Una entristecida pelinegra entraba a una habitación, al tiempo que unas gruesas lágrimas caían al piso, mientras pensaba: Gokú, Gokú es quién está detrás de todo este daño a mi padre y a mí, Gokú es quien está detrás de todo, de todo.

Milk cerró la puerta con cautela para que su padre no note su presencia, luego caminó a paso rápido hacia la cama, y se sentó en el borde de está, al tiempo que tomaba una de las almohadas que estaban sobre su cama y abrazó la misma, al tiempo que con ella trataba de contener su llanto.

En tanto:

Un joven de cabello alborotado de mirada entristecida entraba al lugar donde vivía, al tiempo que unos recuerdos venían a su mente causándole un profundo dolor en su corazón.

-.Recuerdo.-

Ya puedes irte, ya no tienes nada más que hacer aquí, decía con firmeza un hombre maduro de cabello alborotado.

Pero padre, quisiera despedirme de mamá, respondió un apuesto joven de cabello alborotado en tono de súplica.

No, es mejor que te vayas sin despedirte, es lo mejor para ella, como te abras dado cuenta no se siente bien, yo le diré que ya te marchaste, no es necesario que tengas más contacto con ella, si con solo compartir unos minutos en familia contigo la ponen tan sensible, no quiero ni imaginar cómo se pondrá si ustedes dos están solos, decía Bardock, haciendo una pausa para agregar: Ella aún no está preparada, ni tampoco tu abuelo. Raditz y yo, somos más fuertes por ello a pesar de nuestro dolor podemos hablarte, aunque sea por más minutos, pero para ellos aún es difícil, sobre todo para tu madre, por ello te pido que te retires ya, decía Bardock.

Comprendo, respondió con nostalgia Gokú.

Ah, se me olvido decirte algo más, dijo Bardock.

¿Qué padre?, respondió Gokú, con la mayor calma posible.

Caulifa me ha dicho que tú te estas portando muy grosero con ella, ...., decía Bardock, siendo interrumpido por el joven de cabello alborotado.

Padre, no sé lo que te haya dicho ella, solo sé que yo soy como ella me hace ser, es todo, respondió Gokú con firmeza.

Mira Gokú, yo tomé la decisión de que Caulifa sea tu asistente, la idea de haberle otorgado ese cargo es para que tú y ella se traten más, ella no solo es mi ahijada, es una chica de nuestra clase social, es de abolengo como nosotros, su padre es mi socio en muchos de mis negocios, además su familia es una de las más adineradas de nuestro país, es el tipo de mujer que a ti te conviene tratar y considerar como futura esposa, decía Bardock, guardando silencio por unos segundos para luego acotar: A partir de ahora Caulifa será nuestro nexo, ya está decidido.

¿Qué?, dijo Gokú creyendo haber escuchado mal.

Ya no será necesario que tú vayas a la empresa llevándome algún documento, a partir de ahora será Caulifa quien lo haga, es lo mejor, no sólo ello permitirá que ambos se traten más, sino además el que sea ella y no tú sea la persona que vaya a la empresa me dará tranquilidad, ya te lo he dicho muchas veces yo tampoco me siento cómodo haciendo tratos contigo si hasta ahora lo he soportado es porque ambos estamos aliados en vengar la muerte de Black, pero a cómo vamos hasta ahora con nuestros planes de venganza no falta mucho para destruir a la chiquilla,...., decía Bardock, causando incomodidad y dolor en el joven de cabello alborotado.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Gokú se acercó a una ventana, al tiempo que unas lágrimas salían de sus ojos al tiempo que pensaba: Mi presencia aún les lastima, les lastima tanto como a mí me lastima ver el dolor en sus ojos, ver que me evitan la mirada, escuchar que mi sola presencia les hace daño, yo comprendo que les duele verme, lo comprendo, pero no puedo evitar que me duela, que me duela tanto, tal vez sea mejor que Caulifa sea la intermediaria entre mi padre y yo como él lo propuso, tal vez es lo mejor, aunque ello me moleste, tal vez sea lo mejor, al menos para él, así ya no tendrá que verme, lo único malo es que yo no la soporto, me molesta su manera de ser conmigo, yo no siento nada por ella, es que no lo comprende, todo de ella me incomoda, pero no me queda de otra, tendré que soportar su cercanía, prefiero sacrificarme yo a que mi padre sea quien lo haga ante mi presencia.

Casa Ox:

Una pelinegra se secaba las lágrimas que habían humedecido su bello rostro mientras pensaba: No voy a permitir que siga haciéndonos daño, no lo voy a permitir, mañana iré a buscarlo a su casa, si mañana iré a buscarlo, y le reclamare su actuar.

Al día siguiente:

Una pelinegra desayunaba en silencio junto a su padre, mientras este no dejaba de mirarla.

Hija, ¿qué te sucede?, ¿sigue habiendo problemas con los negocios?, ¿acaso nos embargaron otro nuevo Café – Restaurante", decía el señor Ox en tono preocupado.

¡Eh¡ no papá, no, todo está bien, tu tranquilo, respondió la pelinegra, haciendo una pausa para agregar: Hoy te entregan los resultados de tus nuevos exámenes, ¿verdad?

