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Capitulo 12

Mario salió de su habitación hecho una fiera, con los ojos como dos llamas ardientes, dispuesto a hacer algo de lo que podría arrepentirse más adelante. Por suerte para él, alcanzó a ver a Luigi sentado en el suelo sosteniéndose el rostro, y esto lo distrajo. Desvió su camino y se arrodilló cerca de su hermano para ver que le estaba sucediendo.

Mario : Hey Luigi ¿te sientes bien?

Luigi (con las manos en el rostro) : Sí ... creo.

El hermano de verde retiró las manos de su rostro, tras lo que Mario puso cara de preocupación y sorpresa.

Mario (preocupado) : Bien ... em ... no, no te muevas, y dime donde tienes un botiquín.

Luigi (asustado) : ¿Que pasa Mario, tan ... tan mal esta? ¿Se me va a caer la nariz?

Mario : No lo creo, pero si esta inchada ... bueno, más de lo normal. Y sangra un poco.

Luigi levantó el rostro para poder parar el sangrado, y Mario lo ayudó a entrar a su cuarto y lo sentó en la cama.

Luigi : Busca entre mi armario, allí debe estar el botiquín. (suspira) A veces odio tener una nariz tan grande, siempre que me golpeo el rostro me hago desgracia la nariz.

Mario (buscando) : No eres el único ... ¡aquí esta!

Mario sacó el botiquín del armario y lo abrió justo a la par de su hermano.

Mario : Em ... ¿que hago?

Luigi : ¿En verdad no sabes que hacer?

Mario : No, generalmente yo rompo narices ... no las reparo. Y a todo esto ¿que champiñones te pasó?

Luigi : Daisy estaba tocando a la puerta de mi habitación y cuando abrí recibí un último golpe de parte de ella, aunque creo que no fue intencional.

Mario (molesto) : Daisy ¿eh? ... bien, me encargare de "hablar" con esa princesita de ....

Luigi (lo interrumpe) : Vamos Mario, estoy seguro de que no fue su intención, ella solo quería despertarme. Prometeme que no haras algo sin pensar ¿de acuerdo?

Mario : Tranquilo, pensare muy bien como enterrar su rostro en algún lado.

Luigi : Mario...

Mario (suspira) : Esta bien, no voy a lastimar a nadie, aunque se lo merezca.

Luigi : Gracias hermano.

Rosalina:

La rubia se encontraba cortando unos tomates para hacer el desayuno de Mario y Luigi cuando vio a Daisy llegar a la cocina silbando muy animada.

Rosalina : Luces muy contenta Daisy.

Daisy (sonriendo) : No solo luzco contenta Rosa, lo estoy. Ah, y por cierto, Mario y Luigi deberían bajar pronto.

Pauline : ¿En serio los despertaste?

Daisy : Es mejor si se comen el desayuno recién hecho ¿no crees?

Peach : Eso es cierto. Gracias por hacernos el favor, Dais.

Daisy : No hay de que. Ahora, voy a sentarme en la mesa a esperar el desayuno, gracias.

La princesa del reino árido se sentó en una de las sillas y colocó sus pies sobre la mesa, reclinandose en la silla.

Rosalina (en su mente) : 'Tal vez deba ir a ver como estan los chicos. No conozco mucho a Daisy, pero no parece del tipo que despertaría amablemente a alguien.' (hablando) Debo ir al baño, ya vuelvo.

La chica de ojos celestes salió de la cocina y subió a las habitaciones. Al estar cerca de la de los hermanos, escuchó a Mario hablando bastante molesto. El ruido venía de la habitación de Luigi, por lo que se asomó...

Rosalina (preocupada) : ¿Que le pasó a Luigi?

Mario (la voltea a ver) : Hola Lina, pues lo que le pasó es que ...

Luigi (lo interrumpe) : Me tropece al levantarme de la cama y caí al suelo. Al tener una nariz tan delicada creo que me la rompí jeje.

Rosalina : Auch, eso si es mala suerte. Por suerte creo que puedo ayudar.

Mario : ¿En serio?

