★★Casa Yoon y Ton ★★

Gulf y Yoon llegan a la casa de este, Ton al verlo junto a Gulf quedo muy feliz y fue a recibirlos con un fuerte abrazo a Gulf y luego a Yoon junto con un pequeño beso.

—Qué felicidad verlo, señor Gulf —dice Ton.

—También me da gusto verte Ton, ya te ves mucho mejor —manifestó Gulf.

—Lo estoy gracias a usted, pero venga al living, estaba ordenando un poco —dice Ton para ir al living los tres y Yoon sin soltarlo.

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★★Living ★★

—Tome asiento —dice Ton sentándose junto con Yoon.

—Gracias —dice Gulf al sentarse cruzando sus piernas y sujetando su rodilla—. Perdón por venir sin avisar, le pedí a Yoon que me trajera a verte.

—No se disculpe. Realmente también deseaba verlo —contesta Ton—. Quería agradecer enormemente todo lo que ha hecho por nosotros dos, en especial por mí, por darme un corazón nuevo y más tiempo de vida, realmente no quería dejar solo a Yoon.

—No tienes nada que agradecer, realmente lo que hice, lo hice de corazón, además en este corto tiempo que conozco a Yoon le he cogido un cariño enorme, como si fuera un hermano para mí —dice Gulf—. Él ha hecho mucho por mí y es lo mínimo que pude hacer.

—Realmente muchas gracias —dice Yoon—. ¿Quiere que le sirva algo de beber?

—Agua, solamente Yoon, tengo la garganta algo seca —manifestó Gulf—. Perdón si te molesto.

—No es ninguna molestia, ¿quieres algo tu cariño? —pregunta Yoon ahora a Ton.

—Un jugo amor, por favor, en el refrigerador hay de manzana recién hecho —dice Ton—. ¿Quiere jugo, señor Gulf? Lo hice yo y le aseguró que está riquísimo.

—Está bien Ton, si dices que está riquísimo, claramente lo aceptó —responde Gulf feliz.

—Entonces dos jugos de manzana —dicho eso, Yoon se levanta y va a la cocina por los jugos.

—Ahora que estamos solos, realmente le quiero agradecer enormemente todo lo que hizo por mí —dice Ton—. Llevamos años juntos con Yoon y lo que más me dolía era pensar en dejar solo a él, Yoon es una maravilla persona, siempre lo ha dado todo por mí, nada jamás me ha faltado a su lado.

—No me lo agradezcas, realmente todo lo hice de corazón, ver su amor y la cara de preocupación de Yoon aquel día que lo llamaron de la clínica fue lo que me hizo saber el gran amor que se tienen, si tenía o tengo la solución en mis manos de poder ayudar, claramente lo iba a hacer —dice Gulf—. Ahora te pido olvides todo eso y sean felices. Cualquier cosa que necesiten y si puedo cumplirlo solo pídanmelo.

—¡Muchas gracias! De verdad muchas gracias —dice Ton—. Quiero abusar de sus palabras y pedirle unos días para Yoon, quiero ir con él a la playa y mirar la luna a su lado sentado en la arena, renovar nuestros votos de amor.

—Qué tierno, claro que sí, no hay problema, solo vean los días y me lo hacen saber con anticipación —dice Gulf—. No tengo ningún problema con darle días de descanso, estoy seguro de que los merece.

—Realmente muchas gracias, ha sido muy generoso y bondadoso, me disculpará, pero con la señora Perla Yoon no tenía casi ni vida —dice Ton—. Esa bruja creía que Yoon era su esclavo y los malos tratos llovían.

—Cariño, no es bueno hablar de las personas fallecidas —dice Yoon entrando con los jugos—. Tenga señor Gulf.

—Gracias Yoon —dice Gulf recibiendo el vaso.

—Lo siento amor, pero es la verdad, era una bruja odiosa, me alegra que esté muerta —manifestó Ton bebiendo de su jugo.

—Perla era eso y más, si podía observar esas situaciones hacia Yoon y claramente hacia mí, me toco vivir situación muy incómoda a su lado, pero jamás me deje intimidar por ella. Los insultos venían de ambos lado —dice Gulf.

—Creo que es mejor no arruinar el momento y cambiar el tema —dice Yoon—. Cariño, ¿ya tomaste tus medicamentos?

—Sí, todos —responde Ton.

—Ummm… Este jugo está realmente delicioso —dice Gulf—. Riquísimo, gracias.

