Narrador Omnisciente:

Aquel chico lloraba amargamente en su habitación. Gulf era un chico que sus padres habían vendido a una magnate para saldar sus deudas y ganar más dinero.

Era un joven hermoso de 19 años, su tono de piel moreno claro resaltaba su belleza, su cabello negro como la noche caía como cascada por su rostro, labios carmesí y sus ojos café oscuros lo hacían una tentación. Con solo mirarlo no podías encontrar una imperfección en su persona.
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Día de la boda.

★★Boda★★

—¡Buenos días! A los presentes —saluda el juez—. Antes de empezar deben saber que el matrimonio es algo sagrado donde dos personas se unen hasta que la muerte los separe. ¿Están conscientes?

—Sí —responde Perla.

—S-Sí —responde Gulf mirando a sus padres.

—No los mires a ellos —susurra Perla.

—Entonces ahora daremos inicio al matrimonio del Sr. Gulf Kanawut y La Sra. Perla Jongcheveevat. ¿Es correcto?

—Sí —responde Perla.

—Sí —responde Gulf con su cabeza baja.

—Sr. Gulf Kanawut ¿Acepta usted a Perla Jongcheveevat para amarla y respetarla, estar con ella en las buenas y en las malas, pobreza y riqueza, salud y enfermedad y ser fiel hasta que la muerte los separe?

—S-Sí, acepto.

—Ahora, Sra. Perla Jongcheveevat ¿Acepta usted a Gulf Kanawut para amarlo y respetarlo, estar con él en las buenas y en las malas, pobreza y riqueza, salud y enfermedad, y ser fiel a él hasta que la muerte los separe?

—Sí, acepto.

—Sigamos entonces, ahora los invito a intercambiar sus anillos y votos matrimoniales.

Gulf tomo el anillo y lo colocó sin decir nada.

—¿No dirá nada, Sr. Gulf? —pregunta el juez.

—Déjelo, es tímido —dice Perla.

—Entiendo —dice el juez—. Su turno.

Perla toma el anillo.

—Estoy feliz de que seas mi esposo, te amaré y cuidaré, y sobre todo te seré fiel —coloca el anillo.

Volvió a hablar el juez.

—Él, ya a ver, aceptado e intercambiado sus anillos, pregunto entre los presentes. ¿Existe alguien que se oponga a esta unión? Hable ahora o calle para siempre. ¿Nadie?

—Siga —dice Perla.

—Como nadie se opone a esta unión, los declaró, legalmente casados, pueden sellar su matrimonio con un beso. ¡Felicidades!

—Gracias —dice Perla.

—Ni lo pienses —susurra Gulf.

—Ya eres mi esposo —dice Perla—. Lo mejor es que luego más tarde es nuestra noche de bodas.

—Búscate a otro, que a mí no me tocarás.

—Cómo pidas —dice Perla.

Los padres de Gulf se acercan a felicitar a los recién casados.

—Felicidades —dice el padre.

—Muchas felicidades —dice la madre.

—Gracias suegros —dice Perla.

—¡Los 3 me dan asco! ¡Púdranse! —grita Gulf.

—¡Gulf! —grita el padre.

—Solo les diré que todo se paga y ustedes dos serán los primeros en pagarme todo esto —dicho eso Gulf se va del lugar.

—Ya están los 30 millones en su cuenta y su deuda está saldada —dice Perla.

—Un gusto hacer tratos con usted —dice el padre.

—Espero que no me pidan más dinero, que esta vez acepte a su hijo, a la otra se van los 2 con un balazo en la cabeza —manifestó Perla—. Tenga el ramo. “Suegra”.

Perla le pasa el ramo a la Sra. Kanawut y se va del lugar también.

—¿Qué hicimos? —pregunta la madre.

—No te arrepientas, además Gulf solo está molesto, Perla le dará una mejor vida —dice el padre.

—Espero que no quiera venganza —dice la madre.

—Solo lo dijo por enojo, verás que no será así, ya tranquila.

La Sra. Kanawut dejo caer el ramo al piso y se fueron.

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Noche.

★★ Habitación ★★

Mientras lloraba Gulf escucha abrir su puerta, dos risas burlonas se escuchan. Era su esposa y otro chico quien parecía ser su amante.

—¡Eres una maldita! —grita furioso Gulf—. ¿¡Cómo aceptaste toda esta mierda?!

—Deja el teatro, esposo mío, saldré con esta belleza de chico un momento, tú preparate que más tarde es nuestra noche de bodas —dice Perla.

—¡Jamás me tocarás! ¡Muerto antes! —grita Gulf.

—No mi amor, pague mucho por ti, mínimo déjame tener sexo y paga aunque sea la mitad de lo que pague por ti. ¿Eres virgen verdad?

—¡Cállate maldita loca! ¡Pervertida! —grita nuevamente Gulf.

Muy furioso, Gulf les tira la lámpara y todo lo que había a su alrededor. Su ahora esposa se acercó y lo jaló contra la cama sujetando sus muñecas y poniendo su rodilla en el pecho de Gulf para inmovilizarlo.

—Chico hermoso, ¿no te parece un trío? —propone Perla.

—No estaría mal, él es hermoso —dice el otro chico acercándose.