Rosalina : Sí. De pequeña solía explorar mucho, y me rompí la nariz en más de una ocasión. Mi mamá me enseñó como vendarlas, y he tratado a mi hermano pequeño en el pasado. Y en el caso de Luigi pues ... solo debo vendar más piel ... espero.

Mario (aliviado) : Gracias Lina, te debo una.

Rosalina : No pasa nada, es un placer ayudar.

Mario le pasó el botiquín a Rosalina y ella tomó el rostro de Luigi entre sus manos.

Rosalina : Bien Luigi, tienes la nariz algo torcida, así que antes de vendarla debo regresarla a su lugar ¿de acuerdo?

Luigi (traga saliva) : De acuerdo.

Rosalina : Perfecto, entonces lo haré a la cuenta de tres. Uno ...

De un rápido movimiento, Rosalina regresó la nariz de Luigi a su lugar, causando que tronara. El pobre chico de verde lanzó un fuerte grito al aire y Mario tuvo que sostenerlo para que no saliera corriendo.

Luigi (con lágrimas en los ojos) : ¡Eso dolió, y creí que digiste a la de tres!

Rosalina : Es que el dolor es menor si te toma por sorpresa ... creo.

Mario : Eso ya no importa, solo termina de vendarlo ¿de acuerdo?

Luigi (tranquilizandose) : Sí, tienes razón.

Luigi volvió a quedarse quieto, y Rosalina procedió a terminar de vendar su nariz. Una vez que esta estuvo lista, Luigi le dio las gracias a la rubia con un abrazo, tras lo que ella y Mario fueron a la habitación del hermano de rojo, para así dejar que Luigi se cambiara.

Rosalina (sentandose en la cama) : Bien, ahora que Luigi no puede oirnos ¿vas a decirme que le pasó en verdad?

Mario : Em, no se de que hablas.

Rosalina (cruza sus brazos frente a su torso) : Mario, no soy tonta. Una simple caída al suelo no deja una nariz así de lastimada.

Mario (suspira) : Bien ... lo que pasó es que la demente de Daisy vino a despertarnos, y para hacerlo somató la puerta de la habitación de Luigi como si no hubiera un mañana. Al despertar, el pobre fue a abrir la puerta y fue recibido por un último puñetazo.

Rosalina : Pero ¿porque no me lo dijo?

Mario : Él esta muy seguro de que Daisy no lo golpeo a propósito, y aunque no lo estuviera, él no es de crear conflictos. En ese sentido creo que es más listo que yo ... aunque a veces el no decir nada lleva a que las personas le pasen ensima.

Rosalina : Y tu ¿que vas a hacer?

Mario : Respetar su desición de momento. (con un tono amenazador) Pero si le vuelve a hacer daño, voy a encargarme de que no pueda volver a practicar ningún tipo de deporte porque pasará el resto de sus días en una camilla de hospital.

Rosalina (un poco asustada) : Em ... no creo que sea necesario ... exagerar tanto.

Mario (se rasca la cabeza y regresa a su tono normal) : Lo siento, estaba exagerando a propósito. Es una forma de lucir amenazante a la hora de hablar.

Rosalina (aliviada) : Entiendo. Y en tu caso ¿como te despertó?

Mario (desvía la mirada y se sonroja un poco por la vergüenza) : Pues ... me ... botó de la cama.

Rosalina (preocupada, trata de tomar su cabeza) : ¿Estas bien, no te duele la cabeza?

Mario (regresando los brazos de Rosalina) : No, tranquila, estoy bien. Ahora solo dejame cambiarme ¿de acuerdo?

Rosalina (sonriendo aliviada) : De acuerdo.

Rosalina salió de la habitación y bajó a la cocina, en donde el desayuno estaba ya casi listo.

Pauline (al verla) : Oye Rosa ¿sabes que acaba de pasar? Juraría que escuché a Luigi gritando.

Rosalina : Sí, él gritó.

Peach : ¿Porque?

Rosalina : Pues porque...

Peach (al ver a Luigi) : ¡¡No puede ser!!

Peach salió corriendo de la estufa hasta donde Luigi estaba entrando, acercandose a él y sosteniendo su rostro. El pobre se sonrojó un poco, y Peach comenzó a hacerle preguntas.

Peach : ¿Que te pasó? ¿Estas bien, no necesitas ayuda? ¿Te sientes mareado?

Luigi (nervioso) : Jejeje, estoy bien Peach ... aprecio la preocupación, pero Rosa ya se encargó de ayudarme.

Peach : Oh ... que buenas noticias.

Daisy : Así que ibas al baño ¿eh?

Rosalina : Mentí, pero por una buena causa.

Pauline (a Luigi): Y ¿como te pasó esto?

Luigi : Me levante de golpe, tropece y caí al suelo.

Peach : No puede ser (voltea a ver a Daisy) ¡Ves lo que le hiciste!

Daisy (sorprendida por la mentira, pero la sigue) : ¡Oye! Que no pueda ni levantarse de su cama no es mi problema.

En ese instante entró Mario a la cocina, causando que las miradas de las cuatro chicas se clavaran en él.

Pauline (saluda nerviosa) : Hola ... Mario.

Peach (deja a Luigi a un lado) : Hola Mario.

Mario : Em ... hola Peach y Pauline, (aguantando ira) hola ... Daisy.

Mario se dirigió a la estufa, y antes de llegar Peach le cortó el paso.

Peach : No será necesario Mario, con ayuda de Pauline te hemos hecho el desayuno.

Mario : ¿En serio?

Pauline : Sí, a ti y a Luigi. Aunque no hemos si...

Peach (interrumpe) : Solo nosotras dos ... (susurrando) y me encargué de hacer el tuyo especial.

Mario (rasca su cabeza) : Pues gracias jeje, no debiste molestarte.

Los que no habian comido se sentaron a la mesa, y Pauline y Rosalina salieron de la cocina.

Pauline (alcanza a Rosalina) : ¿Porque no dijiste nada? Iba a decir que tu también ayudaste cuando Peach me interrumpió y...

Rosalina (levanta la mano para interrumpirla) : No importa Pauline, realmente no hice mucho, subí a las habitaciones antes de hacer algo significativo. Pero aprecio tu iniciativa, gracias.

Rosalina siguió su camino, cruzando para subir a su habitación.

Pauline (en su mente) : 'Peach se interesa cada vez más por los hermanos, y cuando decida a quien quiere conquistar se volvera aún más agresiva de lo que esta ahora. Ya identificó que Rosalina se lleva muy bien con los hermanos, y me temo que hara lo posible por hacerla a un lado. Y por mucho que me duela ... debo ponerme del lado de Rosa.'

Una vez que terminó el desayuno atrasado, Daisy y Peach subieron a bañarse, dejando a Mario y a Luigi solos en la cocina. Pauline, quien aún estaba cerca, aprovechó que no habian distracciones y fue a hablar con Mario.

Pauline (acercandose a Mario) : Oye Mario, em ... ¿podemos hablar?

Mario : Claro.

Pauline : Pero no aquí. Es algo ... importante.

Mario (entendiendo) : Pues entonces te sigo. (a su hermano) Ire con Pauline.

Luigi : Por supuesto, yo me quedare por aquí a que le pegue un poco de aire a mi nariz.

Mario dejó a su hermano en la cocina y siguió a la chica de pelo negro hasta su habitación, en donde ella cerró la puerta.

Mario : Y ¿que vas a decirme?

Pauline (se sienta en su cama) : Pues he estado trabajando en una canción y esperaba que me ayudaras.

Mario : *Shhhhh* Creo que te quedo mal con eso, realmente no se nada de música ... (chasquea los dedos) aunque ya se quien te puede ayudar: Rosalina.

Pauline : ¿Que?

Mario : Ella toca la guitarra, puedo decirle y...

Pauline : ¡No! Creí que teniamos un trato.

Mario : Y por eso te presento la idea primero.

Mario se arrodilló frente a Pauline y tomó sus manos, causando que ella se sonrojara.