—No es por presumir, pero Ton hace jugos y postres deliciosos —dice Yoon—. Tiene una mano de Ángel.

—Qué bueno, espero un día tener la suerte de probar algún postre delicioso, porque de verdad que el jugo está delicioso.

—Muchas gracias —dice Ton feliz—. Deberíamos ir a la cocina, le haré unas galletas para que pueda comer, ¿se puede quedar o tiene cosas que hacer?

—Por ahora nada tengo que hacer y si no les molesta me puedo quedar.

—Para nada nos molesta —dice Yoon—. Puede venir las veces que guste a compartir con nosotros.

—¡Muchas gracias! —dice Gulf tomando de su jugo.

—Entonces no se hable más y vamos a la cocina, hoy será mi ayudante —dice Ton al levantarse.

—Como mande —dice Gulf levantándose—. Hoy seré su ayudante.

Los tres sonríen y van a la cocina a preparar las galletas.

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Cuatro días después.

★★Despacho ★★

—Señor Gulf, lamentamos molestarlo —dice Yoon con sus dos compañeros al lado.

—¿Qué pasa? —pregunta Gulf dejando sus escritos a un lado.

—Si está ocupado podemos venir después —dice Yoon.

—No, no estoy ocupado, es una tarea que puedo hacer luego, díganme, ¿qué necesitan?

—Señor Gulf, ya no tenemos trabajo —dice Mean, el otro guardaespaldas. ¿Cuándo trabajaremos?

—Mean, yo no soy Perla —dice Gulf.

—Lo sé, señor, pero no tenemos nada que hacer y sin trabajo no hay dinero para vivir.

—Así es señor Gulf —dice Nani—. Nosotros sabemos que no es la señora Perla, ella solo nos pedía cobrar deudas y matar, algo que no nos gustaba. Pero al menos nos pagaba.

—¿Quieren volver a esa vida? —pregunta Gulf recargarse en su silla juntando con su lápiz.

—No —responde Mean—. Claro que no, señor Gulf.

—Claro que no, señor —dice Nani.

—Este mes se los pagaré igual como trabajado —dice Gulf dejando su lápiz sobre el escritorio.

—Señor Gulf, perdón lo interrumpa, pero aun 4 ceos no pagan y son deudas millonarias —manifestó Yoon.

—Ok. Irán a cobrar. Pero no quiero muertes, solo advertencias, si no pagan, háganles saber que me quedaré con las empresas, casas, autos, lo que sea que cubran los valores adeudados ¿Estamos?

—¡Sí! —dicen los guardaespaldas a la misma vez.

—Después de eso, veré donde les consigo trabajo a ustedes dos, Yoon se queda conmigo.

—Señor Gulf, yo conseguí trabajo en una agencia —dice Mean—. Pero tengo un contrato que está firmado que si me voy será incumplimiento y debo pagar una multa.

—¿Contrato? —pregunta Gulf para abrir unos muebles y buscar las carpetas que había visto con lo dicho de Mean.

—Yo quiero cambiar mi carrera —dice Nani—. Pero también tengo un contrato. La señora Perla prácticamente nos tenía obligados a permanecer a su lado y hacer daño a los demás.

Gulf encontró las carpetas.

—Aquí están —las abrió y empezó a leer—. Mean Phiravich, Nani Hirunkit y Yoon Phusanu. Ummm claro hay un contrato de 3 años con una multa de 10 millones por incumplimiento de contrato.

—Aún nos queda 2 años para cumplir —dice Mean bajando la cabeza—. Si gusta puedo ir pagando en cuotas, pero ¡por favor! Déjeme ir.

—No digas tonterías Mean, y supliques como si fueran un esclavo, esto era con Perla, no conmigo —dicho eso Gulf toma los contratos y los rompe, los deja caer sobre la mesa hechos pedazos—. Yo no soy Perla y lo único que deben saber es que Perla murió de cáncer a mi lado y yo lloré mucho ¿Estamos?

Nani y Mean realizan una reverencia agradecidos.

—La señora Perla murió de cáncer y nadie vio ni escucho nada, señor Gulf —dice Mean—. Pierda cuidado, mi lealtad es hacia usted y su generoso corazón hacia los empleados.

—Exacto señor Gulf, le soy leal, aunque ya no trabaje para usted —dice Nani—. Pierda cuidado, nadie jamás hablará nada que no sea de la muerte de su esposa fallecida de cáncer.

—Gracias por su lealtad, solo les pido que por esta vez ayuden a Yoon a ejecutar los cobros que correspondan y luego son libres, cuando acaben vienen para darles sus sueldos y liquidaciones por tiempo de servicios.

—Gracias —dice Nani.

—Gracias de verdad —dice Mean.

—Espérenme afuera, iremos a ejecutar los cobros —dice Yoon.

—Nani y Mean dicen; Sí, a la misma vez, para hacer una corta reverencia y salir.

—¿Qué ocurre Yoon? —pregunta Gulf para volver a sus estudios.

—No debió romper mi contrato —dice Yoon—. Necesito que fijemos un monto para ir devolviendo todo lo que gastó en la operación de Ton.

—Gulf dejo nuevamente su tarea y miro a Yoon. —¿Qué es esto? —apuntó Gulf los papeles rotos sobre la mesa.

—Los contratos, señor Gulf —responde rápidamente Yoon.

—Exacto, estaba el tuyo y tu deuda murió, en este contrató —dice Gulf tomando el lápiz.

—Pero señor Gulf… Es mucho dinero, no puedo hacer como que no existe esa deuda —manifestó Yoon.

—Yoon, no me hagas enojar y repetir lo mismo, tu deuda murió en ese contrato. Ya no me digas nada más de eso —dice Gulf algo más serio.

—Pero… —Trato de hablar Yoon, pero sus palabras son interrumpidas por Gulf.

—¡Yoon! ¡Basta! —grita Gulf levantándose de su lugar—. ¡Ya murió esa deuda! ¡No me debes nada! ¿¡No lo puedes entender?!

—Perdoné, señor Gulf, no fue mi intención hacerlo enojar —dice Yoon bajando la cabeza—. Es que debe entender que soy responsable de Ton y sus gastos, jamás le he debido a nadie y no quiero que piense que abuso de su bondad para sacarle dinero o hacer que aquella deuda no exista y no querer pagar.

—Yo… Lo siento por mi actitud —dice Gulf dejándose caer otra vez en su silla—. Entiendo perfectamente todo lo que dices y haces por Ton, es tu esposo y claramente eres 100% responsable de él. Pero quiero que entiendas que no existe la deuda y ya no la recuerdes. Esa deuda murió con ese contrató. Como también tienes la libertad de decidir si te quedas aquí o te vas, no te obligaré a estar a mi lado como guardaespaldas.

—No me diga eso, no tengo ninguna intención de irme de su lado, quiero seguir cuidando de usted —manifestó Yoon—. Realmente le agradezco enormemente lo que está haciendo al olvidar esa deuda.

—No agradezcas nada Yoon, pero si me quieres devolver una parte de esa deuda debes hacer algo por mí —dice Gulf.

—Lo que sea señor, pídame lo que quiera —dice Yoon.

—Lleva a Ton unos días a la playa, está ansioso por ir contigo y ver la Luna llena a tu lado sentado en la arena —dice Gulf.

—Algo me había comentado —dice Yoon—. Haré los cobros correspondientes y llevaré a Ton a la playa en unos días más.

—Me parece bien, me avisas para que te tomes unos días de relajación con Ton, te lo mereces —dice Gulf para volver a sus estudios.

—Permiso, no lo interrumpo más —dice Yoon.

—Ve con cuidado y ya sabes, nada de matanza, solo haz saber que me puedo quedar con sus propiedades que cubran su valor.

—Sí, señor Gulf, permiso —dicho eso Yoon hace una corta reverencia y se va.

Tok-tok.

—¡Adelante! —grita Gulf.

—Permiso señor Gulf —dice Dania—. Perdón lo molesté.

—¿Qué ocurre? —pregunta Gulf leyendo.

—No soy chismosa ni nada de eso señor, pero yo sé que a usted no le gustan las visitas extrañas en la mansión.

—¿Qué pasa realmente Dania? —dice Gulf mirándola—. Claro que no me gustan las visitas extrañas aquí, menos sin mi autorización.

—Es que el joven Mew trajo a una chica y están en el jardín, la chica solo sabe causarme problemas, cree que soy su criada y he tratado de servirle con paciencia por ser visita del joven Mew, pero ya no puedo más con la pésima actitud de ella, me arrojó el vaso con jugo aquí donde puede ver en la ropa —manifestó Dania mostrando manchas en su uniforme—.  Lo siento, pero no puedo con ella.

—¡Ese desgraciado! —grita Gulf levantándose molesto—. ¡Ya verá esa zorra y ese estúpido! Ve a cambiarte, yo me ocuparé de eso dos, ¡aquí nadie le falta, él respetó a mis empleados!

