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Capítulo Único

-Señora, Grey -La ama de llaves de la familia llamaba la atención de la matriarca.

-Dime, Gretchen -Respondió la señora.

-El celador dice que le dejaron un paquete en la entrada. Pidieron que usted misma lo recibiera -La mujer asintió extrañada y procedió a dirigirse a la entrada de la mansión.

Al llegar se sorprendió al ver una caja. La tomo y sintió que algo se movía en el interior. Se regreso a la casa y en gran salón abrió la caja lo que encontró en el interior la dejo helada.

En la caja había una hermosa bebe de cabello castaño y enormes ojos grises, ojos parecidos a los de su hijo Cristian. En la caja había dos sobres uno con el nombre de Grace Trevelyan-Grey y el otro Phoebe Grey. Lo primero que pensó la doctora es que la bebe debía ser de algunas de las chicas con las que había salido su hijo mayor Elliot.

Antes que nada, la doctora llamo a su chofer y pidió que la llevara al hospital donde trabajaba, como pediatra necesitaba saber del estado de salud de recién nacida, luego llamo a su esposo y le pidió que viniera al hospital en compañía de su hijo, ella necesita saber ¿Por qué le había ocultado está verdad? Y reprocharle si irresponsabilidad.

Mientras busco ropa para la nena, un biberón con formula, cuando lo tuvo todo en su consultorio procedió a limpiar a su pequeña, quien se removía incomoda por haberla despertado.

-Has despertado mi pequeña dormilona -La bebe se quejó mientras su abuela le sonreía. Cuando la niña estuvo satisfecha volvió a dormir.

A Grace no se le paso que la ropa que tenía la niña era del hospital donde trabajaba; así que llamo a su colega de obstetricia.

-Buen día, Greene -Saludó Grace.

-Doctora Trevelyan – Respondió la ginecóloga.

-Sé que no somos amigas, pero tengo un problema y necesito discreción -La colega asintió mientras veía a Grace que cargaba la bebe.

-Me dejaron esta niña en casa y he notado la ropa de este hospital. Quiero saber quién es la madre, necesito tu ayuda, por favor. ¿puedes ayudarme? Creo que es de mi hijo Elliot -Las lágrimas de Grace corrían por sus mejillas.

-No hay mucho que averiguar, yo recibí a la niña. Su madre es una chica que nos dijo que se llama Ana, no dio una dirección y no encontramos registro con sus características, al parecer es indigente. Considero que ella tiene cierta educación porque no encontramos drogas en su sistema, sin embargo, tenía un severo estado de desnutrición. La verdad no sé cómo pudo llevar a término el embarazo. Hoy en la mañana escapó. Una enfermera dijo que escucho a Hyde reclamarle por pago de los gastos médicos y que le quitaría la niña para venderla y cubrirlos gastos. Creo que por eso la chica huyo -La doctora Greene suspiró.

-Es un maldito, yo pagaré los gastos y voy a denunciar a Hyde. ¿Me ayudarás a denunciarlo? Habla con la enfermera, dile que mi esposo y yo la apoyaremos. También quiero confirmar que sea de mi hijo y aunque no lo sea la voy a adoptar, a Carrick le agradará -Grace sonrió.

-Iré por la enfermera antes del cambio de turno -Ambas asintieron y Grace quedó sola nuevamente y recordó los sobres en su bolso. Tomo el que decía su nombre. La escritura era perfecta, los trazos limpios y sin dudas.

<<Dra. Grace

Quiere pedirle perdón por no actuar de frente. Le dejo lo único que puedo decir que es mío y mi mayor tesoro, le pido que no me juzgue. No le dejo a mi bebe porque no la ame, si no por que a mi lado morirá al igual que lo hare yo en algún momento. No puedo dejar que el resultado de mi profundo amor por Cristian mu era conmigo. Si se pregunta cómo nos conocimos. Lo hicimos en el instituto. En el orfanato donde vivía me ofrecieron una beca patrocinada por su familia. Ahí conocí a sus hijos. Cristian siempre fue muy atento conmigo. Decía que yo era muy inocente y que eso le gustaba de mí. Él siempre me cuido me llevaba de comer y a veces me compraba ropa con su mesada. Claro que no me gustaba más de una vez discutimos por ello...

Grace lloraba tras cada palabra.

...Un día me sorprendió y en el orfanato; me escapé con él. Esa noche me llevo a comer y luego de la cena me propuso ser su novia. Yo ya lo amaba, así que acepté. Así seguimos por meses, hablábamos del futuro y que pronto me llevaría a casa a presentarme con ustedes, me daba miedo. Un día sucumbimos y me entregué a él. Fue maravilloso, él fue tierno y gentil, había sido todo lo que había imaginado, se preocupaba y me compraba los anticonceptivos, de ahí Cristian s e hizo más posesivo conmigo.

Así pasaron los meses, hasta que un día en una de nuestras escapadas, nos encontramos con la representación misma del demonio. Elena Lincoln. Cristian la presento como amiga de sus padres, a ella no le agradé. Después de esa noche no vi a Cristian hasta una semana después, él regreso y ya no era el mismo.

Era frío. Por días le di su espacio, hasta que no pude más, quería saber que había hecho malo para que cambiara. Ese día me llevo a motel y me tomo por la fuerza. Me aterré cuando vi marcas en su espalda alguien lo había golpeado de una manera brutal. Le pregunté que eran las marcas; no me respondió. Esa noche me dejo desnuda en ese lugar y se marchó.

Debí regresar sola al orfanato, alguien debió avisarles porque la superiora me estaba esperando. Durante un mes no fui a clases me castigaron. Cuando pude regresar ya el Cristian que conocía no existían era como una copia bacía del chico del cual me había enamorado, salía con todas las chicas que podía y no dudaba en restregármelo. Esa fue la rutina por meses, un día me quedé en la biblioteca hasta tarde, de camino al orfanato me encontré con su hijo. Tenía dificultad para caminar, aunque estaba molesta con él por lo que había hecho, le ayudé. Me conmovió, le habían dado una paliza. Me pidió que lo llevara a un lugar era un apartamento. Lo dejé ahí y me marché.

Días después lo volví a ver y ni siquiera me miro. Ya había perdido la esperanza de recuperarlo. Un día me busco en el orfanato, no sé qué me hizo ir con él y lo hice. Me llevo a un lugar un lugar espantoso. Era un cuarto rojo con cadenas, esposas, fustas y otras cosas.

