Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 29

Mario y su parte oscura continuaron peleando durante lo que parecieron un par de horas más, hasta que la parte oscura de Mario intentó golpearlo con la cola estando en el aire, pero Mario la sostuvo y le ensartó sus garras, causando que ambos comenzaran a caer. Al llegar al suelo, Mario aterrizó ensima de su parte oscura, quien cayó de espaldas al suelo. Su cola estaba sangrando, y Mario colocó sus garras sobre su cuello. Ambos estaban jadeando por el esfuerzo, y la parte oscura de Mario comenzó a reír, lo que desconsertó bastante a Mario.

Mario (confundido) : ¿Puedo saber ... que es tan ... gracioso?

Mario O. (sonriendo) : Pues, que nunca pense ... que serías tan bueno. Es evidente ... que te las puedes ingeniar ... solo. Tienes mi respeto, "héroe."

Mario comenzó a sentirse más cansado todavía, y sus ojos comenzaron a cerrarse, tras lo que se levantó bruscamente en una cama. Ale lo sostuvo con sus poderes mentales, y lo dejó suavemente sobre la cama.

Ale (acercandose a Mario) : Vaya ... veo que funcionó.

Mario (esforzandose por hablar) : ¿Como ... lo ... sabes?

Ale : Ya te dije, detecto grandes concentrasiones de magia oscura, y en estos momentos estas limpio. Ahora no te muevas, es probable que tengas la boca seca, así que ire por agua y comida.

Ale salió de la habitación, y Mario comenzó a ver a sus alrededores. Todo estaba igual que cuando lo vio la última vez, con la excepción de que las cortinas estaban corridas y las luces encendidas.

Ya al cabo de unos segundos, Ale volvió a entrar a la habitación llevando un jarrón de agua y un plato cubierto con un bowl de plata como los que ponen en los restaurantes. Vertió agua en un vaso de cristal y se acercó a Mario, ayudandolo a sentarse en la cama.

Ale : ¿Crees poder sostener el vaso?

Mario extendió su mano y tomó el vaso, tras lo que Ale comenzó a soltarlo poco a poco, notando que la mano de Mario temblaba un poco, por lo que volvió a sostenerlo.

Ale : Creo que no.

Con la ayuda de su amigo, Mario bebió toda el agua, tras lo que tosió un poco.

Ale : ¿Quieres más?

Mario (aclarandose la garganta) : Por supuesto, *ejem* mi boca parece el maldito desierto de Tostarena *ejem*.

Ale esbozó una pequeña sonrisa, tras lo que le sirvió más agua a Mario, hasta que estuvo hidratado. El joven de rojo se acomodó en la cama, apoyandose en la cabecera de la cama.

Mario (suspira) : Dime ... ¿cuanto tiempo estuve inconsciente?

Ale : Todo el día. Creo que es algo evidente, pero es de noche, son como las 10, más o menos.

Mario : Y ¿estuviste aquí todo ese tiempo?

Ale : No, yo venía a verte cada treinta minutos, y comence a venir más seguido cuando comenzaste a emanar oscuridad.

Mario : Ya veo ... pero, no estoy realmente seguro de que esto haya funcionado.

Ale se separó de Mario y tomó el plato, quitandole el bowl y revelando que era un filete de carne asada a la parrilla, un pedazo de chorizo y uno de longaniza, pure de papa, aguacate, frijol, y un picado de tomate con cebolla como salsa.

Mario (le truena el estómago) : Vaya ... se ve ... delicioso.

Ale (le ofrece el plato junto a unos cubiertos) : Anda, come. No soy muy bueno asando carne, así que tal vez algunos pedazos esten algo quemados.

Mario tomó el plato sin dudar un solo segundo, tras lo que empezó a comer.

Ale : Es carne de granjas Moo Moo, se supone que es bastante suave.

Mario (con comida en la boca) : Efta buenifimo (traga) unos pedazos algo quemados, pero se camufla con esta cosa hecha a base de tomate y cebolla. Eso o tengo tanta hambre que me da igual.

Ale (rasca su cabeza) : Pues, con que no lo vomites ya es suficiente halago para mí. Y sobre lo que digiste antes ¿porque no estas seguro de que haya funcionado?

Mario (toma agua) : Porque no "derroté" a mi parte oscura, simplemente se puso a reír como loco y pues, aparecí aquí.

Ale : ¿Te dijo algo parecido a "tienes mi respeto"?

Mario : Sí ... ¿como lo sabes?

Ale : Pues, mi parte oscura me dijo algo parecido. Eso significa que sabe que eres capaz de defenderte tu solo, por lo que no volvera a intentar poseer tu cuerpo, pues sabe que le daras batalla. Al final del día, tu parte oscura sigue siendo parte de ti.

Mario : Bueno, pues en ese caso creo que ya esta todo ¿no?

Ale : Aún no. Me temo que antes de dejarte regresar a tu casa debo asegurarme de que sepas eliminar el hechizo, así como saber identificar quien lo tiene y en que estado se encuentra.

Mario : Claro, así podre quitarle el hechizo a las chicas.

Ale : Exacto ... solo esperemos que no se pongan tan intensas como Daisy, porque esta vez tendras que estar consciente para poder quitarles el hechizo.

Mario (suspira) : Lo se.

Mario terminó de comer, tras lo que Ale tomó los platos y vasos, y se acercó a la puerta.

Ale (voltea) : Por ahora descansa, te lo mereces.

Ale salió de la habitación, tras lo que Mario se quitó los zapatos y el cinturón, acomodandose en la cama...

Luigi:

El hermano de verde regresó al comedor, sentandose un poco alejado de Daisy, quien no volvió a hablar en toda la reunión. Ya casi en la noche, Erick decidió que ya era hora de irse, por lo que se marchó de la casa, tras lo que cada quien fue a sus respectivas habitaciones.

Al entrar Luigi en la suya, se topó con una entrada a un evento deportivo colocada sobre su cama. La tomó en sus manos y se sentó en la cama, viendo fijamente a la entrada, tras lo que la guardó en una gabeta de su mesa de noche y comenzó a prepararse para dormir.

Al día siguiente, Daisy regresó a ser la misma de siempre, con sus comentarios sarcásticos y sus constantes bromas. Incluso se dedicó un buen rato a molestar a Luigi, quien estaba extrañado por el repentino cambio de humor, por lo que llevado por la curiosidad, se acercó a Peach para preguntarle al respecto. Ella estaba en su habitación leyendo una revista de cocina, por lo que el hermano de verde tocó ligeramente la puerta abierta, tras lo que Peach dejó la revista a un lado y se levantó de la cama.

Peach : ¿Que pasa Luigi?

Luigi : Bueno ... em ... yo ... (respira hondo, calmandose) yo quisiera hablar sobre Daisy.

Peach miró a Luigi con curiosidad, torciendo la cabeza.

Peach (pone su dedo índice en su mentón) : ¿Sobre Daisy?

Luigi : Sí, es sobre ... bueno ... su comportamiento. Ella suele ser muy brusca y seca, y pues quería saber si ... bueno ... alguna vez ha sido de otra forma.

Peach le hizo señas a Luigi para que entrara a su habitación, y aunque no estaba de acuerdo con ello, decidió entrar. Peach cerró la puerta de la habitación, y Luigi se sentó en la pequeña silla de plástico que había allí, la cual servía para sentarse frente a la laptop que tenía Peach. Luigi intentó apartar de su cabeza los recuerdos de cuando se sentaba junto a Peach en la cama, acomodandose en su hombro y recibiendo suaves besos de ella de vez en cuando.

Peach (se sienta en la cama) : Se que esto puede ser incómodo para ti, pero Daisy es una gran amiga mía y no quiero hablar sobre ella en el pasillo.

Luigi : Entiendo, no pasa nada.

Peach : Claro ... y respondiendo a tu pregunta, Daisy siempre ha sido así, la verdad, o te acostumbras a su personalidad o simplemente te alejas.

Luigi : Así que ella no es del tipo que habla de sus sentimientos.

Peach (niega con la cabeza) : No, bueno, no con cualquiera. Por lo menos, a mí sí me cuenta algunas cosas.

Luigi (pensativo) : Ya veo ... ... ... bueno, gracias por compartirme esto.

Luigi se levantó de la silla y comenzó a caminar hacia la puerta, la abrió, y justo antes de irse, Peach lo sostuvo de la mano.

Peach : ¿Porque?

Luigi (se suelta y voltea) : ¿Porque, que?

Peach : ¿Porque me preguntaste eso? ¿Porque el repentino interés en Daisy?

Luigi : Porque ... quería comprenderla mejor, eso es todo.

Luigi se fue caminando hacia su cuarto, en donde se encerró a pensar.

