En Multimedia - Rewrite The Stars 

MELANIE DASHTON

Finalmente las cosas comienzan a mejorar.

Tras finalizar la graduación, el amor de mis amigas se hizo más fuerte.

Al igual que el mío con Allison.

No había nada, que pudiera impedir que nuestro amor creciera.

Pese a los inconvenientes que tuvimos en el camino.

Empezando, por el sábado.

Esa señora, que tanta repulsión me da, se encargó de jodernos el día.

—¡No permitiré que Allison se siga desviando del camino por ti! —me gritó la señora por teléfono. —¡Haz lo correcto y aléjate de mi hija! Te daré todo lo que quieras, pero solo si te marchas de su vida.

—Me temo que eso no va a ser posible, señora —comenté yo—. Yo amo a su hija. Y por respeto, a usted, que es su madre, no la insultare. Pero quiero que sepa, que lo que hace, lejos de ayudar, empeora todo. Si usted en verdad quiere a Allison... Entonces aceptará lo que ella escoja. Adiós.

Y colgué.

Pude escuchar como a la distancia, esa señora conspiraba en mi contra y demás.

Pero no cedí.

Allison lo es todo para mi.

—¿Qué te dijo? —me preguntó Allison.

—Nada importante —respondí. —Sólo estaba jodiendo con lo de siempre. Que me alejará de ti... Pero eso jamás va a suceder. Si tuviera que escoger entre tu madre o tú, siempre serás tú, amor...

Le confesé y Allison depósito besos suaves y húmedos en mi cuello.

—Mel, en serio te adoro.

—Allison... Yo, estoy lista.

Durante todo este tiempo, le había pedido que me marcará.

Aunque al principio, le dije eso, durante mi celo por ese deseo, posteriormente terminó por encender cada parte de mi ser, más específicamente en mi racionalidad y moralidad.

—¿Lo estás, cariño? — respondió Allison acariciando mi cabello rubio con cariño.

—Sí, lo estoy.

Allison me besó y me recostó de forma suave, en la cama.

—Cariño, esperé por ti toda mi vida —confesó Allison, besándome aún más. —Y lo haría en mil más.

Yo me ruboricé y sonreí.

—Lo sé, amor. Porque yo también lo haría.

—Te amo, Mel.

Acto seguido, Allison empezó a descender desde mi cuello, hasta mi clavícula. Dejando besos y lamidas en todo mi contorno, lo que me arrancaba gemidos.

—Bebita, en serio te amo —susurró Allison sobre mis labios.

—Y yo a ti mi vida —respondí con el corazón demasiado acelerado. 

—Quiero que sepas, que siempre te amaré... Hasta que mi corazón deje de latir.

—Te adoro Allison... Te juro que te amare hasta que deje de existir, y cuando ese momento llegué, mi alma te seguirá buscando y queriendo.

—Mi vida, eres lo más lindo que existe... Nuestras almas, siempre se buscarán. 

Y posteriormente, Allison me empezó a quitar la ropa.

Sus manos tocaban mis pechos y un momento después, acaricio mi pezón. Lo cual, es demasiado vergonzoso, para mi decirlo, pero me gustaba. Joder, me gusta.

—A-Ah... —gemí débilmente ante su toque.

—Parece que estás entrando en celo, amor —me susurró Allison, antes de besar mi lóbulo y morderlo gentilmente.

—¿P-Por qué será? —pregunté extasiada.

—Porque yo también estoy en celo.

Maldición, se me había pasado ese detalle.

Allison está en celo.

—Lo lamento... —dije—. Yo... No pude hacer nada por ti...

—Ya lo haces, tu olor me calma corazón.

Esa confesión me puso nerviosa. Mordí mi labio inferior temblando, por las caricias suaves y llenas de amor por parte de Allison.

Y cuando se dirigió a mi zona íntima, me aferré a su espalda.

—¡Ah! Yo también quiero que disfrutes, Allison... —le dije, a pesar de que sabría que al decirlo, me moriría de la vergüenza.

—Oh, ¿eso quieres, bebé?

Tal vez fue su tono y forma de hablarme, lo que me encendió aún más. Pero yo, con la poca cordura que me quedaba, solo atiné a asentir.

—Eres tan adorable, Snowball —dijo Allison con voz ronca.

—Ay, me da mucha vergüenza decirlo...

Tal vez se debía a que mis sentidos, a pesar de estar en celo, eran claros.

—Allison, no soportó más estar sin ti... —le dije cogiendo su miembro duro y erecto. 

—Oh, bebé, no sabes lo mucho que te necesito.

—Y yo a ti —le dije muerta de la pena.

Allison en cambio, me besó apasionadamente, y tanteo con dos dedos suyos, mi punto más sensible.

—¡Ah! —no pude evitar no gemir fuertemente cuando, un dedo suyo se adentro en mi interior. —Por favor, Allison, márcame. —le pedí.

—Por siempre te amare —dijo Allison cediendo a mi petición. Intercambiando su dedo por su miembro, el cual entró con lentitud en mi. Lo que me saco varios gemidos. —Por siempre.

—Y-Y yo a... ti...

Allison mordió mi cuello y después dejo suaves besos en la zona de la mordida.

—Ahora nos pertenecemos la una a la otra —habló Allison con la voz llena de amor. —Y me siento tan feliz, de que así será por siempre, cariño...

—A-Allison... —no pude más. Sus embestidas lentas y luego cuando se movía con experiencia, eran las que me nublaban el juicio. —Más... Por favor, más...

—Todas las veces que quieras, corazón. —fue su respuesta. Y posteriormente, nos fundimos en un beso tierno.

Termine por tener varios orgasmos, y Allison, se vino dentro de unos condones. Aún no estábamos listas, para tener cachorros. El marcaje, era lo más anhelado. Pero desde luego, que tener cachorros no era lo más importante para nosotras. Sino, nuestro amor.

Pero esa noche, Allison por fin me hizo suya.

Y yo sentí lo que era ser de alguien.

Lo que era ser de alguien, que te ama y amas.

Nunca podría encontrar mejores abreviaciones, para describir mi inmensa felicidad.

El marcaje entre Alfas y Omegas, une más a las parejas. Y las vincula.

A tal punto de que nadie más puede reclamarte como suyo.

Pues ya eres y perteneces a alguien. No de forma lasciva, sino de forma romántica.

Y yo estaba feliz. La felicidad me invadía.

—Te amo, Mel.

—Y yo a ti, Allison.

Esa noche dormimos juntas y abrazadas. Y descubrí tantas cosas.

Entre ellas, lo mucho que puedes amar a alguien.

Tal vez, repercutió que éramos el alma gemela de la otra.

Porque si, ahora sé cuanto puedes llegar amar a alguien.

***

—¡Vamos a llegar tarde! —le avisé a Allison.

—Vámonos corazón.

Hoy es la boda de mis dos mejores amigas.

—¡Vamos! —jale de la mano de Allison, y entramos al altar.

Ahí, vimos a Lucía mirando con amor, a Camila.

—¿Aceptas, Lucía López, a Camila Gonzáles, como tu prometida? —preguntó el papá. —¿Prometes amarla en las buenas y en las malas?

—Acepto —dijo Lucía con una gran sonrisa.

—¿Y tú, Camila Gonzáles, aceptas a Lucía López como tu prometida?

—Acepto.

Sonreí y se me salio una lágrima de felicidad.

Este era el final que siempre había soñado, y ahora lo estaba viviendo.

—Yo los declaro, mujer y mujer. —dijo el reverendo de la iglesia—. ¡Puedes besar a la novia!

Y acto seguido, Lucía y Camila se dieron el beso más lindo que ví en mi vida. Parecía cuento de Disney. O al menos, así me sentía.

—¡Gracias a todos por venir! —dijo Lucía muy alegre. —¡Os queremos!

—¡Si! ¡Los queremos una banda! —concordó mamá Camila.

Yo sonreí y me acerque a mis amigas.

—¡Ay, en serio soy tan feliz por ustedes! ¡Que sean muy felices! —les dije yo con una gran sonrisa.

—¡Gracias, Melly! —dijeron ellas compartiendo mi felicidad.

—¿Y para cuándo tu boda con Allison, eh tía? —me preguntó Lucía con una sonrisa socarrona.

—¡M-Muy pronto! —fue lo que dije yo, como siempre, demasiado tímida.

—Venga, anhelo verte un vestido, Melly. Pero ella lo desea más. —dijo Lucía señalando a Allison, quien sonreía con los labios cerrados.

Acto seguido, Lucía fue hasta con Allison, quien portaba un traje negro.

Y posteriormente me quedé hablando con Camila.

—¿Y como te pidió matrimonio, Lucía? —le pregunté a mi amiga con emoción.

—¡Te re juro que no me lo esperaba, Melly! ¡Estábamos comiendo y puso el anillo en mi bebida! —contestó Camila.

—Me alegro tanto, Cam —le dije a mi amiga esbozando una gran sonrisa.

—Che, me tenés que invitar a tu boda.

—Sí, definitivamente lo haré —susurre nerviosa.

Pero lo más sorprendente de toda esta situación. Fue encontrarme a la rubia teñida, quiero decir, a Ivonne, en la boda.

Ella bebia vodka, mientras conversaba con unos desconocidos para mi.

Al final todo mejora de alguna u otra manera.

Después, saludé a los padres de Lucía, y Camila. Y todo marchó bien para todos.

—Mel, ¿te casarías conmigo oficialmente? —me preguntó Allison, sacando un anillo.

Yo sonreí bobamente y dije, un rotundo y claro si. Todos ya saben mi respuesta.

—¡Si quiero!

Y posteriormente, Allison me abrazo.

Porque ahora sé, que no hay nada imposible en esta vida.

Todo mejora al final. Siempre. 

Yo, tuve la suerte de conocerla. Sobre todo, de conocer su corazón.

Porque ella y yo nos amamos, como nunca creímos amar. 

Porque somos más que unas simples novias.

Somos más que eso.

Ella es mi debilidad.

Mi perdición y mi fin.

Pero sobre todo, mi principio.

¿Qué sería de mi sin ella?

¿O qué sería de ella sin mi?

Porque no es solo quien logra hacerte sentir mejor cuando estás triste. Sino, quien te ilumina y le da sentido a tu vida.

Porque ella es más que mi novia.

O casi esposa.

Es mi todo. 

Pues esta es mi historia; la historia de una chica, que se enamoró de una rompecorazones, con la gentileza de una simple melodía musical de un piano.

Y la historia de ella, es la historia de la rompecorazones que se enamoró de una chica torpe y obstinada, pero sobre todo, de la chica que deseaba con toda su alma, darle monotonía a sus días. Y así fue.

—¡Venga, venid todos para tomarnos una foto! —dijo Lucía con el móvil en mano.

Todos nos acercamos con ella y mostramos nuestra mejor sonrisa.

Mi felicidad por mis amigas, era absoluta e inmensamente grande.

Posteriormente, Lucía capturó la foto y sonrió muy feliz.

—¡Os queremos, tíos!

—Si, pero yo más —rebatí.

—¿Qué sería de nosotras, sin vos, Melly? —dijo Camila y yo me reí.

Esa tarde, bailamos e hicimos de todo.

Hasta que llegó la noche.

Ahí, fue cuando Allison me coloco el anillo.

Y yo derramé lágrimas de felicidad.

—Me parece un sueño, Allis —le confesé sentimental. —Nunca creí que llegaría este momento... Soy tan feliz...

—Y yo soy igual de feliz que tú, amor. —comentó con firmeza, mi vida entera, sujetando mi rostro entre sus manos—. Cásate conmigo. Y vámonos a vivir a Guadalajara.

—Acepto. —dije esbozando una tenue sonrisa. Mientras, sujetaba su mano.

—Perfecto, amor. —dijo Allison antes de abrazarme.

.

.

.

Finalmente se llegó el día.

El día de mi boda con Allison.

Mientras me miraba en el espejo, pensé en el amor de mi vida. 

—¿Estás emocionada, hija? —cuestionó mi madre.

—Demasiado, ama. Nunca creí que llegaría este día.

Mi felicidad era inmensa y llena de nuevas experiencias. Posteriormente, miré mi anillo plateado y sonreí.

Soy tan jodidamente feliz.

—Vamos al altar, hija.

—Vamos.

Caminamos hasta el altar, y cuando llegue, miré a Allison a la distancia. Ella sonrió y yo sentí que me desfallecía ahí mismo.

—Ve, hija. —me dijo mi mamá, sacándome de mi estado. 

—Oh, si.

Empecé a caminar hasta mi encuentro con Allison.

Ella, vestía un smokin negro. Se veía tan jodidamente perfecta.

Me sonrió y entrelazamos nuestras manos.

—Te ves tan preciosa. —me dijo ella.

—Tú también. —respondí con una gran sonrisa.

—Queridos hermanos —empezó a hablar el reverendo de la iglesia—. Estamos aquí reunidos, para unir en cuerpo y alma, a estas dos jovencitas. Como legítimas esposas. ¿Allison Rodríguez, aceptas como tu legítima esposa a Melanie Dashton?

Allison sonrió y gesticuló un: —Acepto.

—¿Y tú, Melanie Dashton, aceptas en cuerpo y alma, como tu legítima esposa a Allison Rodríguez?

—Acepto. —dije con una gran sonrisa, una sonrisa que no me cabía en los labios.

—Por el poder que me confiere, yo las declaro mujer y mujer. —reverenció el reverendo de la iglesia—. Puedes besar a la novia.

Y justo en ese momento, Allison me sonrió y me besó con amor.

—He esperado miles de vidas por encontrar un amor que se sienta tan real —confesó Allison—. Y siempre estuvo enfrente de mi.

Yo emetí un "Awww" y Allison sonrió dulcemente.

—Te prometo que te amare por todos los días de mi vida —prometió Allison. —Porque, tú eres mi primer pensamiento por la mañana y el ultimo pensamiento por la noche.

—Eres tan linda, Allis...

—¡Vivan las novias! ¡Coñooo! — gritó Lucía.

Y seguido de eso, escuché el aplauso de Ivonne. A lo cual, sonreí.

Ella por fin está bien.

Y yo, yo por siempre estaré feliz de amanecer con el amor de todas mis vidas.

Porque si, todos merecemos nuestra propia historia de amor.

Y esta es mi historia.

FIN.

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NOTAS DE LA AUTORA

AYYYYYY.

Ame tanto escribir "Todo Por Una Apuesta" <3. Y hoy felizmente, termine de escribirla. Espero que a todos los que hayan llegado, hasta aquí, les haya gustado, mi historia. Tanto como yo disfrute escribiendola.

Pero quiero que sepan que este no es el fin.

Pronto escribiré la parte 2 de "Dos Corazones, Una Apuesta" 💕.

Y además, estoy actualmente escribiendo otra historia llamada: "La Magia De Las Estrellas" es una historia GAYLOVE por si a alguno le interesa. uwu. ❤️✨

Lxs amo. Besos a todos. <3