Brasil.
Me levanté de golpe cuando sentí como el agua fría hacía contacto con mi piel, la cual se resintió mucho al estar primero calientita bajo una manta y luego tener que soportar el cambio drástico de temperatura, incluso grité, tallé mis ojos y, cuando mi vista ya no era borrosa, pude ver a mi madre frente a mi cama con una cubeta vacía en la mano.

-- ¡¿Qué te pasa?! --le grité jadeando.

-- Se te hizo tarde --se fue, dejándome solo mientras me recuperaba del susto.

-- Espera, ¿qué hora es? --miro al reloj colgado en la pared y me toma un tiempo saber la hora -pues es de manecillas-, son las 6:34am (1*).

Salgo de la cama totalmente apurado y desubicado mientras me desvisto y quito toda prende que esté mojada.
Agarro cualquier camiseta, al igual que un jean, y me mos pongo. De un cajón tomo un par de calcetas y, antes de colocármelas, saco mis tenis de abajo de la cama.

Tardé dos minutos en salir; voy directamente al baño a lavarme los dientes mientras escucho a Portugal gritar "¡apúrate!".

Salgo corriendo del baño mientras que con la mano limpio la pasta que quedó al rededor de mis labios.

-- Hay mejores formas de levantar a alguien, ¿sabes? --comento una vez estamos en el auto y ella está encendiéndolo.

-- Te hablé varias veces y no me hiciste caso --arrancó el carro-- Y no creas que no me di cuenta, vas a ver cuando volvamos.

Alzo la ceja;-- ¿Cuenta de qué? ¿De qué me hablas?

-- Ya vi que me falta mi marcador azul marino de ballena en peligro de extinción punta gruesa --trago saliva, creí que no se daría cuenta-- Y la punta de mi marcador negro tono piel de persona africana punta mediana está sumida.

-- T-te compro unos nuevos --ella comienza a acelerar, esa es su forma de controlar su enojo-- S-solo no vayas a chocar.

-- No, si yo acelero porque se nos hizo tarde por tu culpa --aprieta el volante.

Solo espero no vaya a hacer una estupidez al volante.
Cuando veo por la ventana, aún puedo ver lo oscuro del cielo, pero solo es un contraste a la hora que realmente es.
Las cosas -árboles, casas, carros- pasan a una velocidad que hace que se perciban borrosas, aunque la rapidez es en realidad provocada por mi madre conduciendo.

Llegamos en tiempo récord a la sede, la buena noticia es que ONU llegó al mismo tiempo que nosotros, pues lo vemos bajando de su automóvil mientras hacemos lo mismo.

-- ¡Hola, ONU! Buenos días --saluda mi mamá.

Ella y ONU se detienen y comienzan a conversar, mi madre se toma una pláticas muy largas, así que sigo caminando para llegar a la sala.

Ahora que lo pienso, sería buena idea usar este tiempo y el descanso para hablar con México. Siento que lo estoy perdiendo, convive más con Chile, Venezuela, Perú y Argentina, además, lo vi salir con Alemania y Canadá.
Ah, tal vez no sea lo que él busca, o no soy lo suficiente.
Tal vez él busca alguien más como ellos y menos como yo, a quién engaño (2*).

De todas formas, mi madre me ha dicho que primero debo intentar y luego de una opinión de mi experiencia. Es decir, debo arriesgarme, porque más vale arriesgarlo, es todo o nada.

Narradora.
Después de tomar el elevador, salió de el y caminó hasta llegar a la entrada de la sala, tomando aire y entrando, poniendo una sonrisa en su rostro (3*).

Una vez llegó a su asiento, miró hacia México, el cual hablaba con Estados Unidos; se desanimó aún más, ¿cómo iba competir contra USA?

-- Holi, Brasil --saludó una voz de su lado izquierdo.

-- Hola, Uru --devolvió viéndole con una sonrisa.

Comenzaron a hablar, Brasil estaba tan inmerso en la plática que simplemente olvidó su plan de hablar con México; para empezar, Uruguay era su amigo y jamás lo abandonaría.

ONU y Portugal llegaron mientras conversaban, haciendo que los países llegaran a sus asientos mientras se preguntaban que hacían ellos dos juntos. La junta comenzó, el tema de aquel día era la obesidad.

Normalmente la mayoría de países voltearon hacia el continente americano, mirando principalmente a Norte América.

Durante mucho tiempo, Estados Unidos y México han sido los países con una taza grande de obesidad que aumenta inevitablemente cada año.

Señalaban los factores del porqué aquellas cifras se elevaban a una velocidad alarmante, algunos se burlaban, siendo regañados por la organización.
Aunque aquello pueda tomarse en cierta parte como broma, el problema que conlleva al país es increíblemente alto, además de reducir la esperanza de vida y, en conjunto, aumentar otras enfermedades.

Además, en la mayoría de los casos se crea una depresión que debe ser tratada junto a la obesidad, ya que están entrelazadas (4*).

El tono de voz de la ONU junto a su mirada hacía percibir a los países como si estuvieran siendo regañados, ninguneados, cuando ellos no podían hacer nada para solucionar aquel problema. Una de las soluciones más obvias es tratar el tema dando una imágen realista de la obesidad desde que alguien es pequeño.

El descanso inició, un gran alivio para ambos países norteamericanos.
Todos empezaron a charlar mientras que Brasil tomaba valor para acercarse a México y hablar con él.

-- ¿A dónde vas? --preguntó el uruguayo.

-- Voy a hablar con Méx, ¡deséame suerte! --sonrió mientras se levantaba de su lugar e iba hacia el mencionado.

-- Oh, o-okey...suerte --murmuró desanimado.

Caminaba con la vista fija hacia el mexicano, quien no se movía de su lugar, estaba metido en su celular.

-- Emmm, hola, México --saludó una vez estaba a un lado de él.

-- O-oh, holis, Brasil --sonrió.

El sudamericano tomó asiento en el lugar de Guatemala para charlar más cómodamente.

-- ¿Cómo has estado? --preguntó para romper el hielo.

-- De la chingada --soltó mientras reía.

Se quedó confundido mientras observaba como el de sangre azteca se ahogaba con su propia saliva.

-- ¿Por qué dices eso?

-- Digamos que tengo ciertos problemitas los cuales son privados y no se me permite decir, hahaha.

-- ¿Por qué? ¿Son personales o incómodos? (5*)

Se recargó en su asiento mientras sonreía rendido;-- Se podría decir ambos.

-- Oh.

Guardaron silencio mientras escuchaban todas la voces de countrys hablando combinadas, ninguna palabra era entendible, por lo que era parloteo sin sentido.

-- ¿Qué te parece si un día de estos salimos a pasear?

-- Claro, si es que sigo vivo... --susurró.

-- ¿Qué?

-- ¿Eh? --se reincorporó-- No, nada, dije que sí, estaría bien.

-- Bien, eh... --se quedó en blanco, buscando cualquier cosa que le viniera primero a la mente para hablar sobre ello y no quedarse en un silencio incómodo-- ¿Qué tipo de pijama usad para dormir?

Rió levemente;-- ¿Para qué quieres saber eso?

-- No lo sé.

-- Bueno, utilizo camisas de partidos políticos de mi país y un short o a veces duermo en boxer, ¿y tú?

-- ¿Para qué quieres saber eso? --preguntó un poco ofendido, con el mismo tono que había hecho México anteriormente.

Se confundió;-- Wey, tú me lo preguntaste primero.

-- Bueno, son pantalones sueltos con diseños de cualquier cosa y camisas con lo mismo.

-- ¿Utilizas conjuntos de pijamas? --frunció una ceja, pues creía que solo los niños eran quienes usaban esas ropas.

-- Síp, es muy cómodo.

-- Confirmo, yo también utilizo esas pijamas y son muy cómodas --mencionó el estadounidense metiéndose en la conversación.

-- Tú qué, USA, llégale a la verga --empujó a Estados Unidos para luego volver con Brasil-- Todo pendejo ese wey.

Asintió;-- Ahora me pregunto, ¿qué tipo de pijamas utilizan los asiáticos?

-- Creo que Japón también utiliza conjuntos de pijamas pero en todos pastel (6*).

-- Imagina que tipo de ropa usan Nor Corea y China para dormir.

Comenzó a carcajear;-- ¡Seguro tienen dibujitos de bombas!

-- ¡Y explosiones! --complementó comenzando a reír.

-- Y el vaticano, we --se detuvo para tomar aire.

-- Duerme con túnicas o batas, seguramente.

-- ¿Tú crees? --el brasileño asintió-- Yo me la imaginé durmiendo desnudo, como Dios lo trajo al mundo.

Carcajeaban mientras intercambiaban miradas y de vez en cuando compartían miradas, se sonrojaban.
Ganaban algunas miradas por lo escandalosas que eran sus risas.

-- Ya que hablamos de tipos de cosas de los países, ¿qué tipo de porno ve el Vaticano?

-- Yo que sé, ¿porno cristiano?

-- Haha, sí, de esos donde ma morra dice "Oh, dios, sí~"

-- Voy a hacerte decir eso, México.

-- Ya te dije que la llegaras a la chingada, USA.

Todos comenzaron a volver a sus lugares, el brasileño se despidió con una sonrisa y un sonrojo hasta llegar a su lugar, donde siguió hablando con el uruguayo.

La reunión siguió, esta vez ONU se veía con más buen humor, cosa de la que se percataron cuando los latinos hacían bromas y este en vez de regañarlos como acostumbrada, reía levemente y seguía hablando.

Concluyó la junta, la mayoría de latinoamericanos -incluyendo a México- se acercaron y quedaron haciendo algunas bromas por un corto tiempo.
Bajaron el edificio mientras charlaban; una vez se despidieron, comenzaron a dispersarse por el estacionamiento para cada uno llegar a su casa.

El mexicano prendió el carro mientras suspiraba con una sonrisa, había sido un buen día, se la pasó bien, fue un día normal.
Demasiado normal.

Aquello lo puso en alerta, rápidamente miró por ambos lados para confirmar si no había algo sospechoso a su alrededor.
No encontró nada. Aunque más tranquilo por confirmar que todo iba bien, no bajaba ma guardia. Arrancó mientras escuchaba anuncios por la radio mientras respiraba con tranquilidad, inflaba su pecho tomando aire y expulsándolo con ardua paz.

Cuando llegó su casa, estacionó su carro en el porche y se bajó, lanzaba las llaves al aire y las atrapaba mientras silbaba el instrumental de una canción pegajosa de un comercial de radio.

Entró sin hacer mucho ruido. Dejó las llaves colgadas en el llavero a la par de la puerta.

-- ¡Ya llegué! --gritó mientras llegaba a la sala.

Más ahí solo hubo silencio, estaban todos los estados que habían ido de México a USA sentados en la sala, cada uno metido en lo suyo.

A Norte simplemente le pareció extraño, pero decidió dejarlo pasar y mejor ir a su cuarto a tomar un baño.
Se desvistió y tomó una toalla color azul, se encerró en el baño y dejó que el agua fría recorriera su cuerpo.
Le gustaba pensar que todo aquel problema se había resuelto por sí solo, que Sur y Centro ya no existían y que todo volviera a la normalidad.

Pero no era así, cuando lo pensó más a fondo, aquel no era el único problema que tenía; ¿qué haría con los países que estaban enamorados de él? ¿qué haría con algunos de los países que le odian (Uruguay y Bolivia)?
Gruñó mientras salía de la regadera, debía darse ese día descanso, ya había tenido varios días ajetreados.

Se vistió con ropa cómoda, una camisa normal amarilla y un short negro.
Bajó más tranquilo, hiendo directamente hacia la cocina para comer. No estaba hecho de comer, solo había varias barras de pan, jamón y mayonesa. Preparó un lonche y comenzó a comer ahí mientras tomaba soda para no ahogarse con la comida.

De pronto, alguien entró por la puerta de la cocina, siendo cuidadoso de no llamar la atención de los estados.

-- Oye, Norte, ¿podemos hablar? --preguntó el regio con una voz quedita (7*).

-- Claro, ¿qué necesitas? --comió el último pedazo de su sándwich y miró con atención a su "nieto".

-- Es sobre el asunto de Sur y Centro...quisiera aclarar algunas dudas --sentía miedo y nervios. Fue el apoyo moral de Sinaloa lo que le llenó de valor para hablar con México, por eso temía que algún estado lo descubriera.

Mostró seriedad por el comportamiento del menor;-- De qué tienes duda?

-- ¡Ey, Monterrey, ven, tengo algo que decirte! --irrumpió Sonora entrando a la cocina.

-- En realidad voy a hablar con Norte, no sé si te importa --cruzó ambos brazos.

-- Bueno, lo que voy a decirte es más importante.

-- De hecho, me vale madres lo que tengas que decirme, estoy hablando con México.

Percibía miradas de odio que eran disfrazadas con sonrisas cínicas, llenas de mentira.

-- No tengo problema con que hables primero con Sonora, Monterrey.

-- No, créeme, esto es más importante, por lo que agradecería si fueras tan amable de darnos privacidad --lanzó una discreta mirada de desprecio sonorense.

-- ¿Qué está pasando aquí? --más estados se acercaron a la cocina.

-- ¡Pasa que se los va a cargar la verga! --gritó el menor armándose de valor-- México, de Centro, Sur y tú, ¿quién es el malo?

-- ¿A qué viene la pregunta?

Veracruz y Sinaloa entraron a la cocina para no dejar a Monterrey solo en aquella situación;-- Pasa que la gran mayoría de estos pendejos creen que tú eres el malo --dijo la veracruzana.

-- ¿Qué dijimos sobre este tema? --habló la capital sobando el puente de su nariz.

-- ¡Me vale madres! --gritó-- ¡Ellos se dejaron llevar por lo que dijeron Sur y Centro!

Comenzaron a pelear entre ellos, una pelea un tanto injusta, pues solo eran seis personas contra el resto, aunque Monterrey lograba alejarnos amenazando con disparar.
Aquella situación aterró a Norte, más al escuchar los argumentos en contra suya.

"Debió hablar con ellos en lugar de asesinarlos"

"Los mató de una forma horrible"

"Ellos sí vinieron a hablar con nosotros"

"Jugó con sus sentimientos"

Sentía su corazón acelerarse, quería hacer algo, pero no podía. En su mayoría porque todo lo que decían era cierto, no podía negarlo, no tenía pruebas.
Estaba atemorizado, estaba en shock mientras un pitido era lo único que escuchaba; por más que los estados se pelearan y gritaran, no escuchaba nada más que ese interminable pitido.

Estaba vulnerable, sus estados, las personas que más amaba, ahora lo repudian. Quería llorar, se encontraba solo, comenzaba la sensación de sentirse ahogado, lágrimas formándose, estaba teniendo demasiada presión, no contaba con nadie, no con estados, ni con países...

...No, no eta cierto, la imágen de alguien le llegó de golpe, su mente le había jugado una mala broma, ¡claro que tenía a alguien que lo ayudaría!
Esquivando todo el caos, salió corriendo de ahí, tomando las llaves de su carro y subiendo en él, arrancando a toda velocidad.

Bro, si sigo de verdad voy a morir

Mañana subo las explicaciones en un 16.5, ¿vale? Necesito ir a dormir

¿Por qué subí cap si dije que no lo haría?
Bueno, leyendo mis capítulos dije "ey, no escribo mal" y me motivé a terminar el cap

Los quiero, no olviden que acabo de desvelarme por ustedes, ay dios... :'c

Adiosito ^^

2430 palabras.