien.
Luigi : Igual yo.
Daisy se acercó a Luigi para un corto pero apasionado beso, tras lo que se dirigió a su habitación meneando las caderas, tentando a su novio con el movimiento de su voluminoso trasero, para terminar dandose una juguetona nalgada mientras le guiñaba un ojo. Luigi dio media vuelta rápidamente para meterse en su habitación, totalmente sonrojado, pero no contó con que su entrepierna ya tenía una longitud extra, por decirlo de una forma, y terminó de entrar después de haberse golpeado su mini Luigi.
Daisy, por su parte, llegó a su habitación con una enorme sonrisa debida a la reacción de Luigi a su jugueteo, la cual le pareció adorable. Una vez dentro, se sentó en su cama y sus ojos se posaron en uno de sus muebles, el cual estaba bajo llave.
Luego de unos segundos de meditación, se levantó y abrió el mueble, en donde tenía guardados algunos juguetes sexuales que había comprado hace tiempo. Tomó una de las bolsas plásticas que guardaba para ponerselas a su basurero y metio todos los objetos en ella, tras lo que salió de su habitación con un solo objetivo: deshacerse de todo eso.
De camino al basurero general de la casa, se topó con Peach, quien la detuvo.
Peach : Oye Dais ¿ya sabías que Mario y Pauline son novios?
Daisy : Sí ... ¿porque me lo preguntas?
Peach : Pues, para informarte en caso de que no supieras.
Daisy : Gracias ... creo.
Peach : Bien ... (mira la bolsa) y ¿que llevas allí?
Daisy vio a todos lados, asegurandose de que nadie más las estaba viendo, tras lo que abrió la bolsa frente a Peach.
Peach (sorprendida) : ¿Te vas a deshacer de eso?
Daisy (cierra la bolsa) : Sí ... no creo que los vaya a seguir necesitando.
Peach : Oye, somos adultas y tenemos necesidades, no debes sentirte mal por satisfacerlas y ...
Daisy (la interrumpe) : No es por eso por lo que me quiero deshacer de esto. Em, más que una manera de satisfacerme, esto se convirtio en un vicio. Me ... distraía fácilmente, pensando en el momento en que podría masturbarme, y creo que ahora que tengo a Luigi ... es un buen momento para dejar esto. Y quiero hacerlo antes de que ya no tenga las fuerzas para dejarlo. A partir de ahora, todo lo que necesito es a mi Luigi.
Peach : Vaya ... pues si estas tan decidida a deshacerte de esto ¿podrías darmelo?
Daisy puso la bolsa en las manos de Peach sin siquiera pensarlo.
Daisy : Diviertete amiga. Solo trata de no dejarte llevar ¿de acuerdo?
Daisy dio media vuelta y regresó por donde había venido, dirigiendose al segundo nivel. Al pasar cerca de la habitación de Mario, se detuvo, quedando de frente a la puerta. Levantó su mano derecha y tocó a la puerta. A los pocos segundos, Mario abrió la puerta.
Mario (suspira) : ¿Vas a golpearme?
Daisy : Nada me gustaría más que eso, pero eres el hermano de mi novio, y el novio de mi amiga, así que lo dejare pasar.
Mario : ¿Y entonces que quieres?
Daisy : Quiero hablar (ve a ambos lados y se acerca a Mario para susurrarle) de "eso".
Mario entendió a que se refería y la dejó entrar a la habitación, cerrando la puerta.
Daisy : Así que ... Pauline tiene el hechizo ¿verdad?
Mario : Sí, ella es la más avanzada así que empece por ella.
Daisy : Y luego iras con Peach o Rosa.
Mario : Solo con Peach, Lina no tiene el hechizo.
Daisy (confundida) : ¿Que?
Mario : Aprendí a detectar quienes tienen el hechizo sobre ellos, así que creeme, Lina no lo tiene. Y por cierto ¿porque te sorprende?
Daisy : Pues porque ... uno pensaría que nos hechizaste a las cuatro.
Mario (rasca su cabeza) : Yo pense lo mismo, pero parece que no.
Daisy : Bueno ... ... ... y regreeeeesando al tema de Rosa ¿ya tienes un plan?
Mario : Me podre reunir con mi equipo hasta mañana en la mañana, así que tocara esperar. Mi jefe dijo que tiene buenas noticias para nosotros, y que nos ayudaran a rescatar a Rosa.
Daisy (suspira, molesta) : Bien, solo espero que eso último sea verdad.
Mario : Yo también.
Daisy comenzó a caminar hacia la puerta, pero antes de abrirla volteo a ver a Mario.
Daisy : Y ponme al tanto de lo que pase ¿de acuerdo? Rosa es mi amiga y quiero ayudar en todo lo que pueda para rescatarla.
Mario : Esta sera una misión peligrosa.
Daisy : Has entrenado conmigo, sabes lo bien que pateo traseros.
Mario : Estamos hablando de personas muy hábiles en el uso de la magia. Puede que seas buena en peleas a puño limpio, pero no podras hacer mucho en este caso. Además, si llegas a meterte en problemas ...
Daisy (lo interrumpe) : Nadie salvara mi entrometido trasero y bla, bla, bla. Ale ya me lo dejó bien claro, pero aún así voy a ayudar te guste o no.
Mario (suspira) : Como sea, pero no digas después que no te lo adverti.
Daisy sonrio de forma pícara, tras lo que abrio la puerta y la volvio a cerrar al estar en el corredor, para después irse caminando a su habitación.
Daisy (pensando) : 'Pobre Rosa, ella esta genuinamente enamorada del idiota ese. Solo espero que nos crea lo del hechizo ... odiaría verla triste por esto.'
Mario, por su parte, se sentó en su cama, y el pequeño destello salió de su escondite en una de las gabetas de la mesa de noche de Mario.
Destello : ¿De que hechizo estaban hablando?
Mario (voltea a verlo) : Em ... uno que no es peligroso. Tu no te preocupes de esas cosas.
Destello : Mmmm ... si tu lo dices.
El pequeño se recostó en la almohada de Mario, donde se quedó de manera definitiva.
Mario (sonrie al verlo) : Pronto traeremos a tu mamá de regreso ... lo prometo.
Al día siguiente, las personas que iban a la universidad siguieron su rutina de siempre. Mario y Daisy, quienes se quedaban en la casa, se levantaron temprano, esperando el momento de actuar. De repente, Mario recibió una llamada de parte de Polari, tras lo que se levantó de su cama y se dirigió a la puerta de la habitación. Sin embargo, el pequeño destello también se despertó, y lo detuvo con una pregunta.
Destello : ¿A donde vas?
Mario (voltea a verlo) : A rescatar a tu mamá. Será mejor que te quedes aquí, no quiero que te pase nada malo.
Destello : De acuerdo ... suerte.
Mario le sonrio al destello antes de salir de la habitación, tras lo que se dirigió a la de Daisy y tocó a la puerta. La castaña no tardó en salir, vestida con un pantalón de lona azul oscuro y una blusa naranja que dejaba su hombro derecho descubierto.
Mario : Es hora de irnos. Vere a mi equipo en la estación de policía.
Daisy asintió y comenzó a seguir a Mario, quien la guió hasta la estación de policía de la capital. Al entrar siguió de largo hasta la oficina del capitán Toadsworth, y al entrar se topó al capitán, a Polari, Ale y Catherine.
Polari (señala a Daisy) : ¿Que hace ella aquí?
Ale : Ella sabe todo, señor.
Mario : Y quiere ayudar a encontrar a Lina.
Daisy : Además de que a diferencia de usted, yo si tengo brazos para golpear y piernas para patear.
Polari : Así como un cuerpo que destrozar ... ... pero si ya sabes lo que hacemos y a lo que nos enfrentamos, y aún así quieres estar aquí, supongo que no me queda más remedio que aceptar tu ayuda.
Daisy : ¿Ves? Ya nos entendemos.
Mario (mira a su alrededor) : Oigan ¿donde esta Lana?
Polari : No se. Ayer se fue de la casa en cuanto nos avisaste que habían secuestrado a Rosalina, y no ha vuelto desde entonces.
Catherine : Tampoco contesta su teléfono.
Mario : Mmmm ... ella y Lina eran muy buenas amigas, tal vez la este buscando por su cuenta.
Polari (suspira) : Solo espero que no la atrapen también.
Catherine : Así que como ella no va a venir, creo que ya estamos todos completos ¿que era esa noticia de la que hablabas, Polari?
Polari : Saca el maletín, Toadsworth.
El capitán de la policía registró una de las gabetas de su escritorio y sacó un maletín de metal, el cual estaba cerrado con candado. Tomó una llave que llevaba en un collar y quitó el candado, para después dar vuelta al maletín y abrirlo frente a todos. Ale fue el primero en sacar algo del maletín, concretamente una placa con su foto, nombre, y una insignia dorada con la forma del planeta Tierra.
Ale (lee la placa) : "Agencia de seguridad mundial y protección mágica."
Mario (saca su placa) : ¿Es esto lo que creo que es?
Polari : Así es, ahora somos una agencia mundial con el respaldo y las generosas donaciones de todos los gobiernos del planeta ... excepto el del reino koopa.
Daisy (mira el maletín) : Supongo que para mi no hay ¿verdad?
Polari : No, pues acabas de unirte, pero si vas a ayudar supongo que tramitare la tuya. Y no te preocupes, tus padres no se enteraran, princesa.
Catherine : Pero ¿en que momento sucedio esto?
Toadsworth : Luego de que los reyes del reino Champiñón se dieran cuenta de que había un fugitivo experto en magia que estudiaba en la misma universidad que su hija, estos decidieron que se necesitaba una fuerza especial que lidiara con estas amenazas. Una fuerza más experta que la policía.
Polari : Así que se convoco a una reunion con todos los reinos, y se deicidió que lo mejor era crear una fuerza de ese índole, pero que operara en todo el planeta.
Toadsworth : Y aprovechamos ese momento para hablar de Tenebrum y de los esfuerzos de ustedes por detenerlos.
Polari : Por suerte, la reputación de Mario le precede. Los reyes estaban más que contentos de saber que quien atrapó a los asaltantes que robaron a su hija sería parte del equipo. Y tranquila, Catherine, no les dijimos la identidad del resto de miembros.
Ale : Así que ahora tendremos más fondos y ya no tendremos que enfrentar a Tenebrum en secreto ¿verdad?
Polari : No solo eso. Con esa placa tienen suprema jurisdicción en todos los reinos, menos en el koopa.
Toadsworth : Eso quiere decir que si estan investigando algo, los gobiernos y reinados tienen la obligación de hacer lo que pidan y darles lo que necesiten.
Ale : Genial.
Mario (ve la placa) : Tanto poder en un pedazo de plástico ...
Polari (molesto) : Y si los cacho abusando de él, yo mismo los delatare y recibiran de 80 años de prisión a cadena perpetua por abuso de autoridad internacional.
Mario (asustado) : Ya se, solo bromeaba.
Ale : Bueno, ya que tenemos estos dadores de autoridad, es hora de comenzar la búsqueda. (con voz seria) Catherine, Daisy, averigüen donde queda la casa de Dylan. Dudo que se encuentre allí, pero tal vez encuentren pistas de donde puede estar ocultandose. Mario, tu vendras conmigo al reino koopa; vamos a hablar con el principe para saber porque no quiere apoyar a la causa.
Mario (sonrie) : Sera todo un placer.
Ambos dieron media vuelta y salieron de la oficina.
Daisy (confundida) : ¿Él esta a cargo?
Catherine : Nadie más se ofrece a hacer los planes, y los suyos son muy buenos, así que no nos molesta seguirlos.
Daisy : Entonces sí esta a cargo.
Catherine (desvia la mirada) : Sí.
Polari : Esta a cargo del trabajo de campo, pues yo sigo siendo el jefe de esta institución, así que ¡ya oyeron a Ale, vamos, manos a la obra!
Rosalina:
La rubia comenzó a despertar lentamente, dandose cuenta de que estaba recostada en una cama. Esto la sorprendio, pues esperaba despertar en una celda, durmiendo en el frío suelo de piedra.
Se sentó en la cama y observó sus alrededores. Estaba en lo que parecía ser una habitación normal, pero ella sabía que no lo era. Se levantó de la cama y caminó hacia la puerta, dandose cuenta de que estaba cerrada con llave. Tal y como pensó, estaba encerrada.
Aprovechando que su captor no se encontraba cerca, comenzó a buscar su varita por toda la habitación, pues aún no había aprendido a usar magia sin ella. Estaba buscandola cuando la puerta se abrio, y por esta entró Dylan con una bandeja de metal, en donde llevaba un plato con huevos y tocino, además de unas rodajas de pan y un vaso con jugo de naranja. Rosalina se sentó en la cama, espectante.
Dylan (sonriendo) : Buenos días Rosy, te hice el desayuno.
Él cerró la puerta con su pie, tras lo que caminó hasta dejar la bandeja sobre una mesa de madera cerca de la cama.
Rosalina : ¿Donde me tienes?
Dylan : En un lugar donde estaras a salvo.
Él se sentó en la cama a la par de Rosalina, quien rápidamente se levantó y se alejó todo lo que pudo.
Dylan (se levanta de la cama) : Tranquila, no voy a hacerte daño.
Rosalina : Me secuestraste.
Dylan : Tu me orillaste a hacerlo. Tuve que hacerlo para que puedas enamorarte de mi.
Rosalina (incrédula) : Estas loco ...
Dylan : Sí Rosy, estoy loco por ti. No puedo vivir sin ti, y te prometo que me encargare de darte todo lo que pidas para hacer de tu estadía aquí lo más placentera posible.
Rosalina (se cruza de brazos) : Entonces quiero salir.
Dylan : Me temo que no será posible, al menos no hasta que me ames.
Rosalina (molesta) : ¡Entonces vete de aqui, quiero desayunar sola!
Dylan : Claro ... (señala una puerta) el baño esta allí, hay una ducha por si quieres bañarte. Y no te preocupes por la creatura que te acompañaba, no fue herida.
Rosalina : ¡Esa creatura es mi hijo!
Desesperada, Rosalina tomó una silla de madera y se la arrojó a Dylan, quien la esquivó transportandose hacia la puerta de la habitación.
Dylan (suspira) : Me temo que esa actitud negativa no te va a ayudar en estos momentos.
Él abrió la puerta y salió de la habitación, cerrandola de nuevo. Rosalina se sentó en la cama, molesta y asustada...
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