En ese lugar Cristian cambio, era otra persona, me arrancó la ropa y luego me encadenó. Por más que he pedí que me soltara no lo hizo me tapo los ojos. Empezó a hablar con una voz que no era la suya. Yo estaba aterrada, por lo que no podía entender lo que decía. Me golpeo sin piedad, luego me violo una y otra vez, para luego golpearme nuevamente. Entre la conciencia y la inconciencia la escuche a ella, a Elena. Lo felicitaba que sería un buen Amo.

Lo siguiente que supe, era que estaba en el orfanato. Me castigaron con no volver al instituto y lo agradecí. No soportaría verlo a la cara con lo que me había hecho. El tiempo paso y fue un infierno la madre superiora me castigaba constantemente. Cuando se enteró de mi embarazo no dudo en lanzarme a la calle, tan solo con lo que llevaba puesto. Durante los meses siguientes comí de basureros y de cosas que las personas en la calle me regalaban. Nunca tuve un control prenatal, no tenía como costear la consulta.

Cuando los dolores de parto llegaron alguien sea piado de mí, me trajo al hospital donde nació mi pequeña de ojos grises, los que me recordaban tristemente a su padre.

Solo le pido un favor, que no le diga la verdad a mi hija. Solo dígale que he muerto y le ruego por el amor a Dios, manténgala lejos de ese demonio de Elena. Me hubiese gustado conocerla Grace. Usted es como la madre que siempre quise tener.

Att. Ana.

PD. El otro sobre entrégueselo a mi hija cuando sea una mujer adulta y pueda entender mis palabras >>

Grace lloraba amargamente, por ser tan tonta y no ver lo que tenía enfrente con esa carta entendía muchas cosas del comportamiento de su hijo Cristian y de los grandes cambios que había sufrido en su comportamiento. Elena había traicionado la amistad que le habían brindado ella y su esposo, pero eso se terminaba hoy. La puerta se abrió dejando ver a un tenso y preocupado Carrick y aun desconcertado Elliot.

-Cariño, ¿Qué pasa?... -Carrick se detuvo al notar a la bebe.

-Le presento a Phoebe Grey -Grace presentó a la niña con su abuelo y tío.

-Esa niña no es mía -Se defendió el joven Grey.

-Ahora lo sé, cariño. Carrick ve por Cristian al instituto, lo necesito aquí, por favor -Grace les sonrió a ambos.

-Es de Cristian, este muchacho me va a escuchar -Salió jefe de la familia Grey muy molesto del hospital.

Una hora después Carrick, volvió con su hijo Cristian.

-Carrick lleva a Cristian al laboratorio. Debe de dar una muestra de sangre. Luego iremos a casa -Cristian al ver la mirada de su madre asintió sin nada que decir. Cuando Grace hablaba en ese tono ni su padre se atrevía a contradecirla. Elliot miraba todo con diversión por fin su hermano le darían su merecido. Elliot había descubierto las cosas más oscuras que hacía su hermano y lo había callado porque sus padres no le creerían.

Al llegar a casa el nuevo miembro de la familia se hizo notar.

-¿Adoptaras a esa niña? -Preguntó incrédulo Cristian.

-No, tú te harás responsable de ella, Cristian -Cristian la miro mal y Elliot lo miro con diversión.

-Al fin se te caerá la mascará hermanito. Los cadáveres de tu armario han salido -Elliot sonrió.

-¿Qué mierdas hablas, Leliot? -Gruño Cristian.

-Creo que Ana te dejo un regalo -Volvió a sonreír Elliot.

-¿Conoces a Ana? -Pregunto Grace.

-¿Quién es Ana? -Inquirió un exasperado Carrick.

-La novia de Cristian -Dijo Elliot.

-Ana no podía estar embarazada yo le compraba sus píldoras -Cristian confirmo con esas palabras, todo lo que decía la carta.

-Toma, esto lo dejo Ana con la bebe. Hijo estoy muy decepcionada de tus actos. Estos no son los valores que te hemos inculcado. No sabes por lo que paso esa niña -Grace le entrego la carta en un mar de lágrimas.

-Yo solo conocí a Ana des vista

Cristian tomó las hojas de la carta y fue leyendo página tras página. En el rostro de Cristian no dejaba ver sus emisiones, sin embargo, al llegar al final su frialdad se desmoronó. Elena le había mentido en todo, le había hecho creer que Ana se acostaba con otros chicos incluyendo a Elliot dentro de sus macabros juegos.

-Elena me mintió me dijo que Ana se acostaba con Elliot y otros chicos del instituto -Cristian tomo las cartas y se las dio a su padre, salió de la propiedad sin rumbo fijo.

******

Una semana después los resultados de las pruebas de ADN confirmaron que la pequeña era hija de Cristian, habían luchado y utilizado sus influencias para que servicios sociales no los apartaran de la niña, quien era consentida por casi toda la familia. Su padre aún no se acostumbraba a ella.

Los patriarcas de la familia habían demandado a Elena, por abuso sexual y agresión física, pero lamentablemente la vieja bruja había huido antes de que la policía la atrapara.

Cristian por su lado había sido castigado. A escondidas veía como sus hermanos le prodigaban amor a su bebe, así como sus padres. No era que no quería a su hija, sino que sentía vergüenza por lo que le había hecho a Ana. La única chica que le había amado sin pedirle nada.

En las pocas oportunidades que tenía recorría las calles en busca de su chica de ojos azules. La amaba y no soportaba saber que estaba viviendo en la calle y pasando hambre, todo por su culpa. Siempre regresa a casa y se encerraba en su cuarto a llorar.

-Cristian, hijo. Vamos a cenar -Hablo Grace al abrir la puerta del dormitorio.

-No tengo hambre madre -Grace se dio cuenta de lo quebrada que se oía su voz.

-Hijo, no podemos hacer nada. Tu padre y yo la hemos buscado. Hablamos con la madre superiora del orfanato y tampoco sabe dónde está. La niña necesita a su padre. Sé que estas asustado. Carrick y yo te ayudaremos como siempre -Lo tomo de la mano y lo hizo salir de la habitación.

Ese día fue el último que Cristian se lamentaba de sus errores, se prometió así mismo que sería el mejor padre para Phoebe y que seguía buscando a Ana, hasta el fin del mundo si era posible.

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Ana salió corriendo cuando dejo el paquete en manos del celador de la mansión Grey, escondida a lo lejos vio como Grace se llevaba a su hija al interior de la casa, para luego verla salir en el auto con su bebe en brazos. Tenía miedo de que la abandonara, que la dejara en un orfanato como sus padres habían hecho con ella. Estuvo ahí escondida por horas hasta que los vio regresar con la bebe en brazos. Ana lloro de felicidad al saber que no la habían abandonado, inclusive vio a Cristian.

-Al menos estará con su familia- Luego de eso se marchó.

Ana vivía de la indigencia, eventualmente iba a asearse a un albergue a dormir en una cama limpia y calentita. Había hecho amistad con una chica que iba a menudo con sus padres a realizar actos de caridad, Kate era una joven enérgica y muy hablantina, todo lo contrario de su hermano mayor Ethan.

Un día la familia Kavanagh, llego de un apuesto señor de ojos azules, quien al ver a Ana palideció.

-¡Hey, Robert! ¿Qué pasa? -Pregunto Aemon.

-Esa niña. La de cabello castaño. Se parece a alguien que conocí en mi juventud -Comentó el señor.

Ana por su parte incómoda por la miradas del señor salió del albergue sin rumbo fijo, hasta que llego a un parque, tratando de no dejarse ver, se sentó en una banca lo más alejada del ojo público. Ahí se me dedico a recordar a su bebe y lo bacía que se sentía si ella.

-Ella estará bien con su padre, tíos abuelos. Conmigo no tiene futuro -Cavilo Ana en voz alta para sí misma.

-Pero miren lo que nos ha traído la marea. La escurridiza Ana -Dijo una voz tenebrosa. Ana hizo intento de correr, no obstante, ya era tarde porque había sido rodeada por tres hombres. Ahora se había lamentado de escoger ese lugar tan apartado.

-¿Qué quieren? Yo no los conozco -Les dijo Ana.

-Bueno noes que te conozcamos. Solo nos dieron tu foto y pagaron para hacerte desaparecer. Parece que molestaste mucho a la señora Lincoln -Ana al escuchar eso recordó la carta que le había escrito a Grace. Ana no pudo pensar mucho cuando recibió el primer golpe, tan fuerte que la envío al suelo, por más que intento en defenderse fue en vano, los hombre más fuerte le pegaban, hasta que perdió la conciencia sabiendo que ahí moriría, no había nadie que la defendiera y con el pensamiento de su hija se dejó llevar por la oscuridad.

El señor Lambert, no había podido dormir tranquilo, pensando en la chica de diecisiete años. La cantidad de tiempo que había dejado de ver a Carla, su amada. El patriarca Lambert la había mandado lejos de él.

Cansado de pensar se levando de su cama y miro por la ventana, ya era de día y no se había enterado. Se arreglo para ir al albergue hablaría con la chica en busca de información.

Al llegar preguntó por ella, la respuesta no le gusto "no vino a dormir". Hablo con algunos más y ninguna pista de su paradero.

-Yo la vi en un parque ayer en la tarde -Dijo un hombre mayor.

-¿En cuál parque? -Preguntó Robert preocupado, una niña de su edad no debería de vagar por la calles.

-En el Central Park en la parte más solitaria. Creo que la vi llorar -Dijo el hombre.

-Gracias -Dijo Robert y este salió corriendo.

Llego al parque, seguido de su fiel guardaespaldas Smith. Ambos buscaban desesperadamente, hasta que un pie que sobresalía de una montaña de hojas y ramas. Ambos corrieron y comenzaron a desenterrar el cuerpo, lo que encontraron fue terrible, ahí estaba Ana toda golpeada, no hubiesen podido reconocerla si no fuera por la ropa ensangrentada.

-Señor, aún respira. Hay que llevarla al hospital ¡YA! -Dijo Smith tomando a Ana ya que su jefe estaba en shock. Al ver a Smith correr con Ana en brazos, Robert reacciono y le siguió.

Al llegar al hospital fue registrada como Anastasia Lambert, la revisaron por ataque sexual.

-Señor Lamber me permite -La doctora Greene llamo a Robert y lo llevo a su consultorio después de haber revisado a Ana y dejando a su otro colega para que realizara la valoración pertinente.

-¿Cómo sucedió todo? -Ella lo miro con detenimiento estudiando cada palabra.

-Ella no había llegado a dormir por lo que, al enterarme, me puse a buscarla, un hombre la había visto en ese parque donde la encontramos, estaba bajo una montaña de basura, hojas secas y ramas. Creí que estaba muerta fue mi jefe de seguridad quien noto que aún respiraba -Rober trataba de mantener el control de su cuerpo.

-Señor, casi la mataron, tiene un sangrado interno y deben operarla firme este documento de consentimiento ya que es menor de edad aún -Robert procedió a firmar los documentos.

-Una última cosa, mientras la revisé, pude notar que ella es madre. ¿Dónde está la bebe? -La doctora sospechaba que la chica que había atendido es la joven que había escapado meses atrás de ese mismo hospital

-No, no. Mi hija n tiene ningún bebe -La doctora Greene noto la tensión en la voz del hombre, sin embargo, notó la honestidad del hombre en sus palabras.

-Bien, por suerte ella no fue asaltada sexualmente -Robert suspiro, estaba temiendo ese hecho.

La doctora Greene, sabía que a la pequeña Phoebe habían hecho una prueba de ADN para confirmar que era hija de Cristian. Así que tomo una muestra de Ana para que le realizaran una prueba de ADN para confirmarlo. Ana estaba tan golpeada que físicamente no podía hacer la comparación. Solo esperaba que su supuesto padre no se la llevara antes de los resultados, ya que su plan era confirmar la identidad de la chica y avisar a los Grey que la madre de Phoebe había aparecido y estaba batiéndose entre la vida y la muerte.

Los días pasaron y a Anastasia se le había inducido a un estado de coma para que pudiera recuperarse. La doctora Greene pasaba todos los día a verla, lo que no podía soportar la doctora es ver a Grace y mantener el secreto. Fue al laboratorio, los resultados de la prueba estaban listos, miro el informe y todas las dudas fueron aclaradas ya podía hablar con Grace, por lo que fue a buscarla.

-Grace -Le dijo al entrar en su consultorio.

-Dra. Greene -Respondió Grace.

-La he encontrado. He encontrado a Ana -Dijo ahogándose.

La ginecóloga arrastro a su colega hasta la sala privada del UCI. No pude decir más porque ya estaban limpiando la habitación.

-¿Qué está pasando Greene? -Pregunto Grace.

La ginecóloga le contó a Grace lo sucedido y que le había comprobado con muestras de ADN que la joven era su exnuera. Ambas corrieron porque Grace sabía que Ana es huérfana.

-Sabía que había algo extraño con ese hombre -Dijo Sara Greene.

Al llegar a la administración fue tarde, la cuenta había sido pagada y la joven fue trasladada a otro hospital con todas las medidas de seguridad.

Los siguientes días, Carrick y Grace habían tratado de utilizar sus influencias e impedir que sacaran a Ana del país, había sido tarde, mientras ellos trataban de localizarla ella se encontraba viajando en un avión médico hacia otro país.

Anastasia se despertó creía que había muerto y estaba en quien sabe dónde, porque, no era el cielo, a ese lugar solo iban las personas buenas, ella no lo era. Ella había abandonado a su bebe.

-Tranquila, Anastasia. No estas bien aún -Dijo una voz a su lado. Ella trato de mirarlo, más no pudo porque sus ojos no se abrían. La voz era del hombre que había ido al alberge con los Kavanagh.

-¿Qué hago aquí? ¿Dónde estoy? ¿Por qué no puedo ver? -Ella se apresuró a preguntar.

-Estás aquí porque debo cuidarte, como debió haber sido. Estás en mi casa a en Londres y no puedes ver porque tus ojos todavía están hinchados -Robert suspiro.

-Si hubiese sabido de tu existencia te hubiese buscado. Tu madre nunca me dijo de su embarazo -A Frank se le quebró la voz.

-Debí ser fuerte para ustedes -Frank lloraba.

-No entiendo de que hablas -Dijo Ana.

-Soy tu padre, Anastasia. Y no te quiero perder de nuevo. Mis hombre investigaron donde habías estado y ese orfanato es una mierda. Estoy tratando de que quiten a todo el personal. Sin embargo, alguien se me adelantó. ¿Conoces a los Grey? ¿Qué tienen que ver contigo? ¿Por qué la doctora Greene pregunto por una bebe? ¿Quiénes te golpearon?... -Ana levanto la mano para hacerlo callar.

-¿Por qué debo responderte? -Suspiro cansada Ana.

-Entiendo que estes molesta conmigo, por no estar cuando debía. Quiero enmendar mis errores. Déjame ayudarte, por favor -Robert la tomo de las manos.

-Los Grey son benefactores del orfanato. Obtuve una beca patrocinada por ellos para estudiar en un instituto privado, ahí conocí a sus hijos -Ana omitió el detalle de su relación con Cristian.

-Fui amiga de los tres chicos. Ellos deben haber sabido de expulsión del orfanato . No sé porque esa doctora preguntó por una bebe, no sé de qué habla -A Ana le tembló la voz al recordar a su bebe.

-Con respecto a quien me golpeo, a los tipos nunca los había visto, sin embargo, me dijeron que los había enviado Elena Lincoln. Ella es amiga de los Grey. Nunca le caí bien y quería alejarme de ellos. Le dije a los Grey que ella no es una buena persona y deben haber encontrado algo en su contra para que me quisiera muerta -Ana sintió frio al recordar lo que le había hecho a Cristian.

-Bien, de ahora en adelante yo me encargaré de ti. Quiero que descanses debes de recuperarte -Frank salió para encargarse de Elena.

Mandaría a sus hombres con su abogado para que recogieran todo lo relacionado con Anastasia y sobre todo que investigaran a los Grey en algo su hija le había mentido, la joven es como su madre; son malas mintiendo.

Frank se contactó con sus contactos en el FBI, para que le ayudaran con la búsqueda de Elena; él conocía muy bien a esa mujer y sabía de lo que era capaz. Ella lo había estafado, no obstante, nunca pudo acusarla por ello, él mismo tenía la culpa por acostarse con ella, ahora era diferente había enviado a matar a su hija. También pidió que buscaran a Carla, ella tenía que darle una explicación de porque había abandonado a Anastasia.

Días después recibió la anhelada información, leyó el expediente con detenimiento, vio la fotos de Ana en diferentes edades, las pondría en un álbum. La administración del orfanato había sido removida por completo, los Grey tenían mucho poder. Lo que le sorprendió fue darse cuenta de que era abuelo y su hija lo había ocultado, Cristian Grey es el padre de la niña. Frank le daría el tiempo a Ana para que le contara ese hecho. Él era un extraño para ella.

-Me ganaré su confianza -Dijo Lambert en voz alta, para luego marcharse a descansar.

**********************************

Cristian estaba parado frente al gran ventanal de su oficina, durante cinco años había trabajado duro para lograr su sueño, sus padres se habían opuesto al principio, cuando lo vieron tan determinado decidieron apoyarlo. Su hija, era su motor de vida, por ella era capaz de arrasar el mundo. Ella era una niña muy inteligente, ella le recordaba siempre a aquella niña de ojos azules que le había entregado todo y él la había destrozado, al principio culpó a Elena y luego se dio cuenta que, si no la hubiese escuchado, Ana estaría con él y su hija, serían una familia feliz. A Cristian le corrió una lágrima por la mejilla, esos recuerdos le dolían, apenas logro su fortuna empezó su venganza hacia Elena. La perra debía haber huido al hoyo más profundo porque no lograba encontrarla. La puerta se abrió y Cristian se limpió las lágrimas, sabía quién solía entrar sin anunciarse.

-¡PAAPII! -Grito Phoebe. Hoy era el cumpleaños número cinco de su pequeña.

-Mi amor -Cristian cargo a su hija y la llevo al sillón.

-Papi, ¿Iremos a comer helado? -La niña aplaudió con alegría.

-No, bebe. Iremos a la casa de los abuelos -Cristian tomo a su hija, para irse a casa de sus padres.

Al salir del edificio de su edificio una ola de periodistas los ataco. Las cámaras no dejaban de sacar fotografías del joven empresario y su hija. Todos querían saber de la madre de la niña.

-Papi esas personas no me agradan. ¿Por qué preguntan por mi mami? -La niña preguntaba al oído de su padre mientras escondía su rostro. Cristian le dirigió una mirada helada a su personal de seguridad. Esto no debía suceder. Algo que Cristian había jurado ocultar era la desaparición de Ana o su posible muerte. A nadie se le permitía tocar ese asunto. Los Grey habían tomado la decisión de hablar del tema de Ana con su hija cuando ella tuviera la edad suficiente para entender.

Cuando llegaron a la mansión Grey, ya la familia estaba enterada de todo, los medios no habían perdido el tiempo en publicar las fotos de Cristian Grey con su hija, a pesar a ese amargo momento la fiesta de cumpleaños de la niña se realizó y la niña era feliz.

-Cristian, sé que es el cumpleaños de tu hija. Pero no puedo esperar -Dijo Aemon Kavanagh al llagar al lado del aludido.

-¿Qué pasa Aemon que no puede esperar al lunes? -Gruño Cristian.

Los Kavanagh y los Grey ahora estaban unidos por lasos familiares, Katherine y Elliot se habían casado un año atrás, Ethan y Mia habían comenzado una relación.

-Tengo un socio, vive en Londres con su hija. Quiere realizar negocios con tu empresa. Como proto tienes que viajar a Londres, quiere reunirse contigo -Dijo con emisión Aemon, la invitación iba con doble sentido.

-Lo valoraré. Tengo una agenda muy ajustada -Dijo Cristian suspirando, no quería irse y dejar a su hija, lo haría por una semana.

-No te va a quitar mucho tiempo -El hombre sonrió y su hija lo miro, ella sabía lo que su padres estaba tramando y le preocupaba que alguien saliera lastimado.

El viaje a Londres llego, Cristian fue despedido por su familia y su hija, le fue difícil irse, quería llevarse a su hija con él más no podía cuidarla por estar haciendo negocios.

Al llegar a Londres buscó el mejor hotel del estado el Wyndham. La cadena hotelera era de capital británico-americano. El presidente es estadounidense, en la recepción sus guardaespaldas Taylor y Sawyer se ocupaban de su seguridad mientras se registraba. Al levantar la vista en el espejo detrás de la recepcionista que lo miraba extasiada por la belleza del hombre frente a ella, Cristian veía a un Fantasma, su piernas se le aflojaron por lo que debió apoyarse del mostrador sus hombres de confianza lo notaron.

-Señor, ¿Qué sucede? -Taylor lo apoyo en su hombro, mientras Sawyer tomaba las llaves de las habitaciones.

-Jefe, ¿Qué sucede? -Le pregunto Sawyer mientras lo sentaban en el sillón más cercano

-He visto a un fantasma. Un fantasma mejorado de mi mujer -Dijo Cristian con la voz ahogada. Taylor y Sawyer se miraron sin entender.

-He visto a la madre de mi hija. Pero ya no es ella. Es diferente -Cristian comenzó a llorar. Sus guardaespaldas eran como sus amigos, lo sabían casi todo de él.

-Señor, Grey debe ser alguien que se parece a ella, sin embargo, indagaré. Taylor era el único que sabía la historia completa, lo había investigado antes de aceptar trabajar para Grey.

Taylor hackeo las cámaras de vigilancia y vio con sus ojos que su jefe no había visto un fantasma, era la madre de Phoebe, obviamente con más edad, más segura y hermosa. Procedió a investigarla, le costó en todo sentido. La joven es Anastasia Lamber, la hija del presidente de la empresa. A Taylor se le hizo extraño, hasta donde sabía Ana era huérfana.

-¡Hola, Taylor! -La voz de Smith sonó detrás del hombre.

-Smith, no sabía que ahora vivías en Londres -Dijo incrédulo Taylor.

-Vivo donde está el jefe y su hija. Sé que has preguntado por ella. ¿Cuál es ti interés? -Smith lo miró a los ojos en espera de una respuestas. No quería revelar la razón de su investigación.

-He firmado un contrato de confidencialidad. No puedo revelar nada -Aclaro Taylor.

-Solo te pido que mantengas a tu jefe lejos de ella. ¿Por cierto que sabes de Elena Lincoln? -Indago Smith.

-Nada, es como si se la hubiese tragado la tierra- A Taylor se le contrajo el corazón, sabía que la mujer es una pederasta

-Bueno déjame decirte que esa mujer mandó a matar a la joven Lambert. El señor Robert tiene pistas del paradero de esa mujer. Así que pronto la tendrá -Smith se marchó y dejo a Taylor con sus pensamientos.

*************

Por su lado Anastasia había logrado terminar sus estudios en un instituto, luego entró en la universidad y está por graduarse de su máster en administración de hoteles y estaba haciendo la pasantía en el hotel de su padre.

Estaba terminando de ver los últimos detalles del evento de empresarios que se efectuaría esa noche, todo debía ser perfecto, su padre la había puesto a cargo de todo lo relacionado con el evento. Cuando estuvo todo listo se dirigió a su apartamento para arreglarse. Ana había llegado en un acuerdo con su padre que la dejara independizarse a cambio sería una mujer responsable y terminaría la Universidad antes de tiempo y con excelencia académica y así lo había hecho.

Lo que Robert no había logrado hacer era, que Ana le confiara su mayor secreto, infinidades de veces la había visto llorar al mirar las fotos de su hija en los brazos de Grey, sin embargo, él no entendía porque ella no luchaba para recuperar a su hija. Sabía que lo había hecho para que la niña no muriera de hambre, ahora tenía una vida privilegiada. El móvil de Ana sonó en su bolso.

-Ana, se hace tarde, estoy fuera de tu apartamento -El hombre colgó y Ana puso los ojos en blanco. Faltaba hora y media para el evento y él quería llegar y corroborar por sí mismo que todo estaba en orden.

-Al fin llegas -Le dijo Frank a su hija cuando ella le dio un beso en la mejilla.

Al llegar al hotel había una gran alfombra roja. El evento era la reunión anual de empresarios de Norteamérica y Europa. Por lo que habría personas importantes desfilando en la susodicha alfombra.

-¿Lista para el ojo público? -Era el día que todos conocieran a Anastasia Lambert la heredera de la fortuna Lambert.

-No, no lo estoy. No hay marcha atrás Dijo Ana tomando el brazo de su padre, mientras sonreía a las cámaras. Obviamente era una sonrisa ensayada.

Los flases estallaron, las preguntas iban de un lado a otro. Robert había contratado más seguridad para Ana. El informe de sus contactos ubicaban a Elena en Londres, esperaba tenerla en corto tiempo. La haría pagar por tratar de matar a Ana.

De Carla sabía que vivía en Montesano con un exmarine. Era feliz, tenía otros hijos y no le interesaba nada de su hija mayor, lo único que la mujer dijo al 778, que se alegraba de saber que su hija había sido encontrada por su padre y que ahora eran una familia. Que equivocado estaba al haber amado a aquella mujer. Su padre en cierta manera había tenido razón.

En el salón tanto hija como padre realizaron un breafing rápido, todo debía ser perfecto. Conforme el evento avanzaba, su padre la fue presentando a todos sus conocidos, Anastasia estaba incómoda por las miradas que le dedicaban algunos hombres.

-Relájate, cariño. Todo está perfecto -Le dijo su padre cerca de su oído.

-No me gusta cómo me miran algunos de ellos, papá -Le dijo Ana.

-Vamos a bailar hija. Tenemos que celebrar tu éxito -Su padre la halo con cariño hasta la pista de baile. Todo mundo se quedó en silencio al ver a padre e hija llegar a la pista de baile. El grupo musical toco un vals y comenzaron a bailar, todos los miraban sorprendidos al ver a padre e hija bailar. En el mundo de los negocios todos veían a Robert Lamber como un hombre frio y despiadado, sin embargo, al lado de su hija era diferente. Solo dos pares de ojos los seguían con incredulidad. Ella debía estar muerta o eso creían ambos. Las seguridad de Lamber estaba en alerta debían atrapar a uno de los objetivos.

Dos vigilaban al menos peligroso y el resto estaba pendientes de la mujer, ella es peligrosa y debían actuar rápido.

-Voy al baño -Después de tres piezas de baile necesitaba tomar aire.

Elena se percató que Ana estaba sola y la siguió ese día se cobraría el hecho que le dijera a los Grey lo que ella hacía con Cristian. En realidad, Elena estaba porque quería retomar su relación con el joven empresario, él ahora tenía una fortuna propia y a ella se le estaba agotando el dinero, solo tenía que hacerse la víctima, luego usar el arte de la manipulación, quitar de su camino a la mocosa. Antes terminaría los que aquellos hombres no habían podido.

Cuando se aseguró que no había nadie más, busco a Ana y se llevó una sorpresa, ya que se había encontrado con dos personas a que no esperaba encontrar.

-¡Hola, Elena! ¿Buscabas a alguien? -Ella miró a todas partes, ¿dónde estaba Anastasia? ¿Cómo habían estado esos hombres ahí?

-No sé de qué hablan y no los conozco -La mujer trato de escapar.

-No, Elena. No irás a ningún lado debes pagar por todo el daño que has hecho. Los hombres que enviaste a matar a Anastasia te delataron para salvar sus vidas, el problema es que, con respecto a mi hija, cuando le hacen daño no soy piadoso.

-Smith, ya saben dónde llevarla. Yo iré más tarde -El guardaespaldas asintió, amordazo a Elena cumpliendo con el acuerdo de su jefe.

Ana desconocía lo que pretendía su padre, aun así, obedeció a su padre. Se dirigió a su apartamento por seguridad, saldría cuando su padre le avisara que era seguro. Ana entro en la habitación, preocupada no le puso seguridad a la puerta. Caminaba en círculos sospechaba que algo malo estaba sucediendo.

Ana estaba tane metida en sus pensamientos que no oyó que la puerta se habría. De pronto sintió que dos fuerte brazos la rodeaban.

-No creía en los fantasma porque pensaba que no existían. Hoy he comprobado que es verdad. Has estado viva todo este tiempo, mientras yo le he mentido a nuestra hija y tu dándote la gran vida -Cristina la soltó con fuerza tanto que Ana calló al suelo.

A la memoria de Ana regreso aquel día de que Cristian la había encadenado y golpeado hasta la inconsciencia, ese había sido el día en que había quedado embarazada. En reflejo de defensa Anastasia tomo posición fetal y temblaba como gelatina.

-¡DI ALGO! -Gritó Grey. Ana negó con la cabeza, estaba aterrada.

-Señor, Grey. Todo tiene una explicación. No diga o haga nada de lo que se pueda arrepentir después – Taylor tomo el frágil cuerpo de Ana y lo deposito en la cama, mientas Sawyer lo sostenía para que no hiciera una tontería.

-¿Qué sabes tú, Taylor? -Preguntó Cristian.

-Lo necesario, no obstante, no es mi verdad para contar. Espere a estar calmado y que ella deje de temblar. La ha asustado, ella ahora le tiene miedo recuerde la última vez que la vio -Cristian palideció ante el recuerdo.

-Sawyer, te la encargo. Dile al hombre que está con ella que me permita hablarle -Sawyer asintió en respuesta.

Grey regresó al evento, tomo su asiento y siguió hablando con sus potenciales socios comerciales. Al regresar a su habitación hablo con Taylor.

-¿Crees que ella lo ame? -Pregunto esperando una respuesta negativa.

-Si, creo que lo ama, pero no de la forma que usted se imagina -Taylor le sonrió, era la primera vez que veía a su jefe hirviendo de los celos.

-¿Por qué putas no hablas de una vez? -Grito Grey.

Y antes de verlo venir la puerta de la habitación se abrió dejando ver a un Robert, hecho una furia, quien se lanzó sobre su jefe con un certero golpe. El joven fue a dar al suelo y Robert detenido por Sawyer y Taylor.

-Pendejo, hijo de puta. ¿Qué le has hecho a Anastasia? -Cristian se tocó la barbilla. Había entrenado muchas veces con Bastille, este le daba buenos golpes, pero el de este hombre era el de un hombre celoso.

-Eso es entre ella y yo. ¿Acaso no te ha contado como abandonó a nuestra hija en una caja en las puertas de nuestra casa? -Cristian se incorporó enojado.

-Sé por qué lo hizo. Estaba esperando a que confiará en mi para que me contará esta noche has mandado eso por un tuvo, llevo cinco años esperando a que me pida ayuda para reclamar a su hija. Creo que tiene miedo a que su hija no la quiera y tú la alejes de su lado -Dijo Robert con lágrimas en los ojos.

-De verdad la amas -Confirmo con resignación Cristian.

-Si, si la amo, como mi hija. Anastasia es mi hija -Sollozó Robert.

-No te creo, Ana me dijo que era huérfana -Dijo con rabia.

-Eso era cierto en alguna manera. Yo no sabía de su existencia y ella tampoco de la mía. Es más, su madre aún vive tiene una familia y no quiere saber de ella -Eso hizo hervir la sangre a Grey.

Sin que ninguno de los hombres se enterara Anastasia escucho la conversación decepcionada se marchó, no creía que su padre le mintiera, le había pedido confianza y siempre le había mentido. No importa que la verdad doliera, dolía más que le ocultara esos detalles. El que quisiera protegerla no hacía que el dolo fuera menos fuerte. Bajo al sótano privado y tomo su auto para dirigirse a su apartamento. Ahí desconecto teléfonos, apagó su móvil, tomo una ducha y se fue a la cama. Cuando la decepción desaparezca tal vez podría tomar el toro por los cuernos, Cristian le había reclamado, él tenía razón de estar enojado ella al final no había muerto, tenía a su padre y mucho dinero para afrontar la maternidad.

La verdad es que tenía mido a que la pequeña Phoebe la rechazara, con esos pensamiento se durmió.

Mientras Anastasia dormía, Robert y Cristian mantenían su conversación.

-Bueno Grey, ya sabes la verdad, ahora debo ir con mi hija. La has dejado herida -Robert se detuvo.

-Por cierto, hoy Elena ha tratado de matar a Ana dos veces. Una fue hace casi cinco años y hoy lo intentó de nuevo -Cristian se levantó nuevamente.

-Mis padres la están buscando. ¿Dónde está? -Frank negó con la cabeza.

-Ella es mía, la haré pagar por lo que hizo –

-No, yo debo estar presente. Por ella dejé a Ana, ella me hizo creer que Ana me engañaba -Se quitó el saco, se arremango las mangas.

-¿Ahora sí donde debemos ir?- Salió de la habitación con Taylor y Sawyer tras de él.

Al llegar a un lugar apartado a las afueras de Londres en una vieja propiedad, encontraron a una Elena exigiendo cosas sin sentido.

-No estás en posición de exigir -Dijo Smith.

-Déjenme salir o se arrepentirán, tengo amigos importantes con mucha influencia. ¡Están acabados! -Gritó la mujer.

-No, no lo creo. Es más, esas amistades tuya me harían un pedestal por entregar a la mujer que dañó a sus hijos -Dijo Robert con odio. Luego dirigió la mirada a Cristian.

-Querido has venido por mi -Le dijo con voz cariñosa.

-Te equivocas Elena, no haré nada para sacarte de este lio. De alguna manera debes pagar por tus actos -Cristian le sonrió fríamente.

-No, Cristian, no me dejes con estos hombres, ellos me harán daño – Cristian la miró incrédulo.

-Y tú, ¿Qué crees que nos hiciste? ¡MASDASTE A MATAR A ANA! -Grito Cristian con odio.

-Ella te hacia débil; mira lo que has logrado sin ella -Lo miró con orgullo.

-Lo que soy. Lo que soy es porque le prometí a hija, ¡Que sería el mejor padre del mundo! -Inquirió Grey más enojado que antes.

-¡Es increíble! Elena Robinson enamorada de un niño -Se rio Robert.

-Si, sí. Yo te amo Cristian y por ese amor debes liberarme -La mujer es buena actriz, no obstante Grey es inmune a esas lágrimas de Cocodrilo.

-No, Elena. Si te liberamos eventualmente volverás a tratar de hacerles daño. Ana y nuestre hija es lo más importante para mí. Mi dinero no importa sino las tengo a ellas. Entréguenla a las autoridades. No quiero su sucia sangre manchado mi conciencia -El empresario dio la vuelta y se marchó.

-Esa maldita huérfana es la culpable de todos -Robert la miro.

-Anastasia ya no es huérfana, es mi hija -Robert le cruzó el rostro a Elena de una bofetada.

-No...-Elena no pudo terminar lo que iba a decir ya que fue amordazada.

-Llévensela y sigan con el plan de Grey -Ordeno Robert al salir de la vieja casa.

Sin imaginárselo se escuchó un disparo, Cristian y Robert corrieron sin saber que sucedía; al llegar encontraron a Elena con un disparo en la cabeza.

-Ella me arrebato el arma y se disparó al ver que no pudo convencernos de dejarla ir -Todos se miraron incrédulos.

-Así fue seños -Ratifico Taylor, ya que fue el arma de Smith la que utilizo Elena.

-Quemen el edificio -Ordenó Lambert.

-Llegaran a nosotros cuando se enteren del incendio -Nosotros en teoría estamos en otro lugar y este lugar es tan viejo que nadie se preocupará de que se quemara -Frank volvió al auto con Grey tras él.

-¿Crees que Ana quiera volver con nosotros? -Preguntó temeroso Cristian.

-Ella sufre por estar separa de su hija. Tiene miedo de que la rechace, la he visto llorar con las fotos de la niña -Le contó su suegro.

-Voy a llevarme a Ana Robert, ya hemos estado separados por mucho tiempo. Quiero hacerla mi esposa, como debió ser desde un principio -Suspiro Cristian.

-Lo único que te pido es que no la hagas sufrir -La palabras sonaron más como advertencia que como suplica.

-Te juro que no lo haré -Cristian estrecho su mano con la de Robert.

Ahora debía de convencer a Ana de ir con él, derribar ese muro de pánico que había construido a su alrededor.

*******************************

Ana dormía plácidamente, hasta que sintió que un lado de la cama bajaba. Luego algo duro y cálido toco su espalda, luego dos brazos rodearon su cuerpo, trato de zafarse del agarre.

-Lo siento nena. Siento haberte lastimado, no te imaginas lo que he sufrido por ello. Elena me engaño y como el niño orgulloso que era le hice caso. Debí hablarlo contigo, lo del cuarto rojo lo volverá a suceder. Cada vez que miro a nuestra hija siento vergüenza por lo que hice. He tratado tode este tiempo ser el padre que ella se merece, sin embargo, no soy nada si tú no estás con nosotros. Sé que tienes miedo a que te rechace, ella no lo hará. Cada mañana despierta esperando verte. Nuestra niña tiene un corazón como el de su madre. Incapaz de odiar -Cristian beso la nuca de Ana, mientras ella se deshacía en llanto.

-Amor no llores, ya lo has hecho por mucho tiempo. Es hora de ser feliz -Cristian hizo que Ana estuviera frente a él.

-Abre esos hermosos ojos que tanto he extrañado -La beso en la frente y espero a que ella cumpliera su pedido. Ana fue abriendo sus ojos de apoco, lo que encontró fue aquellos ojos grises que tanto extrañaba.

-Yo también los he extrañado. A ti y a nuestra bebe. ¿Cómo sabes que no me odia? -Ana sorbio su nariz.

-Porque es una niña y su corazón es puro. No hay cabida para el odio. ¡Vamos Ana! ¿Dónde está la chica que no le temía a nada? -Ana sonrío, obstante su sonrisa se apagó.

-¿Qué pasa? -La miro Cristian.

-¿Qué hay con tu vida? No quiero ser la causante de la ruptura de una relación, Cristian -Ana, la única relación amorosa que tengo es con nuestra hija -Cristian sonrió al ver los celos en Ana.

-No es gracioso, Grey -Ella le dio un pequeño golpe en su hombro.

-Lo sé, nena. Quiero que continuemos lo que por mi inmadures tiré a la basura. Quiero recuperarte, que formemos un hogar para nuestros hijos -Ana arrugó el ceño.

-Si más niños quiero que Phoebe tenga hermanos con quien compartir su vida y cómplices en sus travesuras -Cristian fue desnudando a Ana de apoco, mientras le hablaba y la llenaba de besos, al tenerla desnuda el terminó de desnudarse y se amaron hasta el día siguiente.

-Grey, ya suelta a mi hija. Déjala descansar -Ana al escuchar a su padre si tapo la cara de la vergüenza.

-Te estamos haciendo más nietos, Robert -Grey respondió sonriente.

-Por el amor de Dios Cristian -Ana trato de quitar a Cristian de encima.

-Vamos a terminar lo que usted comenzó señorita, Lambert -Cristian comenzó a moverse ferozmente, dentro de Ana, mientras la besaba para acallar sus gritos de placer. Una hora después salían de la habitación.

-¿Ana has olvidado que día es hoy? -Le reprocho su padre. Ana lo miro desconcertada.

-¡OH, DIOS! Mi graduación -Grito Ana.

-A mí no se me olvido. Toma aquí está tu vestido. Las chicas están subiendo para arreglarte. Y tú Grey ya viene a dejar tu traje -Cristian lo miro sin saber de qué hablaba.

-Hoy es la graduación de Ana -Aclaró el suegro.

Horas después Ana estaba recibiendo su título de en la universidad de Oxford. Ana se graduó con mención honorifica. Ana fue felicitada por todos y después de ello se marcharon a celebrar.

-Ana, quiero que regreses conmigo -Cristian le tomo las manos.

-Cristian -Le dijo en voz ahogada.

-Ana, llamaré a mis padres y les diré que iré contigo. Ellos te aman, te habían estado buscando todo este tiempo -Cristian tomo su teléfono móvil y marco a su casa.

-Hijo, ¿dónde estás? ¿por qué no has llamado? -Preguntó una Grace preocupada.

-Mamá estoy muy bien, estoy en Londres y no había llamado porque, la he encontrado, mamá. He encontrado a Ana -Al otro lado de oyó un sollozo.

-¿Dónde está, Cristian? -Preguntó la doctora.

-Está aquí a mi lado. Mamá Ana tiene miedo a que la rechacen -Dijo Cristian vehemente.

-No, hija. No estamos molestos. Siempre te habíamos buscado. Tu hija pregunta por ti, ella te necesita. Todos te necesitamos. Regresa hija -Al escuchar esas palabras Ana acepto regresar entre lágrimas.

-Si señora Grey regresaré, Quiero estrechar entre mis brazos a mi hija -Ana lloró.

-Los esperaremos con ansias, que tengan un feliz viaje -Y Grace cortó la llamada.

-Te lo dije -Cristian beso a su mujer.

**********

Cuando el avión de Grey aterrizo en SEATAC, Ana era un manojo de nervios, todos en el avión habían tratado de calmarla sin obtener resultad, incluso la sesión de sexo con Cristian había logrado distraerla.

-Ana, hija debes calmarte -Le pidió Robert a su hija.

-Papá no puedo -Ella lo miro y comenzó a llorar.

-Ya mi niña, pronto verás que todo está en tu mente -Robert la abrazaba mientras Grey hablaba con el piloto, querían salir del avión dentro del hangar para que los chismosos no vieran a Ana y esta se pusiera más nerviosa de lo que ya estaba. En el hangar estaban todos los Grey y los Kavanagh. Kate esperaba volver a ver a Ana.

Cuando la compuerta del avión por fin se abrió, Anastasia bajos tomada de la mano de Cristian y Robert, si se soltaba probablemente se caería. Cuando por fin terminaron de bajar las escaleras, las puertas de los autos que esperaban a los recién llegado, de uno salió una pequeña mata de cabellos castaños, la niña había extrañado a su papá lo que la pequeña niña no sabía es que papá le había traído a su mami.

-¡PAPIII! -Grito la pequeña y al ver a la mujer al lado de su padre se detuvo de golpe, la miro de arriba abajo desde su altura; pestaño varias veces, se froto los ojos incrédula.

-Mamá, ¿has vuelto? -Ana cayó de rodillas frente a su hija y esta corrió a sus brazos.

-Si, bebe. He vuelto. Te extrañe mucho, mi amor -Ana abrazó a su hija fuertemente mientras lloraban juntas.

-Yo también te he extrañado, mami. Papi también te ha extrañado -Cristian se arrodilló y las abrazo a ambas. Siempre había querido tener a sus dos mujeres juntas y pronto serían más. Esperaba que en estos días el nuevo Grey estuviera de camino.

Cuando lograron levantarse, Anastasia recibió una lluvia de abrazos de todos los demás.

-Al fin encontraste a tu hija, Robert -Aemon abrazo a su amigo.

-Si y es todo lo que necesito – Dijo viendo como su hija era amada por la familia se su futuro esposo.

Epílogo

La boda de Ana y Cristian no se había hecho esperar, cuando todo había sido aclarado y puesto en su lugar, comenzaron con los preparativos y ese día era el ansiado, él día que Cristian y Ana habían esperado por un largo tiempo.

-¡Mami, mami! Ya estoy lista -Grito Phoebe al llegar con su madre y con el abuelo Robert detrás de ella.

Ana iba a salir de la antigua habitación de Cristian cuando un mareo la hizo desvanecerse, su padre la alcanzó en el aire antes de llegar al suelo.

-¡ANA! -Gritó Robert. Carrick y Grace corrieron para saber que sucedía.

-Debe ser los nervios, hija debes calmarte -Dijo Robert con su hija en brazos. Grace sonrió.

-No son los nervios, creo que la familia pronto tendrá un nuevo miembro -Ana le sonrió a su suegra. Ese era el regalo de bodas que Anastasia le tenía a Grey.

-No digan nada, por favor. Vamos o Cristian creerá que me he arrepentido -Ana sonrío.

La boda transcurrió con normalidad en la entrega de regalos, Cristian recibió de Ana una pequeña caja, en ella había un par de zapatitos blancos y una tarjeta que decía:

<<Espérame en siete meses >>

A Cristian le se le plasmo una sonrisa que no se la borrarían con nada.

-Gracias, nena me has hecho el hombre más feliz del mundo. Esta vez será como debe ser. Te amo. Ya no habrá mentiras que nos separen -Cristian beso a Ana con todo el amor que puede sentir una persona por otra.

Con la muerte de Elena y los hombres que casi la matan en la cárcel. Podían vivir la vida con amor y felicidad.

FIN

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