—¡No se atrevan a tocarme! —grita Gulf—. ¡Váyanse!

—Tan fiero, como me gusta —dice Perla.

—Deberíamos ser los tres querida, este chico me enciende —dice el otro chico quitándose la polera.

—Y a mí también —dice Perla.

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Aquel chico se acerca a Perla y la empieza a besar. Gulf solo observa y sigue su lucha por soltarse de su esposa. Aquel chico castaño lentamente va soltando su pantalón para quedar en ropa interior.

—Tan perfecto, haces que mi cuerpo te deseé aún más —dice Perla.

—¡Suéltame! ¡Vayan a hacer sus cochinadas a otro lado! —grita Gulf.

—¿Gulf verdad? Pequeño, aprende como satisfacer a esta mujer.

Aquel chico va a la puerta y la cierra con seguro. Perla suelta a Gulf y rápidamente se baja de la cama.

Perla se acerca aquel chico y baja su bóxer para darle sexo oral.

—Sí… Sigue mi amor —dice aquel chico.

—¡Váyanse pervertidos! —grita Gulf—. ¡Váyanse!

—Ven aquí Gulf, y disfruta conmigo —dice el chico.

—Déjalo, no sabe lo que se pierde —dice Perla para volver a lo suyo.

Aquel chico levantó a Perla y empezó a quitar su ropa, dejándola desnuda. Gulf se coloca en un rincón de la habitación. Cierra sus ojos y cubre sus oídos.

—Váyanse… ¡Me dan asco! —decía Gulf cubriendo sus oídos.

—Ven aquí Gulf… —llama Perla.

—¡No! —grita Gulf.

Mira en dirección a la puerta y al ver que estaba sin vigilancia se levanta y corre rápidamente a ella para abrirla, pero estaba con seguro.

—¿Necesitas esto? —dice aquel chico mostrando la llave.

—¡Dame esa llave!

—Ummm… Creo que mi esposo no ha entendido las reglas del juego aquí —dice Perla levantándose de la cama desnuda.

—¡Qué asco de mujer eres! —dice Gulf con gesto de asco.

—Eres el único que me lo ha dicho. Pero es entendible, estás enojado conmigo pequeño Gulf —dice Perla.

—¿¡No te has visto en un espejo?! Tienes 40 años, ¡das asco! ¿Cuánto le pagas a el para que te diga hermosa?

—¡Cállate! —grita Perla para abofetearlo.

—Como duele la verdad —dice Gulf tocando su mejilla.

—¡No le digas basuras a esta belleza de mujer! —defiende aquel chico.

—Oh, ya sé, tú eres un prostituto, por eso la halagas, bueno para ustedes, es fácil decir mentiras por dinero —dice Gulf con burla otra vez.

—¡Me estás aburriendo Gulf! —dice Perla—. No me hagas perder la paciencia.

—¿O qué? —desafía Gulf.

—Haré que este chico hermoso te golpeé tanto que desearas la muerte —dice Pamela.

—Eso es mejor que mirar tu asqueroso cuerpo, por último inconsciente dejo de verte y escucharlos.

—Ja, o puede que inconsciente te hagamos cositas que cuando despiertes, sientas tu cuerpo arder de dolor —se ríe Perla.

—Ya deja de rogarle a ese inútil preciosa, mira como estoy, necesito atención.

—Pásame la llave —pide Perla estirando la mano.

—No me digas que lo dejaras ir —dice el chico.

—¡Que me des la llave maldita sea! —grita Perla.

—S-Si —tartamudea aquel chico para entregarle la llave.

—Gracias —Perla tira la llave a los pies de Gulf—. Tómala y sal de aquí.

—¿¡Qué está planeando?! —grita Gulf con desconfianza.

—¡Que salgas! ¡Puedo ser cualquier cosa! ¡Menos una maldita violadora! —grita Perla.

—¡Me quiero ir de aquí! —grita Gulf tomando la llave.

—¡Eso sí que no! —manifestó Perla con enojo—. Vete a otra habitación y te encierras. Te lo advierto, tú tratas de huir de aquí y conocerás el infierno.

—¡Prefiero la muerte! —grita Gulf nuevamente.

—Eso llegará cuando yo lo decida, ahora vete —dice Perla para caminar aquel chico y besarlo.

—Ja y fiel dijo en sus votos, estúpida perra.

—Te escuché.

—Por eso lo dije, estúpida.

Es todo lo que dice Gulf para salir rápidamente de la habitación.

—No entiendo por qué te casaste con ese mocoso.

—Ni yo lo entiendo —dice Perla para subir a la cama y ser besada completamente.

—Hoy tomaré todo de ti hermosa.

—Has lo que quieras, quítame este enojó que traigo —dice Perla.
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★★ Habitación invitados ★★

—¡Quiero irme de este infierno! ¡No quiero estar aquí! ¡No quiero!

Gulf lloro por un largo rato y se abrazaba solo a su cuerpo, después de un rato se calmó y solo sollozaba.

—Si voy a vivir en este infierno, debo ser fuerte y no caer en las provocaciones de esa perra loca. Tengo que ser fuerte y buscar la forma que me deje ir o me maté, no viviré toda mi vida a su lado. No, eso jamás pasará.

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Perdón por la falta de ortografía 🙏
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