Albedo, el proclamado alquimista en jefe de Los Caballeros de Favonius, quien, a pesar de no ser un humano, ha sabido llevar su vida en semejanza a uno.
Albedo nunca se preocupó por cosas tan trilladas como el amor, pues es que no entendía como podrían amar a una misma persona por tanto tiempo, incluso para unirlos legalmente. Quizás lo entendería si fuese 3, o 4 personas distintas, pero, ¿Una sola? No, eso tenía que verlo para creerlo.
Si bien no era un tema recurrente en su cabeza, cuando se hallaba en ese sin sentido de ideas, su primera, y más rápida opción, era preguntarle a su compañera Sacarosa,  quien aún sin mucha experiencia, siempre respondía:
"Quizás la monogamia no sea lo tuyo, Sr. Albedo"

¿Monogamia? No, de hecho, tenía bastante sentido, una sola persona por el resto de tu vida no parecía correcto, había incluso demasiados cosas por explorar en cada indibiduo, porque así eran los humanos, tan distintos entre sí, sin duda, extraordinarios, en palabras del mismo Albedo.
Pero, ¿Por dónde debía empezar? Había tratado de hacer un análisis al respecto hace ya un tiempo, pero al verse carente de interés, simplemente lo dejó. Fue ahí que se dio cuenta que si quería llevar una vida exactamente como un humano natural lo haría, aunque habían excepciones, necesitaba de experimentar amor. Sin embargo, de la forma en la que él lo planteaba, no sonaba correcto a los oídos de las personas mundanas, que eran una parte importante de su experimento. Pero mientras pensaba en cómo persuadir a sus próximos sujetos de prueba de sus intenciones, decidió primero probar con individuos más allegados a su persona, y que podrían llegar a comprender la situación de mejor forma.

《¿Por donde debería buscar?》
Pensó Albedo, ¿Podría ser en Liyue? No era tan conocido por esa zona, pero si buscaba gente que lo conociera lo suficiente para llegar a entender su idea, entonces eso no sonaba como la idea correcta...
Su lugar preferido, o sea, donde pasaba mas tiempo, era Espina Dragon, pero naturalmente había mucha gente por esa zona, las únicas personas serían aventureros muertos de fríos, y también estaba...

—mmmm tengo una idea de por donde puedo empezar.