Muerte
Escuchar las palabras de Jiang Cheng fue como si se sintiera ahogar. En la cabeza de Wei WuXian escuchaba las palabras fuertes y autoritarias de Madam Yu hace tan solo dos días.
Mientras miraba a la mujer dar instrucciones a varios discípulos de la secta.
¿Madam Yu muerta?
Wei WuXian entonces miró a Jiang Cheng que tenía la mirada gacha, sus puños cerrados fuertemente mientras todo su cuerpo parecía exudar odio.
Pudo ver que Jiang Cheng no estaba bien. Él, aún en un estado de letargo, sin saber cómo reaccionar, intentó acercarse a Jiang Cheng pero el movimiento explosivo del joven lo detuvo.
―Voy a ir a tomar venganza. La muerte de mi madre se pagará.
Wei WuXian se sorprendió.
― ¿Qué? Jiang Cheng, shijie, ¿dónde está shijie, el tío?
― Jie jie está con padre.
Un discípulo se movió, acercándose a Wei WuXian.
― Hemos logrado sobrevivir pero la secta está destruida.
Wei WuXian podría imaginarlo, y también podría imaginar porque Jiang Cheng estaba ahora mismo en el bosque con un grupo de discípulos detrás suyo.
― Jiang Cheng, no debes ir a ningún lado ahora, shijie y tio estan aun en la casa.
― Tu que sabes, Wei Wuxian, no viste lo que yo, jugando a ayudar con tu amiguito Wen.
― Jiang Cheng...
― Callate, mi madre..., mi madre murió defendiendo a jie jie.
Wei Wuxian se quedó callado, entendiendo.
Madam Yu había muerto protegiendo a su única hija. En un momento de la fuerte pelea, ella había notado con dolor que su hijo estaba peleando, sabiendo que su esposo peleaba casi en la frontera de la casa, supo que su hija estaba en la habitación principal.
Sola.
Como pudo se deshizo de varios enemigos y llegó a la habitación central de la casa, viendo como Jiang Yanli estaba acorralada en una esquina. Wen Chao estaba sentado en la silla principal del salón mientras que una joven de aspecto voluptuoso y con una sonrisa de tiburón lastimaba con un látigo a su hija.
Con rabia, Yu Ziyuan se acercó usando su arma letal, zidian, contra la horrorosa joven que lastimaba a su hija. Wen Chao llamó a sus guardias que superaron en número a la mujer. Jiang Yanli pudo liberarse, viendo con esperanza a su madre. La mujer atrapó a su hija y la colocó detrás suyo, haciéndole frente a los discípulos Wen frente suyo.
Wen Chao, conociéndolas a ambas, sonrió.
― La araña violeta parece que está acorralada.
Yu Ziyuan se quedó parada, con zidian chisporroteando fuertemente en su mano. Jiang Yanli, con su madre cerca, se paró derecha y miró a su alrededor.
― No importa lo que hagan, todos están lejos. ¿Se rinden?
― Yo que ustedes acepto rendirme, el gran señor Wen no quiere nada más que la rendiciónㅡ dijo la joven lastimada, con una voz llena de resentimiento.
ㅡ Capaz tu esposo te escuche y así evitaremos muertes innecesarias, la secta Jiang no debe desaparecer, solo queremos hacerlos más fuertes. ㅡ Dijo Wen Chao.
Yu Ziyuan miraba con odio a ambos. En sus sueños iba a rendirse, aunque temía por su hija, no quería jamás bajar la cabeza. Yunmeng era ya tanto suya como la de su esposo, Después de todos estos años junto a ellos, su propia secta se mantenía bajo el mando de ellos, no dejaría caer Yunmeng por nada. Ella los llevaba en su corazón, por tanto, en ningún momento abrió la boca.
ㅡ Hasta la señorita Jiang puede ser parte de algún harem, pero no se preocupe señora Jiang, será tratada como esposa.一 continuó Wen Chao. La diversión de podía observar clara dentro de su mirada.
Madam Yu odiaba verlo superior a ella. La rabia contenida dificultaba pensar en una manera de mantener a su hija a salvo. Rogaba por dentro que llegara alguien, quien sea, para que sea una distracción suficiente para poder escapar.
Pero nada ocurría y temía que Wen Chao se cansara de solo hablar.
一 ¡Madre!
Sin piedad, tiró un fuerte látigo a Wen Chao que lo hizo caer del gran sillón.
一 ¡Mi señor! 一 la chica horrible que antes pegaba a su hija fue la que recibió el siguiente golpe de zidian, haciéndola retorcerse de dolor en el suelo.
一 ¡Yanli, sal de aquí! 一 gritó Madam Yu mientras todos los guardias de Wen Chao la rodeaban y comenzaban a atacar. Yanlo se quedó parada sin saber muy bien qué hacer. 一 ¡Apura, vete, busca un lugar donde esconderte!
Madam Yu lanzaba zidian con todo lo que podía. Yanli, no podía moverse, viendo a su madre siendo superada en número. Miró por la sala esperando ver a alguien de su secta pero no pudo ver a nadie, con impotencia comenzó a arrojar objetos a cualquier guardia que se acercara.
Madam Yu veía que su hija se negaba a salir, su energía la sentía disminuir, con miedo, rogó nuevamente que quien sea aparezca.
Nunca se puso más feliz al ver a Jiang Feng Miang entrar con un estruendo. Cruzó una sola mirada con él y este se fue contra el guardia principal de Wen Chao, Wen Zhu Liu.
La pelea a partir se hizo más equilibrada. Wen Chao en un momento se acercó demasiado a Madam Yu. Esta nuevamente lo atacó pero no se dio cuenta que un guardia había logrado llegar hacia Yanli que no pudo lanzar pergaminos hacia él. Su cultivación era baja y ya la había agotado. Madam Yu corrió hacia ella.
Pero no logró moverse lo suficientemente rápido.
El grito de Yanli fue lo que alertó a Jiang Feng Mian que en un momento volteó la cabeza hacia el sonido. Yu Ziyuan, su señora, había sido alcanzada por la espada de Wen Chao que sobresalía de su estómago.
.
nota: listo, espero actualizar más rápido la próxima vez, si siguen leyéndome un super gracias <3 disculpas si hay errores ortográficos
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro