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28 - Amantes bajo la luna 🌸

Logan Stevenson en multimedia.

MELANIE DASHTON

Que las cosas hayan terminado así, me hace sentir mal.

Lo que tanto deseaba decirle a Allison, tuve que reprimirlo.

Y todo por ellos dos...

—¿Entendiste jodida princesita?

—No le digas jodida princesita imbécil —dijo Lucía apareciendo como una luz en mi vida.

—¡Lucía! —exclame.

—Lamentamos llegar tarde —dijo Camila.

—¡Camila! —dije sorprendida.

—¡Bravo! —aplaudió Logan—. ¡Solo faltaban las perras falderitas de Dashton!

—Yo te voy a decir quiénes son las perras falderas de quién, imbécil —dijo Lucía y en un abrir y cerrar de ojos, le encesto un golpe en el rostro a Logan.

—¡Maldita zorrona! —maldijo Logan. Y un momento después, jaló del cabello a Lucía, por lo que yo me preocupe por mi amiga y le grite que la soltará.

—¡Cabrón! ¡De esta no sales vivo!

Lucía en un movimiento vivaz, se giró para sorpresa de Logan y sin piedad alguna, golpeó su miembro con la fuerza de diez mil hombres concentrada en un solo golpe.

—¡Entérate de quién soy yo! ¡Gilipollas!

—¡Detente, Lucía! —dijo Camila deteniendo a Lucía.

Lucía tiró al suelo a Logan y comenzó a golpearlo, pero entonces ví a Ivonne grabar a Lucía. Lo cual ya era bastante perjudicial en esta lamentable situación.

—¡Ahg! ¡Maldita perra! —chillo Logan, pues no podía defenderse.

—¡Ya, mierda! —gritó Camila y Lucía le encesto un último golpe a Logan. Posteriormente se alejo de él y lo miró con odio.

—¡La próxima vez piensalo muy bien antes de venir a jodernos! —recriminó Lucía.

—¿Qué es todo este escándalo? —de pronto apareció un suplente, el profesor Max Hamilton.

Mis amigas y yo nos miramos entre si asustadas.

Ya valió...

—Profesor Hamilton —habló Ivonne—. Lucía golpeó a Logan, mire este video.

—Señorita López, vaya a la dirección —sentenció el profesor.

Mordí mi labio inferior con preocupación.

—Usted, la de cabello rubio —pensé que se refería a Ivonne, pero por fortuna, me señaló a mi—. Venga también. Y usted, la de lentes, también.

Caminé con Lucía, Camila y el profesor Max, mientras que Logan iba más adelante caminando en su propio mundo... Espero que esto no le cueste caro a mi amiga...

ALLISON RODRÍGUEZ

Intenté ponerme en contacto con Melanie, pero desgraciadamente no pude.

Pero termine por enterarme en donde estaba, por un rumor.

—¿Ya escucharon que Lucía López golpeó a Logan? —dijo un compañero.

—Sí, no mames.

—Según el chisme... —empezó a decir otro compañero—. Se dice que todo empezó por Dashton.

—¿Quién? ¿La rubia?

—Exactamente —contestó el otro compañero. —Y también se dice que...

—El grupito de allá atrás se me separa en este momento —sentenció el profesor de Filosofía.

.

.

.

El recreo llegó. Pero no había rastro ni de Melanie y ni de Lucía. Me estaba comenzando a inquietar.

—¿Dónde están Lucía y Melanie? —le pregunté a Ivonne yendo hacia su lugar.

—Yo qué sé.

—Bien que sabes. No juegues conmigo Hadson.

—Te lo diré a cambio de algo.

—A cambio de nada —repuse molesta.

Y me fui del lugar.

Parece que tendré que buscarlas por mi cuenta.

         

               

                                       ***

—Querida, la chica pato está en la dirección —me dijo Paúl salvandome la vida.

—¿Cómo lo sabes?

—Me enteré de una buena fuente —respondió. —Logan e Ivonne empezaron todo.

—¿Cómo que ellos empezaron todo? —pregunté incrédula. 

—Mira darling, la cosa estuvo así...

Entre más me contaba Paúl, más sentía que me hervía la sangre. ¿Cómo pueden hacer algo así esos dos y salir ilesos? ¡No lo consentiré!

—¡Espera, querida! —me detuvo Paúl. —Eso es lo que quiere la rana de Hadson.

—¿La rana? —repetí sin poder evitar no escupir un riñón.

—Sí, la rana —dijo Paúl haciéndome estallar en carcajadas.

—Está bien, no iré.

—Por fin entraste en razón querida.

—Pero igual eso es... ¡Un delito! —expresé al borde de la desesperación. —Lo que hicieron es imperdonable.

—Ya está investigando el profesor Max lo que en verdad sucedió.

—Me alegro de tenerlo como profesor...

Posteriormente resople y esperé durante todo el día a Melanie.

Pero para mi mala suerte, Melanie me evitaba a toda costa.

Decidí tomar el bus, pero casi que tratándose de buena suerte, Melanie se subió al mismo bus que yo.

Me acerque a ella y Melanie me miró timidamente.

—Hey —la saludé.

—H-Hey...

—¿Puedo saber porque me evitaste en todo el día?

—Sobre eso...

Sonreí de manera enternecedora. Ella no podía mentir aunque quisiera.

—Está bien si no me lo dices. No te voy a presionar —dije.

—Allison... A mi me gusta estar contigo, pero no quiero que la pases mal por mi culpa...

—¿Y por qué la pasaría mal por tu culpa?

—Tal vez... por los rumores que se puedan decir —respondió Melanie sin mirarme.

—Los rumores y chismes me importan una mierda —dije abiertamente. Me acerqué hacia Melanie y Melanie se quedó estática enfrente mío.

Tengo tantas ganas de besarla...

—Lo único que me importa eres tú —confesé.

—Allison...

De pronto el bus se paró bruscamente y todos nos movimos hacia el lado contrario.

—¡Órale pendejo! —se quejo un sujeto—. ¡Si no traes vacas!

Miré a Melanie y ella estaba totalmente roja por esta cercanía, pues yo me había ido hasta adelante y por ende, la acorrale con mi brazo sin darme cuenta por el movimiento brusco del bus.

—¿Estás bien? —pregunté.

—Si... ¿Y tú?

Sonreí.

—Estoy bien. Melanie, lo que viste en la prepa...

—¿Tú estás... Saliendo con Ivonne?

—¿Qué? —dije perpleja. —No, por supuesto que no.

—¿Y no te gusta...?

—La única persona que me gusta eres tú —confesé sonriendo y Melanie me miró boquiabierta mientras se ruborizaba.

—Ella me dijo... Que tú y ella estaban saliendo...

—¿Qué? —apreté los puños con furia—. ¿Qué más te dijo?

—También me dijo que si no me alejaba de ti... No iba a borrar un vídeo... —los ojos de Melanie se empezaron a cristalizar.

—Melanie... —susurre afligida.

Un momento después la abrace y puse mi mano en su cabello rubio.

—Melanie, nada de lo que te dijo Ivonne es verdad —dije en tono tranquilizante. —Si ella en verdad se atrevió a subir el video, podemos denunciarla.

—¿Pero en verdad no tendrás problemas porque este cerca de ti...?

Cerré los ojos y me impregne de su aroma.

—Ninguno. Tu cercanía me hace bien —dije, sintiéndome plena.

Porque ahora lo entiendo.

No es el físico de esa persona lo que te atrae, es su alma. 

Y a partir de ahí, te das cuenta de que estás perdidamente y jodidamente enamorado. Pues, sabes que no tienes remedio.

                                     .

                                     .

                                     .

—¿Quieres acompañarme a un lugar? —le pregunté.

—No tengo nada mejor que hacer —sonreí.

Nos bajamos en la siguiente parada y la cogí de su mano, mientras la llevaba a un parque de cerezos.

—Cierra los ojos —le pedí.

—Oh, vamos, ¿no me vas a dar una pista?

—Solo te puedo decir que es uno de tus lugares favorito —dije.

Y posteriormente llegamos al parque.

Melanie me miró boquiabierta y después miró los árboles de cerezos.

—Es tan... Precioso —musitó Melanie—. Pero tú... Lo eres aún más.

Esbocé una sonrisa torcida y me acerque hacia Melanie.

—Y tú te ves tan bella como siempre, querida.

Melanie se rió timidamente y extendió su mano timidamente hacia mi.

—¿Bailarias conmigo? —le pregunté. Ya estaba por anochecer. El cielo estaba en su fase de media noche, teñido de naranja y con una suave brisa.

—Sí.

Y con eso dicho empezamos a bailar.

Sujete su cintura y Melanie coloco sus manos en mi cuello.

Envolviendonos en la calidez de la otra, seguíamos bailando, hasta que por fin se oscureció.

—Llegaste a mi vida —empecé a decir—. Y la cambiaste por completo.

Melanie me miró con brillo en sus ojos.

—Ya no tengo miedo... Ni temor... —confesé. —Pues tú me has cambiado por completo.

—Allison...

—Melanie... Todo de ti me gusta. No hay nada que no me guste.

—Allison —dijo Melanie conmovida.

—Me enamore de ti —dije—. Si, oíste bien. Me enamore de ti.

Melanie se sonrojo y abrió los ojos de par en par.

—Estoy enamorada de ti —agregué.

Melanie no me dijo nada, solamente me miraba boquiabierta y sorprendida.

—¡Es tan... Sorprendente! —dijo un momento después, la chica que tanto amo—. Tú también me gustas... Estoy enamorada de ti. Quiero reír cuando tú te rías, quiero llorar cuando tú llores y quiero afligarme cuando te afligas, Allison.

Sonreí y la abrace.

—Te amo chica nerviosa.

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