Mario : Si tienes miedo de ser juzgada, puedo decirte que Rosalina es una persona muy comprensiva, y no te vera de forma distinta. Si el miedo es que tu papá se entere, ella no lo conoce, así que ni siquiera tendra oportunidad de que se le salga. Y si lo que te asusta es que Peach y Daisy se enteren, estoy seguro de que si se lo pides de corazón ella no les dira. Lo que trato de decir Pauline, es que no puedes vivir en el secreto por siempre, tarde o temprano deberas salir a la luz.

Pauline vio a Mario directamente a los ojos, y sin pensarlo mucho le plantó un beso en la frente.

Pauline : Aprecio el consejo Mario, pero no quiero que nadie más lo sepa.

Mario (suspira) : Si es lo que quieres.

Él se levantó y soltó las manos de Pauline, tras lo que salió de su habitación.

Mario (en su mente) : 'Si alguien sabe sobre guardar secretos durante mucho tiempo, ese soy yo. Y creeme Pauline, el hacerlo te consume poco a poco...'

El resto de la tarde pasó normalmente, y ya en la noche Rosalina fue al cuarto de Mario junto al destello.

Rosalina (entrando) : Perdón por venir.

Mario (deja su celular a un lado) : No hay problema ¿que se te ofrece?

Rosalina : Yo ... voy a tener una pijamada con las chicas en la habitación de Peach. Hay unas camas inflables allí, así que creo que todas dormiremos allí, por lo que quería saber si cuidabas a destello por mi.

Mario (sonriendo) : Sera un placer. Destellín y yo nos llevamos de maravilla.

Destello (sale de debajo de la gorra de su mamá) : Eso es verdad.

Rosalina : Pues entonces los dejo.

El destello entró a la habitación de Mario y se quedó flotando cerca de él, tras lo que Rosalina se dirigió a la habitación de Peach, cerrando la puerta.

Mario : Y ¿que quieres hacer?

Destello : Pues no se. Mamá generalmente me acuesta a las 8:30 de la noche.

Mario : Pues yo no soy tu mamá ¿que te parece si nos desvelamos jugando algo?

Destello : ¡Claro! Pero ¿que jugamos?

Mario : Observa.

El joven de rojo se dirigió a su armario y sacó una laptop junto a dos controles, dandole uno al destello.

Mario : Ya te explicare como funciona esto y ...

Mario fue interrumpido por alguien tocando a la puerta de su habitación. Rápidamente guardó los controles y la laptop en su armario nuevamente, y volteo a ver al destello, quien ahora estaba alarmado.

Mario (susurrando) : Escondete.

Destello : ¿Donde?

Mario (buscando) : Ehhhhh ... ¡mi armario!

El pequeño se metió en uno de los gabinetes del armario, desde donde podía ver por unas rendijas lo que pasaba en la habitación. Mientras, Mario abrió la puerta y se topó con Luigi en pijama, y Yoshi.

Mario (alegre y sorprendido) : ¡Yoshiiii!

Yoshi : ¡Marioooo!

Ambos se dieron un fuerte abrazo.

Mario (riendo) : Me alegra verte de nuevo, hermano.

Yoshi : Digo lo mismo, ha pasado tanto tiempo.

Mario : Vaya, veo que tu español a mejorado.

Luigi : Ha estado practicando.

Mario : Genial, pero ¿como llegaste hasta aquí? ¿Luigi te trajo?

Yoshi : Me lo encontre cuando iba a entrar a la universidad, y luego de hablar un poco me convenció de visitarlos.

Luigi : Y si las chicas tendran una pijamada ¡nosotros tendremos la nuestra!

Los dos visitantes entraron al cuarto de Mario, y Luigi colocó dos camas inflables, mientras que Yoshi sacó una sábana de la mochila que traía.

Mario (cierra la puerta nervioso) : Chicos, debemos hablar de esto con las chicas.

Luigi : Peach ya sabe, y no le importa que Yoshi se quede a dormir.

Mario : Pero ... ¿cuando planeaban decirme?

Yoshi : Queriamos que fuera una sorpresa.

Mario (ve al armario) : Pues ... vaya sorpresa, pero ...

Luigi : Yoshi trajo controles extra para que podamos jugar los cuatro.

Mario (ve a Yoshi) : Mmmm (en su mente) 'No he visto a Yoshi en mucho tiempo ... lo siento pequeño, pero no creo poder sacarlos de aquí.' (hablando) Bien, hagamos esto, pero: wao, yo shi shi yo yo (hablaremos en lengua materna)

Yoshi (hablando en su idioma) : Vaya, aún recuerdas como hablar yoshi.

Mario (hablando yoshi) : ¿Como podría olvidar el idioma de mi infancia?

Destello (en su mente) : '¿Que estrellas estan diciendo...?'

*A partir de aqui, este grupo hablara solo en idioma yoshi*

Rosalina:

La chica de ojos celestes fue la última en llegar. Peach le abrió la puerta, y ella pudo ver a Pauline y Daisy sentadas en una de las camas inflables. Pauline y Peach llevaban una camisa de botones y un pants rojo y rosado, respectivamente. Daisy llevaba un top naranja y unas bragas del mismo color, y Rosalina llevaba una blusa celeste larga que cubría sus bragas moradas.

Peach (sonriendo) : Bien, ya estamos todas aquí, pasa adelante Rosa.

Rosalina (sonriendo) : Gracias por invitarme amiga.

Ella entró y Peach cerró la puerta detrás de ella, tras lo que ambas fueron a sentarse junto a las otras dos chicas, formando un círculo.

Rosalina : Y bien ¿que hacemos ahora?

Daisy : Pues, podemos jugar cartas y cada vez que alguien pierda se quita una prenda de ropa.

Pauline : Si hicieramos eso serias la primera en quedar desnuda Daisy.

Daisy : ¿¡Estas implicando que siempre pierdo!?

Pauline : Dadas las últimas experiencias ... sí.

Daisy : ¡Ya veras!

Daisy intentó lanzarse contra Pauline, pero Peach la sostuvo.

Peach : Dais, no es necesario ponernos tan tensas ahora. Aunque, aprovechando que tienes toda esa energía acumulada ¿que te parece si iniciamos con una guerra de almohadas?

Daisy se detuvo en sus intentos de lanzarse sobre Pauline y se sentó cerca de ella, zafandose de Peach. Su rostro cambió, denotando malicia y deseos de venganza, y una malvada sonrisa se formó en su rostro.

Daisy (con malicia) : Veo que ya hablas mi idioma Peachy.

Pauline (traga saliva asustada) : Ay no.

Rosalina : ¿Guerra de almohadas?

Daisy (toma una almohada) : ¡Que empiece la masacre!

De un rápido movimiento, Daisy estrelló su almohada en el rostro de Pauline, quien cayó de espaldas sobre la cama. Peach tomó su almohada y saltó sobre Rosalina, quien flotó hacia atrás y esquivó el ataque. Rápidamente tomó una almohada y bloqueó el otro ataque de Peach mientras comenzaba a reír. Por otro lado, Daisy atacaba a Pauline sin piedad con su almohada.

Daisy : ¿¡Quien es la perdedora ahora!?

Pauline (tapandose con las manos) : ¡Esta bien, me rindo, dejame en paz por favor!

Daisy : ¡Claro que no, en balde tanto pecho si no te va a cubrir de los golpes!

Pauline : ¡Solo estas celosa de que tu busto es el más pequeño de las cuatro!

Daisy : ¡Al menos tengo más trasero, pedazo de tabla!

Y Daisy habría continuado masacrando a la pobre Pauline de no haber sido porque Rosalina le dio un almohadazo en el rostro.

Rosalina (entre risas) : ¡Ya te di! ¡Jajajaja, esto es muy divertido!

Pauline se levantó de la cama totalmente despeinada y con la pijama hecha un desastre.

Pauline (mareada) : No ... no lo es.

Daisy se volteó con los ojos envueltos en llamas y tomó su almohada, lanzandose sobre Rosalina.

Daisy : ¡Me las vas a pagar, rubia oxigenada!

Antes de recibir el impacto, Rosalina flotó un poco hacia arriba y aterrizó lejos de las tres chicas.

Daisy : ¡Usar magia es trampa!

Peach (le da un almohadazo a Daisy) : ¡Que importa, así es más divertido!

