54. Despedida ☘️
ALLISON RODRÍGUEZ
El hecho de no poder encontrar a Melanie por ningún lado, era terrible.
Estaba desesperada.
Ya no sabía que más hacer.
Su número telefónico ya no era el mismo.
Le escribí incontables veces en Instagram y Whatsapp, pero jamás los leyó. Porque su cuenta simplemente desapareció.
Pero esto no se podía quedar así.
Frente a la casa de mis suegros, toqué el timbre.
—Buenos días —saludé—. ¿Está Melanie en casa?
—Lamento decirte que no, Allison —respondió Martha de vuelta—. Ella paso la noche en casa de Lucía.
—Gracias por decírmelo, con eso es suficiente.
Y sin más, me fui a la casa de Lucía.
En el trayecto llamé a Lucía, pero ella me dió la mala noticia, de que Mel ya se había ido.
¿Dónde estás, amor mío?
MELANIE DASHTON
No estaba preparada para esto.
De hecho, creo que ni en un millón de años podría estarlo.
Me dolía tanto esta situación. Pero no me sentía con más opciones.
Esa señora amenazó con destruir a mi familia con mentiras falsas, con tal de dañar la imagen de mi familia.
Eso era por un lado, lo que haría en primera instancia. Porque en segunda instancia, se encargaría de sacar a Allison del país, y yo no quería eso... Se me rompía el corazón de tan solo imaginarlo.
—Ya hice todo lo que me pidió —dije sin ánimos de nada. —Ahora, cumpla con su parte...
—Buena chica —felicitó ella. No podría sentirme más enojada—. ¿Ves que no era tan difícil cooperar conmigo? Todo esto pudimos habernoslo ahorrado. Si me hubieses hecho caso al principio.
—Si a eso llama "cooperar" no me imagino que será lo contrario.
—Como sea, niña, ahora piérdete durante todo el día.
—¿Por qué quiere eso? —pregunté desconcertada.
—¿Me estás cuestionando? —lanzó. —¿Quieres que Allison se quede sin estudios, y sin nada, solo por tu incompetencia?
—Primero que todo, no me chantajee. Segundo...
—Pero nada mocosa —espetó ella, interrumpiendo de golpe mis palabras—. ¿O es que acaso quieres que haga algo al respecto? ¿Como meterle una denuncia a tu familia?
Decidí callarme y dejarlo por la paz.
¿Pues qué más opciones tenía?
ALLISON RODRÍGUEZ
—Esto ya me tiene sin cuidado tías —habló Lucía. —Melly no aparece por ningún jodido lado...
—Tenemos que encontrarla... —dije yo con el corazón quebrado y preocupado.
No podría sentirme más preocupada por Mel....
En verdad, la extraño...
—Esperen tías —dijo Lucía. —En la aplicación que descargamos, dice que Mel está en el aeropuerto.
—¡¿Qué?! —dijimos al unísono Camila y yo.
***
Llegamos lo más rápido que pudimos al aeropuerto, y allí nos encontramos a la responsable de toda esta desgracia.
—¡¿Qué demonios estás haciendo aquí?! —la señalé.
—¿Que acaso una ya no puede despedirse? —dijo ella repentinamente.
—¡¿De qué diablos estás hablando?! —exigí saber.
—Tu querida novia, ya está partiendo a Oaxaca.
—¡¿Qué?! —fue lo que dijimos las tres al unísono.
MELANIE DASHTON
Cuando me dijo aquella bruja, que Allison estaba tomando un viaje a Oaxaca, no le creí.
Pero cuando busque a Allison, y me dijeron que salió de viaje, no lo pensé doble vez y cogí un viaje a Oaxaca.
Así que aquí me encontraba, esperando el vuelo a Oaxaca, cuando de repente escuché mi nombre salir de los labios de otra persona. De esa persona especial.
—¡Melanie! —escuché gritar a Allison.
—¡¿Allison?! —dije yo confundida.
—¡Melly! —y posteriormente aparecieron mis mejores amigas de toda la vida, Lucía y Camila.
—¡¿Chicas?! —respondí desconcertada.
—¡Mel, vine por ti! —dijo Allison.
¿Pero como podía ser posible? Si yo venía por Allison.
—¡Allison! ¡Chicas! —me levanté de mi asiento y me baje del camión, y corrí hacia ellas.
Pero... La madre de Allison, no, ella no es la madre de Allison. Esa señora, ajena a Allison, me impidió pasar.
—De aquí no te vas mocosa. —me dijo.
—¡Alejese de mi hija! —dijo mi madre.
Mi madre, junto a los demás presentes caminaron, hacia mi.
—¡Melly! —dijeron mis amigas de toda la vida.
—¡Chicas! —dije yo con una gran sonrisa, mientras Lucía me despeinaba el cabello.
—¡Melanie! —dijeron mis padres, a ellos tampoco los había visto. Por lo que, los abracé con fuerza.
Y cuando llegó Allison...
—¡Mel! —me habló Allison, sujetando mis manos. —¡Te extrañe, mucho mi vida! ¡Me alegro tanto de verte de nuevo!
Yo sonreí con los ojos húmedos.
—Allison... —sonreí y acaricie sus mejillas.
Abrace a Allison, y me impregne de su aroma.
—También te extrañe mucho...
Vaya que lo había hecho...
***
Los días ya habían transcurrido demasiado pronto, por lo que pareció y se sintió que todo volvió a la normalidad, antes de un parpadeo.
Por otro lado, yo me encontraba feliz, por estar de vuelta.
—¿A dónde quieres ir, bebé? —me preguntó Allison. Hoy cumplíamos tres meses juntas.
—A dónde sea, pero contigo. —le dije esbozando una sonrisa.
Allison colocó una canción en la radio: "Addicted To You" de Avicci.
—¿Te parece bien ir a la playa? —me preguntó Allison.
—Sí, sí quiero. —respondí entusiasmada.
—Bien, entonces será a la playa. —dijo Allison y dió vuelta a la izquierda.
—Te amo —le dije de forma sencilla.
—Y yo a ti, chica nerviosa.
Sonreí mientras entrelazabamos nuestras manos.
El viaje era divertido. Conversábamos, felizmente, como dos personas enamoradas, sin ninguna preocupación, entre nosotras. Hasta que llegamos a la playa, ya por la noche.
Observé la luna, la cual iluminaba perfectamente el rostro de Allison.
—Mel, no sabes lo mucho que te amo —me dijo repentinamente Allison. —Me haces demasiado feliz. Como jamás creí que volvería a ser. Contigo, todo es tan diferente. Antes... Buscaba el amor, de cama en cama, sin saber que jamás así lo encontraría. —hizo una pausa, y acarició mi mejilla. —Pero yo me rehusaba a creer una vez más en el amor. Y todo por una mala experiencia en el amor del pasado. Y ahora, mi yo del pasado se ríe de mi yo del presente. De este yo del presente, que te ama con cada latido de su corazón —confesó acercando sus cuerpos—. Mel, te adoro. Gracias por cambiarme la vida. Gracias por existir. Haces que el amor no duela. En vez de eso, el amor resplandece. Resplandece por tu sonrisa, amor mío. ¿Qué amarre me hiciste?
Antes de que lo pensará, una lágrima rodeo de mi ojo.
—Allis, yo... —las palabras no me salían. La felicidad no me cabía en el pecho. —Me haces muy feliz amor mío... Yo... Soy la chica más afortunada de tenerte. También te adoro muchísimo. —le dije antes de besarla en su mejilla—. Te adoro tanto. Yo pensaba que ya no podía creer más tampoco en el amor. Pero... Entonces te conocí. El amor es tan curioso. Pero me alegra de que las cosas así se hayan dado, mi vida. —agregué y la bese torpemente en sus labios. —Y el amarre que te hice... Fue el de calzón.
—¡Jajajaja! —Allison se rió y me beso apasionadamente. Con necesidad y urgencia. —¿Te parece si festejamos este día, bebita? —susurró en mi oído, haciéndome temblar.
—S-Sí — respondí tímida pero segura.
—Te quiero, Mel...
Y esos fueron los últimos detonantes de esa noche.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro