6 - ¿Sentimientos encontrados? 🌒
En Multimedia - True Love
MELANIE DASHTON
1 DÍA ANTES DE LA APUESTA.
El celo por fortuna ya lo había logrado controlar. Para cuando llegue a mi casa, ya no había rastro alguno de mi celo.
Y entonces, el alfa tomó entre sus manos al pequeño Omega y lo posicionó de espaldas. Y después...
Última actualización.
Es el último capítulo de la historia BL que estoy leyendo y por desgracia, nos quedamos en la mejor parte.
No pueeeede ser.
Cerré mis ojos un momento y recordé de nuevo a Allison. No, no pienses en eso, Melanie.
Pero es tan difícil no pensar en eso.
¿Ahora como la voy a ver a la cara?
7:50 AM.
Mi alarma sonó y pegué un brinco parecido al que hacen los conejos y maldije en todos los idiomas existentes a la maldita y odiosa alarma por despertarme.
Después me levanté y me ví en el espejo mis ojeras de mapache.
Me desvele leyendo en Wattpad hasta las 3 AM.
Posteriormente fui al baño pero fue entonces que caí en cuentas que tenía una hora adelantada en mi celular. Lo que significaba que ya son las 8:50 AM.
¡Maldición!
***
—No puede pasar —dijo el guardia de la entrada.
—¡Por favor déjeme pasar! —le pedí angustiada. No me obligue a usar mi carita de cachorrito. —¿Si? Sé que llegue un poco tarde... Pero es importante. Hoy... Debo entregar un proyecto.
Espero que se lo se crea.
—No va a pasar —dijo simple y me deje caer rendida.
—Típico de Dashton —se burló Rodríguez y yo la miré con mala cara. —Como siempre llegando tarde.
—Allison... —pronuncié su nombre en un susurro inaudible.
Hiciera lo que hiciera, solo podía pensar en ella y en lo que pasó ayer...
—Despistada —me dijo Allison sacándome de mis pensamientos—. ¿No te olvidas de algo?
—¿De qué?
—Traes la pijama puesta.
DIOS MÍO.
ALLISON RODRÍGUEZ
—Ya quiero sentirte... —dijo Adelina frotándose contra mi miembro.
—Quieta —le ordene.
—¿Me vas a castigar? —me dijo con tono sugerente.
—Puedes darle un mejor uso a esa boca tuya —dije sobre sus labios y después la bese.
Seguíamos besándonos como si no hubiese un mañana, hasta que escuchamos un sonido proveniente de afuera. Me volteé y me encontré a Dashton mirarnos completamente roja.
—¡L-Lo siento! —dijo ella muerta de la vergüenza.
Y sin más, se echó a correr.
A esta chica me la encuentro hasta en la sopa.
—¿Continuaremos con lo de hace rato aquí? —me dijo Adelina.
—No tengo otra cosa más en mente. —respondí.
Un momento después cogí su pecho y pellizque su pezón izquierdo, notando como se retorcía debajo de mi cuerpo.
—Hazlo ya, Allison...
—¿Hacer qué? —pregunté con una ladina sonrisa.
—No seas tan hija de...
—¿De qué? —dije y roze mi miembro con su entrada.
—Ya... Por favor... Entra en mi...
Con una sonrisa de autosatisfacción entre en ella y me deje envolver en la sensación. Toda ella está caliente y húmeda.
Y apretada.
—No hagas ruido —le susurré, tomando su pierna y colocándola en mi hombro.
—Ah, es-espera...
—¿Que me espere? —repetí yo, moviéndome más rápido. —Estoy en mi límite.
—Me vas a dejar en silla de ruedas.
Sonreí maliciosa.
—Puede —fue lo que dije.
MELANIE DASHTON
Encontrarme a Allison Rodríguez besándose con otra chica era vergonzoso para mi, aunque la verdad es que con cualquier persona me pondría igual.
Estaba tan absorta en mis pensamientos, que no me di cuenta cuando tropecé con alguien.
Con Ivonne Hadson...
—¡Maldita! ¡Lo hiciste a propósito! —me chillo.
—No tengo tiempo para tus insultos —le dije y Ivonne me miró con mala cara mientras fruncia el ceño.
Acto seguido me fui mientras escuchaba a Ivonne insultarme a mis espaldas.
Pero la ignore.
***
—Jóvenes hoy irán de nuevo a la biblioteca —dijo la profesora de Literatura cuando ingreso al aula.
Seguido de eso, me fui en compañía de mis amigas a la biblioteca.
Allison Rodríguez llegó conmigo y se sentó en la silla que estaba enfrente mío.
Yo la miré en silencio, mientras trataba de evitar pensar en su reciente beso con esa chica de cabello teñido de azul desde las puntas.
—¿En qué piensas? —habló Allison logrando sacarme de mis pensamientos.
—En nada.
—Seguro.
No puedo sacarme de la cabeza ese beso apasionado e intenso que se dieron.
—Mientes muy mal —me dijo ella.
—Es... Porque...
—Piensas en el beso, ¿verdad? Basta con verte para saberlo —siguió ella—. Eres demasiado fácil de leer.
Finalizo sus palabras con una sonrisa arrogante y yo me colore hasta las orejas.
—¡E-Eso no es cierto...! —dije nerviosa.
Soltó una risa maliciosa.
La odio.
—Pásame ese bolígrafo —pidió Allison, pero no se lo pase. Y entonces, Allison lo cogió, pero al momento de cogerlo, nuestros dedos se rozaron. Y mis mejillas no me dieron tregua, se sonrojaron. —Quien lo diría, ¿tanto te pongo nerviosa? Chica nerviosa.
—¿Tú ponerme nerviosa a mi? —dije llena de seguridad. —No te hagas ilusiones, Rodríguez.
Y entonces Allison hizo algo que nunca espere que hiciera.
Tomo mi mano y la acaricio y yo me sonroje pero del coraje.
—¿Decías algo primor?
—¿Qué haces? —espeté confundida.
—Ponerte a prueba —sonrió cómplice.
Iba a decir algo más, pero en eso llegó Ivonne Hadson hacia nosotras.
—¡No, no y no! —aludeo ella—. Deja de coquetearle a esta mosquita muerta, Allison —agregó Ivonne mirándome con desprecio.
Otro dolor de cabeza.
—Ivonne regresate a tu lugar —le dijo Allison.
—¡Claro que no! —protesto ella—. Cambiemos de parejas. Lucía es insoportable, Allison.
—Te dije que no —dijo Allison con frialdad.
—Vamos Melanie cambia de equipo conmigo —se dirigió a mi—. Estoy con Lucía, tu amiga. Seguramente querrás estar con ella.
Me lo pensé un momento.
—Si, pero... las parejas ya fueron seleccionadas —le dije.
—¡Ahg! ¡Qué odiosas!
Y sin más, se marchó la maldita rubia teñida.
***
—Allison es una odiosa —les dije a mis amigas. —Se cree la reina de Hastings. En verdad me molesta.
—Esa tía aunque no lo parezca, es maja —dijo Lucía. —Escuchadme, ella es mi mejor amiga y...
—¿Qué? —dije aturdida por lo que dijo Lucía.
—Sé que debí haberos dicho antes, pero no sabía cómo íbais a reaccionar. Ella es más sensible de lo que parece —continúo Lucía. —Aunque parezca ególatra, egoísta y arrogante, esconde un...
—Lo dudo —la corte—. Allison es...
—¿Soy qué? —dijo Allison detrás de mi espalda.
Padre nuestro, que estás...
—N-Nada —dije titubeando.
—El sábado hay una fiesta en mi casa —agregó Rodríguez. —¿Quieren venir?
Oh, no.
—Está bien —dijo Camila y yo la reprendí en voz baja.
—Es a las diez.
Y sin más se fue.
—¡Camila! —la reprendí—. ¿Por qué aceptaste la invitación de Allison?
—Porque quiero drama —respondió Camila.
Ay, no.
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