—Pero tranquilícese, señor, pienso que hice mal al decirle —dice Dania algo asustada.

—No hiciste mal, está excelente, nadie llega a mi mansión a causar problemas, menos sin mi autorización entra.

Gulf rápidamente salió del despacho con rumbo al jardín muy enojado y Dania lo seguía detrás tratando de tranquilizarlo.
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★★ Jardín ★★

Gulf llego muy molesto al jardín, donde ve a Mew tomando Sol y una chica a su lado.

—¡Mew Suppasit! —grita Gulf furioso.

—¡Mierda! —dice Mew mirando a Gulf muy enfurecido.

—¿¡Quién te dio el permiso de traer a esa zorra a mi mansión?! —interroga Gulf acercándose.

—¡Hey! —grita aquella chica—. ¿¡A quién tratas de zorra?!

—¿¡A caso vez a otra aparte de ti?! —pregunta Gulf molesto.

—¡Mew! —grita la chica.

—Gulf, te estás pasando de la raya, Violetta es una amiga y la invité a venir, no la trates de zorra —dice Mew—. Compórtate un poco.

—¿¡Viste lo qué le hizo a Dania?! —interroga Gulf—. ¿¡Crees que es normal que la trate mal y le tire jugo?!

—No, ya se disculpó —dice Mew.

—Es mentira, señor Gulf, ella no se disculpó y me trato de empleada muerta de hambre —dice Dania.

—¡Eres una habladora! —dice Violetta levantándose y quedando frente a Gulf—. ¡Claro que eres una muerta de hambre estúpida habladora!

—¡Suficiente! —grita Gulf al tomarla del brazo y tirarla a la piscina.

—¡Gulf! —grita Mew—. ¡No sabe nadar!

Mew se levanta rápidamente y se tira a la piscina a sacarla.

—¡Ayuda! —grita Violetta—. No sé nadar.

—¡Deja el teatro estúpida! En el lado que estas te puedes parar —dice Gulf a brazos cruzados.

Mew se acerca y ambos se paran y quedan mirando a Gulf.

—¡Me la pagarás maldito infeliz! —grita Violetta.

—¡A mí no me amenaces estúpida! ¡Te quiero fuera de mi mansión! ¡Nadie entra sin mi autorización y menos insulta a mis empleados! —dice Gulf furioso—. ¿Muerta de hambre la llamaste?

—¡Eso es esa estúpida! —grita Violetta apuntándola con odio—. Esa empleada es una muerta de hambre.

—¿De dónde saliste tú? —pregunta Gulf.

—Mis padres son ceos y tengo mucho dinero —dice Violetta.

—Tú lo has dicho, “Tus padres” sin ellos serias una muerta de hambre, ella trabaja y gana su dinero, si tú no tuvieras a tus padres, serias la muerta de hambre —dice Gulf.

—Como tú que te casaste con mi madre —dice Mew sacudiendo el agua de su pelo.

Gulf mira a Mew y se ríe.

—Mew, yo no soy un muerto de hambre, también tengo dinero aparte de este que herede por ser viudo, y quiero a esa chica en 3 segundo fuera de aquí y tú y yo vamos a hablar seriamente —dice Gulf—. Dania. Ve a cambiarte, no quiero que nunca más atiendas visitas de Mew. Si lo haces otra vez, te va a la calle, ¿estamos?

—Sí señor Gulf.

Gulf y Dania salen del jardín.

—Vete Violetta —dice Mew.

—Pero pensé que la pasaríamos bien, vámonos de aquí a mi departamento, ese estúpido y esa estúpida son unos muertos de hambres que no saben su lugar —dice Violetta tratando de besar a Mew.

—No lo hagas —dice Mew sujetando su mano—. No vuelvas hablar mal de Gulf y Dania, ellos no son unos muertos de hambre ni nada de lo que tu mente imagina, me arrepiento tanto de traerte aquí, solo me causaste más problemas, pensé que podría tener celos, pero todo resulto peor.

—¿De qué estás hablando? —pregunta Violetta confundida ante los dichos de Mew.

—Nada, solo largo, no quiero verte más en la vida.

Dicho así, Mew sale de la piscina, toma su toalla y sale del jardín.

—¡Maldito, estúpido! —grita Violetta—. ¡No eres el único, existen otros mejores que tú! ¡Idiota!

Violetta sale de la piscina, se viste y se va de la mansión.

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