El tiempo siguió pasando, y ya cerca de la hora del almuerzo, se escuchó que alguien estaba entrando a la casa, y ese alguien no era otro más que Mario, quien habia aprendido todo lo que necesitaba y por fin había podido regresar a su casa.

Sin tiempo a reaccionar, Mario ya tenía a Rosalina prenzada de su cuello, y Pauline se acercó lentamente a darle un abrazo también. Aprovechando esta oportunidad, Mario las evaluó para ver si estaban bajo la influencia del hecizo o no.

Pauline (se separa) : Menos mal que regresaste.

Rosalina (se separa muy sonrojada) : Espero que hayas podido resolver ese caso.

Mario (rasca su cabeza) : Claro, fue difícil, pero al fin pude, y gracias a las estrellas estoy aquí de vuelta. En verdad las extrañe chicas.

Rosalina y Pauline se sonrojaron al escuchar las palabras de Mario, y la rubia comenzó a jugar con su pelo. Pauline se disponía a hablar cuando vio algo verde pasar rápidamente a la par de ella, y lo siguiente que vio fue a Luigi abrazando a Mario.

Luigi : ¡Que bueno que estes bien hermano, me tuviste preocupado!

Mario (le da toquecitos en la espalda mientras sonrie) : Yo también me preocupe por ti, tenía miedo de que Daisy te matara jeje.

Luigi soltó a Mario y sonrio levemente.

Luigi (se pone serio) : Y hablando de Daisy, hay algo que debo decirte ... en privado.

Mario (confundido) : Claro. (pensando) '¿Habra dicho algo sobre lo que pasó en verdad?'

De repente, Peach y Daisy bajaron también, por lo que Mario las saludó y aprovechó para evaluar a la rubia. Una vez que terminaron los saludos, Luigi fue a su habitación, y Mario se disponía a seguirlo, pero Pauline lo detuvo.

Pauline : Oye Mario, yo ... yo solo quería decirte que el lunes hare un pequeño ensayo con los instrumentistas. Rosa ya sabe.

Mario : ¡Estupendo! Tu tranquila, yo llevare al baterista.

Mario le sonrio a Pauline, tras lo que continuó su camino hasta la habitación de Luigi.

Mario (toca la puerta abierta) : ¿Se puede pasar?

Luigi (sentado en la cama) : Claro, pero cierra la puerta.

Mario cerró la puerta al entrar y se dirigió a la cama, sentandose a la par de su hermano.

Mario : Y ¿que pasó ahora?

Luigi : Pues ... ella volvió a besarme en los labios ... pero esta vez ... me dijo que le gustaba.

Mario (relajandose) : ¿En serio?

Luigi : Sí, y me dio esto.

Luigi le pasó a Mario la entrada.

Luigi : Su primer encuentro será mañana, y dijo que si quiero intentar algo con ella, que vaya.

Mario (le devuelve la entrada) : Y ¿que vas a hacer?

Luigi : Yo ... no se. Digo, ella es muy bonita, y por muy raro que suene ... me gusta más su actitud algo agresiva que la más pasiva y calmada de Peach.

Mario : Bueno, cada quien tiene sus gustos.

Luigi : Sí ... ... ... pero aún así, yo ... no se si ...

Mario (pone su mano sobre el hombro de su hermano) : Dime una cosa ¿la amas?

Luigi : ¿Que?

Mario : ¿Amas a Daisy?

Luigi : Bueno ... esa es una palabra algo fuerte, pero ... ella me gusta, y yo ... yo la quiero, y no me gustaría verla triste.

Mario : Entonces intentalo. Sí, es verdad que lo de Peach no salió como esperabas, pero eso no significa que dejes de intentar. Puede que no te sientas listo para tener otra relación, pero al menos ve y dile lo que sientes, o podrias perderla.

Luigi : ¿Crees que sea lo correcto?

Mario : Es lo que yo haría, pero el único que decide en tu vida eres tu. Ya eres adulto, después de todo.

Mario se levantó de la cama y caminó hasta la puerta, abriendola, tras lo que se dirigió a su habitación. Una vez allí se dejó caer en la cama y se quedó viendo al techo.

Mario (pensando) : 'Pauline y Peach tienen el hechizo, y en el caso de Pauline este ya esta bastante avanzado. Bueno, al menos Lina no lo tiene, lo cual es raro pues ella es muy cariñosa conmigo ... bueno, tal vez esa es su personalidad. Como sea, ya que Pauline es la máz avanzada, creo que empezare con ella...'

Al día siguiente, todo el grupo que iba a al universidad salió hacia su lugar de estudios, y Pauline, Peach y Rosalina le desearon suerte a Daisy en su pelea. Mario se quedó en la casa haciendo unas llamadas, tras lo que llegada la tarde se dirigió a la salida de la casa, topandose a una Daisy pensativa viendo fijamente la televisión apagada.

Mario (se detiene) : ¿Aún tienes dudas?

Daisy (sin ver a Mario) : Algunas ... pero no son las que esperaba tener.

Mario : Oye, tranquila, todo ira bien ... lo digo en serio.

Daisy, guiada por la curiosidad que le causó el tono juguetón de Mario, decidió voltearlo a ver. El le sonrio, tras lo que habló.

Mario : Te desearía suerte, pero se que no la necesitas, así que te desearé éxitos ... en todo.

Mario le guiñó un ojo, tras lo que salió de la casa y comenzó a caminar hacia la universidad.

Rosalina:

Una vez que terminaron las clases, la rubia comenzó a caminar al lugar que Pauline le había indicado. Llevaba su guitarra en un estuche en su espalda, y en el camino fue detenida por Lana.

Lana : Así que, vas para tu ensayo.

Rosalina : Exacto.

Lana : Pues en ese caso te deseo suerte.

Rosalina (sonrie) : Gracias.

Rosalina siguió su camino, y una vez que estuvo lejos, Lana sacó su teléfono y llamó a alguien.

Lana (hablando al teléfono) : Ella se quedará en la universidad debido a un ensayo ... sí ... no garantizo que quede sola, tal vez estará con Mario, pero si hay una oportunidad de capturarla, es esta.

... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

Al cabo de unos minutos, Rosalina por fin pudo encontrar el lugar del que Pauline le había hablado. Al llegar, pudo ver a Pauline atraves de una de las ventanas, por lo que se acercó a la puerta y tocó.

Pauline (abre la puerta) : Hola Rosa, gracias por venir.

Rosalina (sonriendo) : No, gracias a ti por invitarme a participar de esto. Realmente necesito algo que me empuje a practicar más.

Pauline : Ya lo creo ... y dime ¿viene el destello contigo?

El pequeño destello salió de debajo de la gorra de Rosalina.

Destello : Hola señorita Pauline.

Pauline (saluda sacudiendo su mano en el aire) : Hola pequeñín ... bien, pasen adelante, Mario no debería tardar en venir.

Rosalina entró a la habitación y sacó su quitarra, tras lo que comenzó a afinarla.

Pauline : Acústica ¿eh?

Rosalina : Sí, así no debo preocuparme de llevar un amplificador a todos lados ... ¿es un problema?

Pauline : No, claro que no, solo me pareció curioso.

Rosalina : Ah, (mira la batería) y ¿sabes quien será el baterista?

Pauline : No, Mario insistió en que fuera una sorpresa, pero dice que no hay nadie mejor que él.

Rosalina : Bueno, yo confiaría en Mario.

Pauline : Lo se, es solo que no me gusta que sea tan misterioso.

De repente, alguien tocó a la puerta.

Rosalina : Tal vez sea él.

Pauline se acercó a la puerta y la abrió, topandose con Mario y ... Yoshi.

Mario : Hola Pauline, traje a tu baterista tal y como prometí.

Pauline, algo confundida, dejó entrar a Mario y a su medio hermano al salón.

Yoshi (ve la batería) : Vaya ... hace tiempo que no veía una belleza de estas.

Mario : ¿Trajiste tus baquetas?

Yoshi (mete las manos a su maleta y las saca) : Siempre voy con ellas.

Rosalina : Hola Mario, y ... em ...

Mario : Chicas, él es Yoshi, mi medio hermano. Ambos nos criamos juntos en la isla yoshi.

Yoshi (hace una pequeña reverencia) : Señoritas.

Rosalina : Hola Yoshi.

Pauline (confundida) : Hola ... Yoshi (mira a Mario) ¿estas seguro de esto?

Yoshi (se sienta detrás de la batería) : Solo para que sepa, señorita, los yoshis llevamos el ritmo en la sangre.

Mario : Eso es verdad. Dale una melodía y unos bongos o un par de tambores, y ten por seguro que hará un ritmo capaz de cambiar la canción para bien.

Pauline : Bien, te creo. En ese caso, creo que es hora de comenzar a ensayar.

Pauline revisó dentro de su mochila, de donde sacó unas hojas, dandole una a Rosalina y la otra a Yoshi.

Pauline : En esas hojas van unos acordes y unas líneas rítmicas que yo creo van bien con la canción, pero si en algún punto quieren improvisar, por mi esta bien.

Rosalina : Claro, solo dame un poco de tiempo para que lea esto.

Pauline : Claro, comenzaremos a ensamblar las cosas cuando esten listos.

Daisy:

La castaña estaba preparandose para su primer pelea, pensando en si Luigi llegaría o no. Una vez que ya estaba lista, se colocó el protector dental y los guantes, tras lo que salió a donde estaba el público. Buscó con la mirada en todos lados, incluos al subir al cuadrilatero, pero no vio a Luigi en ningún lado.

Daisy (pensando) : 'Tal vez ... se le hizo tarde.'

La pelea dio comienzo, y Daisy hacía lo posible por no pensar en Luigi, pero la idea de que él no vendría y había rechazado sus sentimientos regresaba a su mente constantemente. Perdía la concentración con facilidad, y fue mandada a la lona de primero. Rápidamente se levantó, tras lo que sacudió su cabeza, y fue entonces que sucedió. Parado hasta arriba, y saludandola tímidamente, se encontraba Luigi ... sí había llegado. Daisy intentó sonreirle, y ya superado ese miedo y con la mente despejada, la castaña terminó con la pelea rápidamente, tras lo que le hizo señas a Luigi para que la fuera a buscar al lugar donde se cambiaba.

Allí se secó el sudor y se quitó los implementos deportivos, y al momento en que tocaron la puerta ella abrió, diciendole al guardia que dejara pasar a Luigi, quien entró.

Daisy (sonriendo) : Viniste.

Luigi (sonriendo) : Claro que vine ... tu ... en realidad me gustas Daisy, y mucho, y lo haces tal y como eres, con tu actitud ruda y valiente, pero bajo la cual se encuentra una buena persona ... y además creo que eres muy bonita. Jamás cambies.

Daisy (soltando unas lágrimas) : En verdad te amo, grandisimo ...

Daisy no terminó su oración, y en vez de eso se arrojó hacia Luigi, besandolo apasionadamente en los labios. Luigi cerró los ojos y la abrazó, tras lo que Daisy se subió en él, prenzando sus piernas detrás de su espalda. Luigi se tambaleó hacia atras, topandose con la puerta, tras lo que colocó sus manos en las piernas desnudas de Daisy, cargandola...

Pauline:

Una vez que terminó el ensayo, Yoshi se despidió de todos y se fue del lugar.

Pauline (guardando su micrófono) : Tenías razón Mario, él es un excelente baterista.

Mario : Te lo dije.

Rosalina (guardando su guitarra) : La canción esta quedando de maravilla, y en verdad tienes una voz hermosa Pauline.

Pauline : Gracias, tu también tocas la guitarra de maravilla Rosa.

Mario : Bien, ya esta la letra, la melodía, y aprovechando que dibujo, podría hacer carteles y eso ... ¡seras catapultada al éxito, Pauline!

Pauline (sonriendo) : Y todo ... gracias a ti ... Mario.

Mario (rasca su cabeza) : Oye, yo solo te di el empujón que necesitabas.

Pauline : Hiciste más que eso ... em, Rosa ¿podrías adelantarte? Quisiera hablar algo ... privado con Mario.

Rosalina : Eh ... claro. Los veo en la casa.

La rubia salió del salón, tras lo que Pauline cerró la puerta del salón.

Mario : Eh ... ¿esta todo en orden, Pauline?

Pauline comenzó a acercarse lentamente a Mario, y con cada paso que daba el rubor en sus mejillas aumentaba.

Pauline : Sí, todo esta bien ... es solo que ... desde que te conocí ... todo cambió. Me has ayudado mucho ... y realmente te estoy agradecida ...

Mario : Pues, de nada.

Pauline (rie suavemente) : No solo es eso Mario ... yo ... bueno ... creo que eres muy valiente y ... tierno, y dulce y ... muy apuesto y yo ... hay algo que ... que he querido decirte pero ... pero no se si ... si yo ...

Pauline se paró a pocos pasos de Mario, quien sabiendo lo que iba a pasar tomó sus manos delicadamente y la vio a los ojos.

Mario : Sabes que no es necesario que digas nada.

Pauline : Lo ... se ...

Pauline cerró los ojos y se hizo hacia adelante, besando a Mario en los labios, quien correspondió el beso abrazandola...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro