31 - Confesión ❄️
ALLISON RODRÍGUEZ
Busque a Melanie y cuando la encontré, ella no me miraba a la cara. Apartaba la mirada y decía cosas tartamudeando.
A lo que enarqué una ceja.
—Paso algo, ¿cierto? —pregunté.
—N-No sé como decírtelo...
Posteriormente me mostró un condón y yo me mostré neutral.
—Fue Geraldine, ¿no? —dije soltando un suspiro.
—S-Sí...
Sonreí.
—Lo que paso el otro día... ¿Te gustó? —le pregunté.
—¡Sobre eso yo...!
—Está bien, no te voy a presionar. Cuando te sientas lista, ven a verme —indiqué y me fui.
.
.
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Noté una jodida erección creciente en mis pantalones, mientras estaba en el baño.
Joder.
—Parece que estás en problemas —escuche una voz a mis espaldas. Era Geraldine.
—Hey, Ger.
—Toma —dijo lanzandome un supresor.
—Gracias.
MELANIE DASHTON
La verdad es que deseaba a Allison. Pero...
Mi timidez era más grande.
Le temía al éxito mi gente.
—¿Así que Allison está en celo? —susurro Lucía.
—¡Si! —susurre un tanto alto—. Y Geraldine, la acompañante de Allison, me dió un condón. ¿Pueden creerlo?
—Vaya —Lucía meneo la cabeza. —¿Y qué harás?
—No sé... —suspire desganada. Miré a Allison más lejos platicar con Geraldine y otras chicas, mientras se reía. Su risa es tan preciosa...
—El amor es tan complicado —dijo Camila cerrando su libro.
—Y si —dije yo.
Seguido de eso, timbraron y cuando me levanté, Allison paso a mi lado y me dijo: —Ven al salón de música después de clases.
***
4 HORAS DESPUÉS.
Justo cuando pasaron las 4 horas, y se acabaron todas las clases. Caminé a paso veloz hacia el salón de música y allí me encontré a Allison limpiando su piano.
—Hey... —la saludé agitada.
—Hey. Sientate.
Me senté a su lado y Allison me sonrió a medio labio. Yo, como siempre, me sonroje y dije: —¿P-Para que me trajiste hasta aquí?
—Es una sorpresa. —dijo la chica con complejo de escritor.
Acto seguido, Allison me miró y dijo: —En realidad, te escribí una canción.
—¿E-En serio?
—Sí.
Allison comenzó a tocar varias teclas de su piano, mientras emitía una dulce melodía.
Me muero.
—¿Cuando fue? —empezó a cantar, su voz era melódica—. ¿Qué tú me hiciste creer en la magia?
La miré embobada.
—Un mundo tú me hiciste ver —continúo—. Y la magia encontré...
Esto es...
—Un mundo somos tú y yo. Nada podrá separarnos.
Tan jodidamente lindo...
—¿Cómo sucedió? ¿Cómo es que me hiciste creer en el amor de nuevo?
Allison me miró y yo me sonroje.
—Y ahora sé... que tu sonrisa alimenta mi creencia al amor.
Sentí como mi corazón me latía como loco y desbocado.
Un instante después Allison dejó de tocar el piano y me miró.
—Melanie... Lo que tanto he querido decirte, lo que tanto he pensado en mi cabeza... Es pedirte... Que seamos novias.
Abrí los ojos de par en par y me sonroje inmensamente.
—¡Si, Allison Rodríguez! —respondí emocionada—. Acepto ser tu novia.
Allison sonrió y me abrazo.
—La gente no estará de acuerdo con nuestra relación —empecé a hablar aferrándome a Allison—. Logan e Ivonne harán de todo para separarnos, pero nosotras —tomé su rostro entre mis manos—. Somos más fuertes juntas.
—Así es —dijo Allison y un momento después juntamos nuestras frentes. —Que se joda el mundo. Contigo soy más fuerte.
—Me encantas —dije lo que tanto había querido decirle y nunca podía decirle.
—Y yo a ti, querida.
Nos separamos del abrazo y comenzamos a besarnos.
La bese suavemente y Allison me correspondió de la misma manera. Pero poco después, me besó con desesperación y se detuvo.
—Lo siento Mel, mi celo no me deja pensar con claridad...
Sonreí compresivamente.
—Haz lo que tu corazón te diga.
—Amarte —susurro contra mis labios.
Estampé mis labios rosados contra sus labios ligeramente rojos, y nos entregamos al momento.
—¿Sigues en celo...? —le pregunté tras haberme separado de sus labios.
—Como no tienes idea...
Volvimos a besarnos, pero está vez con mayor intensidad. Y poco después Allison colocó su mano en mi mejilla, y yo comenzaba a seguirle el ritmo.
—¿Me necesitas? —me preguntó Allison en mi oído. —Porque yo te necesito cada maldito segundo...
—Sí... Te necesito, Allison, pero aquí en la preparatoria...
—Lo sé querida —dijo Allison—. Aquí no. Quiero que sea algo especial y joder... Solo perdóname. No pienso con claridad.
—No te preocupes. Todo va a estar bien.
ALLISON RODRÍGUEZ
Mi celo no pareció calmarse con supresores. Lo cual ya era bastante jodido.
Todo en mi me pedía a gritos que hiciera algo con toda esta situación.
Así que intenté controlarme lo más que pude, pero no podía.
—Deberias regresar a casa —le dije a Melanie. —Yo te llevo.
—Está bien.
Salimos del salon de música y llegamos al estacionamiento. Saque las llaves de mi auto, y active el botón de abrir las puertas. Posteriormente Melanie entró en el copiloto y yo entre por el otro lado rodeando.
—¿Algún día me enseñarías a manejar? —me preguntó mi adorable novia.
—Te costarán tres besos.
Melanie sonrió bobamente y me los dió rápidamente.
—No fue suficiente —comenté comenzando a arrancar.
—¿Aceptas un millón? —preguntó timidamente.
—Infinitos, chica nerviosa.
Soltamos varias carcajadas y me detuve a media cuadra para acercarme a besar a Melanie. Sus adictivos labios, me traían adicta como si fuese un vicio.
—Te amo... —le dije.
—Yo igual...
***
Finalmente llegamos a la casa de Melanie y ella me dijo que quería presentarme ante sus papás, pero yo, con la erección y en este estado, no podía presentarme.
—Me debes una comida con mis papás —me dijo Melanie. Un momento después, se paró de puntitas y me dió un prolongado beso.
—Todas las que quieras.
Posteriormente me despedí de Melanie y subí al auto.
Arranqué y dejé su casa atrás.
.
.
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Finalmente llegué a mi casa y abrí la puerta. Pero fue entonces que me percate de un detalle; Geraldine.
¡Maldita sea! ¿Cómo pude olvidarme de ella?
La llamé por medio de mi celular y me percate de que tenía más de trece llamadas perdidas por parte de ella.
—Lo siento Geraldine —le dije—. Lleve a Melanie a su casa. Y se me olvidó por completo recogerte...
—No te apures. Ya voy de camino a tu casa.
—En verdad discúlpame.
—En serio, no te apures —repitió. —Nos vemos después.
—Okey...
Y colgué.
Subí las escaleras y note que mi erección ya se había bajado.
Pero aún así, necesitaba bañarme.
Así que entre al baño y cuando termine de bañarme, llegó Geraldine. Ella tocó la puerta y le abrí.
—Heather ya le dijo a sus papás...
—¿Y qué dijeron? —pregunté terminando de secar mi cabello.
—Que se hiciera cargo.
—Ya veo.
—Por lo que pasado mañana me iré de tu casa —dijo.
—Entiendo —dije un momento después. —Pues es bueno que se haga cargo.
—Sí —contestó Geraldine—. ¿Y bien? ¿Qué pasó con Dashton?
Saqué la toalla a secar en el patio y entré nuevamente. Saque del refrigerador algo para cocinar. Y Geraldine se ofreció a ayudarme.
Posteriormente hicimos la comida y nos sentamos a comer.
—¿Y qué pasó con Dashton? Ya no me dijiste nada —me preguntó Geraldine antes de probar sus tacos con salsa y crema.
—Hoy le pedí a Melanie que seamos oficialmente pareja —respondí echándole limón a mis tacos.
—Oh, ¿y qué te dijo?
—Que si.
—Felicidades.
—Gracias.
Después el tema de conversación cambio a Heather M'Clovan, y en lo que hará Geraldine con ella, hasta que terminamos de comer.
Posteriormente anocheció más rápido de lo esperado y platique con Melanie por Whatsapp.
Eres tan jodidamente bella, cariño.
Tú lo aún eres más, Allis.
Esbocé una tenue sonrisa.
Te amo mucho, chica nerviosa.
Y yo a ti chica con complejo de escritor.
Somos novias.
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