Si hija, respondió el gigantesco hombre.

Todo estará bien papá, si gustas te acompaño al hospital, decía Milk.

No es necesario hija, yo voy solo, tú tienes que ir a ver cómo van los negocios que aún nos quedan, respondió el gigantesco hombre

Papá, ¿a qué hora tienes tu consulta?, quiero acompañarte, dijo Milk.

Por la tarde a las 3, respondió el señor Ox.

Entonces iré contigo, dijo Milk.

Como digas hija, respondió el gigantesco hombre.

Luego de algunos minutos la pelinegra abandonó su casa, abordo un taxi y le pidió que la llevara hacia la casa de los Son.

Minutos después:

¡Gracias¡ decía la pelinegra tras cancelarle al chofer del taxi, al tiempo que un lujoso auto color azul se estacionaba delante del taxi del cual la joven había bajado.

¿Por qué te detienes Vegui?, decía una peli azul de cabello corto, mirando el rostro desencajado de su novio.

¿Qué hace esa aquí?, decía Vegueta, mientras miraba a través del espejo de su auto a la pelinegra.

¿Esa?, ¿a quién te refieres amor?, respondió la peli azul, dirigiendo su mirada al lugar donde miraba su novio. ¡Es Milk¡ acotó la joven.

¿Qué demonios hace acá?, dijo Vegueta molesto, al tiempo que se quitaba el cinturón de seguridad que llevaba puesto.

¿Qué piensas hacer Vegui?, decía Bulma.

Voy a ver que quiere esa aquí, respondió Vegueta con firmeza, antes de bajar del auto.

Espérame Vegui, acotaba Bulma, mientras abría la puerta del auto para que baje.

Vegueta bajo del auto, y se dirigió hacia el lugar donde estaba la pelinegra, quien se encontraba a punto de apretar el botón del intercomunicador de la casa.

Milk Ox, ¿qué haces aquí?, dijo con firmeza Vegueta deteniendo sus pasos a escasos centímetros de la pelinegra, al tiempo que su novia llegaba tras de él.

Vegueta, respondió la pelinegra con calma, mientras posaba su mirada en el joven.

¡Hola Milk¡ decía Bulma, ganándose una mirada de reproche de su novio, haciendo que la joven peli azul guarde silencio.

¡Hola Bulma¡respondió la pelinegra.

¿Qué haces aquí?, dijo Vegueta con firmeza y molestia a la vez.

Quiero hablar con Gokú, respondió Milk con firmeza.

¿De qué?, acoto Vegueta.

Quiero que me expliqué algo, dijo Milk con dolor en su voz.

Mi primo no tiene nada que hablar contigo, decía Vegueta con firmeza, siendo interrumpido por la pelinegra.

Si tenemos que hablar, él me está haciendo daño a mi padre y a mí, respondió Milk con dolor en su voz.

Gokú ya no vive aquí, dijo Bulma, ganándose una nueva mirada de reproche de Vegueta.

¿Qué?, ¿cómo que no vive aquí?, ¿en dónde vive entonces?, respondió Milk confundida.

No te lo diremos, vámonos Bulma, dijo Vegueta con firmeza, tomando la mano de su novia.

¡Por favor¡ diganmelo, yo necesito hablar con él, agregaba desesperada la pelinegra.

No sabemos dónde vive, desde que decidió independizarse, solo él sabe dónde vive, acoto Vegueta con firmeza, al tiempo que continuaba su camino, mientras la pelinegra caminaba tras de él y su novia.

El parque dragón, el suele ir allí a tomar aire fresco todas las tardes, dijo Bulma, ganándose una nueva mirada de reproche de su novio.

No sé de donde sacas esas cosas mujer, respondió Vegueta con firmeza.

Tú me lo comentaste alguna vez, dijo Bulma, llevándose la mano que tenía libre a su boca.

¡Gracias¡ respondió Milk, al tiempo que Vegueta y Bulma continuaron su camino.

¿Por qué le dijiste ello?, dijo Vegueta con reproche mirando a su novia.

Ella se nota desesperada, no sé qué tenga que hablar con él, pero si fue capaz de venir hasta la casa de la familia de él para poder hablar con él a pesar de saber que la odian por lo de Black, debe ser algo importante, ¿no?, respondió Bulma.

Kakaroto la detesta, y su familia también y no es para menos, ellos siguen pensando que Milk fue la causante de la muerte de Black, dijo Vegueta.

Si, lo sé, pero yo no creo que Milk haya sido capaz de planear lo que le pasó a Black,..., respondía Bulma.

Mejor no hablemos de ese tema, que cada vez que lo tocamos es solo para terminar discutiendo, dijo Vegueta con firmeza, mientras detenía su andar junto a su auto.

¿Ya no iremos a ver a tus tíos?, respondió Bulma.

No, volveremos otro día, no me siento bien tras este encuentro, dijo Vegueta.

Bulma y Vegueta abordaron el auto de uno de ellos y emprendieron camino, mientras la pelinegra detenía un taxi para ir a uno de los dos cafés – restaurantes que aún le quedaban.

Horas después: "Hospital"

¿Nuevos exámenes?, decía Milk intrigada.

Sí, algo más específico señorita Ox, decía el médico.

Pero, ¿qué es lo que me sucede doctor?, acotaba el gigantesco hombre.

No quiero adelantar un diagnóstico aún, esperemos los nuevos estudios, mientras tanto le indicare unas vitaminas, decía el médico.

Una vez que la pelinegra y su padre salieron del hospital, Milk embarcó a su padre en un taxi y ella tomó otro para dirigirse al "Parque Dragón".

Al llegar al lugar, la pelinegra tomo asiento en una de las bancas y espero con paciencia la llegada del joven de cabello alborotado.

Tiempo después:

Después de más de dos horas de espera Gokú llegó al lugar, la pelinegra al verlo sintió una mezcla de sentimientos, entre: decepción, nostalgia, dolor, y un amor que la lastimaba, pues su mente le decía que él no era ya merecedor del mismo.

Milk, tomo aire, respiro profundamente y exhaló por algunos minutos, luego de los cuales camino hacia el lugar donde estaba.

Necesito hablar contigo, dijo Milk con la mayor firmeza que pudo, al llegar tras del joven de cabello alborotado.

Gokú sin pronunciar palabra alguna giró ante el llamado. Milk al verlo, sintió su cuerpo temblar, pero no por nervios de estar tan cerca de él como antes, sino temblaba de miedo pues la mirada del joven era tan fría, que la dejó paralizada.

Yo no tengo nada que hablar contigo, dijo Gokú con firmeza, antes de continuar su camino.

Claro que tenemos que hablar, respondió Milk al reaccionar, caminando tras de él, al tiempo que a pesar del temor que la invadía tomaba su brazo, haciendo que este detenga su andar.

No te atrevas a tomarme del brazo, dijo Gokú con firmeza y rabia a la vez, mientras se soltaba del agarre de la pelinegra.

Seré breve, solo quiero que me expliques, ¿por qué estás destruyendo los negocios de mi padre?, respondió Milk con firmeza a pesar del temor que sentía.

Yo no tengo que darte ninguna explicación, además creo que la explicación es obvia, solo hago justicia, dijo Gokú con firmeza.

¿Justicia?, respondió Milk intrigada.

Pudiste librarte de la cárcel, pero de mis manos no te librarás, no descansaré hasta que pagues por lo que le hiciste a mi hermano, dijo Gokú con firmeza, antes de continuar su camino.

Yo no le hice nada a Black, respondía Milk, mientras caminaba tras el joven de cabello alborotado.

A la justicia terrenal pudiste engañarle, pero a la divina y a la de mi familia no, lo lamento por tu padre, pero ya que todo lo de él algún día sería tuyo, solo me quedó cobrarme por lo que hiciste con ello, y prepárate porque mi venganza aún no termina, yo no descansaré hasta verte destruida, dijo Gokú con firmeza.

Está mal, tú estás mal, respondió Milk con nostalgia.

Gokú no dijo nada, solo aceleró sus pasos, mientras la pelinegra lo seguía.

Voy a denunciarte por lo que estás haciendo, decía Milk con firmeza, mientras trataba de seguirle el paso al apuesto jovencito.

Los que te ayudaron a librarte de la justicia, ya no están en sus cargos, ahora nadie te ayudará, si me denuncias, nadie te creerá, además lo que yo estoy haciendo no es nada comparado con lo que tú has hecho, respondió Gokú al tiempo que detuvo sus pasos y giró a ver a la pelinegra.

¿Qué es lo que quieres para dejarnos en paz?, si es dinero, dime cuanto, yo lo conseguiré, lo conseguiré, dijo Milk tratando de sonar calmada.

Yo de ti no quiero nada, solo hacer justicia, respondió Gokú con firmeza, mirando con odio y desprecio a la pelinegra, antes de continuar su camino, dejando paralizada a la jovencita.

Nota:

Mis queridos seguidores (as), lectores (as), aquí les dejo una nueva actualización de esta historia GoChi.

¡Gracias de antemano a cada persona que estén leyendo esta historia¡¡Gracias anticipadas por sus vistos y votos¡ y ¡Gracias especiales por adelantado a aquellas personas que se animen a dejar algún comentario¡ además quiero aprovechar para agradecer a las personas que están leyendo mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios en cada una de estás¡

Ahora si me despido de ustedes, no sin antes pedirles que sean responsables y se cuiden mucho (practiquen medidas preventivas para evitar el covid-19 como uso de mascarilla, lavado de manos, distanciamiento social y alimentación saludable) ya que así estarán cuidando ustedes y a sus seres queridos, y de esta manera estarán contribuyendo a detener el avance de la propagación de la pandemia en nuestros respectivos países, pandemia que ha infectado a millones personas, causa daño económico, dolor, tensión y ha enlutado a miles de familias alrededor del mundo.

Con "Todo tiene un precio en la vida...y el mío es tu amor", Dios mediante será hasta el lunes de la próxima semana.

Con mucho cariño.

PrincesaLirio.