25 - Felices 🌸
MELANIE DASHTON
Todo era felicidad en mi vida.
Y esperaba que así continuará.
Pero todo lo que empieza, acaba...
—¿Quieres venir a mi casa? —me dijo tan repentinamente Allison, que no supe cómo reaccionar.
—¿Como una cita?
—Así es.
—¡Dios mío! ¡¿Conoceré a tus papás?! No sé si estoy lista para eso...
—Tranquila —musito Allison. —Mis papás nunca están en casa. Están en Veracruz.
Ya puedo respirar.
—¿De verdad? —cuestioné.
—Sí, igual no importa que no los conozcas.
Salimos del aula y caminamos juntas, mientras bromeábamos y nos golpeabamos nuestras caderas entre risas.
—Vamos, admite que tu eres más linda, Rodríguez —le dije.
—En tus sueños Dashton —dijo ella.
—Allison... —la llame timidamente. —¿Podemos... besarnos...?
—Un beso no se pide, se roba.
Y acto seguido, me robó un beso.
No supe cómo reaccionar.
Solo sé que me sonroje de pies a cabeza.
—Tú eres por mucho más linda, Dashton —dijo Allison pellizcando mi mejilla.
—Creo que damos diabetes —confesé con una sonrisa culposa.
—Tienes razón.
Allison me besó profundamente y yo le correspondí.
No creo que exista mejor sensación que esto.
Después de enamorarme de tantas personas en el mundo, supe que ella sería la última con certeza.
—Allison... —susurre cuando nos separamos.
—Vámonos.
Posteriormente Allison arrancó el motor de su auto negro y éste comenzó a andar. Dejamos el bachillerato de «Bellas Artes» atrás, junto a varias casas, restaurantes y locales.
—Veo que ya no tienes el collar —le dije fijandome.
—Si, ya lo tire.
—Me da gusto saberlo —esbozé una sonrisa.
Eso significa que Allison cada vez está más cerca de superar su pasado.
—¿Quieres poner una canción? —me dijo Allison.
—Seguro.
Saque mi celular y me metí a Youtube. Donde ahí reproducí: "Rewrite The Stars".
—Me gusta esa canción —confesó Allison. —Súbele más.
Haciéndole caso a Allison, le subí más al volumen. Y ella empezó a cantar.
—Te la dedico, chica nerviosa.
Sonreí y la bese rápidamente en su mejilla.
—¿Con que así vamos? —fue lo que dijo Allison, antes de besarme la mejilla y después mis labios.
Me reí timidamente y coloque un mechón rubio detrás de mi oreja.
Posteriormente se hizo una especie de silencio entre las dos. Pero lo disfrute. Pues yo disfrutaba cada minuto que pasaba con Allison.
Podría hacer estupideces con ella, y aún así lo seguiría disfrutando.
Ja, cuanta diabetes damos.
Acto seguido, entramos a un fraccionamiento privado y Allison le mostró una verificación al guardia de que ella vivía aquí, y cuando él nos dió el pase, Allison aceleró y nos detuvimos después de tres calles a la derecha, en un penthouse con portón negro.
—Así que aquí vives.
No podía evitar no sentirme meramente nerviosa.
Aunque no fuera a conocer a sus papás.
Igual me sentía nerviosa.
—Ven.
Allison me indico que caminará hacia su casa y eso fue lo que hice.
Caminé hasta la entrada de su casa, y entré.
—¿Tienes hambre? —me preguntó Allison.
—La verdad es que si.
—¿Pido pizza?
—Hasta la pregunta ofende.
—Ja, ja ya la pido.
Allison me dijo que si gustaba, podía sentarme en los sillones de color café que habían en su sala.
A lo cual acepte. Me senté en uno de los sillones cafés y Allison me dió de beber una soda.
—¿Qué quieres hacer? —me preguntó Allison.
—¿Ver una serie?
—¿Qué estás tratando de insinuar?
—¿Qué? ¿Ah? ¡No, no! — rápidamente me coloree hasta las orejas. —¡No es eso...!
—Solo estoy bromeando —dijo Allison con una gran sonrisa.
Yo me ruborice aún más que antes y le devolví la mirada nerviosa.
ALLISON RODRÍGUEZ
Finalmente llegó la pizza.
Abrí la puerta de mi casa y pague por la comida. Posteriormente se fue el chico, y lleve en mis manos la pizza, hasta dar con la mesa cristalina que había en la cocina de mi casa.
—Allison, siempre he querido saber... ¿Cómo te hiciste amiga de Lucía? —me preguntó Melanie tras haberle dado una mordida a su pedazo de pizza.
—Fue en una fiesta de Kyle —comencé a contar—. Al principio, a Lucía yo no le caía bien. Pero cuando la ayude en una borrachera que padeció, nos comenzamos a llevar mejor. Hasta el punto de que se convirtió en una de mis mejores amigas.
—Oh, ya veo —dijo Melanie.
—¿Y qué hay de ti?
—Pues... Somos amigas desde el jardín de niños —¿tanto tiempo llevan conociéndose?—. Lucía se mudo a México, desde que tenía seis años, al igual que Camila. Nos conocimos en el kinder, y desde entonces somos amigas.
—Vaya, si que es mucho tiempo —argumenté—. Eso es a lo que llaman, amistad verdadera, ¿cierto?
—Sí, precisamente así es.
Conversamos sobre shadowhunters, hasta que, comenzó a llover.
Ante eso, Melanie quiso salir al patio, así que le preste una sudadera negra mía. Ella se la colocó y se impregnó de su olor.
—¡Este es uno de los mejores placeres de la vida, Allison! —me dijo ella cogiendo mi mano.
—Ya lo creo —respondí sonriendo.
Tenerla aquí conmigo es uno de esos placeres.
—¿Bailamos? —le pregunté extendiendole mi mano.
—S-Seguro.
Melanie extendió su cálida mano hacia la mía, y yo la cogí.
Coloque mis manos en su cintura, y Melanie en mi cuello.
Bailabamos al ritmo de una canción imaginaria. En la que en mi mente sonaba: "Perfect" de Ed Sheeran.
Yo no creía en los finales felices hasta que apareció ella.
—Melanie, me gustas.
Melanie sonrió timidamente y escondió su rostro en mi cuello.
—A-A mi también me gustas...
—Sabes, yo no creía en los finales felices como Disney te los plantea —empecé a decir—. Hasta que llegaste tú.
—Allison...
Lleve mi mano hacia su rostro y un segundo después, la bese.
El olor de Melanie se intensificó aún más con nuestro beso.
—Me gustas hoy y mañana también.
Tras esa confesión, la bese de nuevo. Las gotas de lluvia, nos mojaban nuestros rostros. Y ella... Les juro que se veía preciosa.
Como siempre.
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