Daisy respondió dandole otro almohadazo a Peach, y Rosalina aprovechó para darle uno a Pauline.

Pauline (cansada) : Que ya me rendiiiiii...

Rosalina : Ups, lo siento.

Daisy : ¡En la guerra no se puede lamentar nada!

Daisy le asestó un golpe a Rosalina en el rostro, causando que diera una vuelta completa en la cama y terminara tendida allí.

Rosalina (sosteniendo su boca) : Auuuu ... eso dolió ...

Peach (acercandose a Rosalina) : Recuerda que puedes rendirte cuando quieras.

Rosalina : Pues, ahora que lo mencionas...

Rosalina no pudo terminar de hablar pues fue interrumpida por un ataque de Daisy, tras lo que ella y Peach comenzaron a atacarla con sus almohadas. Rosalina hacia lo que podía por salir de allí, pues le era imposible hablar. De repente, una almohada golpeo a Peach y luego a Daisy, tras lo que Rosalina sintió como era arrastrada por el brazo a otro lado. Lo siguiente que supo fue que estaba detras de una barrera de almohadas junto a Pauline, quien parecía alterada.

Rosalina : Gracias Pauline ... las almohadas puede ser suaves, pero ellas estaban comenzando a lastimarme.

Pauline (suspira) : Lo se, ellas se vuelven locas cuando jugamos esto. Daisy es demasiado competitiva y deja salir su lado más tóxico cuando compite, y Peach solo le sigue el juego. Una vez estuvieron golpeandome con sus almohadas por casi tres minutos.

Rosalina : Eso suena horrible.

Pauline : Lo se ... a veces son un dolor de cabeza.

De repente, Daisy apareció arriba de la barrera de almohadas con tres almohadas entre sus dos manos.

Daisy : ¡¡Hi, I'm Daisy!!

Rosalina reaccionó rápidamente y tomó a Pauline del brazo, la dejó del otro lado del fuerte, tomó una almohada y la usó para darle a Daisy en el rostro, todo en un solo momento. Daisy sintió el impacto y cayó rostro en cama, terminando Rosalina de pie del otro lado del fuerte, justo a la par de una confundida Pauline.

Pauline : ¿Pero que ...? ... ¿como te moviste tan rápido? ... yo ... no se ni en que momento llegué aquí.

Rosalina (en su mente) : 'Argh, olvido que mis poderes se activan cuando me siento en peligro ... debo ser más cuidadosa.'

Peach : ¡¡Te atrape!!

Peach intentó darle a Rosalina, pero ella volvió a moverse rápidamente y se arrojó al suelo, usando su cuerpo para frenar a Peach en seco. Debido al impulso, ella salió volando hacia adelante y golpeó a Daisy cuando esta intentaba levantarse, cayendo ambas detrás del fuerte. Rosalina volvió a ponerse de pie, tras lo que corrió a ver como estaban las chicas, y Pauline fue con ella.

Al llegar, encontraron a Daisy tendida en el suelo y a Peach sobre ella, ambas de espaldas a Rosalina y Pauline.

Pauline : Excelentes reflejos Rosa.

Rosalina (se rasca la cabeza) : Bueno, tampoco ha sido para tanto jeje...

Una almohada impactó en el rostro de Rosalina y la mandó hacia atras, causando que rodara en la cama inflable y quedara tendida al reves, por lo que su blusa cayó al suelo revelando su espalda por unos segundos. Pauline se quedó asombrada de lo que vio, Peach se levantó y también se sorprendió, y Daisy se levantó rápidamente con la marca de una almohada en su rostro. Se le veia furiosa, y al levantarse apuntó de inmediato a Rosalina.

Daisy (furiosa) : ¡¡¡Nadie me humilla así pedazo de ... !!! (ve la espalda de Rosalina y se sorprende, tras lo que empieza a calmarse) Vaya Rosa ... lindo tatuaje.

Rosalina se sentó rápidamente y volvió a acomodar su blusa, pero ya era demasiado tarde. Las tres chicas habian visto la marca en forma de estrella que tenía en su espalda.

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